Senado de la República

COORDINACIÓN DE COMUNICACIÓN SOCIAL

Versión Estenográfica de la comparecencia del titular de la Secretaría de Desarrollo Social, Luis Enrique Miranda Nava, ante la Comisión de Desarrollo Social, con motivo del análisis del IV Informe de Gobierno.

(Segunda parte)

 

SENADORA IRIS VIANEY MENDOZA MENDOZA: En representación de esta Comisión le solicitaría nos pudiese enviar esta presentación para circularla en los correos de los integrantes. Nos sería de mucha utilidad.

 

Procederemos a los posicionamientos de los grupos parlamentarios y consulto al senador Merino, tenía inscrita para posicionar por el PT en principio a la senadora Ana Guevara, que entiendo no se encuentra presente.

 

Lo haría el senador Merino en representación del Grupo Parlamentario del PT, hasta por 10 minutos.

 

SENADOR CARLOS MANUEL MERINO CAMPOS: Muy buenos días.

 

Señor Secretario Miranda.

 

Señoras y señores senadores:

 

Los programas que tiene a su cargo la SEDESOL tratan de abarcar distintas vertientes de atención hacia la población objetivo, como para tener clientela entre los pobres, aunque no superen nunca esa condición.

 

Formalmente señala el IV Informe de Labores en este ramo, que se promueve la inclusión social, productiva, laboral y financiera de la población objetivo para mejorar el ingreso de las familias beneficiadas y se operan una diversidad de programas en correspondencia.

 

El objetivo señalado dice ser: fortalecer el cumplimiento de los derechos sociales que potencien las capacidades de las personas en situación de pobreza a través de acciones que amplíen sus capacidades de alimentación, salud y educación.

 

Sin duda, la planeación y programación de las acciones públicas en el ámbito del desarrollo social cuenta con instrumentos y objetivos suficientes como para ir logrando resultados apreciables en el tiempo, pero muchas veces falla por la insuficiencia presupuestaria, su mala asignación o su retraso y se produce el desajuste interno de las políticas o se canaliza el gasto y la inversión hacia los grandes negocios que han copado a la economía mexicana ya durante varias décadas, pero sobre todo en los últimos cuatro años.

 

Entonces por la fuerza de las tendencias concentradoras del ingreso dentro y fuera del país el impacto y los resultados de la política social (falla de audio de origen) …millones de familias, involucrando a más de 28 millones de personas desplegadas en más de 2 mil 500 municipios en todas las entidades federativas, no es poca cosa.

 

El informe destaca las variaciones positivas en las metas de programas como el PROSPERA, el Sistema de Protección en Salud, los de elaboración y registro de proyectos productivos como BÉCATE, Programa de Abasto Rural, Programa de Abasto Social, Leche, etcétera. No señalamos que la administración pública carezca de instrumentos de planeación ni que no haya detectado las zonas geográficas y poblacionales que necesitan apoyos y oportunidades para superar su precaria o crítica condición socioeconómica. Sin embargo, los límites de la política de desarrollo social que están impuestas por prioridades del Gobierno federal por su modo de integrar a México en la economía internacional, por el frecuente desperdicio de recursos en distintos campos o por la ineficaz concurrencia que debe haber entre los distintos niveles de gobierno y dependencias responsables.

 

La principal falla de esta administración federal tiene que ver con no atreverse a concebir la economía de otra manera, de no pensarla con otras variables y tampoco lo social; por eso la economía no ha crecido en el sentido de que está anclada a tasas por debajo del potencial de México. Tenemos un crecimiento promedio de menos de 1 por ciento en relación al producto potencial, tenemos una economía que genera 63 millones de pobres, tenemos un índice de desigualdad que crece.

 

El 1 por ciento de los mexicanos tiene el 20 por ciento de la riqueza nacional y no se cultiva un proyecto alternativo de nación que vaya precisamente al centro del problema, a combatir la desigualdad.

 

Desigualdad es la gran marca de este país, combatirla, reducirla es nuestra principal responsabilidad como senadores, como representantes del pueblo y por supuesto como titulares de la administración pública, señor Secretario; y por eso tenemos que pensar en otras cosas, retomar y mejorar el desarrollo rural integral, fomentar la industria; y por eso tenemos que comprometernos con el tema del salario mínimo.

 

En 1978, cuando el salario mínimo estuvo en su mayor nivel, el poder de compra de los trabajadores era más solvente. Ahora hasta los que parecen salvados del hambre y que no están en la población objetivo, no completan su canasta básica y ven mermada su calidad nutricional y de salud.

 

¿Cómo puede así la Secretaría que usted preside y el Ejecutivo Federal sentirse satisfechos, tan sólo porque las metas van agregando unas becas aquí, otras despensas allá; más comedores comunitarios en otros lados, algunos apoyos monetarios, algunos mayores, etcétera?

