Senado de la República

COORDINACIÓN DE COMUNICACIÓN SOCIAL

Muy bueno días a todos ustedes.

Después de saludar a nuestra amiga María de Jesús Aguirre, quien viene en representación de la Cámara de Diputados --y con ella a varios de nuestros amigos diputados aquí presentes--, quiero dar la más cordial bienvenida a nombre del Senado de la República y del Congreso mexicano a los participantes de las reuniones de las Comisiones del Parlatino, que estoy seguro servirán para dar continuidad a los esfuerzos, en los que todos creemos, para dar todavía mayor integralidad a los trabajos a favor de identificar políticas públicas, avances democráticos, deseos y muchos de los proyectos, que estoy seguro pueden enriquecer a América Latina y al Caribe.

Saludo al diputado Elías Castillo, presidente del Parlamento Latinoamericano; a la senadora María de los Ángeles Moreno secretaria general del Parlamento Latinoamericano; al señor vicepresidente del Parlatino, Rosauro Marínez, y a través de ellos a todos ustedes, quienes hoy nos honran con su presencia.

La verdad es que desde hace tiempo veníamos platicando sobre el interés --a todos nos asistía-- para que estas reuniones se llevaran aquí, con una agenda específica, que hay que destacar, es la agenda social del Parlatino.

Había redactado unas palabras para dirigirme a ustedes, pero las participaciones del día de hoy --tanto de María de los Ángeles, del diputado Elías Castillo, como de Betina Chávez Soriano, Directora General de Coordinación Política de la Cancillería, en representación de la secretaria de Relaciones Exteriores--, me hacen variar un poco de ellas y platicar sobre algunos temas, que estoy seguro serán muy útiles y ustedes sabrán abordar en las próximas reuniones o en los distintos espacios que se han preparado para que platiquemos al respecto.

La senadora María de los Ángeles Moreno nos hablaba cómo en México en los últimos años y en un esfuerzo de carácter parlamentario, combinado perfectamente bien con una decisión del gobierno mexicano, hemos avanzado en los aspectos sociales más relevantes que nosotros identificamos hoy en el Siglo XXI.

Sí, como ella lo señaló, avanzamos en el tema del derecho a la alimentación, con reformas que no piensan quedarse simplemente en la expresión de lo que hemos construido alrededor de la modernización de nuestra Constitución, sino que seguirán trabajándose mediante leyes reglamentarias que son las que verdaderamente darán fuerza y vigor a este derecho.

Pero también --y lo hicimos hace poco, por cierto después de muchos meses y quizá años de discusión al respecto--, reformas constitucionales que nos llenan a nosotros de orgullo --porque no obstante estar en una circunstancia difícil el país, que tiene una lucha decidida, en la que todos participamos, contra de la delincuencia organizada y algunas actividades del narcotráfico que se asientan predominantemente en las áreas donde pueden construir algún coto de poder para llevar su producto a los lugares de mayor consumo, que es hacia el norte del país, en específico hacia los Estados Unidos--, y que han ameritado que no regateemos en el ejercicio de una fuerza pública combinada entre fuerzas civiles y militares, que han traído --en algunos espacios-- eventos de violencia que hemos intentado detener, controlar.

También, alrededor de esa firme decisión de combatir a la delincuencia en cualquier espacio en donde se encuentre, no obstante las consecuencias que momentáneamente han traído, avanzar en asuntos que para nosotros no pueden descuidarse en Latinoamérica y en México, y esos son los derechos humanos.

Hemos establecido nuevas y mejores garantías para los mexicanos y todos aquellos que se encuentren en nuestro país, en materia de derechos humanos.

Una reforma constitucional que muy pronto derivará en una ley reglamentaria, que invita a que todos los mexicanos avancemos en un mismo sentido en la protección de esas garantías y derechos fundamentales del hombre.

Pero no nos hemos quedado ahí --y creo que esto tendrá que recuperarse con los años --y aquí lo hemos platicado y mucho con nuestros amigas y amigos senadores que han participado sin medir lo que puedan ser los intereses políticos partidarios, sino los de México en su conjunto, lo hemos hecho desde distintos espacios de participación partidaria--, sino que hemos logrado la modernizar una de nuestras figuras más importantes para la protección de las garantías individuales: el amparo.

