EL UNIVERSAL
l l (.IAN
IJIAIIO IH .. tXICO
l'echa •• · - - ·· -
·PLATA O PLOMO
Alejandro Hope
Jalisco no se
raja
E
stesábado,enChimaltltán. unmu–
nicipio del non.e de Jalisco, colin–
dante
con Zacatecas.
se armó
una
balacera
de
aquellas.
Seis
cadáveres
apa–
recieron regados en una
carretera.
algu–
nosenunacamioneta
volteada.
todos
con
heridasproducidas por
arma
larga.
Unin–
·dividuosobrevivióalenfrentamientoy,en
su cama
de hospital. confesó
(según
las
autoridades)
pertenecer
al
Cdnel ckJalls–
coNuevaGeneración.
SUs
agresores, dicen
que
dijo,
eran
del
Cdnel
ckl
Golfo.
Unos días antes, al menos cuatro
hombres armados entraron a
un
res–
taurante deTlaquepaque, enplena zo–
na metropolitana de Guadalajara, y
acribillaron a seis comensales.
Esas
son solo dos muestras de un pa–
trón general. En los primeros diez días
de febrero, fueron asesinadas 62 perso–
nas en Jalisco. En lo que
va
de 2018, se
han
acumulado 174 víctimas, de acuer–
do a la
Fiscalía
del estado. Yen los úl–
timos
dos meses de 2017, fueron
asesi–
nadas, segúndatosdel SecretariadoEje–
cutivo del Sistema Nacional de Seguri–
dad Pública (SESNSP),
303
personas.
Esta
oleada de violencia es
similar
a
la
·expertmentadaen
otros~
pero
tie–
ne en Jalisco
algunas
caracterfstl.cas
par–
ticulares.Enprimerlugar, seharegistrado
un número importante de
asesinatos
múltiples.
Van
algunos ejemplos:
El
3 de febrero, 7 hombres fueron
asesinados endos ataques distintosen
una misma colonia del municipio de
Tonalá.
El
21 de enero, fueron encontrados
tres cadáveres a espaldas de una plaza
comercial en Tlaquepaque.
EllO
de enero, tres personas fueron
ejecutadasenunmismoincidenteen la
colonia Toluquilla en Tlaquepaque.
En segundo lugar, la violencia en Ja–
lisco en estos meses ha sido funda–
mentalmente urbana. Casi 90% de los
homicidios cometidos en los primeros
días de febrero se registraron en la z<¡–
nametropolitanadeGuadalajara, par–
ticularmenteenlosmunicipios de Tla–
quepaque, Tonalá y Tlajomulco.
¿Qué hay detrás de este fenómeno?
No está claro. Las autoridades del es–
tado han dado laexplicación habitual:
se trata de un reajuste dentro de las
bandas criminales. Del CJNG, en par–
ticular. Según la versión oficial, un in–
dividuo conocido como
El Argenti no,
presunto cabecilla del CJNG, fue de–
tenido el31 de enero enZapopan. Tras
ese hecho, las células de sicarios que
controlaba entraron en conflicto in–
temo por el control de la venta de dro–
gas al menudeo.
Eso explicarlafebrero. perono la vio–
lencia desemanasy meses previos.
Allí
es todavía
más
oscura la explicación.
Habría. según algunas fuentes oficia–
les, unadisputaentreelCJNGyungru–
po •disidente•, liderado por un sujet o
conocido comoJoséAntonioYepez
Ra–
mírez,
aliasElMa"o,
vinculado al robo
de combustible en Guanajuato y que
habrlaempezadoaoperarenJaliscoen
meses recientes. Ese arribo explicarla
algunas delas ejecucionesde finales de
2017 y principios de 2018
Nosési
esas
versionessoncorrectas.
Pe–
ro
si contienen
algún
grado de
verdad.
apuntarían
en
varias
direcciones intere–
santes.
En
primer lugar,
sugerirla
que el
Cdnel
ck
Jalisco
no
es monolftico, no
cuentaconunaest:ructurajerárquicamuy
biendefinidayesvulnerable alprocesode
fragmentación que ha demolido a otros
grupos
criminales.
Segundo,
enel
entorno
acrual.las
grandes
org¡mizactones
crimi–
nales pueden ser
retadas
exitosamente
por grupos regionales.
Ysi eso es cierto, las horas del CJNG
probablemente estén contadas. Si y
cuando sea detenido Nemesio Ose–
guera, alias
El Mencho,
la fragmenta–
ción del grupo puede ser muy rápida.
Pero aún si no cae, es probable que esa
bandaseveaacosada, inclusoen su zo–
na de máxima influencia.
¿El resultado para Jalisco? Proba–
blemente muchos meses más como
febrero. •
al(/androho¡nqJout/()(
)k.com. Oaho¡n7l