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GU!Jornada

IF«ha

13.02.2018

ISecdón

Nglna

1

c.\

,.,\.ll'

C'l_j

1 3a..

Legalización de la mariguana

en Norteamérica

partir

de la

introduc·

ción el año pasado

del Acta Federal

so–

bre Cannabis, Cana·

dá tiene prevista la

legalización del

uso

de la

mari·

guana

con fines recreativos el

pri·

mero dejulio de 2018.

Esto

ha es·

timulado la discusión en los

medios científicos sobre los posi·

bies efectos-que tendrá esta medi·

da en las

esferas

económica,

so–

cial y de

salud

en

ese

país.

Al

respecto hay

un

interesante

artícu·

lo de Mohammad Hajizadeh, in·

vestigador

de

la Universidad

Dal·

housie en Nueva Escocia,

Canadá,publicadoenelJounud

of Health Poliey

and

Manage·

ment

en mayo de 2016, cuando

el proceso para legalizar la can·

nabis

propuesta por el primer

ministro Piexre Trudeau

desde

su

campaña

ya

estaba

en marcha.

Citando diversas fuentes, el

autor muestra que la mariguana

es la sustancia ilícita más am·

pliamente utilizada en Canadá,

pues

43

por ciento de la pobla·

ción ha afirmando haberla usado

en algán momento de su vida.

Una encuesta realizada por el

Forum Research (2015) reveló

que 68 por ciento de los cana·

dienses estaba en favor de relajar

las regulaciones sobre ella. Adi· .

cionalmente, la juventud de ese

país tiene la tasa más alta de con·

sumo de cannabis entre los paí·

ses

desarrollados, con casi un

cuarto de la población de 15 a 24

años.

Desde el punto de vista de la

salud, uno de los objetivos de

la reforma que impulsa el

g~

biemo de Trudeau, es mantener

alejados del consumo de la

dr~

ga a los menores (la ley elimina

la prohibición sólo a partir de

los

19

años), así como apartar·

los del contacto con las bandas

criminales, dado que la distribu·

ción quedará ahora bajo la

regu·

lación estatal.

El autor sostiene que en la es·

JAVIER FLORES

fera económica la

legalización~

dría

aumentar los ingresos fiscales

de

Canadá

mediante los

impues·

tos

aplicados a los

productos

de

mariguana

y

(ojo)

tambi~

podría

permitir que el gobiemo ahorre

los dólares de los ciudadanos que

actualmente se gastan en aplicar

la prohibici6o.

La legalización podría elimi·

nar el elemento

criminal

del

mercado de la mariguana

y redu·

cir el tamaño del mercado negro

en

ese

país y sus consecuencias

para la

sociedad,

dice Hajizadeh.

Desde luego,

tambi6l

se

acep–

ta que la legalización podría tener

algunas consecuencias en el

área

de la salud, como

el

aumento en el

consumo

de

la droga. accidentes

y

lesiones,

por

lo que la legalización

· debe

ir

acompañada

de estrategias

integrales

para

mantener el

medí·

camento

fuera

de

las

manos

de los

menores a la vez que se incremen·

te la conciencia y el conocimiento

sobre

los efectos nocivos de la

droga.

El

téxtó

citado

ha

sido

sujeto

de crítica

por

otros investigadores

que, como Jürgen

Rehm.

del Cen·

tro para las adicciones y salud

mental de Toronto (CAMH, siglas

en

ingl~).

y sus

so~gas;

o

Ste~

banie Lake

y

lbomas Kea

deJ

Hospital Saint Paul's en Vancou·

ver (en la revista ya citada), o en

análisis

complementarios

como

el

de Benedikt

FISCber,

del CAMH,

en

banca

(diciembre: de 2017),

ponen el

~is

mayor en los

riesgos,

aunque

en

aspectos

cola·

terales como

hacer

más

estrictos

los controles

para

evitar los daños

a la salud. Pero lo que nadie

o~

.jeta es que la medida contribuye

a la eliminación de la participa·

ción del crimen organizado en el

mercado de la mariguana.

De la forma que sea, como

señala Fischer en su artículo, ·

un

gran

experimen~o

social y

en materia de salud

dará

inicio

el primero de julio de este año

en Canadá. A diferencia de Es·

tados Unidos, que cuenta con

una legislación federal muy

restrictiva y son sólo algunos

estados los que han decidido la

legalización, esta medida abar·

cará a toda la nación, lo que

-marca un cambio trascendental

en

Norteam~rica.

VISto

desde el

ángulo

de

M~xi·

co, la ola que viene del

norte

en

favor de la legalización

del

em·

pleo de la

mariguana

con

fines

re.

creativos es ya incontenible. Todo

Canadá

(desde

julio),

un

námero

creciente de estados en

el

país

ve.

cino

(Alaska, Colorado, Maine,

Massachusetts,

Nevada, Oregon,

Washington

y Califomia, el

caso

más reciente).

En

el contexto norteamerica·

no, nuestro país aparece como el

más atrasado:.. Aunque hay

al·

gunos avances innegables, como

la aprobación'del

uso

de la mari·

guana

con fines m6dicos y de in·

vestigación científica, y algunos

chispazos de lucidez (aplastados

a

gran

velocidad), como cuando

un secretario de Estado propone

la legalización en algunos sitios

turísticos, como Baja California

Sur

y

Quintana

Roo.

Sin embargo, se

hace

todo

lo

posible

por

eludir

el

tema del

e~

pleo de la cannabis con fines

bldi·

cos.

Tan

es así, que el

presidente

de la Comisión de Salud de la

Cá·

mara

de

Diputados, Salvador

US.

pez

Brito, anl.inció recientemente

que

el tema no será objeto de

de.

bate

en

el

cierre de la presente le.

gislatura, y se quedará como

asunto

pendiente

para

los

senad~

res y diputados que lleguen al

congreso

en septiembre próximo.

Uno se pregunta el

porqu~

de

esta resistencia. La respuesta na·

die la sabe con precisión, aunque

algunas hipótesis plausibles pue.

den encontrarse en

las

series

s~

bre

narcos

que se exhiben en

Netflix.