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ISecelón
12.02.2018 .
El fracaso
de
la política
binacional contra las drogas
IVÁN RESTREPO
U
n mes
después
de to–
mar posesión como
presidente,
Donald
Trump recibió un in–
forme elaborado por
reconocidos expertos en el cual se
afirma que Estados Unidos padecía
la peor
crisis
por consumo de drogas.
Más grave que
la
de los años 80 del
siglo pasado.
En
el
info~
se
~taca
el liderazgo de América
Latina
en cuanto a producción y tráfico: 17
de los 22 países
qu~
aparecen como
proveedores se ubican en nuestro
continente. Colombia registró el año
pasado aumentos muy considera–
bldes en
la
produccion de cocaína.
en tanto que México abasteció con
más de 90 por ciento la demanda de
heroína que consumen nuestros ve–
cinos del norte.
En
nombre de quie–
nes elaboraron el informe, William
R.
Brownfield afirmó que Estados
Unidos tenía
"más
comunidades,
más familias y más regiones con el
problema de la droga y
la
adicción.
especialmente de heroína y otros
opiáceos", pero contaba con "me–
canismos, cooperación y alianzas
regionales" para combatirlo exito–
samente y evitar que lleguen de
América Latina.
Los datos que se ofrecen en el
informe y los más recientes mues–
tran
que no
han
detenido el flujo de
drogas ni
la
demanda de éstas. Según
el Centro de Control y Prevención de
Enfermedades, el abuso de estupefa–
cientes cobró 64 mil vidas estaduni–
denses el año pasado. Abarcó a resi–
dentes en zonas rurales y urbanas y a
distintas clases sociales. Brownfield
sostiene que el consumo se origina
en
la
creciente demanda de opiáceos
debido a los altos precios de las me–
dicaciones (216 millones de
recetas
el año pasado) y el uso de derivados
sintéticos
de
éstos. Más de un millón
de ciudadanos tomó heroína el año
pasado y 11 millones abusaron de
opiáceos prescritos por médicos.
Brownfield opina que el pro–
blema es de los países productores
y de Estados . Unidos,
por
.lo que
requiere soluetones
~mpartidas
.. Y
que, gracias a la IniCUltlva .Ménda
(el programa de cooperactón en–
tre
ambos países), México está más
preparado para
co~~atir
el
~co
de sustancias prohibtdas debtdo a
la capacitación de los cuerpos de
seguridad. las unidades
antinarco
y
el uso de tecnología moderna Y que,
mediante dicha iniciativa, México ha
recibido
grandes
sumas de dinero
Y
el control de drogas en la frontera
comó.n es "ahora mejor que nunca".
En suma, ambos países crearon un
"muro" de cooperación sin tener
el muro ''ffsico" que Trump quiere
construir
para
evitar la entrada de
drogas y personas indocumentadas.
La
realidad muestra que ese
"muro de cooperación" es un
fra–
caso, pues la droga sigue llegando a
Estados Unidos, a lo que se suman
los miles de muertos que deja en
México combatir a las bandas
cri–
minales. Pese a más gasto en grupos
policiales, el Ejército y
1~
Marina,
la violencia alcanza hoy ruveles ex–
tremos y deja víctimas entre los
narcotraficantes, la fuerza policial y
la población en general. Son miles
las viudas y huérfanos que ha de–
jado una estrategia mal
plan~da
y
peor ejecutada por ambos
gobt~?s.
Sumemos, además, las desapaneto–
nes forzadas, la violación de los de–
rechos humanos por los "agentes del
orden" y la enorme corrupción que
cobija todo.
(tujomada
LAs
INSTANCIAS OFICIALES SABEN
QUE LA ESTRATEGIA DE COMBATE
AL CRIMEN ORGANIZADO ORIGINA
MAs
PROBLEMAS DE
W S
QUE
PRETENDE RESOLVER
Ello explica cómo, pese a tantos
operativos de la fuerza pública, el
cultivo de opio se incrementó los
años recientes. En 2016 abarcó 32
mil hectáreas y una producción de
81 toneladas métricas de heroína, el
triple que en 2013.
El número de estadunidenses que
han
muerto por sobredosis de he–
roína casi se quintuplicó de 201O
a la fecha, Por eso,
·Y
por primera
vez. Trump habló en julio pasado de
declarar una "emergencia nacional"
por las prescripciones y
mal
uso de
medicamentos, los opiáceos sinté–
ticos y la heroína. A éstos se suma
el fentanilo, el opiáceo que mató
al cantante Prince, 50 veces
más
potente que la heroína. Pero Trump
no declaró
tal
emergencia, sino una
"sanitaria pública" que facilita el
acceso a medicamentos contra la
adicción. Al anunciar la medida, rei–
teró que México es el culpable de lo
que sucede.
El año pasado fue el más vio–
lento en nuestro país, el de más
inseguridad y dominio de los grupos
criminales.
Las
instancias oficiales
de ambas naciones saben que la es–
trategia actual de combate
al
crimen
organizado origina más problemas
de los que pretende resolver.
¿Hasta cuando? •
pj¡ina
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