Senado de la República

COORDINACIÓN DE COMUNICACIÓN SOCIAL

REPORTERO: Sobre el convenio que acaba de suscribir… (Inaudible)…el Sistema Nacional Anticorrupción, ¿dónde le gustaría que ellos incidieran de alguna manera fundamental?

SENADOR ROBERTO GIL ZUARTH: Este convenio de colaboración es verdaderamente relevante porque, como ustedes saben, el IMCO ha sido una de las instituciones que han estado insistiendo sobre todo en el combate a la corrupción y en el fortalecimiento del Estado de derecho.
Los hemos invitado a que acompañen al Senado de la República en la generación de soluciones a las distintas problemáticas que el país vive todos los días, lo decíamos hace un momento, la percepción de corrupción en este país y los casos de corrupción en este país están afectando el funcionamiento de la economía y de los procesos productivos en nuestro país, y en consecuencia tenemos que encontrar soluciones.
El IMCO ha trabajado intensamente no solamente en estudiar, en medir la corrupción, sino también en encontrar soluciones. Vamos a traer al IMCO a que trabaje directamente con el Senado en la redacción de estas iniciativas, prácticamente en todas las iniciativas que tenemos que aprobar como resultado o como parte de la implementación del sistema anticorrupción.
No tiene ningún tipo de limitación, al contrario, queremos que asistan al Senado de la República en todo ese proceso. Se hablan de dos decenas de leyes reglamentarias, dependiendo de qué punto de vista se vean y queremos que el IMCO con su experiencia, con sus ideas, con sus aportaciones esté permanentemente presente en ese debate.
En principio no tiene ningún costo para el Senado de la República, no hemos fijado ningún tipo de contraprestación. En todo caso, las actividades en concreto generarán una suerte de costos y cada tipo de actividad tendrá, evidentemente, una contraprestación a cargo del Senado de la República.
Gastamos mucho dinero en asesoramiento técnico en el Senado de la República y muchas de las veces ese asesoramiento no es útil a los propósitos del Senado; es mucho mejor utilizar una institución bien consolidada como el IMCO para informar, para generar ideas y sobre todo para provocar mejores diseños de piezas legislativas a partir de la experiencia y la capacidad que ya tienen instaladas.
No hay, en consecuencia, una contraprestación fija, en todo caso la determinaremos por actividades en específico.
REPORTERO: La última pregunta de mi parte también, en ese sentido, para este año se promedia más o menos una bolsa de 132 millones de pesos en aguinaldos para todos los legisladores; unos 35 (inaudible), ¿no es mucho?, contando que viene un año de recortes presupuestales.
SENADOR ROBERTO GIL ZUARTH: Todas las contraprestaciones, las retribuciones, los sueldos, salarios, contraprestaciones, prestaciones de los servidores públicos que están adscritos al Senado de la República, incluyendo las y los senadores, están determinados en el Presupuesto de Egresos de la Federación.
Desde el año pasado que se aprobó el Presupuesto de Egresos se aprueba un tabulador que fija con claridad el monto de la dieta, las prestaciones, incluidos los aguinaldos. Lo que ha informado El Universal el día de hoy es justamente el detalle de lo que ya viene determinado en el Presupuesto de Egresos de la Federación, no se están variando los montos aprobados en el presupuesto; de hecho, no es lícito que el Senado aumente las prestaciones de los servidores públicos, debemos ajustarnos a lo que aprobó la Cámara de Diputados.
Y si ustedes revisan el Presupuestos de Egresos de la Federación, van a encontrar una tablita en la cual se determina por rango en el funcionariado del Estado mexicano, las prestaciones que recibe cada uno de ellos. En consecuencia, simplemente es la aplicación de lo que aprobó la Cámara de Diputados.
El problema de fondo, mejor dicho, el problema es de fondo. Tenemos que ir a la reglamentación de los principios constitucionales que establecen cierta racionalidad en los sueldos y salarios de los servidores públicos; la famosa ley de los salarios máximos, no la hemos aprobado.
Se aprobó en la Cámara de Senadores, está en la Cámara de Diputados una de las propuestas, que lleva varias legislaturas durmiendo el sueño de los justos, y lo que tenemos que hacer es avanzar a la aprobación de esa norma para que no sea año con año la determinación de los sueldos y salarios, sino que ya haya una base metodológica para calcular las prestaciones del Estado mexicano y sobre todo para que puedan ajustarse esas prestaciones a las condiciones económicas del país.
Si no contamos con una ley en esta dirección, todos los años tendrán que aprobarse las prestaciones salariales de los servidores públicos. Si tenemos una ley que establezca con claridad la forma en la que se determinan los sueldos y salarios, y sus límites mínimos y máximos, estaremos en mejores condiciones de certeza, pero sobre todo, en mejores condiciones para poder ajustar el presupuesto público, específicamente en la parte sobre salarios a las condiciones que vive el país.
