Palabras del senador Emilio Gamboa Patrón, Coordinador del Grupo Parlamentario del PRI, en la Sesión del Congreso del estado de Chiapas Conmemorativa del Centenario Luctuoso del Senador Belisario Domínguez, en el “Teatro de la Ciudad Junchavín”, en Comitán de Domínguez, Chiapas, el lunes 7 de octubre de 2013.
Ciudadano licenciado Manuel Velasco Coello,
Gobernador Constitucional del estado de Chiapas;
Señor diputado Nefatlí del Toro,
Presidente del Congreso del estado;
Señor licenciado Rutilio Cruz Escandón,
Presidente del Tribunal Superior de Justicia del estado de Chiapas:
Agradezco en nombre de mis compañeras y compañero senadores, al señor Luis Ignacio Avendaño, presidente municipal de Comitán de Domínguez, que haya sido tan generoso con nosotros.
Saludo a la señora senadora Ana Lilia Herrera,
vicepresidenta de la Mesa Directiva del Senado y
representante del presidente del Senado de la República;
Señor senador Roberto Albores Gleason,
presidente de la Comisión de la Medalla Belisario Domínguez;
Saludo a las secretarias de la Mesa Directiva, a la senadora Lilia Merodio y a la senadora Iris Vianey Mendoza;
Saludo a los senadores chiapanecos, senador Zoé Robledo y al senador Luis Armando Melgar;
A mi compañera senadora Alejandra Barrales, al senador Fidel Demédicis, al senador Omar Fayad;
Saludo con mucho cariño y respeto a mi amigo, a don Jorge de la Vega Domínguez, político ejemplar que nació aquí, en Comitán; fue gobernador de este estado y muchos años ayudó a engrandecer a este país;
Saludo con mucho cariño y respeto también, a mi amigo el General Absalón Castellanos Domínguez, ex gobernador de este estado, hombre probo, que sin duda alguna los chiapanecos le hacen todos los días justicia en su caminar por el estado;
Distinguidos diputados de esta legislatura local;
Diputadas y diputados federales;
Amigas y amigos chiapanecos:
Es para mí, de verdad, un gran honor asistir a esta Sesión Solemne, convocada por la LXV Legislatura del estado de Chiapas, para realizar un reconocimiento. Un reconocimiento en el Centenario Luctuoso de un hombre congruente, servidor público comprometido con los valores de la democracia, mexicano ejemplar, don Belisario Domínguez Palencia, que un día como hoy dio su vida en defensa de la libertad.
Médico de profesión, que siempre estuvo cerca de sus paisanos, buscó en la vida pública la inmejorable oportunidad de servir y transformar la realidad del pueblo chiapaneco, con miras a una sociedad más justa, más equitativa, donde todos tuvieran las mismas oportunidades.
Estoy seguro que la gestión y el gran trabajo que realiza el gobernador Manuel Velasco, todos los días, aquí, en Chiapas, se inspira en el pensamiento, en la obra y en el ejemplo de don Belisario Domínguez.
La herencia de este gran mexicano, de la patria, deja constancia del valor de la congruencia entre el pensamiento y obra; es el ejemplo más claro del hombre que actúa en el momento crucial en que la historia de México se lo demanda.
Don Belisario Domínguez mostró, desde muy joven, un alto sentido de la responsabilidad social. Fue un hombre interesado en la cultura; lo mismo, inquieto por conocer historias y leyendas originadas en su natal Chiapas y, de vez en cuando, agarrar la lectura y leer en francés los avances del mundo.
Con tales virtudes, pronto se transformaría en un profesionista preocupado por las condiciones sociales de su gente.
Fue un hombre de acción que en el ejercicio de la medicina apoyó siempre, de manera firme, al pueblo pobre y agotado, carente de posibilidades para atender lo más preciado del ser humano, la salud.
Hombre de Estado, que fue presidente municipal de esta bellísima ciudad, su ciudad natal, Comitán de Domínguez. Y posteriormente senador, en plena efervescencia revolucionaria, en donde sin saberlo sería parte del inicio de la Revolución, que a la postre se traduciría en el régimen constitucional de 1917, que aún impera en nuestros días.