 

Lo que ha de buscarse es el fortalecimiento del tejido social dentro de este segmento y con los de los estratos que completan la estructura social, para que las interrelaciones laborales se den, el comercio equitativo tenga lugar, el desarrollo tecnológico y educativo se difunda en todo el país. Tal como van las cosas, las grandes concentraciones urbanas serán los beneficiarios de la inversión pública y privada.

 

Tenemos que comprometernos con una política industrial distinta, que pueda incorporar tecnología a la industria, que sí apoye a las pequeñas empresas del campo y la ciudad, y eso no lo podemos hacer con los resultados de 2015-2016. Tampoco con un presupuesto como el que se proyecta para el año próximo.

 

La Federación ha renunciado a hacer política industrial, olvidando apoyar el desarrollo rural sustentable con soberanía alimentaria y ha inhibido a que la inversión pública incentiva la economía. Y esto constriñe al desarrollo social, limita severamente las posibilidades de una auténtica reforma educativa o de una vigorosa política de desarrollo de la salud.

 

Hemos renunciado a revisar los tratados internacionales para también poder hacer política industrial nuestra y apoyar a nuestros representados. Y no falta quiénes sólo están esperando a qué hora se avala el tratado de asociación transpacífico, TTP, de manera crítica y vergonzante.

 

De este modo, las prioridades que acepta el gobierno federal no van en armonía con el fortalecimiento de las políticas que necesitan nuestras regiones, nuestras poblaciones y el mercado interno; todo esto hace de la política social una vertiente de acción marginal que sólo palía la pobreza.

 

Hemos renunciado a seguir fortaleciendo las instituciones de seguridad social, el 20 por ciento de los mexicanos no tiene servicios de salud, más o menos el mismo número de mexicanos que no puede comer de manera adecuada todos los días.

 

Este es el nivel de compromiso que tenemos con el país y ese es el nivel del fracaso de la política económica y social de México. La economía nacional, las finanzas públicas están distorsionadas y este gobierno ya se comió el bono tributario de la reforma fiscal.

 

Se puede gobernar la economía. Podemos asumir la responsabilidad de que se garanticen los derechos de las personas, como el derecho a la alimentación, a la educación o a la salud, pero para eso tenemos que cambiar lo que se está haciendo. Para eso tenemos que evaluar mejor y pensar el desarrollo social desde las comunidades, desde las personas de bajos ingresos o cero ingresos, que vuelvan a trabajar sus ejidos, parcelas, bosques, ganaderías, huertos, y vender productos con el mínimo de intermediarios. Y que el gobierno coadyuve, más no dicte control y constriña sus capacidades económicas y culturales.

 

Como ahora vamos ni hay competencia ni hay mercados eficientes; lo que hay es un Estado que ha renunciado a garantizar igualdad y condiciones de vida adecuadas para todos.

 

Por eso, nuestro compromiso, el compromiso de la izquierda, es fundamentalmente cambiar la política económica y social de México para beneficio de la mayoría.

 

Muchas gracias.

 

SENADORA IRIS VIANEY MENDOZA MENDOZA: Gracias, senador Merino.

 

Para escuchar el posicionamiento del Grupo Parlamentario del Partido Verde Ecologista, escuchamos a la senadora María Elena Barrera Tapia, hasta por 10 minutos.

 

SENADORA MARÍA ELENA BARRERA TAPIA: Muchas gracias. Gracias, presidenta.

 

Licenciado Luis Enrique Miranda Nava, e integrantes de su equipo de trabajo en la Secretaría de Desarrollo Social del Gobierno de la República, sea usted bienvenido.

 

Señoras y señores, senadoras y senadores, representantes de los medios de comunicación:

 

La construcción de una sociedad en la que todos y todas las mexicanas y mexicanos ejercemos a plenitud nuestros derechos sociales, sin menoscabo de cualquier factor de índole económico, religioso, étnico o físico, es la elevada misión que orienta el esfuerzo de la Secretaría de Desarrollo Social.

 

Por ello, la Secretaría a su cargo tiene el compromiso de formular y de conducir la política de desarrollo social que va mucho más allá de combatir la pobreza, tal como la entiende el imaginario colectivo.

 

La misión de la SEDESOL pasa por generar capacidades entre la población, promover un ingreso decoroso para las familias y asegurar la protección social de todas y todos los mexicanos, con especial énfasis en los sectores más desprotegidos.

 

Hago hincapié en la misión de la Secretaría, porque el Estado ha encargado a esta institución, a nadie más, el asegurar que no existan grupos al margen del desarrollo y del progreso. Que nadie se quede rezagado en la ruta del bienestar.

 

Un reto igual al de operar las políticas públicas para combatir la pobreza es, entonces, y debe de ser el encontrar un método idóneo para evaluarlas; para evaluar su eficacia, para traducir a estadísticas sus avances, para justipreciar la inversión que se destina a ello.

