Senado de la República

COORDINACIÓN DE COMUNICACIÓN SOCIAL

Versión estenográfica de la postura de los Grupos Parlamentarios de la Comisón Permanente del Congreso de la Unión, en el cierre del segundo receso del tercer año de ejercio de la LXII Legislatura, en la Antigua Sede del Senado de la República en la Casona de Xicoténcatl.

SENADOR MIGUEL BARBOSA HUERTA: Informo a la Asamblea que los Grupos Parlamentarios acordaron exponer sus posturas sobre los trabajos de la Comisión Permanente durante el actual receso.

Se concede el uso de la palabra a la diputada María Sanjuana Cerda Franco, del Grupo Parlamentario del Partido Nueva Alianza.

DIPUTADA MARÍA SANJUANA CERDA FRANCO: Con su permiso, señor presidente.

Distinguidas y apreciables legisladoras, distinguidos y apreciados legisladores:

Tengo la convicción de que la democracia es la forma de gobierno que corresponde a las sociedades complejas, porque la diversidad de concepciones, posiciones éticas e intereses sólo pueden ser abordados a través de la deliberación, el consenso, el acuerdo y el respeto a las normas constitucionales.

La democracia es un proyecto de gobierno muy amplio y depende de las condiciones históricas y sociales de cada país. En México, tenemos una democracia en evolución que ha alcanzado logros notables; pero que también enfrenta problemas que seguramente se resolverán a través de la reflexión, el compromiso, la propuesta y la capacidad de acuerdo de los actores políticos.

Esta Sexagésima Segunda Legislatura asumió retos mayores y hoy podemos decirlo con toda claridad: logró dejar una valiosa herencia política al concretar el programa de reformas más ambicioso de los últimos tiempos.

Seguramente, cuando se haga el recuento en la historia de lo que hoy es contemporáneo, esta Legislatura que está por concluir ocupará un lugar importante como ejemplo de civilidad, de voluntad democrática y de eficacia.

Las legisladoras y legisladores de la LXII Legislatura, contamos con la conjunción de muchos factores que nos permitieron avanzar en un esfuerzo común y colectivo para dar un nuevo impulso a nuestro país.

Sin embargo, los resultados que hemos obtenido son el producto de un reconocimiento cabal al marco democrático que nos permite actuar como representantes de una sociedad dispuesta y exigente del cambio.

El México de hoy, vive una circunstancia muy difícil; pero a la vez encierra la promesa de una transformación ineludible.

En esta Legislatura, hemos sido testigos de la vasta problemática social que determina nuestros tiempos. Frente a ella, hemos ofrecido soluciones, reformas sustantivas que cambiarán el rumbo del país y reactivarán el inmenso potencial de nuestros recursos humanos.

Hemos logrado cubrir una amplia gama de aspectos estratégicos que van desde las reformas estructurales hasta la configuración de nuevas estructuras para el problema nodal de la corrupción a partir de los principios de transparencia y rendición de cuentas.

Nos ha correspondido aportar en muy poco tiempo una nueva legislación para dar cauce a las demandas acumuladas de una sociedad que reclama dejar atrás la desigualdad, la injusticia y la ineficiencia.

Pienso que hemos puesto las bases para un mejor país, aunque lograr lo que hoy está inscrito en el texto constitucional y en la legislación secundaria depende de continuar en la vía de la responsabilidad y el compromiso.

Mi grupo Parlamentario Nueva Alianza, ha contribuido con su mejor esfuerzo en la tarea de modificar las leyes y proponer otras nuevas a partir de su programa, que no es otro que el de la sociedad diversa, demandante y segura de sus capacidades de cambio.

 En Nueva Alianza, estamos absolutamente convencidos y convencidas de que no podemos continuar reproduciendo una sociedad desigual, dividida y estancada.

Por eso seguiremos impulsando un proyecto para transformar la economía, para transformar las estructuras del Estado, para transformar la educación y todos los elementos de los que depende el progreso y la cohesión social.

Nuestra vía ha sido y seguirá siendo la ampliación de los derechos y las libertades de todos los ciudadanos y ciudadanas.

En lo particular para una servidora, ha sido un honor y una experiencia enormemente enriquecedora el haber participado en esa Sexagésima Segunda Legislatura.

En lo particular de esta Comisión Permanente con la que se cierra esta Legislatura, me llevo una memoria llena de nuevos conocimientos sobre la política, sobre labor parlamentaria.

También llevo conmigo pruebas de que se mantiene el espíritu republicano, los valores de la democracia y la voluntad de servir a México en este espacio que representa el poder del pueblo para definir y dotarse de las leyes que regulan su propia convivencia.

Esta alta tribuna me ha permitido compartir y recibir de ustedes las mejores experiencias, las mejores propuestas, pero sobre todo el mayor de los compromisos con nuestro país.

Felicito a todas las legisladoras y a todos los legisladores por los logros alcanzados y les deseo que prosigan en la ruta de la transformación democrática que nuestro país requiere.

Y quiero, si me lo permite, señor presidente, hacer un reconocimiento personal y un agradecimiento a quienes integraron la Mesa o integran la mesa Directiva de esta Comisión Permanente; al senador Miguel Barbosa Huerta, por su comprensión y su respeto a una servidora.

Al senador Arturo Zamora Jiménez, por su acompañamiento y también por su siempre respeto expresado.

A mi compañero y amigo Manuel Añorve Baños, con el que hemos transitado toda esta legislatura, así como con la diputada Rocío Reza Gallegos. La diputada Cristina Sandoval Ruiz; mi solidaridad para ellas dos; al diputado Martín Heredia, al diputado Tomás Torres Mercado; al diputado Alejandro Montano.

En particular a los coordinadores parlamentarios en el Senado; al senador Emilio Gamboa, por su trato siempre respetuoso, caballeroso y de político siempre atento a las situaciones de aquí.

Igual reitero mi reconocimiento y agradecimiento al senador Miguel Barbosa Huerta, al senador Fernando Herrera y al maestro, diputado Manlio Fabio Beltrones Rivera, que nos acompañó toda esta legislatura; a mi compañero y amigo Miguel Alonso Raya; al diputado Arturo Escobar Vega y al diputado Marcelo Torres.

A todos y a cada uno de ustedes mi agradecimiento y mi reconocimiento y mi exhorto respetuoso y afectuoso para ustedes, para que esta alta tribuna de la nación siga teniendo en ustedes los mejores representantes de la sociedad mexicana.

Muchas gracias a todos ustedes, muchas gracias a la Mesa Directiva.

SENADOR MIGUEL BARBOSA HUERTA: Se concede el uso de la palabra al diputado Danner González Rodríguez, del Grupo Parlamentario del Partido Movimiento Ciudadano.

No se encuentra en el recinto.

Se concede el uso de la palabra al senador Manuel Bartlett Díaz, del Grupo Parlamentario del Partido del Trabajo.

SENADOR MANUEL BARTLETT DÍAZ: Con su venia, señor presidente.

Se ha acordado comentar sobre la legislatura que ha concluido o que está por concluir. Voy a intervenir tocando los temas que discutimos durante tres años.

No añadiría nada nuevo, simplemente dejar constancia si se trata de hacer un comentario sobre esa legislatura.

Considero que la legislatura que termina es una de las más nefastas de la historia de México.

Difícilmente encontraremos alguna otra que haya realizado lo que aquí en este Congreso se realizó en estos tres años, desmantelando la Constitución, regresando al país a situaciones coloniales, atacando los intereses sociales uno tras otro.

El resultado del Pacto por México que firmaron el PAN, el PRI, y el PRD, permitió someter al Poder Legislativo a la voluntad omnímoda de Peña Nieto.

Gracias a ese acuerdo, se hicieron estas reformas que dañan para siempre al país, mientras no las revirtamos.

Y debe de ser un objetivo de los mexicanos revertir todo lo que se hizo estos tres años para recuperar una posibilidad de desarrollo económico, la defensa a los intereses sociales, que están siendo sacrificados, y desde luego la soberanía nacional.

Si no hubiera sido por el brutal control de los medios de comunicación la dictadura mediática que vivimos, que engañó a la nación permanentemente, para hacer creer que esas reformas tenían un sentido que no tuvieron, desde la negación del principio de la Reforma Energética de que habría tal y cual.

Las mentiras de Peña Nieto fueron protegidas por los medios de comunicación y particularmente las televisoras, que engañaron al país, desinformaron violando la Constitución de la República, no informaron a los mexicanos lo que estaba ocurriendo.

Pese al control, también, de las instituciones electorales, a la compra de votos descarada en la última elección; pese a la Suprema Corte de Justicia que evitó, por argucias legaloides, que se realizara la consulta popular que se había aprobado y que hubiera dado como resultado una votación totalmente en contra del pueblo de México de las reformas realizadas, lo mantuvieron aparte, ignorado, ignorante de lo que estaba ocurriendo, la Suprema Corte de Justicia de la Nación, también.

Pese a todo eso, el resultado electoral y las protecciones que se dieron unos a otros, ha resultado totalmente negativo para los tres partidos pactantes.

Ahora están discutiendo en sus cenáculos, la posición a tomar después de haberse sumado totalmente los tres partidos, a los intereses apátridas de Peña Nieto.

La reforma energética todavía no revela lo que es, no solamente es la entrega del petróleo, la electricidad, las dos empresas más importantes de este país, a los intereses de los Estados Unidos; sino que significa la entrega del territorio nacional por las condiciones que se aprobaron en el Congreso, en la reforma constitucional y a las leyes secundarias, de permitir que las empresas transnacionales tengan el derecho de ocupar el territorio nacional cuando así lo consideren, para desarrollar sus funciones.