REPORTERA: Presidente. Buenos días.
Quisiera preguntarle sobre esta inquietud que está manifestando la iniciativa privada por la aprobación de la Ley de Transición Energética.
Ahora ellos apuestan a hacer un llamado a la Cámara de Diputados para que no se apruebe en esos términos.
Ellos opinan que faltó discusión y que los parámetros que se están poniendo a para energías limpias a las empresas mexicanas superan por mucho a los requisitos que tienen que cumplir sus competidores en otros países.
Yo quisiera preguntarle si usted comparte esta preocupación y si cree que en realidad sí faltó discusión.
SENADOR ROBERTO GIL ZUARTH: La Ley de Transición Energética, la minuta lleva más de un año en el Senado de la República.
No se puede acusar de falta de discusión, sobre todo por el tiempo que ha transcurrido desde que la recibimos, y sobre todo tratándose de una minuta que se discutió previamente en Cámara de Diputados, se discutió en el Senado de la República en el marco del paquete de la Reforma Energética.
Evidentemente ha motivado preocupaciones de distinto tipo, de distinta índole, sobre todo en la iniciativa privada; pero creo que ha sido una discusión abierta.
En los últimos días hubo representantes de las cámaras industriales, económicas en nuestro país, dialogando con los senadores precisamente para exponer sus inquietudes.
Por supuesto que transitar hacia un modelo energético verde, sustentable, limpio, es doloroso porque implica costos, implica inversiones, pero el mundo no está para subordinar esas necesidades, esas obligaciones a los intereses económicos de ciertos sectores productivos.
Todos tenemos que hacer un esfuerzo para convertir los procesos productivos actuales del uso intensivo del carbón, de los hidrocarburos, al uso intensivo y regular de las tecnologías verdes.
Eso es lo que está demandando el mundo, y no podemos quedarnos desfasados después de que en la reciente COP-21 se hicieron compromisos muy puntuales, muy específicos, de avanzar en la Agenda de Transición Productiva hacia las tecnologías verdes.
Si el mundo está cambiando, tenemos que cambiar nosotros.
Por supuesto que implica costos; por supuesto que implica transformaciones sustanciales en la manera en la que se desenvuelve el sector productivo, pero no solamente estamos éticamente obligados a eso sino ya también tenemos una serie de obligaciones convencionales derivadas de tratados internacionales y también obligaciones de carácter legal.
En la reforma en materia energética establecimos obligaciones concretas de transición o de conversión industrial a tecnologías verdes.
Tenemos que cumplir.
Por supuesto que hemos sido sensibles a la necesidad de dar tiempo a esa conversión, a esa transición energética.
De hecho una de las discusiones específicas que se dieron, tanto en comisiones como en el Pleno del Senado, fue la periodicidad de esta conversión. Prácticamente le dimos hasta 2020 para que vayan cumpliendo, a través de los certificados de energías limpias, que va a generar una suerte de mercado de inversión para la generación y desarrollo de estas tecnologías.
Creo que existe el tiempo suficiente, así lo razonamos en la minuta que aprobamos el día de hoy, para que todos puedan cumplir.
Pero sin lugar a dudas tenemos que hacer todos la parte que nos corresponde.
REPORTERA: ¿Pero no sienten que a la industria mexicana se le cargó de más la mano en comparación con las exigencias que tienen otras industrias como las que compiten en el mundo?
SENADOR ROBERTO GIL ZUARTH: Nosotros suscribimos como país el Tratado de Kyoto, y eso nos obliga a una reducción sustancial, significativa de la emisión de gases con efecto invernadero. Y eso no solamente debe quedar como una obligación que contrae el Estado Mexicano sino que se tiene que desenvolver en obligaciones específicas del sector productivo de nuestro país.
Insisto, hemos hecho una planeación, un diseño, una importante discusión sobre la mejor manera de cumplir con estas obligaciones que, insisto, no solamente son obligaciones de carácter internacional; no solamente son obligaciones de carácter legal, sino también son obligaciones éticas de nuestra generación frente al futuro de la humanidad.
De no hacer nada, el mundo va a pasar importantes dificultades. El cambio climático está a la orden del día. Estamos viviendo cada vez más mayores trastornos en el medio ambiente; y eso va a afectar no solamente a la convivencia, al desarrollo de las personas, sino sobre todo a las condiciones en las que se desarrolla la economía mundial.
Tenemos que cambiar y eso implica esfuerzos, eso implica costos, eso implica también sacrificios y todos tenemos que poner de nuestra parte.
Como parte de eso, por cierto, el Senado va a trabajar intensamente en este plan de Senado sustentable para cumplir también con nuestras obligaciones.