 

Al hablar de cifras, de números y de porcentajes, muchos caen en la tentación de acomodarlas o leerlas desde un enfoque que enaltezca resultados o que los minimice, hasta hacer parecer inútil el esfuerzo realizado.

 

Y si hablamos de las cifras que avalan el esfuerzo del Gobierno Federal en materia de desarrollo social, se polarizan las opiniones que hablan de avances históricos, o bien, si es el cambio de un gobierno a otro con expresión distinta a retrocesos mayúsculos.

 

Afortunadamente, el marco jurídico ha construido instituciones a las que hemos dotado de la autonomía necesaria para que sus mediciones sean objetivas y apegadas a la realidad.

 

Hoy, todavía nos duele y esta gran desigualdad y la brecha que existe entre unos y otros mexicanos. Pareciera entonces que hay mexicanos de primera, de segunda o de tercera.

 

No es un quehacer exclusivo de la Secretaría de Desarrollo Social, nos convoca a todos, es tarea de todos; de legisladores, del Gobierno Federal, de la iniciativa privada, de la sociedad civil organizada, de todos y cada uno fortalecer a través de ejercicios como éste, la política de desarrollo social.

 

Señor Secretario:

 

Que sea siempre el diálogo la rendición de cuentas que nos permita fortalecer el combate a las desigualdades sociales, pero más todavía el que tengamos presencia en las comunidades y que podamos constatar ya no con cifras sino con realidades estos derechos cumplidos, estos derechos humanos que tienen todas y cada una de las mexicanas y de los mexicanos de poder vivir una vida plena, tener acceso a la educación, a la alimentación, acceso a servicios en su vivienda, a una vivienda digna y decorosa, a poder tener una educación de calidad.

 

Es lo que esperamos y queremos todas y todos, y queremos también fortalecer lo que desde el Legislativo tengamos que hacer para lograr este anhelo que hoy nos duele como mexicanas, como madres de familia, como mujeres, como ciudadanas.

 

Sea usted nuevamente bienvenido y posteriormente pasaremos a las preguntas donde también esperamos la claridad de sus respuestas.

 

Muchísimas gracias.

 

SENADORA IRIS VIANEY MENDOZA MENDOZA: Gracias senadora.

 

Escuchemos ahora el posicionamiento político del Partido de la Revolución Democrática en la voz del senador Benjamín Robles Montoya, hasta por 10 minutos.

 

SENADOR BENJAMÍN ROBLES MONTOYA: Muchísimas gracias.

 

Le damos la bienvenida al señor Secretario de Desarrollo Social y nos complace mucho tener la presencia del Presidente de la Junta de Coordinación Política.

 

Compañeras y compañeros senadores:

 

Con el permiso de todas y de todos ustedes.

 

Conocemos el hambre, estamos acostumbrados al hambre.

 

Sentimos hambre dos o tres veces al día. No hay nada más frecuente, más constante, más presente en nuestras vidas que el hambre y al mismo tiempo para muchos de nosotros nada más lejano que el hambre verdadera. Lo escribió el narrador Martín Caparrós, y vaya que tenía razón.

 

En Oaxaca, mi estado que conozco a la perfección, señor Secretario, es lo que me repiten una y otra vez mis paisanos de cualquiera de las ocho regiones de nuestro Estado.

 

Por eso el reto principal de todos y cada uno de los servidores públicos y en esto por supuesto que incluyo a nosotros los legisladores, a los integrantes del Ejecutivo y al resto de los Poderes, es convertirnos en auténticos representantes y delegados de esos que sufren más de quienes tienen hambre verdadera, de quienes el amanecer, señor Secretario, les representa no tanto una jornada de trabajo sino de sobrevivencia: 55.3 millones en palabras de usted.

 

A los pobres más pobres nos debemos. A ellos les debemos dedicar la inmensa mayoría de nuestros esfuerzos y de nuestras actuaciones, y ni qué decir entonces del funcionario que tenga la responsabilidad de encabezar la Secretaría de Desarrollo Social donde toca precisamente conducirse con la guía de las exigencias y necesidades de los más humildes.

 

Señor Secretario:

 

Como todos sabemos usted lleva escasas semanas a cargo de esta Dependencia y hoy le toca venir a dar la cara a nombre de una administración que se encuentra ya en su último tercio y cuyos saldos en materia de desarrollo social, desde el punto de vista de nuestro Grupo Parlamentario son lamentables, yo diría innegablemente lamentables.

 

Ahí está la cifra de los 55.3 millones de mexicanos en situación de pobreza extrema y moderada como usted nos lo comentaba en su intervención.

