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IFech•
19.02.2018
L
a amapola es una rnaldidón.
Buena parte de la violenda
que aqueja a Guerrero. Silla–
loa, Durango
y
Chihuahua, se
explica por la guerra sin tregua para
controlarlas zonasdeproducdón
y
las
rutasde trasiegohadaEstadosUnidos.
En
el
Informe Mundial sobreDrogas
2017,
de la
Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el
Delito, se explica que el 79 por dento de la heroína
que se incauta en Estados Unidos tiene su origen
enMéxico.
En
los últimos años, las organizaciones delic–
tivas mexicanas desplazaron a las colombianas,
sobre todo en el Este y en particular en California,
ATizona, Colorado y Nuevo México.
Los patrones deconsumoestán cambiando y
las
sustancias opioides se abren camino, con todo lo
que elloimplica, porque suelen causarinfinidad de
problemas.
Los grupos que controlan el conjunto del nego–
cio son muy poco refinados, y responden inclusive
a lógicas de control territorial y no sólo de tráfico.
Esto se refleja en los homicidios dolosos.
No es la primera vez que hay una guerra por la
amapola, pero todo indica que puede ser mucho
más cruenta. Esto también genera problemas de
índole social, ya que muchos campesinos se ven
obligados a colaborar conlos traficantes.
LaRazén
A ello hay que sumar el carácter internacional
del problema.
En
2016
murieron enEstados Unidos
64
mil
personas porsobredosis y la mayoña deellas
por consumir derivados del opio.
Estos números hicieron que el gobierno de
Donald Trump declarara, en octubre pasado, una
emergencia nacional, por lo que ya es considerada
una epidemia.
Lo anterior se reflejará en programas de salud,
pero también en estrategias y acciones de seguri–
dad, y sobre todo las que se relacionan con
la
zona
fronteriza y los lugares de ingreso de
las
drogas.
En
nuestro país, en cambio, el costo de la de–
manda, sobre todo de heroína, se contabiliza en
enfrentamientosviolentos entregrupos d el crimen
organizado.
El Comisionado de Seguridad, Renato Sales, ha
dicho que los repuntes en los indices delictivos tie–
nen que ver justo con
esta
situación.
A ello hay que sumar que viene aumentando
también el tráfico de fentanilo, que se utiliza de
modo controlado, pero que
ya
tiene una alta de–
manda en los mercados ilegales y cuyos precurso–
res químicos están llegando a las costas de Colima,
provenientes de China.
Hace algunos años ya se percibía que las drogas
de diseño tendrían un papel relevante y que su uti–
lización
iña
en aumento.
Recordemos los grandes decomisos de anfeta–
mina, desviados de su utilización legal e inclusive
de sustancias como la ketamina, que obligaron a
la
Operación Púrpura, que coordinaron laDEAy las
autoridades mexicanas enBaja California.
Tiempos dificiles,los que tendremos que en–
frentar, por lo menos en el corto y mediano plazo.
Twitter:
®jandradej