* Versión del discurso de la senadora Gabriela Cuevas Barron durante la inauguración del foro tricameral “De la prohibición a la regulación: nuevos enfoques en política de drogas”
Muy buenos días a todas, a todos.
Doctor José Miguel Insulza, secretario General de la Organización de Estados Americanos, bienvenido a este Senado de la República.
Doctor Raúl Cervantes, Presidente del Senado mexicano.
Senador Mario Delgado, compañero no sólo hasta de comisión, me toca ser integrante de su comisión, sino ahora también para organizar este tipo de eventos que resultan tan importantes.
A todos nuestros panelistas invitados, bienvenidos, muchas gracias a todos ustedes por estar aquí.
El día de hoy tenemos este segundo día del Foro Tricameral titulado “De la prohibición a la regulación: nuevos enfoques en política de drogas”.
El día de ayer se abordaron los temas de regulación y el control del mercado de la cannabis, así como el de los enfoques alternativos para la atención del consumo de drogas. Hoy nos vamos a enfocar a la política de drogas en el mundo, por eso es que estamos aquí también desde la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado.
¿Por qué cerramos con esta mesa? Porque el problema de las drogas no puede ni debe quedarse en el plano local, ni solamente tampoco en el nacional, debe ya insertarse en una dinámica internacional por dos razones principalmente:
Una que tiene que ver porque debemos cuidar el cumplimiento de los compromisos que México ha asumido en el plano internacional. Desde 1961 la Organización de las Naciones Unidas acordó emitir la Convención Única sobre Estupefacientes con el fin de controlar y fiscalizar las drogas extraídas de plantas como el opio y la marihuana.
Y en segundo lugar, porque el paradigma prohibicionista que ha prevalecido por más de cinco décadas se ha ido modificando poco a poco en diversas regiones del mundo y México no es ajeno a esa realidad.
Hace un año, los estados de Washington y Colorado, en Estados Unidos, avanzaron en la regulación de la producción, venta y consumo de la marihuana con fines recreativos. En la región latinoamericana, Uruguay puede convertirse en el primer país que se desvíe de este enfoque tradicional.
Todo ello nos obliga a pensar en el problema de las drogas como un tema regional, un tema que por su complejidad no puede admitir posturas ni radicales ni absolutas, sino que debe ser abordado de manera diferenciada porque no todos los países presentan ni las mismas situaciones, ni padecen los mismos impactos.
En México, por ejemplo, se despenalizó el consumo de la mariguana en el año 2009, y a veces perdemos esto de vista. A partir de entonces, está permitido portar cinco gramos de mariguana para consumo personal.
Aunque esto es considerado por algunos como una dosis tan pequeña que en lugar de proteger criminaliza al usuario, debemos tener presente que del año 2008 al 2011 el número de personas dependientes al consumo de drogas aumentó de 450 mil a 550 mil personas. Estamos hablando de medio millón de mexicanos que se han visto afectados por una dependencia a cierto consumo de drogas.
Como decía, en estos temas no se deben admitir posturas absolutas. Hay claroscuros. Debemos tomar en cuenta, sobre todo, ahora que el debate respecto a la despenalización y la legalización ha sido mucho más abierto y mucho más intenso.
Y es importante señalar que, a diferencia de lo que ocurre en otros temas que contienen una gran carga ideológica o moral, el debate sobre las drogas se enriquece y avanza con datos sólidos, evidencias empíricas y argumentos serios e informados.
Hace algunos años hubiera sido impensable realizar foros como este. Ahora, muchos se manifiestan abiertamente por un cambio en la política pública de atención a las drogas, pero otras voces también plantean que pudiera ser prematuro dar un giro al enfoque actual, sino que el sistema de fiscalización internacional ha frenado el consumo de las drogas.
Bajo este contexto, la Sexta Cumbre de las Américas que se llevó a cabo en abril del año pasado, marcó un punto de inflexión en la narrativa que hasta entonces se había desarrollado en el hemisferio. Ahí, los mandatarios solicitaron a la Organización de los Estados Americanos que analizara los resultados de la actual política contra las drogas y explorara nuevos enfoques para fortalecer esa lucha.
El pasado mes de mayo se dieron a conocer los resultados de dicho estudio y el día de hoy, el Secretario General de la OEA, el Doctor José Miguel Insulza realiza una presentación de este informe que contiene datos y escenarios reveladores que debemos valorar y analizar detenidamente.
Señoras y señores, ha iniciado una valiosa discusión sobre el problema mundial de las drogas, un debate en el que debemos tomar en cuenta múltiples aristas como los cambios que se han registrado en los patrones de consumo; los factores que detonan la dependencia a las drogas; la violencia y el sufrimiento que genera el narcotráfico; y el flujo de dinero proveniente del negocio de las drogas.
Se calcula que alrededor del mundo 230 millones de personas consumieron alguna droga ilícita en el año 2009. Esto da cuenta de la dimensión del problema que tenemos enfrente y nos obliga, sin duda, a buscar soluciones eficaces que nos ayuden a superar la realidad nacional, pero sin duda también que sean eficaces en el plano regional y mundial.
Muchas gracias a todos y bienvenidos al Senado.
-0000-
