Table of Contents Table of Contents
Previous Page  158 / 260 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 158 / 260 Next Page
Page Background I F.cn.

lk:c:l6n

19.02.2018 .

:-1'11r.'~r;oa

turística a donde se va a ver si se logra termi–

EDGAR VALERO

BE~SPE

Aveces sentimos

un dolor ennuestro

amorpropio de ser

mexicanos

osiempre he sidode los que le va aMé–

xico. SIEMPRE. Nonada más cuando ga–

na. Cuando pierde. Cuando nos golean.

Cuando goleamos. Cuando somos campeones

mundiales y cuando nos han pasado por encima

en cada deporte. No sé si haya tenido mucha

suerte, pero puedo ver de pronto hacia

atrá.sy

contar

31

años, casi

32,

trabajando en losmedios

y la cantidad de eventos alos que hepodidoacu–

dir casi no podría describirla.

Seguro se me escaparían varios de esos eventos

aún presumiendo de tener buena memoria. He

visto derrotas dolorosas, derrotas circunstancia–

les, derrotas indiscutibles, derrotas vergonzo–

sas, y estoy hablando de deportistas mexicanos.

Ytambién he vivido aMéxico campeón olfmpico

de futbol en Londres

2012,

aAna Guevara cam–

peona mund1al en Pans, a

SOraya

Jiffi@nez cam–

peona oumpica enSydney, aMemo Perez

y

Ma–

ria Espinoza campeones olímpicos en Beijing, la

victoria del Tri sobre Francia enSudáfrica, la lista

e.slarga. Muy larga.

Pero la semana pasada, allá en los Juegos Olím-

picos de PyeongChang, cuando el mexicano Ger–

mán Madrazo llegó en el sitio 116 y último de la

prueba de los

!;>

ki!ómetros deesquíalpino, vi al–

~o ~ue

no hab1a VIsto en todos mis años de pe–

nodlsta,

esta

vez

por

televisión, pero de cualquier

forma necesito induirto en mis memorias.

Yo siemprehe exaltado el espíritu de competen–

cia. He exaltado a los mexicanos que intentan y

logran. Pero con todo respeto, o sin él, celebrar

como

~elebró

este deportista mexicano, que

ya

no VIVe en México, según expresó en su mo–

mento por la inseguridad que reina en el norte

del país,.con la bandera de nuestro país después

de term1nar en el últimositio, me parece una fal–

ta de respeto atodos los deportistas mexicanos

que durante décadas, sí han luchado por poner

el nombre deMéxico en alto.

los Juegos Olímpicos no son ·Jna competencia

nar. Los Juegos Olfmpicos son otra cosa. Por eso,

cuando además de todo, escucho que este jo–

ven denuncia que no recibió apoyo del Gobierno

Mexicano para competir, yo celebro que así ha–

ya sido. No me puedo imaginar aalguien que di–

ga que quiere ir a los Juegos Olfmpicos deTokyo

2020

para participar en, tenis de mesa, porque

nuestro país nova atener representación en esa

disciplina. Yademás, que esperaría que lounifor–

men, le paguen el viaje y veamos como lo elimi–

nan dejándoloen cero singanar un solo "game",

porque aprendió ajugar este deporte apenas ha–

ce seis meses, cuando se enteróque nomanda–

riamos anadi.. acompetir en esa disciplina.

Una cosa es que alguien desee alcanzar una me–

ta personal y

otra

que salga con lahistoriade que

es algo que "va a inspirar afuturas generaciones

de deportistas mexicanos" . Insisto, esto no es

para inspirar, esto es para dar verguenza, arras–

trando el de por sí

ya

maltrecho prestigio depor–

tivo mexicano a nivel internacional. Yque enci–

ma, alguien le permita tomar la bandera y enar-

bolarta como si hubiera conseguido algo impor–

tante para nuestro país, creo que es una locura,

un ejemplo vergonzoso y una falta de respeto a

quieneshan dedicadosuvida para ganar una me–

dalla olímpica.Aquienes han entrenado toda su

vida. Para quienes han luchado toda su vida. Pa–

ra quienes no van de turistas a tomarse la foto

sino quienes van acompetir y aromperse lam

a~

dre para ganar unmejor lugar, para mostrarque

aún en desventaja se puede competir y queeste

país está lleno de deportistas y gente que pelea

hasta el último aliento. No de oportunistas que

salen en la foto y que consideran su logro perso–

nal, como algo que inspira a los demás...