La ocupación temporal de tierras, que ya va a empezar pronto, por la presión de las empresas transnacionales.

El proyecto de la reforma energética que no es, que no hacen público en México por esta actitud de esconder lo que la sociedad no quiere, ya el exembajador Pascual está aquí en México organizando el dominio del territorio nacional, el manejo de los ductos que está vendiendo Pemex, habiendo dicho siempre que no se vendería ni un tornillo; el manejo de los ductos para beneficio de las empresas transnacionales; la ocupación de nuestros puertos por las empresas transnacionales para convertir a nuestro país en plataformas de exportación de los intereses norteamericanos.

Eso está dicho en la Cámara de Diputados del Congreso de los Estados Unidos y aquí no sabemos nada.

Los resultados de las telecomunicaciones, ya los veremos; la destrucción de los conceptos nacionales y nacionalistas; la reforma educativa, ¡por Dios!, es una vergüenza demagógica que sigan diciendo que es una reforma educativa, cuando no es más que una reforma para el control sindical y del personal del sistema educativo, y que no van a poder imponer nunca, por más policías y Ejército y helicópteros que utilicen.

Las reformas en sí, la reforma que tanto presumen, anticorrupción, que es un galimatías que ya se nos explicó que no es para ahora, sino es para después.

Todo eso va a tener un efecto nefasto sobre el país. Va a tener un efecto gravísimo sobre el país y fue aprobado en esa Legislatura que hoy venimos a comentar; es uno de los peores periodos de la historia mexicana. Lo dijimos una y otra vez, pero el pacto era intocable, los tres partidos iban a votar por la traición a México.

Eso es lo que opinamos de la anterior Legislatura, que quedará en los análisis, porque la historia sigue y los nombres ahí estarán para siempre.

Muchas gracias, señor presidente. Ha sido usted generoso con su amigo y paisano. Le agradezco.

Creo que está dicho todo, es una nefasta, es una nefasta Legislatura que habrá que revertir.

Gracias, señor presidente. Gracias por su atención a todos.

SENADOR MIGUEL BARBOSA HUERTA: Gracias, don Manuel, por sus palabras.

Se concede el uso de la palabra al diputado Tomás Torres Mercado, del Grupo Parlamentario del Partido Verde Ecologista de México.

DIPUTADO TOMÁS TORRES MERCADO: Como se trata de la última sesión de esta Comisión Permanente, pero también de la Sexagésima Segunda Legislatura del Congreso General; eventualmente se pudiera convocar por alguna de las causas que la Constitución señala, hasta un minuto menos de las 24 horas del día último de este mes.

Tomo en principio y por qué no hacerlo, reconocer a quien ha conducido los trabajos de esta Comisión Permanente, al señor senador Miguel Barbosa Huerta; y por supuesto a los vicepresidentes, a los integrantes de la Mesa Directiva de la misma.

Yo estoy convencido de que sobrevalorar o desestimar los trabajos de una legislatura o de una asamblea en el devenir de México, puede ser arrogante o puede ser también ingrato u omiso.

Cada una de las legislaturas han tenido en el devenir de México un papel histórico.

Desconocer al constituyente de 1824, ¿o por qué no a quien le dio vida a la Constitución centralista de 36 o a la Constitución de 57 y a la propia que aún el día de hoy tiene vida?

Concluye una legislatura, pero es solamente una fase en el proceso político-electoral en el proceso legislativo de nuestro país.

Esta Legislatura abordó 29 reformas estructurales, tocando la norma de normas, la Constitución Política de este país: La laboral, la educativa, la hacendaria, la financiera, la energética, la de telecomunicaciones.

Se metió nuevo Código Nacional de Procedimientos Penales; una ley reglamentaria de los artículos 103 y 107 de la Constitución Federal, es decir, la Ley de Amparo.

Se legisló en materia de desaparición forzada como una reforma político-electoral; de competitividad, de transparencia, de anticorrupción.

¿Y por qué no decirlo? La hacendaria; que, dicho sea no de paso, en la situación económica del mundo y de México, en un marco de estimados de ingreso por el Congreso Mexicano de 79 dólares el precio del barril y el día de hoy apenas arriba de los 34 dólares. Si la reforma hacendaria no se hubiera hecho, estaría el pueblo de México –denme licencia de la expresión– de rodillas.

Pero debo destacar, y lo hago con toda responsabilidad a nombre del grupo parlamentario al que pertenezco, del Verde Ecologista, que lo más importante que hay que destacar en esta legislatura por las reformas estructurales que ha jugado un papel de transición y que en ello hay que valorar la palabra comprometida y su cumplimiento en una agenda política nacional; que de otro modo no hubiera dado posible la materialización de estas reformas.

Viene –y en ello estamos– la fase de ver los resultados de las reformas, donde se nota la diferencia entre el deber ser del sentido crítico y el de la realidad.

¿Y por qué no también señalarlo? Y con toda responsabilidad yo lo he señalado con anterioridad, desde la visión del Partido Verde Ecologista de México, con sus personalidades y con su personalidad propia. No sólo la capacidad de construir un acuerdo o una agenda nacional sino asumir el reto de que se materialice y de que logre modificar la situación que materialice el anhelo de millones de mexicanos.

¿Qué viene y qué queda pendiente?

Es cierto, no es suficiente el marco normativo para la reforma constitucional o de leyes ordinarias en el tema de anticorrupción.

A los señores senadores que continúan para la próxima legislatura y para los nuevos 500 diputados, en un ejercicio autocrítico poder trascender también a la transparencia y al ejercicio ético del Poder Legislativo y de que el debate público llegue más a la cotidianeidad de la gente.

Porque finalmente, diputados y senadores, nuestro origen es el mismo. Esta sociedad que a veces decanta la irresponsabilidad propia, en la abstracción del presidente o del gobierno y nos confundimos en la pluralidad del congreso diciendo yo no, es el gobierno, y nos desconocemos como parte del ente público que tiene como deber fundamental reconocer que 628 legisladores y legisladoras forman parte de esa ficción del gobierno.

Vienen momentos importantes, señor presidente, estimadas legisladoras y legisladores, cómo compartir el incremento del salario por decreto, pero al mismo tiempo con vehemencia defender condiciones de privilegio que excluyen a la generalidad de los trabajadores; cómo al mismo tiempo cargar de peticiones presupuestales, pero sin señalar fuentes de financiamiento.

Finalmente expresarles que le deseamos éxito en sus trabajos a la Sexagésima Tercera Legislatura, que no sea el éxito de los grupos parlamentarios y la búsqueda de un voto, sino que sea la búsqueda de lograr que México transite en una situación de paz, de tranquilidad, en la que se preserve la integridad de sus gobernados, de sus familias y que logremos que el producto de su trabajo, el estado con ejercicio de autoridad lo preserve, para bien no sólo de la legislatura y de los partidos, que sea para bien de México.

SENADOR MIGUEL BARBOSA HUERTA: Gracias diputado Tomás Torres.

Tiene el uso de la palabra el diputado Danner González, del Grupo Parlamentario del partido Movimiento Ciudadano.

DIPUTADO DANNER GONZÁLEZ RODRÍGUEZ; Con su permiso, señor presidente, le agradezco la generosidad que ha tenido para con mi persona, siempre conduciendo los trabajos de una manera muy atinada de esta mesa.

Gracias presidente.

Esta es la última vez que nos encontramos en esta legislatura. Como dijo MacArthur, “me voy, pero volveré”.

Este sitio resulta entrañable para mí y permítanme una regresión de índole estrictamente personal, porque durante la LX y la LXI Legislaturas tuve la oportunidad de acompañar al grupo parlamentario de Movimiento Ciudadano en el Senado de la República y fue aquí, en estos mismos pasillos, donde recibí la formación de un extraordinario grupo de hombres y mujeres que integraron esas legislaturas.

De manera personal aprendí del gran trabajo de mi maestro, el senador José Luis Lobato Campos, y de la siempre atinada conducción de Dante delgado, a quien le agradezco la oportunidad de ser además vicecoordinador de este grupo parlamentario.

Aquí entendí al Congreso de la Unión como una auténtica oportunidad para ofrecer soluciones a los problemas más sentidos de nuestros ciudadanos.

Esa es la aspiración y la razón de quienes ocupamos este honroso cargo de legisladores.

Con esa convicción en mente, a pesar de haber rendido protesta el 10 de marzo pasado, durante casi 5 meses y medio y gracias también a la confianza del coordinador de mi Grupo Parlamentario, el diputado Juan Ignacio Samperio Montaño, pude participar con todos ustedes en la construcción de una agenda incluyente, poniendo énfasis siempre en los grandes problemas nacionales:

Seguridad y justicia, derechos humanos, economía, educación, cultura, medio ambiente, empleo, bienestar social, transparencia y rendición de cuentas, poder ciudadanos, combate a la corrupción, entre otros tantos que abordamos en estos meses.

Tanto en la Cámara de Diputados como en esta Comisión Permanente, he sostenido la convicción de que nosotros no venimos a mover a México. A nosotros nos mueve México en nuestro actuar y en nuestro compromiso.

Durante ese tiempo leí artículos y escuché voces que hablaban del desempeño de los suplentes que llegan durante los últimos meses al Congreso de la Unión.

