SENADOR ROBERTO GIL ZUARTH: Muy buenos días tengan todos ustedes. Doy la bienvenida al Senado de la República al doctor Juan Ernesto Pardinas, director general del Instituto Mexicano para la Competitividad. A Gabriela Alarcón Esteva.
A los senadores Luis Fernández, a la senadora Rosa Adriana Díaz Lizama, al senador Arturo Zamora Jiménez, integrantes de la Mesa Directiva del Senado de la República.
El día de hoy hemos convocado a este encuentro, para suscribir un convenio de colaboración con el Instituto Mexicano para la Competitividad. Es un convenio de colaboración de enorme trascendencia, es una relación que va a darle enormes frutos al Senado de la República en cuanto a temas de asistencia técnica y sobre todo para situar agendas legislativas de cara a la transformación de nuestro país.
Esta alianza nos va a permitir allegarnos de investigación que el Instituto para la Competitividad hace destacadamente; de tal forma que podamos incorporarlo a nuestros procesos legislativos.
En México estamos poco acostumbrados a usar datos, información para redactar leyes, para identificar qué funciona, qué no funciona y cómo funciona de mejor manera. Es nuestra obligación como legisladores considerar la evidencia a nuestra disposición, para legislar de manera responsable, con sentido de bien y de manera eficaz.
Los especialistas deben ser permanentemente acompañantes del proceso legislativo y debemos buscar las mejores maneras institucionales para estrechar la cooperación del Senado de la República con organizaciones de la sociedad civil, con centros de generación de conocimiento y de investigación y sobre todo, de quienes están intentando situar agenda legislativa y política en nuestro país.
La firma de este convenio es un primer paso para concentrar lo ya aprendido y que sirva también para el bienestar de nuestro país.
Este convenio será útil para acercarnos a los expertos, para conocer su opinión de primera mano, para debatir con quienes en las labores cotidianas de su mandato organizacional, se han especializado en áreas específicas para la competitividad mexicana.
No podemos olvidar que la competitividad en nuestro país cruza diversas temáticas. La competitividad está relacionada con las condiciones para la inversión, para el fortalecimiento del Estado de Derecho, una certeza jurídica, la seguridad pública, la productividad laboral, la calidad educativa, la integración de los distintos sectores, la innovación, la creatividad, el combate a la corrupción, etcétera.
La competitividad también implica el funcionamiento de mercados eficientes y sustentables, la transparencia y la eficiencia en el uso de los recursos públicos.
Tenemos que reconocer que la realidad de nuestro país es preocupante, independientemente del grupo de estudio que empleemos, México siempre se posiciona entre los países con mayor corrupción y con menor confianza en las instituciones de procuración de justicia.
Hace unas semanas, el Instituto Mexicano para la Competitividad publicó un informe, un estudio muy importante titulado “Si no tranzamos, no avanzamos”, y uno de los datos que nos proporciona este estudio es que el 50 por ciento de las empresas que operan en nuestro país, identifican a la corrupción como un gran obstáculo a la inversión. La mitad de las empresas dicen que les han pedido dinero para garantizar contratos gubernamentales.
Estas cifras son verdaderamente escalofriantes. Tenemos que revisar y repensar la implicación que esto tiene.
¿Cuánta inversión estaremos ahuyentando por la incapacidad de garantizar el cumplimento mínimo de reglas?
Debería contagiarnos de sentido de urgencia, traducir estos datos, esta evidencia, en soluciones y sobre todo, en políticas públicas para poder abatir la corrupción, la impunidad, y sobre todo para generar mejores marcos de competitividad en nuestro país.
Lo peor es que parece que ya nos estamos acostumbrando. El 63 por ciento de los encuestados en ese estudio dice que la corrupción es parte de la cultura de negocios mexicana. O sea, no ven ninguna solución a este problema. Hay una suerte de desesperanza, de incumplimiento y de impunidad.
Y claro, lo que se deriva naturalmente es una falta de confianza sobre las autoridades que también se está convirtiendo en una falta de confianza sobre las instituciones políticas y democráticas de nuestro país.
Sigo citando el estudio: “Nueve de cada 10 mexicanos considera que los partidos políticos son corruptos; 9 de cada 10 considera que la policía es corrupta y que los servidores públicos también son corruptos; 8 de cada 10 cree que el Poder Legislativo y el Poder Judicial son corruptos”.
