Número-1471
- México cuenta con instituciones sólidas, fuertes, preparadas, capacitadas y comprometidas para hacerle frente al crimen.
- Importante que los gobiernos de los estados y municipales se involucren en los temas de seguridad.
Senadores del PRI y PAN, así como expertos en materia de seguridad destacaron la necesidad de contar con una Ley de seguridad interior que defina con claridad y dé certeza jurídica la participación de las Fuerzas Armadas en el combate a la delincuencia organizada.
En el foro “Nuevas estrategias en el fortalecimiento a la seguridad nacional en México”, el senador Ricardo Barroso Agramont destacó que ante “la creciente ola de inseguridad”, es necesario conocer las capacidades, herramientas y estrategias que implementa el Gobierno Federal en coordinación con algunos gobiernos estatales, para combatir a los grupos delincuenciales que pretenden apodarse de la vida social.
Dijo que se trata de enviar un mensaje claro a la delincuencia organizada de que la autoridad en México está preparada, capacitada y cuenta con las herramientas necesarias para hacerle frente y lograr la paz en nuestro país.
“Queremos poner ante toda la nación las capacidades que tienen nuestras Fuerzas Armadas y mandar un mensaje claro a los mexicanos: que México cuenta con instituciones sólidas, fuertes, preparadas, capacitadas y, sobre todo, comprometidas con la nación para hacerle frente a este mal”, subrayó.
El senador Fernando Torres Graciano, del Grupo Parlamentario del PAN, consideró como una prioridad atender la participación de las Fuerzas Armadas en el apoyo a las autoridades civiles en materia de seguridad, “definir el alcance de su presencia en ciertos momentos, en ciertos lugares, que haya un protocolo y claridad de cuál es su función, así como retomar la responsabilidad de las autoridades civiles en materia de seguridad pública”.
Hizo un llamado a los órganos de gobierno de ambas cámaras del Congreso de la Unión para no dejar la discusión y concretar los dictámenes en materia de seguridad interior, pero también en el rubro de seguridad pública.
El senador Miguel Ángel Chico Herrera, del Grupo Parlamentario del PRI, asentó: “es muy importante que los gobiernos de los estados y municipales se involucren de manera puntual en los temas de seguridad”, pues es un tema que de ninguna manera podemos politizar porque es indispensable para el desarrollo de nuestro país”.
Coincidió en que se necesita una Ley de seguridad interior y darle el marco jurídico que requiere la actividad de las Fuerzas Armadas en el combate al crimen organizado, además de establecer el mando único policiaco.
Para Salvador Álvarez Mejía, director de la consultoría “ASIMETRICS” y especialista en la prevención de lavado de dinero, afirmó que la seguridad nacional tiene que garantizar la estabilidad del país y existe un nuevo elemento que afecta esta función: la penetración de los cárteles del narcotráfico en el sistema financiero.
Dijo que en México “no se ha querido combatir a la delincuencia organizada mediante la inteligencia financiera” y Estados Unidos, en su reporte anual en materia de drogas y lavado de dinero, “no establecen como un factor de riesgo que no ha desaparecido”.
Patricia Trujillo Mariel, titular de la División Científica de la Policía Federal, destacó que otro elemento que tiene que ver con la seguridad nacional, es el avance de las tecnologías de la información y el combate de la “ciberdelincuencia”.
Tomás Zerón de Lucio, secretario Técnico del Consejo de Seguridad Nacional, aseguró que México cuenta con herramientas que le permiten dimensionar, de la mejor manera, los nuevos retos que le impone un panorama internacional tan dinámico en materia de seguridad.
Sostuvo que la relación bilateral con Estados Unidos es, quizás, el principal desafío, pues la llegada de un nuevo gobierno en esa nación “representa un cambio sustancial para México, debido a que un cambio de enfoque podría trastocar los mecanismos establecidos en diversos ámbitos, los cuales van desde los vínculos comerciales, migración, medio ambiente hasta asuntos de seguridad.
