Con el propósito de implementar acciones encaminadas a eliminar el uso del masculino como referente, como falso universal y a introducir el papel de la mujer en el discurso, para que refleje la realidad, diputados de Movimiento Ciudadano plantearon reformas a la Ley General para la Igualdad entre Mujeres y Hombres.
De aprobarse el cambio en la legislación, se promoverá que en las prácticas y la comunicación social de las dependencias públicas, así como en los medios electrónicos e impresos, se eliminen estereotipos sexistas y discriminatorios e incorporen un lenguaje incluyente.
Al exponer la iniciativa, el diputado Alfonso Durazo, a nombre propio y de Ricardo Monreal Ávila y Ricardo Mejía Berdeja, subrayó que la finalidad es conseguir la utilización de un lenguaje incluyente y eficaz que inserte a las mujeres y las haga visibles, a fin de evitar ambigüedades o confusiones.
Recalcó que en México existe un gran problema de discriminación hacia las mujeres en todos los ámbitos: familiar, laboral y en general para el acceso a oportunidades, conductas que sin duda alguna constituyen algún tipo de violencia de género.
El legislador precisó que el desarrollo de las sociedades ha llevado aparejado un proceso de transformación de la división sexual del trabajo, con lo que se abre un espacio cada vez más amplio para las mujeres en el mercado laboral, sin embargo, “las viejas y las actuales generaciones no han cambiado demasiado en lo que se refiere a cuestiones de género y rol social de los hombres y las mujeres”.
En ese sentido, manifestó que avanzar hacia la plena igualdad de género requiere cambios, modificaciones y ajustes en ámbitos diversos tanto en la legislación, la educación y la cultura, para contribuir en la lucha contra la discriminación de oportunidades.
Además, advirtió que el uso de un lenguaje incluyente se vislumbra como un paso importante para avanzar hacia la igualdad de género, pero no es una cuestión menor, pues la utilización de éste, busca garantizar que la comunicación se refiera en la misma medida -considerando necesidades especificas- a mujeres y hombres.
El androcentrismo lingüístico, señaló, se manifiesta fundamentalmente en el plano léxico, a través del uso del masculino como genérico, es decir, tomando como sujeto principal al hombre y al considerarlo como imagen de lo humano general, se introduce una valoración de género: “el varón y lo masculino, representaría al ser humano universal, completo, el paradigma, el modelo”.
Ello, significa presentar a la mujer y a lo femenino como particular, imperfecta, incompleta, como inferior al hombre.
Sin embargo, resaltó que en una sociedad como la nuestra donde es un compromiso eliminar la desigualdad entre hombres y mujeres, el lenguaje no sólo debe reflejar la demanda de igualdad, sino además debe contribuir a la construcción de la igualdad.
Para poder eliminar el uso sexista del lenguaje es necesario concientizar sobre la forma en que los estereotipos y formas androcéntricas heredadas se encuentran presentes en el lenguaje cotidiano, pues la utilización del masculino genérico es uno de los fenómenos que más contribuye a la invisibilización de las mujeres y, por tanto, al sexismo lingüístico, finalizó.
La iniciativa se turnó a la Comisión de Igualdad de Género de la Cámara de Diputados.
--oo0oo--
