Senado de la República

COORDINACIÓN DE COMUNICACIÓN SOCIAL


Versión de la conferencia de prensa de la senadora Marcela Torres Peimbert, acompañada de organizaciones de la sociedad civil
SENADORA MARCELA TORRES PEIMBERT (MTP): Buenos días a todas y a todos. En esta ocasión los he convocado porque estoy acompañada de organizaciones de la sociedad civil que me honro que estén aquí este día, les doy la bienvenida aquí en el Senado a todos y a todas.
 
Estas organizaciones, entre otras, son las que impulsaron esta medida del impuesto especial al refresco, fue una iniciativa que en diciembre de 2012 presenté y que tiene como principal objetivo disminuir el consumo de refresco a través de un impuesto especial a estas bebidas, ya que somos el país que más refresco consumimos en el mundo, refresco azucarado. Esta iniciativa estuvo respaldada por más de 50 legisladores entre diputados y senadores.
 
Esta iniciativa tiene su origen en estas organizaciones que hoy nos acompañan y son quienes realmente están dentro del problema de salud y han impulsado este tipo de medidas desde hace muchos años y había sido imposible hasta ahora lograrlo.
 
Quisiera yo hacer un reconocimiento al Ejecutivo Federal por haber mostrado sensibilidad a estos temas de salud que son muy graves en el país, hay que recordar nada más algunas cifras: tenemos
80 mil muertes al año solamente de diabetes; y de cada cuatro camas de hospital tres están ocupadas con pacientes cuyos padecimientos son consecuencia de obesidad y sobre peso; de cada 10 mexicanos siete padecemos obesidad o sobre peso, solamente tres están en peso.
 
Entonces, pues realmente un reconocimiento al Poder Ejecutivo por haber sido sensible ante estos temas tan importantes y que ponen además en riesgo la viabilidad de todo el sistema público de salud. Es una iniciativa que fue presentada, como ya lo dije, por distintas fuerzas políticas.
 
Pero el reconocimiento mayor, quisiera yo hacerlo precisamente a quienes nos acompañan el día de hoy, las organizaciones de la sociedad civil, quienes con su esfuerzo y tenacidad y todo su compromiso han logrado que su voz sea escuchada tanto en el Congreso de la Unión como en el Senado de la República.
 
Ahora nos toca a nosotros, a los legisladores, hacer nuestra parte, no ceder ante las presiones de la industria y anteponer ante todo la salud de las y los ciudadanos mexicanos, la cual desde luego hoy está en peligro.
 
No debemos de retroceder en este gran logro que tenemos el día de hoy con este impuesto especial. Por eso estamos aquí, porque si bien es cierto que celebramos la sensibilidad mostrada por el Ejecutivo Federal, creo que la propuesta se puede mejorar.
 
Para que el impuesto realmente sea efectivo y lograr un decrecimiento en el consumo y que esto se vea reflejado en disminución de problemas de obesidad y sobre peso y enfermedades como la diabetes, creemos que es necesario que el impuesto al refresco y las bebidas azucaradas sea no de uno, sino de dos pesos por litro.
 
Por esa razón, agradezco su presencia el día de hoy, esta es la propuesta que estamos presentando y quisiera yo darle la palabra a los expertos en salud, que son estas organizaciones que el día de hoy nos acompañan.
 
Bueno, voy a pasar el micrófono a Anabel Velasco Bernal, del Instituto Nacional de Salud Pública para algunas precisiones en específico sobre el tema de salud. Muchas gracias.
 
ANABEL VELASCO BERNAL (AVB): Buenos días, antes que nada de parte del Instituto Nacional de Salud Pública celebramos la medida del Ejecutivo al incluir el impuesto a bebidas azucaradas en la reforma hacendaria, esto es una prueba del reconocimiento del problema que tenemos en México de obesidad y también muestra compromiso de parte del Ejecutivo en la prevención de este problema importante de salud pública.
 
El impuesto a las bebidas azucaradas es una medida recomendada por organismos internacionales como la OMS, como la OCDE y también por organismos nacionales como la Academia Nacional de Medicina y el Instituto Nacional de Salud Pública.
 
Sin embargo, también reconocemos para que tenga todavía mayor impacto, esta medida debe ir a acompañada de otras como asegurar el acceso a agua potable, tener acceso a alimentos saludables para la población, regulación en el etiquetado y también tener un etiquetado frontal simple, comunicación educativa, entre otras acciones.
 
El impuesto de un peso por litro planteado por el Ejecutivo es un logro muy importante en esta lucha contra la obesidad en enfermedades crónicas, este impuesto tiene la ventaja de presentarse como un impuesto específico, este es un impuesto al volumen que desincentiva el consumo de bebidas, particularmente de tamaños grandes, con esto vamos a evitar que ellos aumenten el disminuir el precio con bebidas gigantes que es lo que han venido haciendo.
 
