· Hay regiones del país en donde el Estado está rebasado porque las autoridades están involucradas en delitos.
· Para el mundo del Derecho una sociedad tiene que estar atendiendo cuatro elementos: derecho, justicia, paz y libertad
El senador Miguel Barbosa Huerta indicó que a nivel institucional existe un verdadero esfuerzo en México para disminuir y eliminar la violencia; sin embargo, ésta ha rebasado al Estado, desde los tres niveles de gobierno, debido a la corrupción que se llega a desarrollar dentro del sistema institucional.
“Vemos que hay regiones del país en donde el Estado en sus tres órdenes de gobierno, federal, estatal y municipal, está rebasado y está rebasado porque sigue habiendo autoridades involucradas en la comisión de delitos, solapando la comisión de delitos”, manifestó.
Al inaugurar la Segunda conferencia anual “Violencia y paz: diagnósticos y propuestas para México”, el legislador reiteró que para el mundo del Derecho una sociedad tiene que estar atendiendo cuatro elementos: derecho, justicia, paz y libertad.
El derecho, argumentó, como la forma en la que la sociedad debe de vivir, la justicia como destino normal del derecho, la paz como la sustituta de la justicia, y la libertad sin la cual no hay derecho, ni justicia, ni paz. “Esas son las razones para las cuales tendríamos que caminar".
Asimismo, el Presidente del Instituto Belisario Domínguez explicó que la violencia no puede entenderse solamente como la criminalidad, ya que la violencia es un estado alterado de enfrentamiento entre personas en la convivencia social, mismo que altera el desarrollo educativo, cultural y de valores de los ciudadanos.
El vicecoordinador político del Grupo Parlamentario del Partido del Trabajo consideró que la cultura de la violencia ha ganado terreno en la sociedad mexicana y el país se ha vuelto violento en cuanto a delitos y crímenes, así como a las condiciones de seguridad pública que están instaladas.
Por ello, para el senador poblano es necesario aspirar a la paz idónea a través de la aplicación de la ley en donde la sociedad viva bajo el rigor de la misma, la cual debe de plantearse sin indicios de corrupción, ya que al instalar la ley se efectuaría que las autoridades cumplan con su deber, con la ética de la moral y con la lealtad.
“Estaríamos encontrando a policías capacitadas que cumplan con su deber de investigación y persecución de delito, a policías eficaces, a policías eficientes, a policías honrados y estaríamos haciendo que todo nuestro sistema institucional funcionara sin corrupción”, subrayó.
A esa paz, concluyó, que se genere por la convivencia derivada de la aplicación de la ley, es a la que debemos de aspirar.
Por su parte, el Doctor Luis Raúl González Pérez, presidente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, comentó que si se logra recuperar el cauce en el que la legalidad y el respeto a los derechos fundamentales, el diálogo y la solución pacífica por las vías institucionales sea una constante, se estará en camino de consolidar una sociedad libre de violencia.
“En la que impere una cultura de paz, una sociedad que haya atendido y prevenido, no solo la violencia directa, sino también la llamada violencia estructural, reduciendo la pobreza, la discriminación, la exclusión y la falta de oportunidades, generando un entorno respetuoso de la dignidad humana, donde sea viable y posible el libre desarrollo de las personas”, indicó.
Aseguró que México exige acciones urgentes que permitan avanzar en la generación de soluciones frente a los grandes desafíos de nuestra nación para la no violencia, la paz y la vigencia de los derechos humanos.
Durante la ceremonia de inauguración estuvieron presentes el secretario general del Colegio de México, Gustavo Vega; Sara Irene Herrerías, subprocuradora de Derechos Humanos de la PGR; Raúl Cepeda Gil, investigador del Instituto Belisario Domínguez; y Gerardo Esquivel, coordinador ejecutivo del IBD.
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