Una figura, por cierto de carácter señera en México, pudo ser adoptada en otras latitudes, pero no modernizada en nuestro país, que fue uno de los pioneros en darnos este tipo de instrumentos para la protección de cada uno de nosotros.

Estamos trabajando --ya otra vez-- en la ley reglamentaria, que venga a complementar reformas constitucionales en materia de derechos humanos y en amparo, adicionales a otras reformas constitucionales que habrán de sumarse a una nueva Ley Migratoria, con la cual estamos haciendo un contexto muy distinto al que conocíamos en el pasado, en materia de respeto a los derechos humanos y garantías individuales, insisto.

En esta parte de los derechos alcanzados hoy por los mexicanos, quisiera destacar, --porque es importante que ustedes lo conozcan-- que tanto la Cámara de Diputados, como la Cámara de Senadores, se dieron a la tarea de tener una nueva Ley Migratoria.

Una Ley Migratoria que nos alejará y mucho de los tratos inhumanos que podrían sufrir algunos de los migrantes que obligada, necesaria o voluntariamente transitan o vienen a nuestro país; algunos de ellos incluso con deseos de no establecerse en México, sino ir a otras latitudes, pero que no tenían las suficientes garantías en una Ley Migratoria, que en buena parte se parecía a lo que nosotros impugnábamos con el trato que nos daban en los Estados Unidos, que criminalizaba incluso la migración.

Hoy tenemos una nueva Ley Migratoria que nos hemos dado, que protege las garantías y los derechos de los seres humanos en nuestro país, así sean nacionales o extranjeros que se encuentren en este espacio; que hace a un lado la criminalización de la migración y que nos da entonces, ahora sí, un derecho y una palabra completa como para defender los derechos de nuestros trabajadores y connacionales en otras latitudes, cuestión que no sucedía en el pasado.

Y les hablo también de algunos otros derechos que parecen olvidarse, pero hemos hecho una legislación y reformas constitucionales en materia de acciones colectivas, que estaban olvidadas en nuestro país y que individualizadamente podían llegar a darles algunas ventajas, garantías, derechos a los mexicanos, pero que no podían trasladarse en grupo a todos los demás que sufrían de algunas violaciones de estas garantías en México.

Pero lo hemos hecho y lo traigo a colación, porque hemos estado observando los esfuerzos que se llevan a cabo en algunos otros países hermanos de Latinoamérica, y vemos que hay enormes coincidencias al respecto.

Y no debemos perder ese impulso de intercambiar constantemente nuestras experiencias, nuestra visión de un mejor futuro, que se distinga por un crecimiento económico, empleo, seguridad humana para todos y cada uno de nosotros.

Porque ustedes coincidirán conmigo que hay muchas ocasiones en las cuales nos quedamos detenidos, pensando simplemente en la seguridad física de los seres humanos, y no en la seguridad más compleja, que es la seguridad humana, de todos nosotros, aquella que implica tener seguridad social; que constituye la necesidad de tener una seguridad en la educación; que viene a acompañar a estas dos seguridades, la seguridad en cada uno de nosotros, de tener un empleo con dignidad, de tener una vida de bienestar.

Una seguridad humana que abarque verdaderamente el propósito de tener una sociedad cada vez mejor.

Al observar estos esfuerzos que ha hecho el Parlatino, por unir nuestras voluntades, intercambiar experiencias, surge --y nosotros apoyamos definitivamente-- la idea de fortalecer todavía más al Parlatino.

Y qué bueno que se haga, no nada más pensando en las ideas y en los proyectos que tenemos, sino también físicamente en un edificio, como el que desde hace tiempo debería haber tenido un esfuerzo como el nuestro.

