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l:'-uo2.2018

lhccl6n ___

El crítico

y

el político

Por

ALBERTO AZIZ NASSIF

D

e

pronto,

sin

ninguna

anti–

cipación.

se

crea

un

escán–

dalo

en

las

aburrldas

pre–

campañas

electorales.

Un

artículo

editorial

de

Jesús

Silva-HerzogMár–

quez

(JSHM)

(AMLO

3.0,

Reforma

S/f1/2JJlB},

sobre los cambios

de

An–

drés

Manuel

L6pez Obrador

en su

tercer

intento

de ganar la Presiden–

cia

de la

República.

genera

una res–

puestadel

precandidaroy

se

produ–

ce

un

pequeño incendio

en

la

pra–

dera

¡$S

un acontecimiento

grave

o

un

drama

prescindible?

En

este

desencuentro,

que

fbnna

parte

del

clima

poJftioo

del

momen–

to,

existe

un

universo

oonoddo:

un

crltico

registra

el

cambio

de actibJd

de

un polftioo porque pasa de un

•seaarlgmo"

intransigente

a

un

.oportunjsmo ...

Este

registro

ha

sido

señaladoenmucbasartfculosy

opi–

niones

desde

hace

semanas

y

se

ba

inaementado

amedidaqueAMLO

suma

personajes

de

otros

partidos

y,

sobre

todo,

cuando

se

conoció

la

alianza

con

el

Partido

Encuentro

So–

cial.

deunamarcadaorlentaciónde–

recbista.A

lo

la!gode

las

últimas

se–

manas se

han

escuchado

califica–

ciones fuertes

que

aCl5Il

de

prag–

matismo

estas

decisiones.

Es

cierto

que

tanto

en

2006

como

en

2012

AMLO

se

mantuvo

dentro

de

su

vo–

toduroyqueelapoyoextemonofue

S'lrtidenteparaganar.Haceseisaños

era

complicado

ganarle

a

la

maqui–

naria

polft:ica.

mediática

y

eoonómi–

ca

de

Peña

Nieto. En2006

se

aiticó

la

incapacidad.

de

haceralianzas

pa–

raganar ..Porotra

parte,

resulta

muy

sabido

que el

estilo

de

AMLO

es

el

uso

de

frases

descalificadoras

para

sus

antagonistas,

como

la

famosa

'"mafia

del

poder'",

que

tiene

mucho

de

cierto.

Hasta

aquí

no

hay

nove–

dades

importantes.

¿Qué

cambió?

cada

parte

del

diferendo

tienesus

razones~

El

aftioo

está

en

todo

su

derecho

de hacer

el

análisis

y

expresarlooomo

mejor

lo

oonside-

.J•..AJ<.

re.

El

polftioo

puede

responder.

ex–

presar su

opinión·

o aguantarse.

En

este sentido nadie

niega

el

derecho

del

atto,

pero

lo

imponanteesla

for–

ma

en

la que

se

modula

el

aconte–

cimiento,

es decir,

cómo

se

OODStru–

}'e

en la

opinión

pública.

Se

puede

pemarqueelcrlticoDOestáobligado

a ser

polfticamente

correcto

en

sus

sef\alamientos,

pero,

al

mismo

tiempo,

se

le

pide

al

político

que

to–

lerelaaítica.

que

la

acepte

y,en

todo

caso.

que

pueda

aigUIDeiitar

sus

de–

sacuerdos.

Eso

sería

una

~manda

para

el

mismo

proceso

polftioo, pero

desafortunadame

DO

tenemos

debates,

sino

ejercidos

mínimos, 1

opinionesde140o280caracteresen

las

redes

scx:iales.

Pero

el

desen–

cuentro

escaló

y aeció

en

el

volátil

horizonte

de

la

opinión

mediática

y

delasredessodales.¿Era

para

tanto?

¿Estamos

ante

la

fabrlcación

de

un

gran

evento

o

ante

la

intladóndeun

desencuentro

que

se

puede

ubicar

oomopartedelanonnaUdadde

una

sucesión

presidendal?

Estos

acontec:iiiüent

DO

se

fP–

biemansólode

~a

unazacio–

nalidad ESJida.

Recoidema;

lo

que

pasó

DO

hace mucho

con

Ja

decla–

ración

sobre

'perdonar

a

los capos',

una

aflrmacióo

deAMLOqueselle–

basta

las

nubes,

que se

interpietó

defotmamuy~yquegeoeró

una

amplia

condeDa

sodal.

Lo

nm–

mo

sucedió

con

este

altercado,

a

pe–

sar

de

que

baya

dec.erw

de

afticas

que

se

han

clicbo

y

esaito

sobre

Ja

polftica

de

alianzas

de

Morena

y

el

pragmatismo

de

~

decisiones.

Hay

que

reconocer

que

los dichos

y

los

mensajes

en

las

redes oobran

re–

levanciade

aruerdo

a

quién

lo

dice

y

a sus

posibilidades

de

ganar

ell

de

julio.

En

este

caso.

una

parte

de

las

inteipretacionequesebanhechode

Ja

respuesta

de AMLO a

JSHM.

in–

sisten

enqueeswnos

ante

el

mismo

po1ftioo

de

siempre

y

que

sus

cam–

bios

-como

las

burlas

sobre Ja

gue–

Ira

sucia

en

su

contra-

fueron sólo

un

breve

IIlOillelltD,

pero

que

ya

re–

gresó

a

su

carácter

de intolerancia.

EL UNIVERSAL

11. (;lA N OIAIUO

nr

Mh: lt.:O

Defie:Ddoelderechoadisentir,

tan–

todeJa

aftica.

CX>IDO

de

los

polfticos,

pero Ja

experleDda

de

2006,

mostró

oomoun •cállate

chachaJaca'"

a

Fax.

fue

en

su

momento

razón

para

per–

der

miJes

de

votos.

Ubicar a

JSHM

oomo un aitia1lista •c::omeJ:Vddor

con

apariencia

de

liberar

y

ponerlo

en

el

espado

deJa

"'mafia

del

pode(',

puede

resultar

absurdo,

ser

parte

de

Ja

bataDa ideo16gica.

pero

se

puede

convenh'enunamarcanegativapara

el po1ftico. Quizápor

eso

AMLOpide

unadisallpa

~ca.

¿El

puntero

de

la

oompetenda

se

puede

dar

el

lujo

de

ex>meU!r

estos

erroreS? •

Invttigador del CIESAS. @Azfz.Nassif