 

Por eso digo que de entrada y para significar la tragedia nacional que vivimos desde hace mucho tiempo en materia de pobreza, desde hace mucho tiempo la venimos arrastrando, usted también lo dijo, valdría la pena recalcar como un hecho incontrovertible que las actuales tasas de pobreza, la total, la moderada, la extrema, son prácticamente las mismas que teníamos en el lejano 1992 cuando empezó este desfile de nombres y también de supuesta innovación en materia de programas sociales para combatir la desigualdad y la pobreza en el país.

 

Esto en los hechos lo que significa es que hoy existen en México millones de nuevos pobres, significa también más de dos décadas de política social prácticamente tiradas al bote de la basura, significa en otras palabras, que nuestros gobiernos, incluido muy particularmente el que usted viene a representar, porque se ha convertido en una fábrica de pobres. Ahí están los datos.

 

Repasemos otras cifras, algunas ya las dijo usted, tan sólo del 2012 al 2014 el número de pobres en México aumentó en 2 millones; y ante esta realidad el Gobierno Federal en turno sólo atinó a cambiarle el nombre al programa insignia de la política social en México, pasando de OPORTUNIDADES a PROSPERA.

 

Se dijo en su momento que habría apoyos para programas productivos, que habría acceso al financiamiento para mujeres a tasas relativamente bajas y que se otorgarían becas a jóvenes para realizar estudios universitarios y sin embargo, hasta hoy señor Secretario, pasar de OPORTUNIDADES a PROSPERA, por supuesto que no implicó ninguna transformación estructural ni representó, desde nuestro punto de vista, viraje alguno a la política social.

 

Por eso, señor Secretario, nuestra preocupación es doble, porque para nosotros el problema más agobiante es la política social del gobierno en su conjunto; que luego, de numerosos secretarios que han pasado por la dependencia y de sus variados estilos para trabajar, han dejado claro que nunca ha sido interés del Presidente y su partido ni la disminución de la pobreza, ni el combate a la desigualdad ni la coherencia de los esfuerzos institucionales para dichos fines. Ahí están los resultados.

 

Daré algunos ejemplos con datos de las propias fichas de monitoreo y evaluación del Consejo Nacional de Evaluación, CONEVAL; por ejemplo en el Programa 3x1 para migrantes, el CONEVAL dice que al analizar la cobertura del mismo que a pesar de haber erogado, por ejemplo en el 2015, más de 529 millones de pesos, no parece –dice la CONEVAL– haber una correlación entre el presupuesto ejercido y la asignación de metas.

 

Hay que corregirlo.

 

En el programa de Empleo Temporal se han efectuado recomendaciones para asuntos que debieron plantearse antes de invertir los cerca de 10 mil millones de pesos, que ya se gastaron, a asuntos como la falta de criterios claros para la selección de los proyectos a apoyar y la desarticulación entre dependencias para brindar esos apoyos; lo que evidentemente afecta el logro eficiente de los objetivos de este esfuerzo. Bien lo decía usted, hay muchas dependencias involucradas transversales.

 

Y en el caso del programa de comedores comunitarios, que vi en la presentación, técnicamente este se encuentra vinculado al objetivo del programa sectorial de desarrollo social 2013-2018, que indica que el porcentaje de la población con seguridad alimentaria, sin embargo las recomendaciones del propio Consejo Nacional ahí se deja ver que no existe una evaluación, que no existe un estudio que garantice la relación clara y cuantitativa entre este programa de comedores comunitarios y la seguridad alimentaria.

 

Por lo tanto, yo podría insistir señor Secretario, que la pobreza en nuestro país en términos generales aumentó, pero vayamos a más datos: en el 2010 había 52.8 millones de personas pobres, en el 14 subió a 55.3; los mexicanos que viven en pobreza extrema tienen en promedio, y no quiero repetir parte de sus cifras, 3.6 carencias; y los que viven en pobreza extrema 1.9.

 

Hay más personas debajo de la línea de bienestar mínimo, que equivale al valor mensual de la canasta alimentaria y a esto, señor Secretario, hay que agregar que el ingreso corriente cayó 3.5.

 

En pocas palabras, el dinero en este país rinde menos y hay más personas a quienes no les alcanza para comprar alimentos básicos.

 

La carencia alimentaria a nivel nacional entre 2012 y 14 subió también, y esto tomando en cuenta que en el sexenio que nos ocupamos, se implementó el programa especial de la Cruzada contra el Hambre para enfrentar este problema. Y no hemos visto que dé el salto que todos deseamos.

 

Baste con estos ejemplos, señor Secretario, para demostrar que tampoco técnicamente se pueden fundamentar las políticas del actual gobierno. De todo lo que usted dijo, yo sí me quedo con 55.3 de pobres.

 

Lo que requerimos, por lo tanto, y se lo digo con mucho respeto, necesitamos respuestas claras. Necesitamos que usted nos diga cómo va a garantizar la máxima transparencia de sus acciones.

