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!Fecha
19.02.201
s
ISecclón
SÓLO PARA INICIADOS
liAN
BUSTILLOS
Del triunfo o derrota de Meade depende todo
seria mezquino
aceptar
que
José
Anto–
nio Meade
ha
dejado
de
ser
el burócrata
exitoso
de los últimos sexenios;
en
po–
co onada se
parece
al
que,
al
quitarle
la
careta
Luis Vldegaray, parecia una mala
broma
de Enrique Pefta Nieto.
¿Qué
ocurrió
para
que el cambiosea
evidente?
Si se tratara de elegir Presidente de
la República a partir de las
frases
que
los candidatos de las tres alianzas en
competencia pronunciaron ayer al pro–
testar. el ganador sería
José
Antonio
Meade.
lodos los mexicanos somos igua·
les. pero necesitamos cosas diferentes.
vamos
adarleacada mexicano una res·
puesta a
las
medidas de sus necesida·
des...
(estas)
son personales. y el apoyo
del gobierno también lo será", fue. qui·
zás,
la
más
ambiciosa. y
más
compro·
metedora oferta de ayer, por
ser
la de
más
difícil cumplimiento. ·un gobierno
a la medida de cada quien·.
El resto de pronunciamientos (lucha
contra la corrupción. romper el pacto de
impunidad. gobernar con terquedad, el
que la hizo la
pagará.
primero los PO·
bres. construir pistas áreas en la
base
de Santa Lucía. estoy en segundo lugar
y soy el que más ha crecido. yo mero.
ustedes merOS-) son frases obligadas.
construidas
para
arrancar aplausos y
garantizar un buen lugar en los mejores
espacios de losmedios impresos.
Es
incuestionable que el candidato
priísta arrancóayer rezagado, tras el pa–
nista Ricardo Anaya yel moreno Andrés
Manuel L6pez Obrador.
pero
por
el mor–
bo
creado
en
tomo a
su
permanencia
como candidato, o
al
desplazamiento
dellkler nadonal
de
su
partido,
Enrique
OChoa
Reza.
quizás
fue
el
que
más
ex–
pectativas
despertó y el único que
estu·
vo a
la
altura.
Algo
ha
ocurrido en su entorno o. tal
vez.
un cambio dramático operó en él
durante la intercampafta que ayer ofre–
dó una imagen bien diferente a la que
le
conocimos como el burócrata encum·
brado de los
dos
últimossexenios, apén–
dice en el últimode Vldegaray.
Sigue sin parecerse a los polfticos
priístas tradicionales ni usa el lengua·
je
de
quienes se proclaman indepen·
dientes. ni. mucho menos. se
le
puede
comparar al de Anaya o al de López
Obrador. pero. en cambio. su discurso,
que a veces parece plano porque no
sabe o se niega a usar los cambios de
tonos oarealizar losmalabarismos obli·
gados
en la plaza pública. propios. más
bien. de un comediante o de un saltim·
banqui. resulta
más
creíble, ausente de
demagogia.
Se puede debatir si ayer se impuso
o no asus competidores, curtidos, ellos
sí. en la plaza pública y en eventos ma·
sivos. como los que abarrotaron el día,
porque se trata de meras apreciaciones
personales. pero Anaya y López Obra·
dor ya no pueden continuar propalando,
sin pecar de exageración, que Meade
transita muy atrás.
Basta
escuchar y leer sus discur·
sos para advertir que ya no son los
triunfalistas
de
la
precampana y de la
pre-pre
campaña.
Es
probable que confiaran en que,
de alguna manera el candidato priís·
ta iniciara la campafta formal ponien·
do
distancia al Presidente. yno ocurrió.
sino al contrario.
Dos
días antes. Peña
Nieto afirmó que la campafta de Meade
va bien ycreciendo.
Este es un tema. la comunión de
mandatario y candidato, que no pueden
soslayar porque la inexistencia de fisura
incidirá necesariamente. en la campaña
y
la
elección, pero
para
esto habrá que
esperar:
por
lopronto hay que reconocer
que ayer, Meade estaba transfigurado:
parecíaotro. Insisto. nada cercano al poli·
tico tradicional. pero diferente. para bien.
Ahora sólo le falta poner asu equipo
a tono de lo que él llama una de las ba·
tallas más importantes de lahistoriadel
país. que. sin duda. lo será porquees un
hecho quemuchos de quienes lo rodean
no han comprendidoaun lo que él tiene
bien claro que. hoy. el futuro de México
está
en juego.
Ytan lo tiene presenteque cerca de
terminar su discurso pidióa sus correli·
gionarios permanecer de pie, listos para
una de las batallas quemarcaráal país.
Pareceun mero giro lingüístico. pero
no es así: está convencido de que desu
triunfo. oderrota. depende
mucho.mu·
cho más. de loque dijo ayer.
Él
ya
cambió. pero el problema es
que ya notiene tiempo para arrear oja·
lar asuequipo, pero si para sacudirlo.
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