Desde hace tiempo tenemos aquí, en México, un debate --por cierto en el que participan algunos comentaristas y periodistas--, sobre la necesidad de que los esfuerzos, las ideas alrededor de lo que es la construcción de políticas públicas, se establezcan en donde están instalados los Poderes en representación de los ciudadanos, en edificios exprofesamente construidos para que ahí se den a la tarea de hacer que éstas coincidan con los intereses del Estado mexicano.

En el Senado de la República en México, hemos ya construido --como bien se señalaba aquí-- por primera vez en toda la historia de México, un edificio específicamente hecho para las funciones del Senado de la República.

El Senado mexicano, como estoy seguro, buena parte de los parlamentos, Cámara de Diputados, o Senados latinoamericanos, en ocasiones han tenido que instalarse en edificios construidos para otro tipo de eventos y menesteres.

Este mismo, en el que hoy nos encontramos y que por mucho tiempo estuvimos ocupando, llegó a ser anteriormente hasta un hospital, pero las adecuaciones nos permitieron estar aquí un buen tiempo, y después pasar a esas nuevas instalaciones que constituyen un edificio público institucional, que en el tiempo deberá estar al servicio del Estado mexicano y no de cualquiera de nosotros que podamos estar ahí.

Así vemos nosotros este esfuerzo del que hoy nos platicaba el diputado Elías Castillo, y en donde participa de manera decidida, nuestro amigo el doctor Humberto Peláez.

Y creo que nosotros tenemos que hacer también un esfuerzo de aportación, para que se instale y se lleve a cabo la construcción completa de ese edificio que se está llevando a cabo en el país hermano de Panamá.

Pensamos que es importante que así suceda, para que entonces, todo este esfuerzo que por cerca de 50 años se ha llevado a cabo en el Parlatino, culmine con unas instalaciones ya perfectamente definidas, en donde nosotros podamos acudir a intercambiar experiencias en políticas públicas, en avances de instrumentos democráticos que nos permitan tener una Iberoamérica, o una América Latina todavía más fuerte, porque tenemos que mirar, o mirarnos entre nosotros, antes que mirar a los otros.

Mirarnos entre nosotros, significa entendernos cada vez más y saber que somos parte de una misma cultura, que podemos avanzar y sobre todo en coincidencias que nos permitan ser uno de los espacios en el hemisferio, que se identifique con la modernidad y con el propósito de alcanzar un verdadero bienestar.

Estoy convencido que la diplomacia parlamentaria, viene a ser uno de los instrumentos que desde hace tiempo debieron formar parte de los esfuerzos por tener una modernización integral en Latinoamérica.

Los hemos hecho hacia otros espacios del mundo, pero --salvo este esfuerzo del Parlatino-- hemos descuidado nuestros esfuerzos comunes. Por eso, saludo a todos aquellos que han hecho de su actividad en el Parlatino, en América Latina, uno de sus mejores ejemplos de trabajar de manera conjunta para alcanzar un proyecto común que es una mayor integración.

Esto no es nada más un discurso o un sueño, sino debe ser una realidad, que se alcance con esa perseverancia con la que el Parlatino ha trabajado alrededor de la identificación de las políticas públicas, del intercambio de ideas y sobre todo de propósitos, más allá de la buena amistad y las relaciones que deben distinguir a nuestros pueblos, solamente así enseñaremos una América Latina fuerte, solidaria y cada vez más progresista.

Deseo que esta reunión venga a ser uno de los eventos en los cuales todavía se fortalezca más esta idea, y por ello nos sentimos, no nada más orgullosos, sino también contentos de que ustedes hayan podido estar en este lugar, en México, en un país amigo, con una anfitrionía que queremos conservar dentro de las mejores, porque hoy recibimos a los mejores de los parlamentos de Latinoamérica.

Muchas gracias por su presencia.

Hoy 23 de junio del 2011, declaro en calidad del Presidente del Senado mexicano, inaugurados los trabajos de las Comisiones de Pueblos Indígenas y Etnias; Laborales, de Previsión Social y de Asuntos Jurídicos; Derechos Humanos, Justicia y Política Carcelaria, deseando que las experiencias que aquí se compartan, sirvan todavía para dignificar y engrandecer a nuestra América Latina.

Muchas gracias.

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