Es decir, el mexicano promedio no confía en sus autoridades ni en las instituciones. Esto es un riesgo real y latente para la democracia mexicana.
No nos podemos quedar simplemente cruzados de brazos. Tenemos que enfrentar esta realidad, atenernos a estas cifras, lo que representa, y sobre todo las oportunidades que estamos perdiendo todos los días por no hacer nada.
Prácticamente la mitad los mexicanos viven en condición de pobreza. No podemos esperar simplemente que el gasto público resuelva los problemas de desarrollo y de crecimiento en nuestro país.
Tenemos que apostar por dinámicas productivas, por el empleo digno y dignificante; por la inversión, por la ampliación de los mercados, por el fortalecimiento del Estado de derecho, por la certeza en el cumplimiento de los contratos, por la generación de oportunidades con el uso eficiente de las palancas que implica el sector público.
Con este convenio, el Senado utilizará, y lo digo con una expresión muy positiva, utilizará lo que ha venido desarrollando el IMCO en términos de estudios, de información, de generación de conocimientos.
Queremos que nos exijan al Senado de la República para dar respuestas a los distintos problemas que en la realidad se asoman.
Queremos apoyarnos, sentirnos apoyados, respaldados por una instancia que ha venido desarrollando enorme información, pero sobre todo que está incidiendo en la Agenda Pública.
Una de las propuestas que queremos desarrollar a partir de este convenio es que el IMCO participe de manera destacada, integral, y sobre todo permanente en la redacción del paquete de piezas legislativas que van a desarrollar e implementar la reforma anticorrupción.
Queremos que participen de manera presencial en la redacción y en la construcción de estas piezas.
Una de las debilidades del Congreso Mexicano que tenemos que reconocer, es que nuestras capacidades y asistencia técnica son limitadas. No hemos logrado institucionalizar un servido de carrera que nos permita tener, no solamente memoria institucional sino también mejores condiciones de asesoramiento técnico.
Una institución como el IMCO puede ayudarnos a desarrollar estas capacidades técnicas, no solamente a capacitar a este personal sino sobre todo a ayudar a los legisladores a construir mejores piezas legislativas sobre la base de información que tienen disponible que generan todos los días, de la experiencia profesional, de la experiencia técnica que han desarrollado, pero sobre todo desde la insistencia de hacer mejor el trabajo legislativo.
Doy la más cordial bienvenida al Director general del IMCO, y sobre todo la más entusiasta bienvenida a este convenio de colaboración que, sin lugar a dudas, estoy cierto que le traerá enormes frutos al Senado de la República.
Que la relación que hoy inicia se estreche cada día más, y sobre todo que el IMCO sea uno de los actores, una de las voces que le exija al Senado de la República respuestas contundentes a lo que tenemos que resolver como generadores de política pública en nuestro país, y sobre todo como responsables de las soluciones de nuestro país.
Doctor Pardillas, muchas gracias por aceptar suscribir este Convenio de Colaboración, y estoy cierto, y así lo expresa la Mesa Directiva, estoy cierto que este Convenio de Colaboración será profundamente útil para el Senado de la República y también para México.
DOCTOR JUAN ERNESTO PARDINAS: Muchas gracias, senador Roberto Gil, y gracias al Senado de la República por la enorme oportunidad institucional que nos brindan ante la ocasión de firmar hoy este Convenio de Colaboración.
En el IMCO nos consideramos consultores de la sociedad mexicana. Somos una institución que defiende principios y no intereses.
Y con ese espíritu, y bajo nuestro faro guía filosófico, que es que la competitividad es la capacidad de una ciudad, de un estado o de un país, de forjar, atraer y retener talento e inversión, pues nos dedicamos a encontrar evidencia y datos para enriquecer el debate público.
Que sea un debate que ocurra no con prejuicios, no con defensa de intereses particulares, sino tratando de velar por el bienestar colectivo, por una economía que genere mayores oportunidades de prosperidad para todos los mexicanos.
Y, en ese sentido, este convenio es uno de los momentos más importantes en la vida del IMCO, porque una institución del tamaño, de la escala constitucional del Senado de la República que considere que los estudios que nosotros hacemos les pueden ser útiles en sus deliberaciones cotidianas, es un reconocimiento de que el IMCO está cumpliendo con su misión institucional, y por eso estamos profundamente agradecidos y vamos a honrar este compromiso con argumentos, con datos y con trabajo, para que sea útil y se enriquezcan las deliberaciones en el Senado.
