El senador David Monreal Ávila afirmó que los casinos correctamente regulados pueden impulsar el turismo y generar grandes ventajas económicas para el país, pero “lo anacrónico del ordenamiento legal que los rige limita su vigilancia y da lugar a la proliferación de giros negros que sirven de fachada para la realización de actividades ilícitas”.
Además, destacó el legislador del Partido del Trabajo, la Ley Federal de Juegos y Sorteos “no cumple con las exigencias necesarias” para prevenir los efectos que produce la ludopatía.
Reconoció que el juego es una actividad primordial para todo ser humano, pues permite ensayar ciertas conductas sociales y es una herramienta útil para adquirir y desarrollar capacidades intelectuales, motoras, o afectivas.
Sin embargo, cada vez más personas muestran atracción hacia las apuestas o sorteos, a tal grado que la norma que rige dichas prácticas no logra contrarrestar los efectos nocivos que puede acarrear el ser un jugador compulsivo.
Ante este panorama, Monreal Ávila presentó una iniciativa para prevenir y sensibilizar a la población sobre las consecuencias que trae consigo la ludopatía.
Se trata de reformar la Ley Federal de Juegos y Sorteos para que se incluyan a las personas que no pueden estar en el interior de los establecimientos de juegos con apuestas como los menores de edad, oficiales uniformados y a quienes se encuentren bajo el influjo de alguna sustancia psicotrópicas o en estado de ebriedad.
Asimismo, sugirió establecer la obligatoriedad de que en las salas se coloquen mensajes que inviten a las personas a jugar de manera responsable y con el único propósito del sano esparcimiento, así como los efectos negativos que genera ser un jugador compulsivo.
Finalmente consideró necesario plasmar de manera clara en la ley que se impondrá prisión de tres meses a tres años a los dueños, empresarios, gerentes, administradores, encargados de establecimientos donde se realicen juegos con apuesta o sorteos que permitan la presencia o participación de las personas que tienen prohibido hacerlo.
En la exposición de motivos de la propuesta, que se turnó a las comisiones de Gobernación y de Estudios Legislativos, Primera, el senador reiteró que “estos centros de diversión pueden otorgar grandes ventajas económicas, siempre y cuando exista una adecuada ley que los regule, de lo contrario, podrían convertirse en una fuente inagotable de lavado de dinero del crimen organizado”.
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