Algunas voces decían incluso de la “comentocracia”, que son los que llegan nada más a cobrar durante los últimos meses, que no hacen nada. Otros incluso me dijeron con afán bastante ilustrativo: “lévatela light. Esto ya se acabó”.

Tenemos que devolverle lustre al oficio del legislador.

Durante esos 5 meses y medio he presentado 20 iniciativas, 40 puntos de acuerdo, he subido casi 60 veces a esta Tribuna, porque creo que ser oposición implica un doble reto:

El de erigirse como una opción seria de contrapeso frente al poder público, pero también de ser capaces de construir consensos en beneficio de los ciudadanos y de decirles a éstos que sí hay de otra y que a pesar de que las cosas están mal, no tienen por qué seguir siendo siempre de la misma manera.

Con justa razón entonces es la opinión que tienen los ciudadanos de los legisladores, como lo comprueba el Informe País sobre la calidad de la ciudadanía en México 2014, que señala que menos del 20 por ciento de los mexicanos confía en los legisladores.

Las siguientes legislaturas del Congreso de la Unión tendrán que atender, también, a la parálisis legislativa, que no es un asunto menor y que debiera ser motivo de reflexión de este Congreso.

La situación se agrava si consideramos que el parlamento mexicano es de los que menos sesiona en Iberoamérica, mientras el Congreso Ecuatoriano sesiona 11 meses; la Asamblea Legislativa Boliviana 11 meses; la venezolana 10 meses y medio; el Congreso Paraguayo 10 meses; Uruguay 9 meses y medio; España 9 meses; Honduras 9 meses; Brasil 9 meses; Argentina también 9 meses. Nuestro Congreso lo hace durante apenas 6 meses.

La productividad del Congreso es entonces inversamente proporcional a lo que a los ciudadanos les cuesta mantenerlo.

En estos casi tres años, el Poder Legislativo incrementó casi 30 por ciento su presupuesto, al pasar de 10 mil a 13 mil 300 millones de pesos.

Tenemos entonces que ampliar los periodos del Congreso de la Unión.

Se quedan muchos temas pendientes.

Se queda la Reforma Política del Distrito Federal, la Ley Federal de Remuneraciones de los Servidores Públicos, y la Ley General de Propaganda Gubernamental; el incremento del salario mínimo; la pensión universal para los adultos mayores, y el seguro de desempleo, así como toda la normatividad que proteja a los ahorradores y de manera particular lo que se conoció como la Ley FICREA, que ofrezca solución a miles de ahorradores defraudados en este país.

Ante la emergencia nacional en materia económica, en Movimiento Ciudadano sostenemos que es urgente incentivar, apoyar y fortalecer el desarrollo de las micro, pequeñas y medianas empresas, toda vez que estas unidades económicas constituyen más del 90 por ciento del total de las unidades económicas del país.

Generan el 50 por ciento del Producto Interno Bruto nacional y contribuyen con 7 de cada 10 empleos de la economía formal del país.

Tenemos que seguir demandando que no se despida a trabajadores de Pemex, que se reinstale a los trabajadores que han sido despedidos. Si la situación económica nacional es alarmante, despedir trabajadores sólo los empujará al desempleo, al ocio o peor aún, al hampa.

El resultado es previsible, más miseria, menos oportunidades educativas para sus hijos; lo que aunado a las torpezas de las políticas económicas actuales deja un país sin posibilidades de crecimiento económico, en medio de la turbulencia financiera internacional.

Como si esto no fuera suficiente, los jóvenes mexicanos vemos hoy el porvenir como un paramo desolado lleno de cruces, de pupitres vacíos; no se nos olvida el horror de Ayotzinapa ni el de Tlatlaya ni el de Ostula o el que todos los días viven los periodistas veracruzanos que ven silenciadas sus libertades de expresión y de prensa, cada que un compañero suyo es asesinado.

Por todos ellos, los sin voz, es también que no podemos callar quienes tenemos tribunas públicas. Hemos demandado enérgicamente aquí esclarecer estos y otros crímenes, que enlutan a México y enlodan al Estado, poniéndolo en la primera línea de los infractores de derechos humanos.

¿Con quiénes se espera construir el futuro de esta nación, si no hacen nada por la vida de sus jóvenes?

Compañeras y compañeros:

México vive una crisis social singular que toca los cimientos de la nación y la estremece desde sus mismas nervaduras. Por eso es importante pensar en la educación ciudadana, pensar en la frase que decía José Martí: “que forme hombres y mujeres libres, la patria que quiera salvarse”.

Por eso es también que quizá como una confesión de índole estrictamente personal, tenemos que pensar que frente a quienes se asumen como mayorías monolíticas imperturbables, no podemos desesperar ante la apatía y a veces incluso ante la sordera programática de la Asamblea: esa no es razón para abandonar la plaza.

Es posible que nuestros dichos en la tribuna sean voces en el desierto, pero bastará con que alguna de las propuestas que cualquiera de nosotros ha vertido aquí, alguna tesis, alguna visión de nación, haya permeado sobre las políticas públicas de este país, para que el esfuerzo haya valido la pena.

Por eso, aunque parezca un acto de fe, seguiremos insistiendo en la necesidad de actuar con visión de Estado en las grandes decisiones nacionales.

Durante los debates sostenidos en el Congreso, a menudo he recordado lo que Soto y Gama decía en la convención de Aguascalientes: “Cuando se viene a esta tribuna –dijo Soto y Gama– no se es villista ni constitucionalista, ni zapatista; se es mexicano”.

Con esa convicción vamos a seguir trabajando por México en las siguientes legislaturas desde Movimiento Ciudadano.

A todos ustedes, muchas gracias. El debate ha sido fructífero, el intercambio de ideas también, siempre en el marco de respeto.

A la Mesa Directiva, por su tolerancia también, muchas gracias.

México merece legisladores de tiempo completo, guardianes celosos de la voluntad popular que sepan honrar con voluntad y compromiso el mandato para el que han sido electos.

Por su atención, muchas gracias.

SENADOR MIGUEL BARBOSA HUERTA: Gracias, diputado. Lo hace usted muy bien, diputado.

Tiene el uso de la palabra en nombre del Partido de la Revolución Democrática, la diputada Lizbeth Rosas Montero. Ella es vicepresidenta de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados.

DIPUTADA LIZBETH ROSAS MONTERO: Muchas gracias, querido Presidente. Con su venia.

Compañeras legisladoras y legisladores de la Comisión Permanente:

Estamos al final de una legislatura que puede calificarse como histórica, por la cantidad, lo complejo y lo profundo de las reformas aprobadas.

En estos años, se ha tocado un gran número de materias. Se trata de reformas que habían sido postergadas por muchos años y que ahora se encuentran vigentes. Sin embargo, no todas conllevan un avance en las instituciones democráticas, por cierto, la mayoría; con francos retrocesos sobre la soberanía popular o la frustración en cambios que ya se habían generado con gran expectativa en la ciudadanía.

La legislatura que termina, dejará un conjunto de reformas constitucionales de largo espectro en diversas materias, así como en la legislación secundaria, que tendrá que probar su eficacia a la luz de los resultados.

Es el caso de las reformas en materia educativa, telecomunicaciones, sobre todo en la de transparencia, hacendaria, financiera y anticorrupción, entre otras.

Incluso las reformas antinacionales a las que nos hemos opuesto como Grupo Parlamentario del PRD, a quien dignamente represento, como la energética; o las regresivas, como la laboral, que deberán demostrar empíricamente las bondades que ofrecieron sus promotores, cosa que hasta hoy no ha sucedido.

La LXII Legislatura de la Cámara de Diputados fue la más productiva, no sólo en el número de reformas aprobadas sino por el avance y profundidad en el que beneficia a la mayoría de las futuras generaciones.

Y, en el Grupo Parlamentario del PRD, en éstas precisamente se participó activamente y también de manera crítica y responsable suscitando los cambios históricos en esta legislatura.

Al término de la misma, el país enfrenta una situación compleja y difícil en la economía nacional.

Sigue sin crecer y se recorta irresponsable el gasto público aprobado para este año y el que viene.

Con la falacia de un supuesto Presupuesto Base Cero, los salarios mantienen su caída, y aunque se pueden dar las condiciones para su recuperación, se han retrasado la reforma constitucional para la desindexación de los salarios mínimos, la contabilidad de empleos generales, y sólo la suma de ocupaciones precarias y eventuales no crean nuevas ocupaciones estables y bien remuneradas.

Sigue pesando sobre la vida de los ciudadanos un clima de inseguridad e intranquilidad por el claro fracaso de las políticas en combate a la inseguridad.

La descarada fuga de “El Chapo”; la falta de rumbo y coherencia en la atención del mayor problema de nuestra sociedad, que es la inseguridad; el fracaso no reconocido en las políticas de inteligencia del gobierno.

En derechos humanos no se respetan y se producen episodios como los de Tlatlaya, Iguala, Apatzingán y Tanhuato.

Tenemos más de 23 mil personas desaparecidas y el lamentable hecho que nos ha dolido a todos los mexicanos: Ayotzinapa. Nos siguen faltando 43; compañeros legisladores, sigámoslos buscando.

La corrupción y la impunidad siguen sumiendo en el descrédito a las instituciones y al gobierno. Tienen un altísimo costo económico y mantienen capturado al gobierno e incluso a órganos regulatorios que mantienen cotos de poder que impiden consolidar el Estado de Derecho.