Muchísimas gracias.
(FIRMA DEL CONVENIO)
SENADOR ROBERTO GIL ZUARTH: Senador Arturo Zamora.
SENADOR ARTURO ZAMORA: Muchas gracias.
En lo personal me da mucho gusto y alegría formar parte de la firma de este acuerdo, de este trazado, hablando de dos instituciones muy importantes, una de ellas que es más que centenaria, con las interrupciones correspondientes y la historia que el Senado y otra de ellas que se forma precisamente para hacer evaluación, análisis, a través de la investigación de diferentes profesores, con diferentes especializaciones, que de alguna manera han generado opinión pública.
Y que la opinión pública que se genera como resultado de los procesos de investigación y de los análisis seguramente deben tener un efecto, deben tener un sentido.
De otra manera no se entiende cómo se cerraría el círculo en donde esta asociación civil, que es el Instituto Mexicano por la Competitividad, haría un trabajo y un gran esfuerzo sin que las autoridades del momento, en las tres esferas del gobierno, en los Tres Poderes del Estado Mexicano, no tomaran en cuenta esta orientación, que es una orientación importante porque no tiene ningún interés de carácter político, porque la orientación es el resultado de análisis profundamente objetivos y que parte de ésta es precisamente para nosotros una nueva herramienta en el trabajo legislativo.
Me da mucho gusto ser parte de este evento y dar por supuesto la bienvenida a Juan Pardinas, a Gabriela también, porque están con nosotros, habida cuenta de que el trabajo que hacemos en el Senado de la República no solamente es elaborar leyes, reformar normas, derogar algunas disposiciones que ya no son necesarias sino también gran parte de nuestro trabajo tiene que ver con los tratados internacionales, los pactos que realizamos con otros países, el mantenimiento de los acuerdos que nosotros tenemos que seguir.
Y también gran parte de la responsabilidad que tenemos en el Senado es la determinación sobre nombramientos de funcionarios de primer nivel en instituciones constitucionales, jurisdiccionales, así como también del Poder Ejecutivo.
Todo esto de alguna manera nos ayuda a orientar qué es lo que se quiere cuando queremos la competitividad, cuando hacemos un esfuerzo en favor de la competitividad.
Y si estamos haciendo un esfuerzo en favor de la competitividad, entonces tenemos que pensar muy bien quiénes son las personas que deben estar a cargo de los procesos de evolución para mejorar la competitividad en todos los sentidos.
Parte de esto por supuesto se nutre de los procesos de transparencia, los procesos de rendición de cuentas y también de los procesos que tienen que ver con una de las agendas pendientes en el ámbito de la justicia, que es el tema de la impunidad.
Revertir este tipo de fenómenos significa ir construyendo algo muy importante que se llama confianza. Generar confianza entonces nos permitirá, en todos los sentidos, ser mucho más competitivos, ser más atractivos, mejorar calidad de vida en términos generales y poder proveer el fin del rol que cada uno de nosotros tenemos destinado en las actividades que realizamos.
Por esa razón yo en lo personal, y por supuesto a nombre del Grupo Parlamentario al que pertenezco, avalamos en todo lo que tiene la extensión de este documento que se acaba de firmar y estaremos muy atentos para que podamos establecer estas comunicaciones que nos permitan tener más calidad y ser más competitivos en el ámbito legislativo.
SENADORA ROSA ADRIANA DÍAZ LIZAMA: Únicamente suscribir lo que aquí se ha dicho por mi compañero Arturo.
Y agregar que esta pues es una parte de las acciones que ha venido encabezando nuestro Presidente Roberto Gil, con la venia de toda la Mesa Directiva y que también muestra a la ciudadanía la apertura que tenemos en este Senado.
Como bien se dice (…) y qué mejor que la firma de convenios con asociaciones civiles y mostrar el trabajo que se está haciendo acá. Creo que hay que profesionalizar cualquier instancia, cualquier institución, significa darles buenos resultados.
Y este Senado quiere dejar este legado, no solamente para la próxima Legislatura, para poder trabajar con la sociedad de la mano, muy unidos, muy encaminados en el trabajo de la transparencia también; mostrar a la ciudadanía que podemos hacerlo bien, que podemos ya no estar en las cifras negras (…) sino que podemos dar resultados que hoy en día la sociedad exige en todos los ámbitos, en el ámbito político, empresarial, pero sobre todo en este Senado de la República.
