Número-257
- En el Senado se impulsa un paquete de siete reformas para fortalecer los derechos de mujeres y niños migrantes.
- Por cada seis mexicanos que reciben asilo en el mundo, en México sólo se otorga uno.
Senadores de los grupos parlamentarios del PRI, PAN, PRD y PT hicieron un llamado para no dar marcha atrás a la política de “brazos abiertos” que ha implementado México a lo largo de su historia y fortalecer la legislación para garantizar los derechos de aquellas personas que se encuentran en situación de refugiados o que solicitan asilo.
En la inauguración del diplomado “El asilo como derecho a la protección internacional”, que se lleva a cabo en el Senado de la República, la senadora Mariana Gómez del Campo Gurza dijo que durante décadas nuestro país se ha distinguido por la implementación de una política internacional de “brazos abiertos”.
Con un mecanismo como el asilo, enfatizó, los mexicanos han sido solidarios con quienes enfrentan condiciones de violencia, inseguridad y conflictos sociales en el mundo, por lo que se pronunció por “no dar un paso atrás” en esta materia.
La presidenta de la Comisión de Relaciones Exteriores América Latina y El Caribe destacó los avances para garantizar los derechos humanos y reconocer, a nivel constitucional, el derecho de las personas para solicitar y recibir refugio.
Dio a conocer que en el Senado se impulsa “un paquete de siete reformas” para fortalecer los derechos de mujeres y niños migrantes. Esta tarea, agregó, “no puede esperar más”, toda vez que cifras de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados, en 2013 de mil 296 solicitudes de condición de refugiado a 533 personas les fue negada dicha figura, 176 abandonaron su petición y 275 se desistieron.
Zoé Robledo Aburto, senador del Grupo Parlamentario del PRD, celebró que con actividades como esta, la Cámara de Senadores se prepare para recuperar el liderazgo de México en la protección internacional de los derechos humanos.
Refirió que fue del expresidente Lázaro Cárdenas del Río la idea de hacer de nuestro país un espacio seguro para los perseguidos políticos, pero que actualmente se tienen que atender todas las dimensiones del problema.
El presidente de la Comisión de Asuntos Fronterizos Sur, Humberto Domingo Mayans Canabal, advirtió que a nivel global “la niñez está en peligro” no sólo por las guerras, sino por la violencia y el incremento de la trata de personas.
También llamó la atención sobre la migración que se registrará con motivo del cambio climático, sobre todo en la región mesoamericana, y que traerá como consecuencia un aumento en las solicitudes de asilo por este fenómeno.
Mark Manly, representante en México del Alto Comisionado de la Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), asentó que la dinámica de migración en Mesoamérica y en México ha cambiado radicalmente en los últimos años, sobre todo por la violencia que afecta a El Salvador, Honduras y Guatemala.
Dijo que en México, entre 2013 y 2015, el número de solicitantes ante la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar), se incrementó 164 por ciento.
Agregó que el Estado es el que tiene la posibilidad de asegurar los derechos de las personas refugiadas bajo los derechos humanos o bajo el derecho internacional de refugiados, pero “no vamos a lograr un éxito frente a esa gran problemática si no hay una respuesta más amplia de la sociedad mexicana, además de los tres órdenes de gobierno”.
La senadora Angélica de la Peña Gómez, presidenta de la Comisión de Derechos Humanos, explicó que es fundamental hacer una revisión a la ley de refugiados y de asilo político, pues a México llegan personas de Centroamérica, El Caribe y de otras partes del mundo, que buscan llegar a Estados Unidos.
En este sentido, la legisladora del PRD señaló que hace falta dar un enfoque integral a esta legislación, a efecto de armonizar aquellos preceptos que contravienen la reforma constitucional en materia de derechos humanos.
A su vez, Miguel Ruiz Cabañas Izquierdo, subsecretario para Asuntos Multilaterales y Derechos Humanos de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), informó que el 90 por ciento de los refugiados que llegan a México provienen de Guatemala, El Salvador y Honduras, quienes huyen de la situación de la violencia, el crimen organizado y por los estragos del crimen organizado.
Indicó que los flujos de refugiados han aumentado en un mundo que se perfila cada vez más multipolar, y la comunidad internacional no se da abasto ni muestra la capacidad para atender a millones de personas. Esta situación plantea múltiples retos para lograr la sobrevivencia de estas personas.
La senadora Layda Sansores San Román, presidenta de la Comisión de Asuntos Migratorios, indicó que de cada seis mexicanos que reciben asilo en el mundo, “nosotros solamente se lo damos a uno”, por lo que hizo un llamado para no perder la tradición de protección que México ha otorgado a extranjeros a lo largo de su historia.
Cuestionó que sólo se abran las fronteras en materia económica y de intercambio comercial, pero “no se hace nada por la parte humana. Vale más el dinero que la vida de las mujeres y de los hombres y de los seres humanos”.
Por su parte, Carlos Alfonso Hernández, director de la División de Ciencias Sociales y Humanidades de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), refirió que tan sólo en 2010 las personas que recibieron la condición de refugiados en México provenían de 28 países distintos, incluyendo latinoamericanos y caribeños, así como africanos, asiáticos o de Medio Oriente.
No obstante, agregó, los números son relativamente pequeños en comparación con la enorme cantidad de personas que ingresan al país y transitan por él.
En la inauguración del diplomado también participaron el consultor jurídico de la SRE, Alejandro Alday González; la coordinadora de Gestión Nacional de Asylum Access, representante del Grupo de Trabajo sobre Política Migratoria, Alejandra Macías Delgadillo; y la coordinadora general del Centro Gilberto Bosques del Senado de la República, Adriana González Carrillo.
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