En materia económica se deberá propiciar un gran debate con la sociedad. Los especialistas y los académicos en torno a la propuesta de criterios de política económica para el 2016, Presupuesto Base Cero.

El gobierno federal debe comprender que reducir el gasto tiene efectos en la economía nacional, que es regresivo y que ha conducido a contracción en materia de crecimiento y en la generación de más desempleo, una sociedad de las más desiguales de todo el mundo, así como un endeudamiento del sector público que hoy representa el 40 por ciento del Producto Interno bruto.

La conformación que resulte de las elecciones de 7 de junio es un llamado de alerta para todas las fuerzas progresistas que le apuestan a una presencia activa en el Congreso, respecto al pluralismo y al defensa de los derechos humanos fundamentales.

Los temas que vendrán en la próxima legislatura son numerosos y complejos, reformas económicas para alcanzar el crecimiento de la economía, avanzar en la conquista y ampliación de los derechos humanos y de los derechos sociales.

Establecer un marco constitucional y legal que garantice la recuperación de salarios, construya la reforma de la legislación secundaria, en materia de fiscalización y rendición de cuentas y combate a la corrupción; atender los problemas de inseguridad y alcanzar la postergada reforma política del Distrito Federal.

Tengo la seguridad de que nuestro próximo grupo parlamentario del PRD sabrá estar a la altura de estos retos, como lo ha sido esta legislatura histórica, que me tocó compartir con grandes compañeros y amigos, luchadores sociales del PRD y de otros partidos.

Quiero comentarles también que el PRD seguirá impulsando los temas pendientes de la agenda. Dentro de la Cámara de Diputados tenemos pendiente la Ley General de Remuneraciones de los Salarios Públicos, que impiden precisamente los excesos en los sueldos de la alta burocracia.

Dictaminar la iniciativa con proyecto de decreto para instrumentar gobierno de coalición; aprobar la minuta de la reforma política del Distrito federal, para que a la ciudad de México se le reconozca plenamente su soberanía y el principio de capitalidad, que le permita aprobar su propia constitución, como parte del Pacto Federal, en la perspectiva de convertirse en una ciudad capital, con carimbos en las demarcaciones territoriales.

En la Cámara de Senadores, compañeros, también tienen varios pendientes: aprobar la minuta con proyecto de decreto que reforma la Constitución para acotar la inmunidad constitucional; no más fuero para legisladores.

Impulsar la minuta con proyecto de decreto que expide la Ley para la Fiscalía General de la República; queremos una fiscalía autónoma, libre de presión, que fortalezca las funciones de las fiscalías especializadas en anticorrupción y delitos electorales.

Aprobar la minuta con proyecto de decreto con reforma constitucional que faculta a las entidades federativas, a los gobiernos de coalición.

Aprobar la minuta con proyecto de decreto por el que se reforman disposiciones a la Constitución en materia de vejación del salario mínimo.

Y una de las más importantes, aprobar la minuta con proyecto de decreto para generar esta pensión universal para adultos mayores y seguro de desempleo.

Otra que vimos ayer: la Ley del Consejo nacional para la Evaluación de la Política de Desarrollo Social. Precisamente vivimos una situación de crisis que es urgente atender y nos guste o no, son las cifras oficiales de una dependencia que el Estado creó precisamente para evaluar los programas sociales. Y necesitamos corregir el rumbo, compañeros legisladores.

Otro tema que me ha causado mucho gusto porque fue una propuesta del Grupo Parlamentario del PRD, de mi compañera Gloria, y que además tienen pendiente también por acá, la Ley General del Derecho a la Alimentación Adecuada.

Ayer vimos 2 millones de pobres más; 55.3 de pobres y 11.4 millones en pobreza extrema

Y como lo decía mi compañero, senador Ríos Piter, no podemos dejar que pasen 164 años para que la gente en México, para que nuestro pueblo de México tenga para comer, tenga para vivir bien.

Finalmente, compañeros legisladores, felicito a todos mis compañeros de todos los grupos parlamentarios, en especial al Presidente del Senado, a mi compañero Miguel Barbosa; a mi Coordinador Parlamentario, Miguel Alonso Raya; al Vicepresidente del Senado, Luis Sánchez; al Vicecoordinador; a la Vicecoordinadora del Grupo Parlamentario en el Senado, mi compañera Dolores Padierna, de quienes he aprendido con humildad y compartido como pares este trabajo legislativo.

A mis compañeros Gloria, Fernando Belaunzarán, Lulú Amaya, Graciela, León Mendívil, la senadora Angélica de la Peña, mi compañero y amigo, compañero Ríos Piter, Armando; mi compañero Zoé Robledo, y todos y cada uno de los legisladores presentes con los que me ha tocado trabajar.

Invito a mis compañeros de todas las fracciones a seguir con una dinámica plural y abierta, de colaboración y coordinación entre el Senado y la Cámara.

Generar verdaderos consensos, aprender a escuchar, aprender a aceptar los errores, vengan de donde vengan. Si un gobernante de nuestro color, de nuestro Partido se equivoca, hay que venir a decirlo.

Y este es el lugar para que corrijan el rumbo.

Representarlos con dignidad e integridad como legisladores, de forma transparente, de forma responsable.

¿Por qué? Porque no nos representamos a nosotros mismos compañeros. Representamos a los ciudadanos, a los millones de mexicanos.

Por eso compañeros, todavía México puede corregir el rumbo.

Democracia ya. Patria para todos.

Muchas gracias senador.

SENADOR MIGUEL BARBOSA HUERTA: Gracias diputada.

En uso de la palabra el senador Juan Carlos Romero Hicks, del Grupo Parlamentario del Partido Acción Nacional.

SENADOR JUAN CARLOS ROMERO HICKS: Con el permiso de la presidencia.

Distinguidos legisladores:

México es un país que lleva prisa, que tiene luces y sombras y grandes contrastes.

Llegamos a esta legislatura con una gran cantidad de expectativas, algunas probablemente se cumplieron en el camino y otras quedan pendientes.

En democracia nunca hay punto final. Hay punto y seguido; hay punto y aparte y hay que construir, hay que dialogar, hay que correr el riesgo de aprender de todas las personas.

Avanzamos en algunos aspectos: la reforma laboral, la educativa, la energética, telecomunicaciones, la político-electoral, la financiera, anticorrupción. Sin embargo, el contraste es inmenso.

Cuando uno asiste a los 2 mil 457 municipios del país, encontramos un México que tiene una gran necesidad de resultados, resultados y más resultados. En algunas reformas, el Grupo Parlamentario de Acción Nacional no acompañó al resto de los grupos; es el caso por ejemplo, de la reforma fiscal, tóxica y aspectos que tienen que ver con temas pendientes, particularmente en la economía y las finanzas.

Hay que huir en el balance de la leyenda rosa y de la leyenda negra, porque siempre hay maneras de evaluar de manera alternativa y complementaria.

Quiero referirme y agradezco la generosidad de los diputados y los senadores de Acción Nacional, al momento que vive actualmente el país. Vivimos una crisis de credibilidad, cuando un político habla, ¿quién le cree?

Cuando una autoridad emite alguna comunicación, ¿se habla con verdad? ¿Se busca la justicia? ¿Se hace dentro el marco del Estado de Derecho?

Indiscutiblemente que hay una crisis de credibilidad de las instituciones mexicanas, particularmente por dos razones:

La primera, la corrupción y su hermana gemela, la impunidad. Y la segunda, la falta de resultados.

El día de hoy los grupos legislativos de Acción Nacional, tanto de la Cámara de Diputados como del Senado, hemos introducido dos proyectos de legislación:

Una para la ley general del sistema nacional de anticorrupción, y la otra para la ley general para el combate a la corrupción; particularmente en tres momentos:

La prevención, la investigación y la sanción.

¿Qué es lo que requerimos para combatir la corrupción?

La transparencia. Y en eso queremos avanzar en las declaraciones personal, patrimonial, fiscal y de intereses por parte de todos los intereses públicos; que estén en línea la evolución de toda la información, los sistemas de compras, los concursos y toda la información de los servidores públicos y también la participación de la sociedad a través de la ciudadanía.

Nosotros creemos en este principio de tanta sociedad como sea posible y tanto gobierno como sea necesario. En la parte de la investigación, queremos consolidar la Auditoría Superior de la Federación y la Fiscalía Especializada contra la Corrupción.

Nunca más una ocasión en que un subordinado revise a su jefe, donde evidentemente hay un conflicto de intereses, en donde se puede argumentar la parte legal, sin embargo no hay duda que se falló a la ética. Lo más claro es lo más decente, cuentas claras, amistades y sociedad consolidada.

Y por otra parte, en lo que tiene que ver con el marco de las sanciones, nunca más un subordinado exonerando a su jefe, independientemente que sea en el municipio, el estado o la Federación; y para eso queremos una mayor consolidación del Tribunal Federal de Justicia Administrativa y del propio Poder Judicial, y en esto queremos el acompañamiento de la sociedad civil organizada.

México está al fervor del dolor y está acumulando más pobreza, más falta de confianza, más desigualdad y, sobre todo, como se ha referido por diferentes actores públicos, el problema de la confianza.

La palabra confianza viene de dar mi fe, deviene de dar mi aval sobre lo que se está diciendo.

¿Cuánto vale la verdad en este país?

¿Cuánto vale la libertad?

¿Cuánto vale la justicia?

¿Cuánto vale el Estado de derecho?

¿Y cuánto vale la credibilidad de unos y de otros?