Todos tenemos que hacer nuestra parte; todos tenemos responsabilidades que cumplir, y la mejor manera es poner ya ese piso legal que nos permita definir en qué momento y en qué circunstancias teneos que asumir nuestras obligaciones.
REPORTERA: También quería preguntarle sobre las reflexiones que han expresado algunos legisladores, en el sentido de que se debería analizar la posibilidad de sancionar administrativamente a los gobernadores que no invirtieron para permitir la actualización tecnológica de las televisoras públicas.
¿Qué punto de vista tiene usted sobre esto, sobre la responsabilidad que tienen los gobernadores de los estados?
SENADOR ROBERTO GIL ZUARTH: Las obligaciones desafortunadamente de inversión, en la ley quedaron un tanto difusas.
Por supuesto que se dejó, en términos de la construcción del régimen transitorio a la discreción de los gobiernos, tanto federal como estatales, en los procesos de inversión no se establecieron sanciones en la ley porque tampoco se establecieron montos y calendarios. Es un problema de diseño.
No generamos los incentivos correctos para que todos hicieran los esfuerzos de inversión que se necesitaban para transitar a la televisión digital.
Según estimaciones de la autoridad, se requieren más de mil 500 millones de pesos para poder generar condiciones de tránsito a los medios públicos.
Por supuesto que en un momento de dificultades financieras, en un momento de austeridad, en lo último en lo que se invierte es en la transición a la televisión digital y habrá en algunos casos explicaciones, estados que están viviendo circunstancias de precariedad financiera y habrá otros casos verdaderamente injustificados.
Desafortunadamente, en el régimen transitorio que nos dimos, sobre todo con respecto a medios públicos, no definimos con claridad obligaciones, calendarios ni sanciones, lo dejamos a la discreción de las autoridades estatales y federales y ahí están las consecuencias.
Lo importante es que corrijamos, lo importante es que le demos un espacio para que se invierta seriamente en la transición digital de los medios públicos.
No hay manera de invertir dinero si no se tiempo. El primero de enero de 2016 los medios públicos iban a perder sus permisos, iban a perder la oportunidad de convertirse en concesionarios, ya no iba a importar si había dinero o no o si los gobernadores estaban dispuestos a invertir; si no hay tiempo, no hay posibilidades de invertir.
Les hemos dado una oportunidad de un año y desde ahora son responsables los gobernadores, las autoridades de transitar los medios públicos hacia la era digital.
Si no lo hacen, tenemos que llamarlos a cuentas. No habrá responsabilidades administrativas, no las habrá porque la ley no lo prevé, pero sí las debe haber desde el punto de vista político.
REPORTERA: Senador, la aprobación de la reforma de ayer en ese sentido, desde su punto de vista, ¿el órgano regulador tendrá campo para aplicar sanciones a quienes incumplan, después de las modificaciones que se aprobaron ayer?
SENADOR ROBERTO GIL ZUARTH: Quedan absolutamente intocadas las facultades del Instituto Federal de Telecomunicaciones, no las tocamos.

Hay esta percepción de que se ha generado una suerte de impunidad a quienes no transitaron a la televisión digital. Eso no es correcto, entre otras razones porque, como lo ha dicho el IFT, las determinaciones sobre en qué espacios se requieren señales complementarias, se tienen que tomar una vez que la señal digital esté ya instalada.
Es decir, no podemos ahora revisar y ver en qué condiciones se van a requerir señales complementarias hasta que esté bañada la señal digital y eso va a suceder a partir del primero de enero de 2016.
Es absolutamente falso que las actuales 800 señales complementarias se vayan a necesitar en la era digital. Eso no es cierto. Algunas se requerirán para poder cubrir zonas que hoy no están cubiertas con señales analógicas, pero en otros casos la propia señal digital va a cubrir esas zonas.
Cuando se dice es que los medios privados no han invertido en sus señales complementarias, en efecto, en algunos casos nos e ha invertido ahí porque no se van a necesitar, porque la señal digital tiene una mayor capacidad de penetración que una señal analógica.

Hay ciertos accidentes orográficos, por ejemplo, que no son obstáculo para la señal digital y sí lo son para la señal analógica. No hay forma técnica –en este momento— de decir claro, ahí está una sanción que se debía haber impuesto y no se va a imponer.
Eso no es cierto y el IFETEL lo dijo claramente en el Senado de la República: tenemos que transitar hacia el apagón general, hacia ver cómo baña la señal digital al territorio nacional y después determinar en dónde se requieren señales complementarias para poder garantizar el mínimo legal del 90 por ciento de cobertura.
Se dice, por ejemplo, se dijo en la discusión que las estaciones o los concesionarios deben ser sancionados porque no habrá una penetración al cien por ciento de su señal, pues ni la ley lo prevé.
Le ley establece como mínimo el 90 por ciento de la cobertura. Es incorrecto pensar que deba haber cien por ciento de cobertura en nuestro país, es lo deseable, pero la ley permite una suerte de merma del 10 por ciento.