Sin duda, un legislador que con sus acciones enalteció al Senado de la República. Y su activa participación en los trabajos internos y dejando grabado su nombre en la historia parlamentaria de nuestro país.
Las circunstancias lo llevaron a asumir la titularidad de una senaduría, a unos cuantos días de los funestos hechos de la Decena Trágica, que culminarían con los magnicidios orquestados por Victoriano Huerta, contra don Francisco I. Madero y don José María Pino Suárez, Presidente y Vicepresidente legítimos de México.
Como gran legislador, con un profundo amor por la justicia y la legalidad, don Belisario no se arredró nunca, para denunciar tales hechos tan bochornosos.
La aportación de don Belisario es una manifestación de congruencia, en los ideales que los mexicanos hemos defendido desde que alcanzamos la libertad con la Revolución e Independencia.
En cada una de sus palabras reflejó el sentir de un pueblo, que día a día luchaba por consolidar instituciones, que nos dieran paz y armonía en el marco de la ley.
Don Belisario Domínguez levantó siempre la voz ante un gobierno emanado de la traición, para sobreponer el honor republicano.
Con su acción dignificó el desdibujado papel del Congreso federal, como representación directa e inmediata de la voluntad popular.
El Senado de nuestros días reconoce su papel histórico en la formación del régimen democrático.
Puedo decirlo con absoluta seguridad, que es un Senado –esta LXII Legislatura- que ha trabajado privilegiando el diálogo y los acuerdos, para sacar adelante las reformas estructurales que van a transformar a México. Lo seguiremos haciendo, siempre en beneficio de la gente.
Este Senado ha participado en esta celebración de manera muy activa, pues desde el Senado promovimos que este 2013 fuese considerado oficialmente como el Año de Belisario Domínguez, de la Libertad y de la República.
Próximamente tendremos el honor de otorgar la Medalla Belisario Domínguez a una mexicana o a un mexicano distinguido. Presea de fuerte simbolismo, que representa la más alta condecoración que impone el Estado mexicano, a través del Senado de la República, desde hace ya 59 años.
Se les otorga a las mexicanas y a los mexicanos distinguidos por su ciencia o su virtud en grado eminente, como servidores de nuestra patria y siempre en beneficio de la humanidad.
Hoy, a 100 años de su artero asesinato, le recordamos unas de sus últimas palabras que dio en el Senado de la República: “cumpla con su deber la representación nacional y la patria está salvada, y volverá a florecer más grande, más unida y más hermosa que nunca”.
Don Belisario Domínguez pagó un alto precio por la defensa de las libertades de México, no como un acto de martirio, sino de alta conciencia por la recuperación de la dignidad de nuestro pueblo y de nuestro país.
Su ejemplo es vigente, es letra viva para el actuar de todos y cada uno de quienes tenemos el alto honor de servir a la nación sin vacilaciones, firmes y responsables con el deber jurado.
El Senado de la República, con profundo orgullo estará siempre presente aquí en Comitán de Domínguez, acompañando a los Poderes del Estado Libre y Soberano de Chiapas, para rendir el merecido homenaje al prócer de nuestro actuar.
Que sirva esta oportunidad, por lo menos en conmemoración de este gran patricio que llevamos en el corazón y en la razón, que lo llevamos siempre en el compromiso con la República.
La historia de nuestro país ha proyectado un claro sendero a seguir en el desarrollo de nuestras funciones, con el objetivo de alcanzar el compromiso de transformar a México.
Ese es el compromiso que tiene el Presidente Peña Nieto con todos los mexicanos.
El Presidente Peña Nieto no llegó a la Presidencia para administrar; llegó a la Presidencia para transformar a México, así pasará.
Don Belisario Domínguez es símbolo de dicho compromiso, y su recuerdo enarbola las más grandes tareas de nuestro país y los más grandes principios de nuestra democracia.
Con dignidad y orgullo, con seriedad y serenidad, hemos tomado su ejemplo como guía. Y en la construcción del futuro de nuestra patria, estaremos siempre recuperando el recuerdo de su actuar, justo y honorable, siempre en beneficio de Chiapas y de México.
Don Belisario Domínguez nos sigue, nos persigue y nos orienta a los 128 senadores de la República.
Muchas gracias.
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