 

¿Está usted dispuesto a eventualmente confrontar al propio Presidente en la eventualidad de recibir órdenes para desviar los programas sociales hacia grupos afines a su partido?

 

¿Corresponderá usted al juramento de velar por los intereses de la nación y no de un grupo político?

 

En resumen, ¿qué se puede esperar de su gestión, señor Secretario, si en lo político, en lo administrativo, en lo técnico, en los hechos los cuatro años de la actual administración han sido, y no lo digo yo, soy la voz de muchos, han sido una pesadilla para los pobres que se han vuelto más pobres?

 

Podría yo responder, adelantándome, que nada bueno, señor Secretario, pero la verdad es que le corresponde a usted responder, porque esta es su comparecencia. En mis dichos, es lo que expresa nuestro grupo parlamentario, es nuestro posicionamiento.

 

Y una última reflexión que tengo el encargo de expresar. A los senadores de nuestro Grupo Parlamentario, nos preocupa que la política social sea conducida por un funcionario con un perfil más de operador político, bueno por cierto, que de un servidor público eficiente para combatir la pobreza.

 

Y estos angustiantes problemas que en materia de desigualdad que vive diariamente nuestro país, nosotros insistimos, deben abordarse con una política de Estado ajena a los intereses partidistas o de las coyunturas electorales.

 

Para nosotros, señor Secretario, su trayectoria podría prometer poco para el desolador panorama de pobreza y marginación por los que atraviesa más de la mitad de la población mexicana.

 

Pero esperamos su respuesta, su defensa, el intercambio de puntos de vista en este particular, porque algo le quiero decir, todos queremos que le vaya bien al país, que se combata con efectividad la pobreza que azota a la mayor parte de nuestra población, para ver si en su gestión se corrige lo que hasta ahora se ha hecho mal. Eso es lo que motiva nuestra presencia en su comparecencia.

 

Bienvenido al Senado, como titular de la SEDESOL, pero también como hombre cercanísimo al Presidente de la República, lo escuchamos con atención.

 

Bienvenido otra vez.

 

Es cuanto, senadora presidenta.

 

SENADORA IRIS VIANEY MENDOZA MENDOZA: Gracias, senador.

 

Escuchemos ahora el posicionamiento del Partido Acción Nacional en la voz del senador Luis Fernando Salazar Fernández, hasta por 10 minutos.

 

SENADOR LUIS FERNANDO SALAZAR FERNÁNDEZ: Gracias, senadora presidenta.

 

Señor Secretario Luis Miranda Nava, bienvenido al Senado de la República. Saludamos también con mucho gusto al compañero subsecretario Eviel Pérez, bienvenido nuevamente.

 

Bienvenidos a este ejercicio de rendición de cuentas sobre el estado que guarda la política social del país.

 

A nombre del Grupo Parlamentario del Partido Acción Nacional, quisiera empezar señalando la importancia de esta comparecencia para analizar las acciones y advertir los pendientes de esta administración en materia

de combate a la pobreza, la atención de los sectores más desprotegidos y los avances para garantizar derechos, como: la educación, la salud, la alimentación, la vivienda, el trabajo y la seguridad social.

 

Frente a ello, nuestra preocupación en advertir un informe más donde el apartado México incluyente se compone nuevamente de numerosas páginas llenas de numeralia, que desafortunadamente no se traducen en mejores resultados respecto a la tarea de disminuir y atender la desigualdad social, y abatir las grandes carencias que existen en nuestro país.

 

Consideramos que lo importante no es reportar aproximadamente 100 hojas llenas de cifras, si la cifra que no se reduce es la que contabiliza los más de 55 millones de mexicanos en situación de pobreza; o los más de 11 millones de mexicanos en condición de pobreza extrema.

 

Si la cifra que tampoco se reduce es el 43.7 por ciento de los adultos mayores en pobreza multidimensional o mientras una de cada dos niñas, niños y adolescentes siga siendo pobre, o uno de cada nueve siga en pobreza extrema.

 

Si las carencias por acceso a servicios básicos en la vivienda y por acceso a la alimentación sigan afectando 28 millones de personas, o si 70 millones de mexicanos siguen padeciendo la falta de acceso a seguridad social.

 

De nada sirven los datos o insistir en que la Cruzada Nacional contra el Hambre ha sido una operación sin precedentes si persisten las fallas de origen y la falta de una metodología clara para identificar a las personas que se debe de beneficiar y si los estados en las que se concentra la pobreza extrema siguen cubriendo menos del 40 por ciento.

 

Si sigue prevaleciendo la opacidad en el gasto o si el mismo programa sigue sin construirse con un compromiso real y de largo plazo con los millones que viven con esta carencia básica.

 

Sabemos que ha dicho que es falso que en la presente administración se haya registrado un aumento en los índices de la pobreza.