SENADOR ROBERTO GIL ZUARTH: Gracias senadora.
Este es el primer convenio que suscribe el Senado de la República con un centro (…) y estamos muy entusiasmados de la posibilidad de que esta relación pueda ser fructífera para el Senado de la República.
Yo destaco en el corto plazo dos grandes temas que pueden ser motivo de nuestra relación: en primer lugar la revisión de las comisiones de nuestro estado de Derecho, desde seguridad pública hasta el cumplimiento de los contratos y que, en consecuencia, el IMCO nos ayude a generar condiciones institucionales para hacer valer el derecho a hacer valer la ley y sobre todo hacer valer la institucionalidad política en nuestro país.
En segundo lugar, queremos implementar con ustedes un programa de desregulación. Muchas veces se piensa que al función natural del Poder Legislativo es crear normas y que en la medida en la que se creen más normas, el país va a estar mejor; no necesariamente.
Hay veces en las cuales una densidad normativa especialmente intensa afecta la competitividad y pone obstáculos a la inversión, al crecimiento, a la generación de empleos, al desarrollo de la certeza jurídica.
Creo que debemos empezar a pensar en de qué manera quitamos obstáculos a los procesos productivos y económicos en nuestro país y eso pasa necesariamente por un programa ambicioso de desregulación.
Hay que identificar qué normas en nuestro país no sirven para los propósitos o bien están generando distintas ineficiencias en el funcionamiento de la economía, del sistema jurídico en su conjunto.
No hemos revisado, por lo menos en lo que va de este siglo, los últimos 50 años, no hemos revisado el aparato legislativo con un ánimo de quitar obstáculos, de desregular, de quitar densidad normativa, de hacer más ligera el sistema jurídico y sobre todo para poder conducir y dirigir al sistema jurídico hacia donde quiere y hacia los propósitos de política pública que motivaron su creación.
En consecuencia, me gustaría plantearle al IMCO un proceso ambicioso de verificación, de análisis de evaluación, evaluación subrayo, de las piezas legislativas aprobadas, porque estoy convencido que el Estado tiene que maximizar sus recursos y el primer recurso fundamental que tiene la gente es el tiempo y el tiempo debemos de atesorarlo como uno de los mayores recursos que tiene la gente.
Y hay que empezar a pensar a nuestro sistema jurídico en la medida de cuánto tiempo le gasta a un ciudadano realizar un trámite, un proceso, interactuar con el Estado y el tiempo tiene que ver con la densidad normativa, con la densidad regulatoria y en consecuencia el Senado tiene que empezar a pensar, no solamente legislar, sino también en quitar esos obstáculos, quitar esas obstrucciones, quitar esos elementos que hacen que el ciudadano pierda tiempo en su interacción con el Estado.
Son dos elementos de agenda en el corto plazo en que, junto con el IMCO, podemos acometer: el Estado de Derecho y un proceso ambicioso de desregulación o quizá de deslegislación, se podría decir esa frase, creo que no existe la palabra, pero creo que desregulación puede ser práctica para expresar esta idea.
En Estados Unidos recientemente se hizo un programa muy ambicioso de desregulación, con un éxito creo importante; en Inglaterra hace poco recibíamos a algunos parlamentarios británicos junto con el embajador y nos habían comentado, expresado la enorme importancia que tuvo este proceso y creo que debemos cambiar el paradigma de funcionamiento del congreso mexicano, porque no solamente es útil creando normas, sino también es útil quitando obstáculos a los procesos productivos, económicos, políticos y sociales en nuestro país.
Agradezco, doctor Pardinas, este gesto de acercamiento. Estoy cierto que las comisiones del Senado de la República van a aprovechar ese instrumento, la Mesa Directiva lo hará, estaremos tocando su puerta no solamente para acercarnos información, sino también para pedirles, encomendarles que nos ayuden a generar ideas, a provocar debates, a impulsar agendas.
La propia misión que tiene el IMCO como una asociación civil ya es de por sí importante para el sistema político mexicano, es un importante generador de ideas y queremos aprovechar esas ideas por el bien de México y sobre todo para hacer mucho más útil y responsable la generación de políticas públicas en nuestro Senado.
Doctor Pardinas, muchísimas gracias.
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