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EL UNIVERSAL

11. GllAN lliAitiO

nr

A.lb:

ICO

1'-118

19.02.2018

la.ccl6n

l

,..glna

{

1)

E

lcasodeljovenMaicoAntonioponede

relieve, unavezmás.lareladón

de

tres

caregorlas

que

aún

no

encuenttan

ar–

moníaenla

Ciudad

deMéxico:policía.

juven–

tudes

y derechos

humanos. Una política

pú–

blica

centrada

en la promoción de las garan–

tías de

ese

segmento

deberla

ser multifacto–

rial

e incluirdesde programas

de

gobierno

de

orden

cultural.

artístico

y

deportivo,

vincula–

dos con

el

uso

del

espacio

público,

hasta la.

dimensión

de

salud

asociada

oon la preven–

ción del

consumo

de alcohol

y

drogas.

Sin embargo. mientras que políticas de

este corte no

han

sido plenamente adop–

tados. seguimos teniendo episodios que

dancuentadequeenlarelaciónquelaCiu–

dad de México establece con los jóvenes

priva

una

lógica punitiva en la que la

san–

ción

y

el

uso de la fuerza son los ejes, sobre

todo en

las

zonas de mayor marginación.

El caso del

New's

Divtne

alertó sobre la

persistencia de

esta

lógica. pero después

hemos advertido hechos similares.

Re–

cordamos. por ejemplo. a los jóvenes que

hace una década comenzaron a reivindi–

carse como

emos.

o los

reggaetoneros:

cuando se reunían en espacios públicos

recibían con frecuencia

una

respuesta

policial que incluía persecuciones. reda-

das

y

detenciones colectivas.

·

Lo

mismo ocurrió

frente a las llamadas

"fiestas

clandestinas'"

que.

sin

permiso

admi–

nistrativo~.

se

orpnfzah:m

en

bodego–

nes o

baldíos.

donde

COilCUIIÍaJl

menores

de

edad

que

ahí

accedían a aloohol

y

drogas.

En

estos

casos,

envez deque la intervencióndel

derecho

penal

se

dfrlglera

oontra los organi–

zadores

que

podrían

incurrlr incluso

en

de–

litos como conupción

de

menores,

se docu–

mentóquelasanciónsedirlgíacontrajóvenes

que

buscaban

divertirse.

Se denunciaron

en–

tonces

razztas

y

auestos

colectivos (reco-

e

ARTICULISTA

INVITADO .

Mario Patrón

Oficiales, juventudes

y

derechos humanos

mendadón

11J(11Jl2

CDHDF).

Como

ejemplo

de

esta lóglca.

Ínención

particular

merece

el

tema

de la

libertad

de

expresión.

protesta

y

manifestadón que también

ha

vinculado

ampUamente a las

juvenrudes

oon lapolicía.

No

podemos

oMdar

los

penosos

hechos

del

lDMX.

ell de

diciembre

de

2012.

en

donde

más

de

11IJ

jóvenes

fueron

detenidos

arl>itra–

riamente, aJgunos torturados

y

otros

some–

tidos

a acusaciones fabrJcadas (recomenda–

ción7/11Jl3CDHDF).Hechosqueporciertose

repitieron en

ottas

manffestadones oomo la

del2

de octubre de

2013

o en las del7

y

1IJ

de

noviembre

de

2014.

Otro

episodiooprobioso

es.

sin

duda.

el

ca–

so Heaven.

Poco

ha

ttascendldo

que

existen

dos

policíassentendadosporladesaparición

de

l3

jóvenes

en

estos

hechos

(recomenda–

ción 19/11Jl3 CDHDF).

La

lógica

punitiva

oontralas

juventudes

de

la Ciudad de Méxioo

presenta

impacta;

di–

ferenciados en razón del género.

Hace

algu–

nos

años

se documentó

el

casode una joven

en situación

de

calle

que.

tras

ser detenida.

fue

víctima

de

abuso

sexual

en una

pattulla

(recomendación

4/liJl3

CDHDF).

La

historia

de Maico Antonio

y

estos

epi-

sodios. a los que

podrían

sumarse

muchos

otros,

dan

cuentá

de

problemasestructurales

no

atendidos. Después de

la

tragedia

~

New's

Divine,

en·2008, se efectuó

un

nove–

dosoejeicicioparticipativoencabezadoporla

Comisión

de

Derechos

Humanos

capitalina

que se tituló

"La

Policía que

Queremos".

Ahí

se intentóempezar adisminuir la

brecha

que

separaa lapolicía

de

la

sociedad.

oon

especial

énfasis

en la siruación

de

las

juvenrudes.

Desde

ese entonces era

claro

que se debía

generar

un proceso

de

refoima

democrática

de la policía;

poco o

nada

se

ha

avanzado

en

estecamino.Larutaaseguirpasapormedidas

conaetas.

Por

ejemplo,

tanto

enla

capital

co–

mo a

nivel nacional necesitamos

un

verda–

dero

mecanismo

de

control

y

registro

de

de–

tenciones. loque fue solicitadoen2010porla

Corte lnteramerlcanade

Derechos

Humanos

(CoiDH) enel caso

Campesinos

Ecologistas

y

replicadoenla

Ciudad

deMéxicoen

varias

de

las recomendaciones mencionadas. Medidas

oomo

éstas.

así

oomo

mayores

meanisrms

de

oontrol

y

supervisión internos

y

externos

hacialafunciónpolicial

evitarán

que

se

sigan

dando

excesos

que

van

desdeladetención

ar–

bitraria

hasta

laoonsumadónde

ottas

graves

violaciones a los

derechos

humanos.

Si los anteriores gobiernos

se

hubiesen

tomado con

seriedad

la implementación

de

esas

medidas de no repetición. no es–

taríamos ante nuevas tragedias ni ante

nuevos casos emblemáticos. Además de

fortalecer

a

las policías reformándolas de–

mocráticamente. es necesario un cambio

radical

en la política pública hacia

las

ju–

ventudes.

La

lógica punitiva sólo traerá

más criminalización

y

abuso policial.

Justo

porno

resolver

ensentidodemocrá–

tioo la relación entre juventudes. policía

y

derechos

huinanos.

el Estadomexicano

fue

sentadounavezmás ante

el

banquillode

los

acusados

~

una Corte Internacional

este

año.

Las

11

mujeres de Atenoo que fueron

víctimas de tortura

sexual

en el oontexto de

un operativo policial en

2006

esperan sen–

tencia de

laCoiDH.

De

ahí

saldrá.

sin

duda.

unahojaderutasobremedidasaimplemen–

tar

para

que

estos

hechosnose

repitan.

Esas

medidas.

de

seracatadas,

puedenconttibuir

también aque jóvenescomo

Marco

Antonio

no

sigan

siendo detenidos arbitrariamente

de forma generalizada. como hoy

ocurre

en

laCiudaddeMéxico.

La

capital

sigueendeu–

da

con

sus

jóvenes. especialmente con los

más

marginados;

sería deseable que la co–

yunrura electoral

que viene

abra

un debate

profundo sobre

este

rezago. •