 

Sin embargo, Secretario, los estudios de organismos internacionales que ahí se exhibieron dicen lo contrario. Ahí está el último informe de la CEPAL, en el que México se ubica como el quinto país más pobre de América Latina y el único, junto con Guatemala y Venezuela, donde la pobreza aumentó considerablemente en los últimos años.

 

Sabemos también que ese estudio fue cuestionado por este Gobierno Federal. Lo cierto es que la pobreza no se elimina ni por decreto ni modificando o alterando criterios o la propia metodología para medir la evolución de la pobreza.

 

Acción Nacional está consciente que tiene usted apenas un mes de haber asumido el cargo.

 

Frente a su nombramiento el Grupo del PAN en el Senado fue claro en su preocupación respecto a que su designación obedeciera más a un antecedente como operador político electoral.

 

Fuimos puntuales en señalar que el mensaje de este gobierno frente a los siguientes dos años electorales parecía ser muy claro.

 

No dudarían en hacer uso de la dependencia a su cargo y de los programas sociales con fines electorales.

 

Menciono esto porque tan sólo hace unos días en el municipio de Huixquilucan, en el Estado de México, se llevó a cabo la entrega de despensas y de miles de tarjetas bancarias con supuestos apoyos de 2 mil 700 pesos.

 

Una clara muestra del uso que advertimos que podría darse en la Secretaría que hoy encabeza a los recursos públicos y a los programas sociales para incidir indebidamente en los próximos procesos electorales.

 

Por ello Secretario, nuevamente el llamado a conducir la política social de este país dentro del marco de la ley.

 

Las carencias y el rezago que padecen millones de mexicanas y mexicanos exigen un comportamiento que sea apegado a derecho y no responda a otro interés que no sea el de mejorar las condiciones de vida de las familias más vulnerables en nuestro país.

 

Este llamado también lo hago en representación del estado de Coahuila, otra de las entidades en las que habrá proceso electoral el siguiente año, en la que no faltará la tentación de operar electoralmente a través de programas sociales.

 

Un Estado en el que usted sabe el gobierno estatal incluso se ha endeudado para intercambiar despensas a cambio del voto, aprovechándose de la vulnerabilidad de las familias más desprotegidas en mi Estado.

 

Coahuila es un claro ejemplo de que estas prácticas con fines electorales tienen malas consecuencias.

 

En el Estado, el porcentaje y el número de personas en situación de pobreza han aumentado.

 

Tan sólo en los últimos dos años se han sumado 885 mil 800 coahuilenses a la condición de pobreza, en la que ahora vive el 30.02 por ciento de la población coahuilense en estos momentos.

 

Lo mismo ocurrió con el caso de la pobreza extrema en Coahuila, que aumentó de 92 mil 700 personas a 109 mil 700 en esta situación, o el índice de vulnerabilidad por ingreso que incrementó de 699 mil a 710 mil coahuilenses, lo que nos convierte en el tercer estado con mayor población vulnerable por ingresos. Estas cifran colocan a Coahuila dentro de los cinco estados con más altos índices de crecimiento de la pobreza en los últimos dos años.

 

Lo importante, Secretario, es que como lo hemos venido diciendo, detrás de cada estadística hay rostros de hombres, mujeres, jóvenes, niños que siguen viviendo una vida llena de falta de oportunidades y carencias. Por eso preocupa que este gobierno siga siendo incapaz de reconocer los errores del pasado, de asumir el tamaño de la crisis, de reconocer que a cuatro años de implementar sus programas y sus acciones estelares de combate a la pobreza, las y los mexicanos sigan esperando ese entorno de mayor igualdad a que se ha comprometido esta administración.

 

Frente a ello, la exigencia de los senadores de Acción Nacional de cumplir con su responsabilidad de combatir de manera efectiva la pobreza. Seguiremos siendo vigilantes de la actuación del Gobierno Federal en esta materia y no dudaremos en acompañar las acciones que sean favorables para abatir las carencias de los mexicanos que viven en la mayor desigualdad.

 

Pero también seremos muy puntuales en señalar y denunciar el mal uso que se le dé a los programas sociales o a las atribuciones que en la Secretaría sean ejercidas; por lo que no podemos permitir es que nuestro país se decida aniquilar la verdadera política social para hacer de la pobreza un botín político electoral.

 

Es cuanto, senadora presidenta.

 

Bienvenido, señor Secretario.

 

SENADORA IRIS VIANEY MENDOZA MENDOZA: Escuchemos ahora el posicionamiento del Partido Revolucionario Institucional, en la voz del senador Jesús Casillas, hasta por 10 minutos.

 

SENADOR JESÚS CASILLAS ROMERO: Gracias, presidenta. Compañeras y compañeros senadores.

