Los congresos locales de las entidades federativas deberán armonizar su legislación conforme al artículo 41 constitucional, en materia de paridad de género, de acuerdo con el exhorto aprobado por el Senado de la República, a propuesta de la senadora panista Adriana Díaz Lizama.
En el dictamen votado por el pleno de esta representación el pasado 25 de abril, se señala que el artículo 41 de la Carta Magna establece que: “los partidos políticos tienen como fin promover la participación del pueblo en la vida democrática, contribuir en la integración de los órganos de representación política y, como organizaciones de ciudadanos, hacer posible el acceso de éstos al ejercicio del poder público, de acuerdo con los programas, principios e ideas que postulan y mediante el sufragio universal, libre, secreto y directo, así como las reglas para garantizar la paridad entre los géneros en candidaturas a legisladores federales y locales”.
La propuesta de la senadora por Yucatán señala que diversas entidades federativas aún no han concretado la homologación de la paridad de género en sus marcos constitucionales, como son, Baja California Sur, Chiapas, Chihuahua, Ciudad de México, Durango, Jalisco, Michoacán, Nuevo León, San Luis Potosí, Tabasco, Tlaxcala y Veracruz.
Esto, dijo, a diferencia de Aguascalientes, Baja California, Campeche, Coahuila, Colima, Guanajuato, Guerrero, Hidalgo, Estado de México, Morelos, Nayarit, Oaxaca, Puebla, Querétaro, Quintana Roo, Sinaloa, Sonora, Tamaulipas, Yucatán y Zacatecas, que ya han hecho las modificaciones legislativas necesarias.
“La búsqueda de la paridad del género en las candidaturas de elecciones federal y locales ha ido encaminada a garantizar que las mujeres mexicanas contemos con los mecanismos que nos permitan acceder a una representación política en términos de paridad de género, haciendo efectivo el derecho constitucional a la igualdad”, afirmó Díaz Lizama.
La paridad, explicó, significa que las mujeres y los hombres nos reconozcamos como pares y que en las decisiones políticas seamos consideradas en igualdad de condiciones.
Aseguró que la participación de la mujer en la política es reconocida universalmente como un instrumento que permite avanzar para erradicar la discriminación entre hombres y mujeres.
“Hoy puedo mencionar que hemos llevado a cabo importantes reformas en la legislación interna, pero también nuestro país ha suscrito diversos instrumentos internacionales que señalan a la paridad de género como un horizonte democrático posible”, subrayó.
La democracia representativa, concluyó, no puede ser efectiva sin la participación paritaria de mujeres y hombres.