El gobernador del Banco de México, Agustín Carstens Carstens, aseguró ante senadores de la Comisión de Hacienda y Crédito Público, que la perspectiva de crecimiento para el 2011 será de entre 3.8 y 4.8 por ciento.
Afirmó que todos los sectores tanto industrial como de servicios, están por arriba de los niveles prevalecientes en 2008 y con una tasa “acelerándose”, lo que ha permitido que las expectativas de crecimiento del mercado se hayan revisado al alza.
En la presentación del Informe de Cumplimiento de Mandato del Gobernador de Banco de México, dijo que “el crecimiento más allá de limitarse se está acelerando”.
El crecimiento en el país se ha vuelto más balanceado porque el mercado interno ha venido reactivándose conforme ha aumentado el empleo, recalcó.
Sin embargo, advirtió que después de 2011 y 2012 el crecimiento económico en Estados Unidos va a ser todavía más lento, por lo que es necesario encontrar fuentes de crecimiento nuestras y llevar a cabo las reformas estructurales.
Sobre la inflación, el funcionario manifestó que la institución a su cargo ha logrado abatirla, ya que pasó por niveles de “doble dígito a niveles que están por debajo del cinco por ciento”.
En este sentido, informó que la última cifra de inflación emitida por el Banco Central que corresponde a la primera quincena de marzo fue de 3.1 por ciento, “lo cual es una cifra bastante buena”.
Por otro lado, Carstens Carstens indicó que en los últimos 15 meses las reservas aumentaron de 90 mil millones de dólares a 122 mil millones de dólares, lo que es considerado como un nivel históricamente alto.
Estimó que otro tema que será muy importante en el entorno internacional y que va a tener impactos en todos los países del mundo es la presión sobre los productos primarios tanto energéticos como de granos.
Explicó que este fenómeno se ha reflejado en la inflación mundial, ya que responde al aumento de precios de las mercancías básicas.
A pesar de un entorno externo incierto, todavía con muchos temas por resolverse en la economía mundial, “creo que tenemos una circunstancia macroeconómica fuerte, una política fiscal bien manejada y no tenemos problemas de endeudamiento ni en el sector público ni en el privado”, precisó.
De igual forma, agregó, tenemos una fortaleza externa importante, así como un sistema financiero bien capitalizado.
Por ello, externó que desde el punto de vista macroeconómico no hay excusa para que el sistema bancario no haga una mayor contribución al crecimiento económico.
“Los propios banqueros están convencidos de lo mismo y espero que este año su contribución al crecimiento sea mayor”, subrayó.
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