 

Saludo el interés, el compromiso, pero sobre todo el esfuerzo del senador y mi coordinador, Emilio Gamboa Patrón, en el combate a la pobreza en las acciones que vengan a abatir la desigualdad; cada acción legislativa, cada reforma siempre nos lo ha dicho, van encaminadas precisamente para atender los sectores más vulnerables de nuestra sociedad. Por eso agradezco y celebro, señor coordinador, que nos acompañe.

 

Señor secretario Luis Enrique Miranda, sea usted bienvenido a este Senado de la República, al igual que sus colaboradores.

 

A pocas semanas de su toma de protesta al frente de la política social del país, agradecemos mucho su presencia aquí para el análisis de la Glosa del Cuarto Informe de Gobierno del presidente Enrique Peña Nieto.

 

Ha quedado bajo su liderazgo la más importante agenda gubernamental en un país que todavía tiene importantes rezagos en materia de bienestar e inclusión social.

 

En el Grupo Parlamentario del Partido Revolucionario Institucional coincidimos con el presidente Enrique Peña, en reconocer a la pobreza como uno de los más serios e impostergables desafíos del país. Por eso estamos interesados en saber de los resultados de la Estrategia Nacional de Inclusión Social que el Presidente le ha instruido impulsar.

 

Hacía tiempo que los mexicanos requerían un esfuerzo amplio, integral y transparente de combate a la pobreza. Sabemos que se trata de un esfuerzo no sólo del Gobierno Federal, sino también de los estados y de los municipios, del sector privado y de las organizaciones de la sociedad civil. Estamos conscientes de la importancia de que el Poder Legislativo vigile la estrategia y que también colabore en su correcta implementación.

 

La construcción de un México más justo, más incluyente, con más oportunidades, un México con más crecimiento y mejor distribución del ingreso. Un México más transparente y sin corrupción, son la constante en las demandas más sentidas de la sociedad y en nuestra fracción parlamentaria sabemos de la importancia de consolidarlo así.

 

Me da mucho gusto, señor Secretario, saber que estamos ante un funcionario que entiende la importancia de fortalecer la relación entre los poderes Ejecutivo y Legislativo, en beneficio de los mexicanos más desfavorecidos.

 

De un hombre experimentado en la construcción de acuerdos en la pluralidad, porque eso precisamente es lo que necesitamos en la política social: acuerdos que permitan la reivindicación de los derechos de los trabajadores de la ciudad y del campo, de los pueblos indígenas, de los adultos mayores, de nuestras niñas y de nuestros niños, de las personas con discapacidad, y en general de todos los mexicanos.

 

En el programa del Partido Nacional Revolucionario, desde 1928 establecía la preferencia de los intereses de la colectividad sobre los intereses privados o individuales, y reivindicaba una mayor equidad en la distribución de la riqueza, fomentando al mismo tiempo el sentimiento de la cooperación y la solidaridad.

 

Hoy, en el marco del Cuarto Informe de Gobierno del presidente Enrique Peña Nieto, damos cuenta de los avances del Gobierno Federal en el abatimiento de carencias dentro de la Estrategia Nacional de Inclusión Social.

 

Estamos convencidos también de las virtudes de la postura del Gobierno Federal por una política social con enfoque de derechos y no sustentada en el asistencialismo.

 

Apreciamos de la Estrategia Nacional de Inclusión el énfasis en la construcción de capital social para que las comunidades consoliden su acceso a los derechos.

 

Valoramos la participación de la sociedad civil y de las comunidades en la satisfacción de las necesidades de educación, alimentación, vivienda, salud y seguridad social. Notamos también con buen agrado los proyectos productivos que ayudarán a los beneficiarios de los programas a generar sus propios ingresos para superar la pobreza de manera sostenible.

 

Por nuestra parte, desde el Poder Legislativo refrendamos nuestro compromiso con la construcción de consensos entre los distintos actores de nuestra pluralidad política y gubernativa, porque sólo así podemos conjuntar esfuerzos a favor de los mexicanos, y sobre todo de los más desfavorecidos.

 

En la bancada del PRI, celebramos el equilibrio entre poderes porque, por un lado, permite generar prácticas de control constitucional, transparencia y rendición de cuentas. Y, por otro, ampliar el papel del Poder Legislativo en el impulso de políticas públicas efectivas que atiendan las necesidades de los mexicanos.

 

En el marco de la administración del presidente Enrique Peña Nieto, el Legislativo ha asumido un renovado impulso a las transformaciones que por lustros debíamos a la ciudadanía.

 

En el apoyo de los legisladores, construyendo consensos en la pluralidad de las cámaras, el Presidente ha sido capaz de sentar nuevas bases para el desarrollo económico del país.

 

A pesar de los obstáculos que ha enfrentado, tanto dentro como fuera del país, las reformas estructurales son herramientas esenciales del crecimiento y prosperidad de México.

 

La calidad del sistema educativo, la vitalidad de la industria energética, la competitividad del mercado laboral, la modernización de las telecomunicaciones, la formalidad de la economía son cimientos de una economía sana y fuerte.

