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A fin de que las personas que hayan sido magistrados de la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación no puedan ocupar el cargo de ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, el senador perredista Ángel Benjamín Robles Montoya propuso modificar la Constitución.
De igual forma, planteó que los magistrados electorales permanezcan en su cargo durante 15 años improrrogables y al vencimiento de ese periodo tengan derecho a un haber de retiro.
El legislador explicó que la mayoría de los integrantes del Tribunal Electoral ven a este órgano “como una escala momentánea que los puede llevar a otros estadios del poder público”.
Como es bien sabido --agregó-- los medios de comunicación dan cuenta que algunos magistrados del TEPJF “han realizado los cabildeos para lograr un escaño en el máximo tribunal del país: la Suprema Corte de Justicia de la Nación”.
Expuso que conforme al artículo 96 constitucional, los ministros de la Suprema Corte son elegidos con base en la terna que presenta el presidente de la República y que somete a consideración del Senado.
En su opinión, esa situación “afecta el principio de autonomía, independencia e imparcialidad de los integrantes de la Sala Superior o de cualquier órgano jurisdiccional”.
Por ello, indicó que su propuesta busca evitar que los poderes “usen y abusen” de las aspiraciones, legitimas en algunos casos, de quienes buscan ocupar un cargo de este tipo, por lo que es necesaria una reforma que homologue a los magistrados de la Sala Superior con los ministros de la Corte.
Asimismo, subrayó, se pretende que la designación como magistrado de la Sala Superior “constituya el punto límite de la carrera judicial como es el caso de quienes integran la Suprema Corte de Justicia de la Nación”.
Así, dijo, que se evitaría “la presión que implica contar con el apoyo de quienes son, por un lado, parte en un proceso y por otro, quienes tomarán la decisión de designar en un nuevo cargo al mismo servidor público que ahora los juzga”.
Recordó que la historia de la evolución de las instituciones electorales “ha estado marcada por su particular cercanía al poder, ya que durante muchos años el órgano electoral estuvo cooptado por el Ejecutivo”.
Dijo que una vez concluido el reciente proceso electoral “es momento de avanzar en las reformas que garanticen su plena autonomía e independencia, que le permitan asumir su papel como Tribunal Constitucional”.
Por último, señaló que dada la relevancia de las funciones del Tribunal Electoral se debe elegir con amplio sentido de responsabilidad y cuidado a sus integrantes, en aras de proteger la independencia de ese órgano y establecer una sana división de poderes.
La iniciativa se envió a las comisiones de Puntos Constitucionales y de Estudios Legislativos.
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