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I

FKha

'Sección

19.02.2018 -

La derecha

·y

la izquierda

en

América

Latina

VICTOR FLORES OLEA

en los dos t6minos de la argumentación

n

mi

anterior

artículo sobre la de

Trmnp

resultan

ento~

muy d&iles

nueva guura

fria

de Donald

Y

queda

de manifiesto la simple voluntad

Trump

y la reciente

gira

del

imperial

de

EU,

llevada a

sus

extremos y

secretario

de

Estado Tillerson hasta el

abstn-do

por el

actual

presidente.

a

Ammca

Latina,

dijimos que

El

secretario de Estado de Estados

una

~

las fórmulas

del

presidente es- Unidos, Rex Tillerson. en su visita re–

tadunidense para seguir manteniendo el ciente a cinco países latinoamericanos

control de los países del continente era insistió en el peligro de nuestras relaciO:

sin

~da

la doctrina Monroe, ya vieja de nes con los países destructores que están

un Siglo

pero

muy eficaz para el imperio apareciendo en el horizonte, en referencia

Y

para mantener el estatus favorable a sus inmediata a China y Rusia

intereses en esta

parte

del mundo.

La

verdad

es que las relaciones entre

.

~nadie~

secreto

que

las dictaduras

Estados

Unidos yAmmca

Latina

enfrentan

militares del s1glo

pasado

se impusieron un cambio profundo, ya

que

las

coordena–

en Ammca Latina en nombre de

una

das

de

poder

regional no

son

ya

más

favo–

grurra

fria

que, sobre

el

campo,

llevaron rabies automáticamente a Estados Unidos,

primordialmente el nombre de Cuba y

Y

que

ahora se presentan

diversas vías

como

de Salvador Allende, teniendo como re- mecanismos altemativos de

concertación

sultado un_ muy

cruel

bloqueo a la isla y política, de financiación y de

cooperación

la feroz dictadura de Augusto Pinochet, • en los

campos

económico, político y culto–

además

de otras dictadoras igualmente

~

precisamente

con Rusia y

China.

deplorables, como las

de

Brasil,

Uruguay

.

''Los.

estadunidenses

me eligieron

para

Argentina,

Colombia, etcétera.

En

tod~

que

vuelva

a

hacec

a

Estados

Unidos

grande

los

casos,

si recordamos bien. el principal de nuevo",

comienza

un texto

de.

Trump

argumento o pretexto

de

Estados Unidos que,

por.

momentos,

.mya en

.lp

ridículo.

era

el

de

un

gran

complot

sovi~co

que

' ' ·

' • • ·

•• ••·

- • • ·

abarcaba

toc:k>

el

continente y que manipu- Uno

de

los apartados del documento

está

laba cualqwer asomo de vocación demo-

~cado

a las relaciones con el hemisferio

~ca

en nuestros países, como simples

occidental,

específicamente con América

derivados de las intenciones de control

~pero

aquí

advierte sobre la presencia

ruso

que no se debilitaban jamás.

CI'eClente de

China

y Rusia,

as(

como de

su

Segein

parece,

aun cuando el

argu-

"al~te"

papel.

y llamó a los gobiernos

mento del enfrentamiento entre sistemas reg¡onales a

cooperar más

con Estados

eco~ó~cos

y

~líticos,

el socialista y el Unidos. "América

Latina

no

necesita"

nue–

capltalista,

ha dejado

de

tener la vigencia

v~

poderes

imperiales..." aiiadió,

sin

per–

que

tuvo

hace

pocos

años, Donald

Trump

cibir

que

estaba

confirmando plenamente el

ha

procurado

revivir

esa

oposición como

gran

reclamo

de

Am6ica

Latina

a

Estados

uno

de

los argumentos

para

incrementar Unidos,

su

invariable

proceder

imperial.

significativamente su presupuesto militar,

Es

verdad

que

el

lugar

de

Estados

Unidos

que

~a

ha realiudo ante el

azoro

de

sus

está

muy

lejos de

sea-

ocupado

por

esos

paí–

conciudadanos.

ses,

por

multitud

de

razones que

casi

será

~

quisiera

incorporar

a China

en inótil

repetir,

pero el

hecho

es

que, una

vez

la

Dl1SII1a

disputa,

aunque

el argumento le

~

se

muestra

plenamente

que

la

historia

~

resultado

_pobre

y lleno

de

contradic- tlene un dinamismo permanente y que los

Clones.