 

No podemos postergar las acciones y los consensos que permitan reducir las desigualdades. La cohesión social y la paz, la seguridad de nuestros hogares y de nuestras calles, el bienestar de todos dependen no sólo del crecimiento sino de la mejor distribución de sus frutos.

 

En estos casi cuatro años, el gobierno de México ha trabajado arduamente a favor de la justicia social. Ha trabajado para facilitar a las familias el sustento diario, fortalecer la clase media, abrir oportunidades de empleo y crecimiento e impulsar el pleno ejercicio de los derechos sociales establecidos en nuestra Carta Magna.

 

Se han logrado importantes avances, algunos sin precedentes para garantizar a todos los mexicanos una protección social básica. Los logros en materia de acceso a la salud y en el abatimiento al rezago educativo son innegables.

 

La coordinación entre la política económica y la política social también ha sido fructífera.

 

Tenemos tazas de inflación históricamente bajas, incluso de precios decrecientes, como ya lo mencionaba usted, de algunos productos de la canasta básica.

 

La política social ha sabido aprovechar esto para mejorar las condiciones de vida de los sectores más marginados del país. La superación de la pobreza es una tarea urgente y debe realizarse con seriedad.

 

Debemos identificar y medir rigurosamente los retos que enfrentamos.

 

De ahí la importancia de los indicadores de pobreza señalados por el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social, CONEVAL, y los ejercicios de esta medición realizados por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía, INEGI.

 

Sin información fidedigna sobre la situación y los avances en la lucha contra la pobreza, la política social se movería sin rumbo, a obscuras, sin mapa y sin meta.

 

La información es esencial para diseñar e instrumentar políticas públicas más precisas y pertinentes.

 

En el Grupo Parlamentario del PRI nos congratulamos del esfuerzo que se ha hecho para que la medición de la pobreza arroje información más cercana a la realidad.

 

Datos cotejables con los de otros indicadores, cifras que permitan ver los avances que se han logrado.

 

Confiamos en que el CONEVAL y el INEGI, dos de las organizaciones más prestigiosos del país, encuentren la manera de reducir sus diferencias y continúen proporcionando a los mexicanos información real y confiable.

 

Como Partido a cargo del Gobierno, el PRI está convencido y comprometido de velar por el eficaz ejercicio de los recursos públicos.

 

Nuestro programa de acción considera imperativo promover una política social que erradique la corrupción y el clientelismo, que reconozca y avance hasta hacer efectivos los derechos de todos, que promueva prácticas y mecanismos transparentes para la asignación de recursos, abatiendo la discrecionalidad.

 

Por ello, la transparencia y la rendición de cuentas deben ocupar un lugar primordial en el actuar gubernamental.

 

Sabemos que estas asignaturas son bien atendidas por el gobierno del Presidente Enrique Peña Nieto y tenemos la certeza de que usted, señor Secretario, tiene el compromiso de trabajar con absoluta pulcritud al frente de la Secretaría de Desarrollo Social.

 

En el Grupo Parlamentario del Partido Revolucionario Institucional, respaldamos y felicitamos ese compromiso.

 

En el referido programa de acción, el PRI también asumió el desafío de plantear y ejecutar una política social que rompiera el círculo vicioso que inicia con la falta de oportunidades y concluye con la ausencia de atención gubernamental, pasando por los fenómenos de la pobreza, la informalidad, la marginación rural y urbana, la falta de servicios y seguridad social.

 

También, se comprometió a impulsar una política social decidida a detener la dispersión y la exclusión sociales y que fomente mayor y mejor acceso y cobertura de los servicios públicos.

 

Sabemos que las acciones del Presidente Enrique Peña Nieto se han encaminado a ese fin y se han logrado avances concretos.

 

Sin embargo, tampoco podemos negar que la pobreza muestra todavía niveles ofensivos para que nuestra democracia, incongruentes con la fortaleza de nuestra economía en el ámbito internacional.

 

En materia social, tanto el Ejecutivo como el Legislativo estamos obligados a responder a la gente con resultados, estamos obligados a dar prioridad a los que menos tienen, atendiendo sus necesidades y sus demandas.

 

La Fracción Parlamentaria del PRI en la Cámara de Senadores, está comprometida en ese mismo camino.

 

Nos sumamos a los esfuerzos del Gobierno Federal en contra de la pobreza y mejorar el acceso a los derechos, en beneficio de todos los mexicanos.

 

Señor Secretario:

 

Somos sus aliados y aquí estamos para trabajar a su lado porque nos mueve México y porque tenemos la convicción de que este país puede ser una casa más habitable para todos los mexicanos.

 

Nuevamente señor Secretario, sea usted bienvenido.

 

******  (SIGUE TERCERA PARTE)  ******

 

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