Aunque este es un primer paso considerando los elevados niveles de obesidad y diabetes en el país, nosotros consideramos que el impuesto debería de ser al menos del doble de lo que se ha planteado, es decir, de dos pesos por litro y no de uno, como es lo que se planteó.
 
Creemos que esto va a ser crucial para lograr que se destinen recursos para promover el agua potable en áreas más pobres y que las familias tengan sustitutos saludables.
 
Nuestras estimaciones que hemos hecho en el Instituto del precio de la demanda de refrescos fueron usando diferentes bases de datos a nivel nacional y muestran que si el precio del refresco aumentara en 10 por ciento el consumo podría reducirse entre 10 a 13 por ciento, en cambio si el impuesto fuera de 20 por ciento se lograría una mayor reducción, que sería entre el 20 y 26.
 
Nosotros asumimos que en México el consumo de refresco es de 163 litros por persona para hacer estas estimaciones de elasticidades y este consumo puede reducirse en un rango de 141 a 146 litros per cápita con un impuesto del 10 y todavía puede reducirse aún más con un impuesto del 20, se reduciría entre 121 y 130 litros por persona.
 
Lo más importante son los efectos en la salud, hicimos también estudios haciendo un modelo matemático, diseñado para producir como se reduciría el peso de la población mexicana después de un impuesto utilizando los últimos datos de la Encuesta Nacional de Salud del 2012 y elasticidad es el precio de la demanda del refresco y se llega a que un impuesto del 10 por ciento podría lograr un reducción en la prevalencia de obesidad y sobrepeso en 1 por ciento, en un periodo de 10 años.
 
Esto representa en ahorros de 6.6 mil millones de pesos en costos directos de atención a la salud, con un impuesto del 20 por ciento la reducción en la prevalencia sería del 2 por ciento y los ahorros alcanzarían hasta 13 mil millones de pesos.
 
En estimaciones recientes de incidencia y prevalencia usando las encuestas nacionales de salud y elasticidades el precio de la demanda de refrescos, se muestra que con un impuesto de del 10 por ciento se prevendría entre 400 mil y 630 mil casos de diabetes al 2030.
 
Estos casos representan ahorros en costos directos que oscilan entre 3.2 a 25.2 mil millones de pesos, si el impuesto fuera del 20 por ciento se reducirían entre 800 mil a un millón 275 mil casos con ahorros entre 6.4 a 50.9 mil millones de pesos.
 
Entonces, en la recaudación asumiendo que este consumo por persona de 163 litros al año, una vez que se reduce el consumo al implementarse este impuesto, la recaudación anual podría llegar a ser de 15 a 16 mil millones de pesos con un impuesto del 10, que es como el que se está planteando y poder llegar a ser mayor con un rango de 22 a 24 mil millones de pesos con un impuesto del 20 por ciento.
 
Con todos estos datos que les presentamos, todas nuestras estimaciones indican que se logra un efecto mayor a partir de un 20 por ciento, eso sería todo de mi parte.
 
MTP: A continuación, le paso el micrófono a Katia García de Al Poder del Consumidor.
 
 
KATIA GARCÍA (KG): Qué tal, muy buenos días. Gracias por su asistencia y muchas gracias a la senadora Marcela por la invitación.
 
Las asociaciones civiles, las organizaciones sociales y los profesionistas que integramos la Alianza por la Salud Alimentaria reconocemos la problemática de la obesidad en nuestro país y también la necesidad de realizar medidas para combatirla. En este sentido, el uso de medidas fiscales ha sido propuesto por la Organización Mundial de la Salud, por la Organización Panamericana de la Salud, por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico; también ha sido mencionada por el relator especial de las Naciones Unidas por el Derecho a la Alimentación y por el propio Instituto Nacional de Salud Pública como una de las medidas para combatir el ambiente que propicia la obesidad.
 
La inclusión de un impuesto en apoyo a la salud de los mexicanos, al gravarse las bebidas azucaradas, es un paso que tiene que ser seguido de otras propuestas porque el sistema de salud pública en nuestro país ya está colapsado debido a las altas prevalencias de obesidad y de diabetes.
 
Actualmente siete de cada 10 adultos y uno de cada tres niños, niñas y adolescentes ya presentan sobrepeso u obesidad, incrementando su riesgo de presentar algunas complicaciones como la diabetes y otras enfermedades crónicas.
 
Estos impuestos pueden recaudar recursos para impulsar políticas públicas que logren modificar lo que los científicos llaman el ambiente obesigénico, y deben estar integrados en la Estrategia Nacional para la Prevención y el Control de la Obesidad y la Diabetes, que debe establecer otras medidas para que juntas logren modificar el ambiente que propicia el aumento de peso.
 
No hay duda de que se requieren recursos para ofrecer los servicios de salud que hasta ahora se han cargado al bolsillo de los pacientes, lo que está llevando a la crisis financiera de muchas de las familias en nuestro país. En muchos casos, los pacientes no tienen los recursos para pagar estos servicios y mueren.
 