En este momento no hay pues condiciones técnicas, no hay un solo elemento fáctico que permita concluir que se van a librar de sanciones.
Pero sobre todo no hay ninguna palabra en la redacción, de la Reforma que se aprobó el día de ayer, que condicione, limite, suspenda las facultades sancionatorias del IFT.
Simplemente se está dando tiempo a los medios públicos para que puedan transitar a televisión digital.
Y se está dando tiempo al IFETEL para ordenar las estaciones complementarias.
Quiero subrayar esta última parte: Lo que aprobamos el día de ayer no es simplemente una continuidad en las señales complementarias, sino un programa en la que las señales complementarias se inscriben para poder mantenerse encendida o apagarse, ¿a juicio de quién?: del IFETEL.
Si el IFETEL considera que una señal no es necesaria la apaga. Si considera que se debe mantener para cobertura social la deja prendida y establece un programa de obligaciones de inversión específica.
¿Para qué? Para garantizar que el 1.5 por ciento del territorio nacional que hoy se cubre con señales complementarias llegue televisión y la gente no pierda la posibilidad de acceso a un servicio público –servicio público subrayo- de radiodifusión.
Así lo dijimos en la Reforma Constitucional. Dijimos que la televisión es un servicio público a través del cual se ejercitan dos derechos: el derecho a la información y el derecho de la libertad de expresión.
Tenemos que hacernos responsables de lo que nosotros legislamos.
REPORTERA: ¿Tocaron base con la Cámara de Diputados? ¿Hay confianza que alcance el tiempo para que ellos también lo aprueben?
SENADOR ROBERTO GIL ZUARTH: Hemos hecho consultas a nivel de grupos parlamentarios.
Estoy cierto que habrá respaldo por lo menos de los grupos parlamentarios que impulsamos esta Reforma.
¿Cómo se va a ver México como país?
Si el 1° de enero le decimos al mundo que nuestra Reforma en Telecomunicaciones derivó en la pérdida del 76 por ciento de la oferta de contenidos, de la competencia en contenidos.
Supuestamente hicimos una Reforma en materia de Telecomunicaciones para ampliar la oferta, para generar mayores condiciones de competencia económica en un sector.
Y lo estamos haciendo en términos económicos. Estamos recuperando la banda de 700 megahertz para que haya una suerte de mayorista y muchos actores puedan entrar.
Pero qué paradoja, qué cruel paradoja que al mismo tiempo que estemos alentando la competencia en un sector tradicionalmente cerrado, derive como consecuencia que simplemente no hay alternativas de contenidos.
Hay muchas poblaciones en este país en que la televisión que reciben tiene dos canales: los canales comerciales y los medios públicos. Por falta de inversión, no atribuible al legislador, sino atribuible a los ejecutivos, se va a perder o se puede perder la señal de los medios públicos.
En consecuencia, esas personas sólo tendrán acceso a una sola oferta. Es todo lo contrario de lo que se ha especulado.
Esta Reforma tiene como propósito rescatar y salvar a los medios públicos, de mantener una oferta ideológica, competencia en contenidos.
Podemos ser un país de fracaso, en términos de política comparada, si de repente el 1° de enero nos amanecemos con 76 por ciento menos de la competencia. De eso se trata la Reforma.
Y hay quienes quieren, me parece, interesadamente que los medios públicos se apaguen para que cierto espectro sea ocupado por quienes están intentando entrar a la televisión por la puerta de atrás.
Eso es lo que está detrás. Quienes no han podido entrar a la televisión pues están muy deseosos de que ciertas señales de los medios públicos se apaguen para que exista reserva disponible de espectro y puedan entrar a la televisión. De eso se trata también.
Hay intereses muy claros del otro lado con la intención de que se apaguen estos medios públicos para que haya una reserva de espectro y puedan entrar, como medios comerciales, a la competencia en contenidos de televisión.
REPORTERA: ¿A quién se refiere específicamente?
SENADOR ROBERTO GIL ZUARTH: Hay oferentes, hay quienes están intentando entrar a la televisión; lo han intentado durante mucho tiempo.
REPORTERA: ¿Carlos Slim, por ejemplo?
SENADOR ROBERTO GIL ZUARTH: Hay muchos otros, no solamente un acto de televisión, sino de telecomunicaciones, sino muchos otros. Ahí están todos los que pujaron por entrar a la televisión.
Si se apagan los medios públicos se genera una mayor oportunidad para que otros entren a televisión.
¿Qué queremos en nuestro país? Que haya muchos contenidos, o una diversidad ideológica, o simplemente 3 o 4 cadenas grandes, comerciales, privadas, compitiendo por las audiencias.
Creo que lo que tiene que hacer este país es salvar a los medios públicos.
Gracias.

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