Dígame, el ejemplo e.sque para cumplir con un

capricho, no con un sueño, uno debe de empe–

ñar el alma, con tal dever ¿"qué se siente" ir alos

JuegosOlímpicos?... Ese es el ejemplo... Misme–

tas personales, por ejemplo, correr un maratón,

hacerlo en no sé cuantas horas, ¿es para demos–

trarle al mundo que "los sueños se cumplen" ?o

es para ¿demostrarme amí mismo que si pude

alcanzar lameta queme propuse?.. Es para esto

último, y es un logro que no inspira anadie, por–

que no se trata de "los demás" se trata deun "lo–

gro personar .

¿Cómo me verla yo corriendo por Paseo de laRe–

forma con la bandera deMéxico diciendoque hi–

ce el Maratón en cinco horas cuando los que se

han esforzado toda su vida lo hacen en poco más

de dos?... Ridículo, así seria. Tan ridículo como

lo que ha hecho Germán Madrazo ante la com–

placencia de las autoridades del Comité Olímpi–

co Mexicano.

Si se trataba del principio de universalidad y que

por eso ledieron la oportunidad de competir,

es–

bien. Pero de ahí a exaltar su finalización ca–

si media hora después que el ganador del even-

LA(.

CRONICADEHOY

to, hay mucha diferencia. Que lo haya recibido

el competidor togolés con quien ha entrenado y

que llegó a la meta dos posiciones antes que é ,

y cuyo máximoméritoha sido desfilar medioen–

cuerado avergonzando asu país, nome sorpren–

de. Ni tampoco que haya estado el ganador ahí

en la meta. En el maratón sucede así. El ganador

regresa y espera al últimoque llega alameta. No

es extraño. Puede serlo para quien no

está

rela–

cionado con el mundo del deporte.

Pero, así como en el pasado se habló de aquel

Eric Moussambani, el nadador deGuinea Ecuato–

rial quequedóen último lugar en los

100

metros

enSydney 2000, ahora así se hablará deMadra–

zo. ¿Qué terminó la prueba?Quebien. Es lome–

nos que se espera de un deportistaqueva aunos

JuegosOlímpicos. ¿Qué fue último?En todoslos

eventos hay un ganadory un último lugar. ¿Que

lo celebró como si hubiera ganado?Como dijera

Nacho Ambriz hace unas dos semanas en el te–

ma del descenso,me parece que es una"mam..."

que insulta alos verdaderos deportistas.

Esto insulta la dignidad de quien compite para

ganar, no para ir atomarse laselfiecomo si fue–

ra de verdad "un deportista olímpico". En este

particular caso, creo, en mi muy personal opi–

nión, misma que nadieestá obligado acompartir

y que pueden en cambio criticar, aquí no aplica

aquello de lo "importante noes ganar sino com–

petir", porque Germán Madrazo no fue a com·

petir, fue aturistear, aver que se sentíay él mis–

mo reconoció quemuchoantes de queempeza·

ran los Juegos Olímpicos estaba exhausto y que

sabía que Iba aser muy diffcil, induso, terminar

la prueba... Qué bonito ejemplo... Muy inspira–

dor... Eso

e.sa

veces mi paísquetanto amo. Eso

es muchas veces el deporte mexicano queado–

ro. Aveces muy poca cosa, algo para sentir ver–

gOenza y pena, un dolor en nuestroamor propio

de mexicanos...

[email protected] www.twitter.com/evalerob edgarvalero.wordpress.com

youtube/ evalerob