Este momento crítico nos involucra a todos, a los partidos políticos, al municipio, al estado, a la federación, a todas las personas que en la sociedad quieran contribuir.

Y tenemos que entender de una vez por todas que la probabilidad es una divisa y no es un mal tolerado; y que, en política, debatir no es reñir y discrepar no es reprimir.

Quiero extender la mano y abrir el corazón a todas las fuerzas políticas.

La cadena es tan fuerte como el eslabón más débil. Nadie es el dueño exclusivo de la verdad. Todos somos necesarios; si alguien no está, estamos en falta.

Y, en particular, desde luego que quiero agradecer a los diputados que hoy terminan, o en los próximos días, su trabajo; y, en especial al Grupo Parlamentario de Acción Nacional, que está concluyendo y que me ha confiando el día de hoy el poder compartir este mensaje:

“Para los que llevamos a México en la piel. Para los que desde la Mesa Directiva, las juntas directivas, las dirigencias de los partidos políticos, tenemos que mirar al futuro. Ese futuro es nuestro y es de todos.

La diferencia entre lo que somos y lo que queremos ser, es el tamaño de los ideales. Si las ideas nos hacen fuertes, los ideales nos harán invencibles”.

Enhorabuena por todos. Felicidades.

SENADOR MIGUEL BARBOSA HUERTA: Gracias, senador.

En uso de la palabra el diputado Manuel Añorve Baños, del Grupo Parlamentario del Partido Revolucionario Institucional.

DIPUTADO MANUEL AÑORVE BAÑOS: Con su permiso, señor Presidente.

No quisiera dejar pasar la última sesión de esta Comisión Permanente, para expresar a nuestros amigos legisladores de todas las fuerzas políticas de la Cámara de Diputados y en el Senado de la República, un especial y sincero reconocimiento propio y a nombre de mis compañeros diputados y diputadas, senadoras y senadores.

Particularmente de nuestro coordinador en el Senado de la República del Grupo Parlamentario del PRI, Emilio Gamboa; y de quien fuera, por supuesto, nuestro coordinador en esta legislatura en Cámara de Diputados, el diputado con licencia Manlio Fabio Beltrones, por supuesto, por el trabajo realizado en la LXII Legislatura del Congreso de la Unión y antes de abrir paso a lo que será un nuevo periodo constitucional con la instalación de la LXIII Legislatura a partir del próximo 1º de septiembre, porque por encima de las diferencias, como aquí se ha dicho que nos distinguen, también hay propósitos que nos unen y responsabilidades que hemos cumplido para hacer de estos tres años un periodo histórico en muchos sentidos.

Vale recordar que iniciamos nuestra legislatura en la transición de un gobierno a otro de signo político diferente, en lo que fue la segunda alternancia de nuestra vida democrática, una etapa en la que el Congreso jugó un papel de primer orden, como garante de buen curso de nuestra vida institucional y mostró su fortaleza como factor de equilibrio entre los poderes de la unión.

En nuestros días iniciales como legislatura recibimos por primera vez y sólo por hacer una referencia, dos iniciativas preferentes del Ejecutivo saliente, poniendo en práctica una reforma aprobada en la legislatura inmediata anterior, precisamente con la intención de modernizar la integración del Congreso con el Ejecutivo y fortalecer la colaboración entre ambos en beneficio del país.

Hicimos así que la pluralidad de nuestra representación política no fuera signo de parálisis o de desgaste inconveniente entre el Ejecutivo y el congreso.

Durante estos tres años seguimos esa misma ruta de reformas sobre el sólido cimiento de un congreso plural y activo, como nunca antes en su tarea transformadora.

No alcanzaría el tiempo para enumerar los múltiples cambios a nuestro marco constitucional y a nuestras leyes, tanto de carácter económico como político, del sistema de justicia y de carácter social que se aprobaron en la legislatura que concluye.

Todo ello es un contexto de intensos y acalorados debates, que son propios de un ejercicio democrático intenso y de fondo, pero que no por ello nos hizo apartar de nuestra función fundamental: arribar a acuerdos, acercar posiciones, buscar consensos y construir mayorías parlamentarias que se reflejaron en votos y en minutas aprobadas en una y otra cámara.

Actuamos convencidos de que conjunto de reformas aprobadas significan una plataforma necesaria para lograr el crecimiento económico y el desarrollo nacional que nos permita ofrecer empleo y mejores oportunidades a nuestra gente, porque sólo con crecimiento y desarrollo se puede disminuir de manera permanente la pobreza y combatir la desigualdad lacerante que aún padecemos.

Sólo con crecimiento e instituciones democráticas fortalecidas podemos satisfacer las grandes demandas sociales y ofrecer una sólida perspectiva de futuro a las generaciones venideras.

Los acuerdos políticos que impulsó el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto a lado de las principales fuerzas políticas del país, allanaron el camino al trabajo parlamentario, pero el congreso cumplió cabalmente su función y aquí se debatieron las iniciativas y se realizaron los cambios que se consideraron necesarios en muchas de ellas, tal como ocurre en cualquier democracia moderna.

Amigas y amigos legisladores:

Aún hay tareas pendientes y esfuerzos que nos e lograron concretar por falta de tiempo o acuerdos no consolidados y nada más ajeno, y quiero subrayarlo, en mi intención que el autoelogio o la complacencia, pero estoy convencido que quienes tuvimos el privilegio de participar en esta LXII Legislatura debemos sentirnos satisfechos porque el balance de nuestro trabajo es positivo y en él está representado el esfuerzo de todos y cada uno de los legisladores que formamos parte de ella.

Hoy se vislumbran nubarrones en el panorama económico mundial, que afectan las economías, plantean retos complejos a todas las naciones.

México no puede sustraerse a ellos, pero hoy cuenta con instituciones democráticas mucho más sólidas y con reformas en marcha que nos preparan mejor para superar las dificultades que ya empiezan a presentarse.

Una de estas instituciones es, sin duda, el Congreso de la Unión, que estoy seguro habrá de seguir actuando con responsabilidad y el espíritu de servicio a la nación que lo ha caracterizado.

En unos días se instalará una nueva legislatura, con nuevos integrantes en la Cámara de Diputados, que enfrentarán nuevos desafíos, con nueva composición igualmente plural y diversificada, con nuevas fuerzas políticas y legisladores independientes, merced a la Reforma Política Electoral que aquí aprobamos y discutimos.

Es un logro democrático que se expresará seguramente en un trabajo legislativo responsable, comprometido con la estabilidad, con la paz y con el bienestar de México y de sus habitantes.

Yo quisiera felicitar, por supuesto, a todos los coordinadores parlamentarios de esta Comisión Permanente.

Felicitar particularmente a nuestro amigo, el Presidente de la Mesa Directiva, senador Miguel Barbosa Huerta, y por supuesto sin duda, el trabajo, subrayado, convencido de lo que aquí señalo, de todo el oficio político de los integrantes de esta Comisión Permanente para llevar a buen puerto las negociaciones que aquí de manera continua se encabezaban.

Reafirmamos nuestra vocación para ser el lugar y siempre sea así, de reflexión, de estudio, de serenidad de lo que requiere el país con los acuerdos y los consensos.

Por eso no pierdo la oportunidad para decirles a los señores compañeros y amigos diputados y diputadas, senadores y senadores que continuarán su tarea, particularmente a ellos en la próximo legislatura, que les expreso gratitud y nuestro mejor deseo para que continúen con éxito sus responsabilidades por venir.

A mis compañeros diputados que emprenderán, de todas las fuerzas políticas, o ya han emprendido otros quehaceres en la política, les deseamos la mejor de sus tareas futuras.

A todos, a todos con afecto y con aprecio a nombre del Grupo Parlamentario del PRI en la Cámara de Diputados y en la Cámara de Senadores, les ofrecemos la mano de amigos con un hasta pronto.

Es cuanto señor Presidente.

SENADOR MIGUEL BARBOSA HUERTA: Quiero que se me permita –sonido en el escaño del senador Arturo Zamora-.

SENADOR ARTURO ZAMORA JIMÉNEZ: Muchas gracias.

Muchas gracias señor Presidente.

Solicité hacer uso de la palabra, si ustedes me lo permiten compañeras y compañeros legisladores, a nombre de nuestro muy querido amigo y Coordinador, Emilio Gamboa Patrón, quien me ha pedido, primero, que les transmita un saludo a todas y todos ustedes.

Y encarecidamente hacer un reconocimiento a la Mesa Directiva de la Permanente, a su Presidente, el senador Miguel Barbosa Huerta.

Hacer un reconocimiento al trabajo que se realizó en esta Permanente, pero subrayadamente por la labor que, como senador de la República, ha venido realizando durante todo este tiempo el senador Miguel Barbosa Huerta.

Tengo el gusto de acompañarlo como vicepresidente en Mesa Directiva, pero hoy tengo la doble responsabilidad y la gratitud de mi coordinador, Emilio Gamboa Patrón, de transmitirle al senador Miguel Barbosa Huerta sus respetos, de decirle que ha sido un presidente en el Senado de la República que ha trascendido porque conoce y reconoce las disposiciones del Reglamento, las aplica con puntualidad y también en sus hechos conoce y reconoce las reglas no escritas de la política, que han permitido en el presidente Miguel Barbosa Huerta, así lo afirma nuestro coordinador, el senador Emilio Gamboa Patrón, ha permitido la viabilidad durante todo este ejercicio de este año legislativo, la solución a reformas constitucionales, a reformas secundarias, nombramientos importantes, disposiciones convencionales que se han tenido que llevar a cabo aquí, en el Senado de la República.

