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La Comisión Especial Encargada de los Festejos del Sesquicentenario de la Batalla de Puebla del 5 de mayo de 1862, que preside el senador Melquiades Morales Flores, llevó a cabo este jueves la tercera sesión del Seminario Nacional Resistencia republicana en las entidades federativas de México.
El doctor Héctor Jaime Treviño Villarreal, presidente del Consejo de la Historia y Cultura de Sabinas Hidalgo, Nuevo León, señaló que al lado de Santiago Vidaurri Valdez, las dos figuras claves en los combates en contra de los franceses fueron Ignacio Zaragoza y Mariano Escobedo.
Explicó que Vidaurri, quien gobernó Nuevo León, consolidó el poder regional y al mismo tiempo controló las aduanas, lo que significó que se quedara con el dinero federal para combatir a los indios bárbaros y conservadores.
En tanto, el maestro Raymundo Hernández Alvarado, señaló que la invasión francesa a Tamaulipas coincidió con la Guerra de Secesión norteamericana que originó para el estado una riqueza algodonera sin precedente.
Señaló que para la liberalización de Matamoros fue muy importante la Batalla de Tantoyuquita, pues permitió a los republicanos abastecerse de armas por Estados Unidos.
En su turno, Víctor Orozco, académico de la Universidad Autónoma de Juárez se refirió al papel que tuvo Chihuahua durante la intervención francesa y que albergó durante dos años, entre 1864 y 1866 al gobierno republicano encabezado por Benito Juárez.
Comentó acerca de la existencia de una carta del francés Félix Pyat, dirigida a Juárez y donde le dice que no es la Francia revolucionaria la que está peleando contra México.
Esta carta, explicó, no es una misiva personal, sino un análisis de la política internacional e insta a la resistencia republicana a continuar con la defensa del país.
Para referirse al papel de Baja California en esta resistencia republicana, Jorge Martínez Zepeda, historiador y académico de la Universidad Autónoma de Baja California, dijo que esta entidad no sólo se enfrentó a la invasión francesa, sino también la estadounidense.
Recordó que el gobierno de Antonio Pedrín no reconoció el imperio encabezado por Maximiliano de Habsburgo, con lo que Baja California se convirtió en una de las entidades que apoyó el gobierno juarista.
Indicó que la heroicidad de un grupo de rancheros y empresarios sudcalifornianos marcan la historia de México y que gracias a su lucha la península, como otros territorios, siguieron siendo mexicanos.
En el seminario, que tuvo lugar en las instalaciones del Senado, estuvo presente la doctora e historiadora Patricia Galeana.
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