En pnmer

lugar,

porque

el país en cambios son

impoSJ'bles

de~

y uno es

el

~undo

que

tiene

~

deuda mayor con

~

insatisfacción

de

las mayotfas

~

China

es

Estados

Umdos, y

porque

buen ncanas

hacia

Estados

Unidos,

que

tantas

ve–

n~

de

países

latinoamericanos, que ces ha sido un obstáculo infranqueable

pira

asp1IaD

_a establecer relaciones económicas nuestro avance económico y democrático.

con

~

de hecho ya

han

avanzado en

Es

verdad,

tal

vez hoy no sea

fkil

en–

~

dirección o

fl:an

establecido incluso re-

con~

movimientos políticos

que

se opon–

~ones

económicas con ese país, en con- gan tajantemente a nuestra

dependencia

del

diCiones seguramente favorables. El avance norte, o que se propongan modificarla

de

f)ujornada

~glna

fl

1

J

1

tajo, como en un momento pudieron ser

la Revolución Mexicana, el

26

de julio de

Fidel Castro o el nuevo

sistema

bolivaJ::iano

de Hugo Olávez. Hoy

se

entiende que

los políticos de

izquierda

que

procuran

la

"liberación"

respecto

de la

gran

potencia,

busquen un gradualismo mayor para lograr

sus

fines. Sin embargo,

nada

hace

imposi–

bleque se batalle por ese fin desde distintos

ángulos y con diferentes ücticas.

Estos son los tiempos de la liberación

de

nuestras

patrias,

han

escrito algunos re–

presentantes de la teología de la h'beración.

Estos

son

tiempos en que

América

Latina

debe

trabajar unida para

h'berarse

de

sus

opresores

que

impusieron

el

n~hl>eralismo

para

privatizar

la

riqueza

y

socializar

la

pobreza.

Hoy, nuestras

patrias

deben inte–

grarse

por

decisión soberana y con

el

ánimo

de lograr

una real

independencia, y estable–

cer

regímenes igualitarios en los

que

sean

prosaitas

las abismales diferencias entre

las clases sociales. La

tarea,

por

supuesto,

no es

fácil,

pero sigue siendo un

faro

de

orientación en las luchas latinoamericanas.

Para varios observadores latinoameri–

canos, a partir de 2014 se consolida una

verdadera "restauración conservadora".

Frecuentemente se mencionan el acoso

político y económico a Venezuela, el golpe

parlamentario en Brasil y la politización

de las judicaturas, como lo demuestran los

casos de

Lula

y

Dilma

Rousseff en

Brasil,

y de

Cristina

Femández en Argentina. La

llegada de Mauricio Macri en Argentina, y

la de Sebastián

Piñera

en Chile resultarían

algunos de los más notables wtos de la

derecha, aunque ahora el presidente de

Argentina tenga que

vivir

con el repudio

de la mayor parte de sus conciudadanos.

Naturalmente, en esta "vuelta a la dere–

cha" de América Latina, sobre todo en el

inmediato porvenir, estará implicado el go–

bierno de Donald Trump, el cual apoyará

plenamente ese viraje y que ya se opone a

los contactos

de

varios de nuestros países

con Rusia o

Chiná.

Viviremos tiempos

dificiles. Por eso la importancia de que

en Mwco gane la Presidencia en julio

la candidatura de Andrés Manuel López

Obrador, al menos con un ánimo de restau–

rar

cierto

equil.il?rio

intenw;ipnal. •

.. Al # ..

,;1.

• .... ..