Nosotros tenemos un gran reconocimiento por la institucionalidad con la que el senador Miguel Barbosa Huerta ha manejado la presidencia del Senado de la República sin duda alguna, porque esa institucionalidad no lo ha apartado nunca de sus convicciones, no lo apartó jamás ni en ningún momento de sus convicciones ideológicas y tampoco de lo que él representa como coordinador del Grupo Parlamentario del PRD.

Es un gran reconocimiento que él tiene de nosotros, porque además de la experiencia jurídica, la experiencia sociológica y la experiencia política que le preceden y que él tiene y que puso en práctica, sin duda alguna habla de él como un hombre de palabra y habla de él como un hombre que permitió transitar incluso en los momentos más complejos, al Senado de la República.

Por eso a nombre del senador Emilio Gamboa Patrón, nuestro reconocimiento y felicitación al señor presidente, don Miguel Barbosa Huerta.

SENADOR MIGUEL BARBOSA HUERTA: Gracias, Arturo.

La diputada Lilia. Sonido en su escaño, por favor.

DIPUTADA LILIA AGUILAR GIL: Muchas gracias, señor presidente.

Solamente para, en esta última intervención de ya una Legislatura de muchas, sumarme a esta felicitación que hace el senador Zamora.

No solamente a nombre del diputado Alberto Anaya, coordinador en la Cámara de Diputados del Partido del Trabajo; sino a nombre de los diputados y como ya lo hizo el senador Bartlett, reconociendo su apertura y si inclusión. Y felicitar, igualmente, a la Mesa Directiva.

Y si usted me lo permite, también aprovechar estos momentos para agradecer a los coordinadores en la Cámara de Diputados, en la Cámara de Senadores, por estos tres años en donde en las diferencias y en las coincidencias vivimos, pues, una Legislatura que unos dirán que pasará a la historia, otros dirán que pasará a la historia como la más nefasta.

Yo quisiera agradecer también al diputado Raya, al jefe Raya, al diputado Añorve, al diputado Beltrones, al que ya le dimos su despedida; a la diputada Sanjuana, que ha sido generosa con su servidora; al diputado Willy Ochoa y a muchos amigos que dejamos acá y que no nos dará el tiempo para agradecer.

Yo cerraría diciendo, señor Presidente, agradeciendo su generosidad de darme la palabra, que lo que hemos vivido en esta legislatura son simplemente dos visiones de país.

Yo aprendí en estos tres años o catalogaría a estos tres años con Ayotzinapa, Tlatlaya, Tanhuato, Higa, Oceanografía, corrupción, impunidad, crisis económica, falta de política social y desigualdad. Y habrá quienes la cataloguen de manera diferente.

Lo único que podemos concluir es que hay dos visiones de nación y que solamente el tiempo nos dará la razón a unos u a otros. Pero lo que sí podemos decir es que todos con fortaleza y con ideales estamos defendiendo esas visiones de país.

México es un país moderno con instituciones viejas que tienen que ser evolucionadas, y creo que hemos participado de alguna u otra manera en la construcción o en la destrucción de los mismos.

Yo cerraría diciendo que al final entiendo que todo concluye, pero nada perece, y el tiempo nos dará la razón o nos la quitará.

Muchas gracias, señor Presidente.

SENADOR MIGUEL BARBOSA HUERTA: Gracias, diputada Lilia Aguilar.

El diputado Fernando Belaunzarán también ha pedido uso de sonido en su escaño.

DIPUTADO FERNANDO BELAUNZARÁN MÉNDEZ: Sí, gracias Presidente.

Simplemente agradecerles a todos. Esta fue una legislatura frenética; muchísimos temas, muchísimas reformas.

En algunos estuvimos de acuerdo que creemos que hacen historia, como la reforma educativa, como la reforma constitucional en telecomunicaciones, como la Ley General de Transparencia que va a hacer una revolución en la vida pública, sobre todo cuando los ciudadanos la aprendan a utilizar van a ver el alcance tremendo.

Dejamos una tarea pendiente de primera importancia a la siguiente legislatura, que son las leyes secundarias en anticorrupción, porque el esquema nacional anticorrupción no va a funcionar hasta que no estén las leyes secundarias. Esa es nuestra gran o la gran tarea que dejamos.

Pero les quiero decir que tengo aprecio por todos. Mi reconocimiento para todos.

Por supuesto, para el Presidente del Senado, Miguel Barbosa Huerta; para los coordinadores con los que tuvimos comunicación. Llegamos a acuerdos, pudimos discrepar.

Decía Javier Barros Sierra en una entrevista muy famosa: “No nos quieren porque discrepamos. Viva la discrepancia”. Me parece que esa debe ser la esencia, por lo menos de la izquierda en la que yo creo y considero y estoy comprometido; una izquierda que quiere tender puentes porque entiende que la recuperación de este país no puede ser labor de unos cuantos ni de un grupo de elegidos, sino tiene que ser colectiva y en este país cabemos todos.

No dejo de expresar mi preocupación por las amenazas a los derechos y las libertades. Creo que la guerra contra las drogas ha sido profundamente perniciosa en todos los ámbitos y uno de ellos es el de los derechos humanos y las libertades.

Veo con preocupación que México sea uno de los países donde la prensa corra más riesgos en el mundo; es decir, donde sea más peligroso ejercer la función del periodismo, y si no hay periodismo no hay libertad de prensa, no hay libertad de expresión, no hay ninguna otra libertad.

Por eso me preocupa esto; me preocupa que haya amagos de censura en Uno Punto; me preocupa, disculpen la franqueza, el veto presidencial contra Carmen Aristegui, que no la podemos ya escuchar en el cuadrante. Me preocupan esas cosas. Ojalá podamos hacer los cambios que demanda la sociedad, que demanda claramente la sociedad, preservando nuestras libertades y derecho, incluso ensanchándolos.

Pero bueno, más que nada quiero reconocerlos a ustedes, es un privilegio; agradezco a mi partido y agradezco a los ciudadanos que hayan dado la oportunidad, la maravillosa oportunidad de servir a mi país como legislador.

Puse el mayor de mis empeños con alma vida y corazón en estos tres años, sé que lo hicieron también otros que sienten este mismo orgullo, porque buscar una forma de servir a este país desde las coincidencias, desde las diferencias, les digo que me pueden considerar un amigo, los respeto a todos de verdad, de corazón.

Gracias.

SENADOR MIGUEL BARBOSA HUERTA: Gracias Fernando.

El diputado Raya, el senador Ríos Piter, el senador Gerardo Flores, el diputado Juan Pablo Adame y el diputado Doval.

Diputado Raya.

DIPUTADO MIGUEL ALONSO RAYA: Gracias presidente.

Primero para reconocer a todas y a todos los diputados, senadores de esta Comisión permanente del Congreso de la Unión; a todos los coordinadores de los grupos parlamentarios tanto del Senado como de la Cámara de Diputados, nuestro agradecimiento por el respeto a las posiciones que en los diferentes temas fuimos cada quien, en todo caso, fijando y estableciendo en el marco de los debates que se dieron, tanto en el Senado como en la Cámara de Diputados, en el marco de las diferentes reformas.

El reconocimiento a la mesa Directiva que encabezó esta Permanente, por el trabajo profesional y desde luego mi reconocimiento en lo particular a ambas cámaras por que eligieron y tuvimos como presidentes, en el Senado como en la Cámara de Diputados, a compañeros de las bancadas del partido de la Revolución Democrática: a Julio César Moreno, en el caso de la Cámara de Diputados, para culminar el proceso, empezando por Silvano Aureoles, y a nuestro compañero Miguel Barbosa como presidente de la Cámara de Senadores.

Nuestro reconocimiento al trato, al respeto para poder mantener la diversidad, la pluralidad en la cámara, no voy a mencionar, a meterme con los temas, en eso ya tuvimos oportunidad de fijar postura, de fijar nuestro punto de vista, de decir abiertamente, y ese es parte del reconocimiento, lo que pensábamos de cada una de las reformas, lo que nuestra convicción respecto al fondo de cada uno de los planteamientos e iniciativas que se presentaron, es nuestro voto, aquí queda constancia, de en qué sentido votamos en cada una de ellas y las razones por las cuales votamos a favor o votamos en contra de las mismas.

Quisiéramos con ustedes, en adelante y el reto es, en todo caso, cómo le hacemos para encontrar un camino que le sea útil a todo el país, que le sea útil a México, no a tal o cual partido, no a tales o cuales intereses, sino cómo encontramos el camino que permita recuperar el crecimiento, el respeto a los derechos humanos, recuperar el camino que nos permita fortalecer la libertad de expresión, que nos permita garantizar lo que establece la Constitución, lo que hemos ido logrando en el marco de las reformas, cómo traducimos eso en mejores condiciones de vida y de trabajo para las millones de familias en este país.

Ese es un gran reto y ojalá en eso podamos seguir coincidiendo. Yo simplemente desearles a todos, darles las gracias y desearles a todos los mejores éxitos y nuestro agradecimiento a todos los coordinadores y a usted, señor presidente, felicidades.

SENADOR MIGUEL BARBOSA HUERTA: Gracias diputado.

El senador Ríos Piter.

SENADOR ARMANDO RÍOS PITER: Muchas gracias señor Presidente.

Yo quiero aprovechar, como compañero del Partido de la Revolución Democrática, felicitar, reconocer el trabajo que usted realizó como Presidente, lo hago a título personal, como compañeros, como camaradas que somos de Grupo Parlamentario.

