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¡a.ec:IOn
12.02.2018
.
México
cambia
y
pennanece
Por
AGUSTÍN BASAVE
B
oycomienzael
periodo
de
"intercampañas'", el
pa–
réntesis
entre
las
precam–
pañas y las
campañas
previsto
en
nuestra
peculiar
legislación electo–
ral Los
contendientes usarán
esta
pausa
para
organizarse,
para
bajarse
de la vorágine
del
debate
coyunru–
ral,
sacudirse
el yugo de lo táctico y
dedicar tiempo a la planeación es–
tratégica.
Los
ciudadanos atentos
al
campode
batalla
tendrán
mástiem–
po
para
voltear a otro lado, y des–
cansarán aquellos que
ven
la refrie–
ga de
soslayo
y porque no pueden
evitarla.
cambiemos
el
terna.
pues.
Hablemos de
las
dos conmemora–
ciones cívicas de
este
mes,
la que ya
pasó -d
día
de la
Constitución-
y
la que viene
-d
de laBandera-, y
alaimponanciadequelossímbolos
sean
lo que a mi juicio deben
ser.
Y
es que lo simbólico, sobre tcxlo en
momentosde reconcomio,hade
ser
fuente de sosiego,
algo
que nos re-
. cuerde que, por encima de
turbu–
lencias políticas y de la incertidum–
bre de
las
elecciones, México no
se
detiene, pero permanece.
"Los
símbolos son
reales.
O
mejor
aún.
la
realidad
essimbólica. Lasco–
sas no ocurren
porque
sí.
anárqui–
camente,
sin
orden
ni patrón.
Hay
una
implicación en
cada
aconteci–
miento, un
cócügo
soterrado que
trasciende
su
significado primario y
genera
representaciones
distintas
al
hecho en
sí
mismo". Cito
estas
pa–
labras
que escnbí
hace
2S
años y
pu–
bliqué poco
después
enmi
hbro
So–
ñar
no
cuesta
nada
porque
creo
que
es lo que ha ocurrido con el
aniver–
sariodel
S
de
febrero:
hemos
conver–
tido
a
nuestra
cana
Magna
en un
simbolo
atado
a
su
ignoto
pero in–
mutable contenido.
El
porcentaje
de
mexicanos que ha leído
sus
136
ar–
tículos, en
efecto,
es muy
bajo.
Y
sin
embargo, el
orgullo
que
sentimos
al
enteramos
de
que
fue
la
primera
Constitución
social
del
siglo
XX
a
menudo se
traduce
en
~
a su
texto
actual.
cuyodesapegodelarea–
lidad
impide
la
exigibi)idad
de
esos
der'eclloo.
y ruya
extensión.
ttas de
cientosde~yadiciones,le
inyecta
incoherencia
Aunque
no
la
conocemos,
no
queremos
cambiar–
la
Por
eso
sostengO
que
el simbolis–
mo
de
una nonna no
debe
ser
es–
tático
o.
para
decirlo
con
más
pre–
cisión. que lo simbólico
debe
ser
el
hecho
de
tener
una
ley
de
leyes
ft.m–
cional y
que
nuestra
adhesión
a
ella
no
debe
t:rocar
en nmoneísmo
y
fre–
nar
una
nueva constitucionalidad.
El
segundo caso es muy
distinto.
El 24
de
febrero celebraremos
lo
quees,
al
menos
para
mí.
elmásen–
trañabledelos
tres
símbolospatrios
oficiales.
Nuestra
bandera es
tan
gentil como incontroveroble. He
escuchado a
paisanos
que,
si
bien
admiran
la
belleza musical
de
nuestro himno,
quisieran
sustituir
suletraporotraqueno
sea
belicista.
pero
nunca he sabido de alguien a
quien nuestro
lábaro
le provoque
rechazo
o dudas.
Lo
simbólico
se
gesta
en
la
ideologíay
se
generaliza
en función de su neutralidad ideo–
lógica. ¿Por qué
está
Tenochtitlan
en el escudo y en la bandera? Por–
quelaexpropiación
del
pasadopre–
hispánico
(Brading)
se
dio primero
en el patriotismo criollo y después
en
Fray
Servando, en
aras
de la
emancipación
culrural
ypolíticade
España.
y
en el
siglo
XIX
ya
nadie
pudo
desenraizar
la
imagen
del
águila
y la serpiente de la imagine–
ría
popular.
Se
pueden cuestionar
referentes de la mexicanidad por
razones "doctrinarias"
- yo
mismo
he dicho
que
el nombre legal de
nuestro
país
debería
ser
México y
no EstadosUnidosMexicanos, que
es
resultado
de
una imitación
ex–
tralógicadel nombredenuestro
ve–
cino del norte-,
pero
cuando
se
arraigan
es
dificil
cambiarlos.
EL UNIVERSAL
tL
ClAN
IUAI I O Or lti (XIl'O
Más
allá
de racionalidades, los
símbolos deberían apuntalar una
paradójica identidad dinámica.
La
nación. que es
una suma
de sub–
jetividades que da como resultado
una objetividad. no
podría existir
sin
ellos. México nació como
Esta–
do en
virtud
de
la
voluntad política
y de la potestad de
una
élite,
pero
se
hizo
nación cuando la
gran
ma-
yoría
de los mexicanos
se
asumió
como
tal.
Y
mientras nuestra ban–
dera, nuestro escudo y nuestro
himno nos conmuevan. mientras
nuestras móviles expresiones idio–
sincráticas
toquen
nuestras
fibras
sensibles,
la
nación mexicana
se–
guirá
existiendo. •
Diputado federal. @abasave
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