Número-1440
- Hay voluntad política para concretar una legislación que regule su consumo.
- Se trata de arrebatarle al narcotráfico el control de este proceso distributivo, subrayó.
En el Senado de la República hay voluntad política de sus integrantes para concretar una legislación que legalice el consumo de marihuana, aseguró el presidente de la Junta de Coordinación Política, Ricardo Monreal Ávila.
Al inaugurar el foro “Regulación de la Marihuana”, explicó que existe una iniciativa que contiene diversas disposiciones sobre una “Ley General para la Regulación y Control de Cannabis. Consideró que las propuestas de este tipo deben ser debatidas en Parlamento Abierto, a efecto de establecer con seriedad y precisión el alcance de una medida de esta naturaleza, expresó.
Dijo que con la regulación se podrá establecer una política sensata, equilibrada y segura, que garantice el respeto y protección del derecho al libre desarrollo de la personalidad.
Se trata, subrayó, de arrebatarle al narcotráfico el control de este proceso distributivo, que en la actualidad se realiza en una atmósfera irremediablemente violenta, corrupta, sin control de calidad, ni gravámenes fiscales y en una situación de riesgo para el consumidor.
Monreal Ávila destacó que la regulación implica reglamentar las condiciones en que se produce y se vende la droga, así como ofrecer información sobre su contenido, normar y vigilar el proceso productivo, la cosecha, cultivo, manufacturación, embalaje, para que el producto cumpla controles de calidad y no daños ecológicos.
La legalización, indicó, obligará al Estado a supervisar, regular todo el proceso productivo y comercial de una o varias drogas. Además, sacará al consumidor de los tenebrosos espacios donde se realiza la venta ilegal.
Su legalización permitirá que el Gobierno pueda ahorrar considerables cantidades de dinero destinadas a la guerra contra las drogas. Se informará sobre los efectos de consumirlas; los abusos de su uso; apoyará en la rehabilitación. De igual forma, servirá también para proteger a los menores de edad, que dejarán de ser asediados por vendedores ilegales.
Señaló que México es uno de los países que ha llevado hasta las últimas consecuencias la prohibición, “lo que se ha traducido en un intenso número de muertos, desaparecidos, desplazados y violaciones categóricas a los derechos humanos”.
Refirió que según la Encuesta Nacional del Consumo de Drogas Alcohol y Tabaco 2017, la marihuana es la droga ilegal que más consume la población, tendencia que ha ido a la alza en los últimos años. “Esto revela la falta de éxito de las medidas prohibicionistas ante la realidad”.
El prohibicionismo, argumentó, es un discurso irracional y contradictorio, fundado en estados de ánimo viscerales, en actos derivados de pánico y a esto hay que añadir los usos políticos y económicos de las autoridades renuentes a la regulación.
Es un gran avance que, finalmente, hoy estemos discutiendo este tema tabú. No podía presentarse, nunca, en una institución, congreso o parlamento. Es conveniente discutirlo, deliberarlo y en todo caso escuchar todas las voces de la sociedad, puntualizó.
En tanto, el senador Miguel Ángel Navarro Quintero, presidente de la Comisión de Salud, recordó que se han hecho esfuerzos legislativos en materia de la utilización del cannabis para uso médico o procesos de investigación. Sin embargo, no ha tenido claridad ni la prontitud que la sociedad demanda.
Refirió que la Suprema Corte de Justicia de la Nación concluyó que la prohibición constituye un obstáculo jurídico que impide ejercer el derecho a decidir qué tipo de actividades recreativas o lúdicas desean realizar los ciudadanos.
Ello, dijo, ocasionó que el mercado negro de la marihuana haya generado un clima de ingobernabilidad en el país. Por ello, el Poder Legislativo ha decido enfrentar este problema desde otra perspectiva, subrayó.