Pero quiero aprovechar la palabra para destacar que este año, fue un año de enormes retos, creo que fue un año de un importante trabajo.

Para algunos esta Legislatura puede tener claroscuros. Algunos tendrán cosas malas, algunos tendrán cosas buenas, pero sin duda alguna será una legislatura histórica.

Creo que como pocas veces en la historia del país ha habido tal cantidad de carga legislativa.

Y creo que en el reconocimiento de este pasado año es importante hacer un recuento de que ha sido un año difícil, un año de enormes complejidades y que apuntala que vienen fechas de mayor complejidad: en lo económico, en lo social y en lo político.

Yo quiero destacar, Presidente, su trabajo porque independientemente de la posición ideológica que ocupamos en este Cuerpo Colegiado, pues creo que el trabajo con los otros grupos parlamentarios fluyó, tuvo buenos resultados.

Yo me siento contento con haber avanzado, creo que históricamente en el tema de transparencia.

Yo creo que en el tema de corrupción, aun cuando faltan cosas, hay bases importantes y hay una semilla que nos puede empujar pues para combatir con el principal flagelo que hoy tenemos: corrupción e impunidad, sin los cuales, o digamos, sin los cuales no podría explicarse las distintas crisis que hoy vivimos.

De tal manera, señor Presidente, a nombre del Partido de la Revolución Democrática, le agradecemos mucho, sobre todo que haya sido ecuánime y que como compañero nos haya permitido destacar que el Partido de la Revolución Democrática tiene la visión de trabajar con todas y con todos los legisladores.

Muchas gracias.

SENADOR MIGUEL BARBOSA HUERTA: Gracias senador.

El senador Gerardo Flores.

SENADOR GERARDO FLORES: Muchas gracias Presidente.

De igual manera que lo han hecho mis demás compañeros legisladores, a nombre de los senadores del Partido Verde, de mi Coordinador del Grupo Parlamentario, desde luego, queremos y coincidimos con quienes me antecedieron en el uso de la palabra, en hacerle un reconocimiento por este año en que usted encabezó la Mesa Directiva del Senado de la República; por este periodo en el que también encabezó la Mesa Directiva, que condujo los trabajos de esta Comisión Permanente que hoy concluye sus trabajos, reconocemos en usted, como ya lo hicieron mis compañeros, el balance para, sin dejar de lado, sus posiciones o sus ideales; también cuidar el sano desarrollo de las discusiones en el Senado de la República.

Culmina este Tercer Año de Ejercicio de la Sexagésima Segunda Legislatura y la Legislatura también, con una característica clara de una conducción muy atinada por parte de usted, también de los vicepresidentes de la Mesa Directiva en el Senado de la República, y los secretarios de la Mesa Directiva; lo mismo hago con la Mesa Directiva de la Comisión Permanente.

Yo coincido, por ejemplo, con lo expresado por mi colega senador Romero Hicks, hace un momento en Tribuna, donde él señalaba que todas las posiciones son válidas, que no podemos dejar de fuera ninguna.

Y yo en ese sentido difiero de las posiciones que de repente por aquí he escuchado el día de hoy en el sentido de que hay dos visiones de nuestro país.

Yo creo que incluso hay muchas más visiones y es bueno que en el Senado de la República, en la Cámara de Diputados siempre tengamos debates constructivos y eso en gran parte se debe a la conducción de legisladores dedicados y comprometidos como usted.

A nombre del Partido Verde, nuevamente le hago un reconocimiento por este tercer año. Estamos agradecidos por el trato que también dispensó a nuestro grupo parlamentario.

Es cuanto, señor presidente.

SENADOR MIGUEL BARBOSA HUERTA: Gracias, senador.

El diputado Juan Pablo Adame.

DIPUTADO JUAN PABLO ADAME: Muchas gracias, presidente.

En primer lugar, felicitarlo a usted por su trabajo. Siempre es bueno tener a un presidente que muestra apertura, sensibilidad y transparencia para decir las cosas y por qué no, a veces un poco de sentido del humor. Eso se agradece.

Nosotros no podemos hacer una evaluación solamente en un año, es nuestra obligación hacerla de los tres años que estuvimos en la Cámara de Diputados.

Coincido con otros compañeros en rescatar lo valioso de las reformas estructurales, lo importante y lo central es lo que le pueda cambiar la vida a los mexicanos. Así votamos los legisladores del PAN, así voté como joven todas esas reformas estructurales.

Por eso, para mí es ver al futuro con esperanza, porque esas reformas que votamos en esta Legislatura, darán muchos frutos. Quizá no a esta generación, pero sí a las futuras generaciones.

Y en el fondo hay que encontrar esa sensibilidad de lo que estamos haciendo aquí y para quién estamos legislando: estamos legislando por esas futuras generaciones que tendrán que sacar adelante a este país.

Hay que también y hago una evaluación de lo valioso que fue estar aquí, por vivir el espíritu del Parlamento, de darle a la palabra ese poder, de poder expresar aquí los sentimientos, los pensamientos, las expresiones, las ideologías que se tengan; pero siempre respetando al otro.

Por supuesto que en esta expresión se da también obligadamente la búsqueda de acuerdos y eso fue algo que logramos construir en esta Legislatura. Por eso yo también quiero agradecerles a todos ustedes, compañeros diputados y senadores, que aun a pesar de mi edad, siempre tuvieron conmigo una palabra de respeto, un consejo y la posibilidad de que diera mi punto de vista.

A todos ustedes gracias, porque constituyen una parte de mi formación.

Por último, quisiera decirles a todos que un joven no puede estar cien por ciento satisfecho con lo que se hizo, pudimos haber hecho más; pero lo que hicimos estuvo siempre pensado en el bien común y eso es lo más valioso para cada uno de nosotros: que sea para bien de México y que recordemos siempre juntos esta Legislatura.

Muchas gracias.

SENADOR MIGUEL BARBOSA HUERTA: Gracias, Juan Pablo.

El diputado Doval.

DIPUTADO FERNANDO RODRÍGUEZ DOVAL: Muchas gracias, presidente.

Me uno, primero que nada, a la felicitación a usted por su conducción imparcial, su conducción tolerante, su conducción –ya se ha dicho también– plagada de sentido del humor, el cual siempre se agradece en la política, y también su conducción llena de cultura y sabiduría.

Gracias, Presidente.

Quiero agradecer también en esta oportunidad a los cuatro coordinadores parlamentarios que hemos tenido los diputados de Acción Nacional.

En primer lugar, a Luis Alberto Villareal;

En segundo lugar, a José Isabel Trejo;

En tercer lugar, a Ricardo Anaya;

Y en cuarto lugar, a nuestro actual coordinador, Marcelo Torres.

Y, por último, quiero aprovechar estos breves momentos para hacer una reflexión sobre el propio papel que tiene el parlamento en toda democracia.

No puede haber una democracia eficaz, si el Poder Legislativo deja de cumplir con sus funciones de representación, de fiscalización y de legislación.

Nosotros hemos tenido el enorme reto, la gran responsabilidad en estos tres años de tratar de elevar la dignidad del Poder Legislativo.

Espero, por parte de los diputados de Acción Nacional, que hayamos contribuido a eso.

Dicen que el parlamento es la gran esperanza del futuro, toda vez que, si hablamos en la teoría clásica de los tres poderes, el Poder Ejecutivo es el que se encarga del presente al administrar el día a día, al ejercer los recursos públicos.

El Poder Judicial es el que se encarga de analizar el pasado, lo que ocurrió ayer, y buscar la justicia.

Y, en cambio, el Poder Legislativo es el que construye y vislumbra un futuro, porque se encarga de proyectar a través de las leyes lo que todos queremos para construir el bien común.

Es, por lo tanto, el Poder Legislativo el mayor referente de la esperanza, o debe de ser el mayor referente de la esperanza en la política de cualquier país.

Decía el ilustre pensador y diputado de Acción Nacional, Carlos Castillo Peraza, que la política tiene que ser constructora de esperanza, generadora de esperanza. La gente tiene que poder esperar algo de los políticos y de la política. Y, siendo el parlamento el lugar donde más política se hace, tiene que ser también el lugar donde más esperanza se genera.

No olvidemos además, compañeros y compañeras, que la esperanza es una virtud teologal. Y por eso mismo quiero decirles a todos ustedes que me dio mucho gusto estar en esta legislatura y que estoy seguro que nos volveremos a encontrar y que Dios y la vida nos volverán a dar una oportunidad.

Muchas gracias.

SENADOR MIGUEL BARBOSA HUERTA: Gracias, Fernando.

La senadora Gómez del Campo.

SENADORA MARIANA GÓMEZ DEL CAMPO: Muchas gracias, Presidente.

Ya lo han dicho aquí la mayoría de mis compañeros. Muy agradecida con el Presidente del Senado, el Presidente de esta Comisión Permanente por su trabajo, por su entrega, por su lucha todos los días, por los momentos difíciles además por los que le tocó atravesar a nuestro Presidente; no nada más en la parte política sino también en la parte personal, y por la fuerza que nos transmite todos los días.

De verdad quiero decirle, Presidente, nos faltan todavía tres años, pero he hecho aquí un gran amigo, que es el Presidente del Senado, el Presidente de esta Comisión Permanente.