El otro fin del impuesto es disminuir el consumo de bebidas azucaradas entre la población; sin embargo, el impuesto tendría que ser lo suficientemente elevado como para impactar al consumidor, regular que ya tienen un fuerte hábito al consumo del refresco.
 
Al respecto, la aplicación de una cuota de 1 peso por litro en las bebidas saborizadas no disminuiría de manera suficiente su consumo, es por esta razón la importancia de que a nivel legislativo podamos incrementar a 2 pesos por litro, lo que representaría un aumento en el precio del 20 por ciento, lo cual ha sido recomendado a nivel internacional y nacional para lograr un mayor impacto en la salud.
 
Una labor muy importante es lograr que gran parte de los 12 mil millones de pesos que serían recaudados sean destinados para que las niñas y los niños de este país puedan tener acceso a agua purificada en sus escuelas, así como el acceso a agua potable gratuita en los espacios públicos, hospitales y en las comunidades más pobres del país para que exista una alternativa al consumo de bebidas azucaradas, que se ha convertido en medio de hidratación para muchas personas.
 
Requerimos una revolución en la forma de hidratarnos en nuestro país, que se ha abandonado por falta de disposición. Actualmente es más barato comprar refrescos que agua, debido a las nuevas estrategias de la industria refresquera y que esto se va a presentar como una fuerte amenaza.
 
Finalmente, el presidente de la República, Enrique Peña Nieto, declaró que los recursos obtenidos de la reforma hacendaria deben de servir a dos propósitos centrales: el primero es a detonar un mayor crecimiento económico, y el segundo, a hacer efectivos los derechos sociales de los mexicanos, por lo tanto, la reforma hacendaria deberá garantizar dos de los derechos fundamentales como mexicanos: el primero es el derecho a una alimentación sana, suficiente y saludable, y el segundo es el derecho al acceso y disposición de agua en forma suficiente, saludable, aceptable y asequible.
 
Recordemos que sobre todo esto es una cuestión de derechos y todas estas medidas, incluidas el impuesto a las bebidas azucaradas, van a garantizar nuestro derecho a la salud.
 
Muchas gracias.
 
MTP: Finalmente, cedo el uso de la voz a Luis Encarnación, de Fundación Mídete.
 
LUIS ENCARNACIÓN (LE): Buenos días a todos. Muchas gracias a la senadora por invitarnos a esta rueda de prensa.
 
Bueno, nosotros desde Fundación Mídete, desde Contrapeso con organizaciones como The Hunger Project , la Sociedad Mexicana de Diabetes, entre muchas otras, no quisiéramos dejar pasar la oportunidad de reconocer y celebrar la decisión del Ejecutivo Federal al incluir el impuesto a los refrescos y las bebidas azucaradas en la reforma hacendaria.
 
Esta es una iniciativa ciudadana respaldada por la senadora Marcela Torres, por más de 60 legisladores y tomando las recomendaciones de organismos internacionales como la OCDE, la OMS, entre otros, como ya mencionó nuestra compañera Katia.
 
Felicitamos la sensibilidad social del presidente Enrique Peña Nieto y del secretario de Hacienda, Luis Videgaray, por esta decisión. Ahora vemos que es el turno de los diputados y los senadores, de quienes esperamos la misma sensibilidad a este grave problema de salud pública que representa la obesidad. Es por esto que cabe señalar que esta medida es perfectible y es por esto que solicitamos a los legisladores que aumenten la propuesta, que no sea sólo de 1 peso por litro sino de 2 pesos por litro, tomando en cuenta las recomendaciones internacionales y la literatura internacional que mencionan que para que el impuesto tenga un efecto positivo y un impacto fuerte en el consumo de refresco y estas bebidas, tiene que ser del 20 por ciento; es decir, de 2 pesos por litro.
 
De no tomar en cuenta esta iniciativa de gran impacto social, seguiremos, como lo dijo el propio presidente Enrique Peña Nieto, en un grave problema de salud pública que atenta contra las finanzas del país. Es por esto que exhortamos a los legisladores federales a no dejarse presionar por las industrias y aprobar este impuesto, cuyo objetivo es proteger el derecho a la salud y a la alimentación sana de los mexicanos.
 
Es importante también señalar que esta medida no es aislada, no es una medida sola que vaya a solucionar el problema de obesidad, sino que tiene que ir acompañada ―y va estar acompañada― de otras medidas como regulaciones en el etiquetado, en la publicidad, en el acceso a agua potable en las escuelas y espacios públicos y en campañas de educación nutricional que sensibilicen a la población en este grave problema y que mejoren la disponibilidad de alimentos saludables y combatan la crisis de hidratación que existe en el país.
 
MTP: Muchas gracias. No sé si haya alguna pregunta.
 
Pues muchísimas gracias a todos por estar aquí.
 
Gracias.
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