Y también me alegra mucho el toque que le ha dado al Senado de la República, porque le da alegría, le da una dinámica distinta a la clásica dinámica por la que nos identifican los ciudadanos desafortunadamente: el político acartonado. Con esas bromas y con ese toque especial, le da una sensación distinta a este recinto y a cualquier recinto, estoy segura de ello.

Yo quiero agradecer a todos los integrantes de esta Mesa Directiva; a los diputados federales, también me llevo muy buenos amigos. Les deseo mucho éxito en las tareas que cada uno de ustedes van a emprender.

Nosotros seguimos aquí con la larga labor de tres años. Iniciaremos una nueva legislatura que seguramente será igual de intensa que ésta. Lo que sí estoy segura es que no habrá legislatura más productiva que la que termina en este momento.

La legislatura más productiva, se aprobaron las reformas que México deseaba desde hace ya muchas décadas y yo solamente espero que sigamos trabajando con mucha fuerza, que sigamos haciendo lo necesario para cambiar a México y aquí decía el senador Gerardo que era bueno que hubiese varias visiones.

Claro que es muy positivo que haya varias visiones sobre lo que queremos para México, pero yo creo que al final todos tenemos el mismo objetivo, que le vaya bien a la gente, que podamos legislar a favor de la gente y que la gente sienta que las cosas están cambiando, gracias a la labor que hacemos desde el Congreso de la Unión.

Enhorabuena presidente y será un placer seguir conviviendo los próximos tres años y tenerlo vivito y muy sano aquí entre nosotros.

Gracias.

SENADOR MIGUEL BARBOSA HUERTA: Gracias Mariana.

Señoras y señores legisladores:

Quiero, a manera de cierre de los trabajos de esta Comisión Permanente, no clausura de la misma, porque podría ocurrir algún evento extraordinario que nos obligara a sesionar con las atribuciones de este órgano del congreso mexicano.

Debo decirles que todos los órganos colectivos, como son las cámaras del Congreso de la Unión, como es la Comisión Permanente del Congreso de la Unión, adquieren el perfil de sus integrantes.

Y las y los legisladores, diputados, senadoras, senadores, que fuimos parte de esta Comisión permanente, la del segundo receso del tercer año de ejercicio de la Sexagésima Segunda Legislatura, son políticos y políticas, legisladoras, legisladores de alto perfil y, por tanto, este justo perfil se reflejó en los trabajos que se desarrollaron en este órgano del Congreso Mexicano.

Y permítanme solamente hacer una relatoría de números, para ver todo lo que se desarrolla en cuatro meses, en esta labor de legisladores.

Tuvimos 17 sesiones de pleno, cinco sesiones solemnes, 218 iniciativas se recibieron; 17 iniciativas de congresos locales; mil 17 proposiciones presentadas, de temas de toda índole; 750 dictámenes aprobados; 9 proposiciones aprobadas de urgente resolución; 16 licencias otorgadas a legisladores; 71 reincorporaciones de licencias previas.

Dos nombramientos recibidos, 14 acuerdos de la Comisión Permanente y 4 declaratorias de aprobación de reformas constitucionales.

Agradezco la espléndida labor de los integrantes de la Mesa Directiva de esta Comisión Permanente.

Pudimos encontrar un desarrollo sin ningún obstáculo, sin ninguna objeción, con toda la disposición y toda la generosidad para que la labor de esta Comisión alcanzara sus propósitos.

Gracias a los vicepresidentes.

Gracias a las secretarias.

Y los aplaudo.

Sintámonos orgullosos de lo que hemos hecho.

Tengamos una posición frente a nuestra familia, frente a la sociedad y frente a México de que estamos cumpliendo con nuestro deber.

El debate parlamentario, el debate político ha sido fuerte.

No ha habido duda de cuál es nuestra posición en cada asunto.

Podemos repetirla, pero no hay duda cuál fue la posición que tuvo cada uno de los integrantes, o los grupos parlamentarios en general, en cada uno de los asuntos que han sido tratados en esta Legislatura, la Sexagésima Segunda Legislatura.

Pero el debate parlamentario, el debate político ya concluyó.

Hoy son producto legislativo. Hoy tenemos que estar interesados todos por su implementación y su aplicación.

Si se abre nuevamente, mediante la presentación de iniciativas, la revocación de esos que son hoy producto legislativo, volveremos a debatir.

Y volverán a ser temas para poder hacer revisión de lo que aprobamos.

En tanto eso no ocurra, tenemos, los integrantes de las legislaturas del Congreso Mexicano, apoyar su implementación y apoyar su aplicación estricta, honesta, ética. Es el compromiso.

La política es una labor muy complicada.

Un diputado o diputada, un senador o senadora –lo he repetido en muchas ocasiones- tiene tres propósitos: ser buen legislador.

Y yo estoy cierto que los integrantes en ambas cámaras en esta Sexagésima Segunda Legislatura, han sido buenos legisladores.

Pronto aparecerán las figuras mediáticas, políticas en diputados, en la Sexagésima Tercera Legislatura.

Pronto, pronto habrá quienes ocupen la Tribuna y la hagan pedazos. Pronto.

Habrá una nueva condición, nuevas características en la labor legislativa.

Pero los que fuimos parte de la Sexagésima Segunda Legislatura, hemos sido buenos legisladores.

También hemos sido gestores. Estamos cerca de las necesidades de la gente que votó por nosotros.

Vamos a nuestros territorios, nos vinculamos y respondemos a las necesidades de los grupos sociales a los que pertenecemos.

Ahí está nuestra esencia, ahí está nuestra vinculación, ahí vamos a regresar.

No tengamos preocupación que a dónde vamos después de terminar un cargo: vamos allá, a nuestro origen, ahí vamos a estar.

Segunda característica: buenos gestores.

Y tercera y última: buenos políticos. Buenos políticos.

Primero honestos, leales para recuperar la duda y la mala opinión que de la política y de la clase política existe en nuestro país. Hay que ser buenos políticos.

Hemos sido en la Sexagésima Segunda Legislatura buenos legisladores, buenos gestores y hay que continuar siendo buenos políticos. Es nuestro destino. Los cargos, los fueros no son los que nos dan nombre y prestigio, es la labor que hacemos todos los días.

Siempre que se termina una gestión se habla de muchas cosas: ¿a dónde vamos a ir?

Vamos a ir a nuestro origen, vamos a hacer lo que hemos sabido hacer siempre, siempre.

Y quiero compartir con ustedes:

Yo fui integrante de la LVIII Legislatura en la Cámara de Diputados, y lo que yo aprendí es que además de la labor constitucional de legislar, de ser legislador, gestor y político; las cámaras y las legislaturas son para hacer amigos y amigas.

Te vinculas con todo el país, con personas destacadas, personajes, hombres y mujeres de todo el territorio nacional, y con eso te quedas para siempre. Con ese recuerdo, con esa relación y con ese ambiente.

Por eso seamos respetuosos, seamos respetuosos de las relaciones personales y de las relaciones políticas o de las relaciones personales en la política. Tengamos fuerte convicción en el cumplimiento de la palabra.

Actuemos de buena fe, porque así vamos consolidando todo el futuro en el resto de nuestra vida. El resto de nuestra vida no son los cargos públicos, es la sensación de ser aceptado en el medio donde uno se desenvuelve.

Yo he tenido el privilegio de vivir experiencias de vida muy especiales. Ser senador de la República, un gran privilegio; ser coordinador de los senadores del PRD, enorme distinción; y ser Presidente del Senado, de verdad, un gran orgullo y una labor que he tratado de desempeñar con mucha lealtad frente a toda la diversidad que existe en nuestra Cámara.

Todas las expresiones que aquí se escuchan, es prueba de la diversidad de opiniones, de la pluralidad. Mantenemos respeto por quien no piensa como nosotros.

Podemos estar insatisfechos por los tiempos, por los formatos de los procedimientos parlamentarios, pero es parte de la institucionalidad. Si no hubiera procedimientos, si no hubiera acuerdos, si no hubiera respeto a las normas internas tampoco habría institucionalidad.

Nadie se puede quejar que aquí no se ha dicho su verdad o que se le ha recriminado por decir su verdad. Aquí nos hemos respetado todas y todos.

Así es que, con esa lealtad, quiero decirles: Gracias.

Gracias compañeras diputadas, compañeros diputados; gracias compañeras senadoras, compañeros senadores. Nos vamos a seguir encontrando; no tiene remedio, pues. Vamos a seguir haciendo política. Vamos a seguir incidiendo.

Para estar en la política no hay necesidad de estar en cargos, ¿eh?; hay expertos en las relaciones interinstitucionales personales públicas de toda índole que, sin cargo, hacen política.

Yo les deseo lo mejor a quienes terminan su labor como legisladores, diputadas y diputados.

Algunas, algunos ya tienen una labor por iniciar. Ya forman parte de otros órganos y hay quienes no. Por favor, es sólo un breve espacio de tiempo.

Decía una diputada de la LVIII Legislatura del PRI, Hildita Anderson: que alguna vez en sus múltiples ocasiones que fue diputada, cuando estaba terminando una legislatura fue a ver a don Fidel Velázquez.

Y le dijo: “Venimos, don Fidel, a agradecerle. Ya estamos terminando la Legislatura”.

Y Fidel Velázquez, le contestó: “Felicidades. Porque ustedes prepárense para lo que viene. Los que entran que se preocupen porque ya van a terminar”.

Entonces son formas de ver las cosas, quedar agradecido con todos, con la colaboración.

Y ha sido ésta una Comisión Permanente de alto perfil.

Gracias. Gracias a todos.

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