Senado de la República

COORDINACIÓN DE COMUNICACIÓN SOCIAL

VERSIÓN ESTENOGRÁFICA DE LA REUNIÓN DE TRABAJO DE LOS PRESIDENTES DE LAS COMISIONES DICTAMINADORAS DE LA MINUTA DE LEY DE SEGURIDAD INTERIOR, CON ALCALDES, EN EL SENADO DE LA REPÚBLICA.

SENADORA ANA LILIA HERRERA ANZALDO: Muchas gracias, porque ya llevan también un buen rato esperándonos. Y así como un grupo de especialistas y representantes de organizaciones de la sociedad civil.

Le cedo el uso de la palabra a la senadora Cristina Díaz, para continuar con la sesión.

SENADORA CRISTINA DÍAZ SALAZAR: Muchísimas gracias.

Sean todos bienvenidos a esta mesa de trabajo, donde estamos escuchando sus puntos de vista, sus opiniones, que son muy valiosas y de esta manera estamos en el Senado abriendo los espacios. Y como lo hemos venido señalando, en la figura de parlamento abierto, donde hay oportunidad de todos ser escuchados. Vuelvo a convocar a todos a llevarlo en el orden y en el respeto que todos merecemos.

Por razones de tiempo y de su función, primero una disculpa, porque ya tenían un rato, más de dos horas esperando, presidentes municipales, algunos se tuvieron que retirar, pero otros permanecieron, y obviamente están con la presión de su agenda para tomar sus vuelos.

Le vamos a dar, en primer término, al alcalde de Ciudad Juárez, Chihuahua, el alcalde Héctor Armando Cabada, la palabra. Tiene usted la palabra, alcalde, y una disculpa.

ALCALDE HÉCTOR ARMANDO CABADA ALVÍDREZ: Muchas gracias. Muy buenas tardes a todos. Gracias a la Presidenta por la invitación.

Señores senadores y senadoras:

Ha sido sin duda muy interesante lo que hemos escuchado esta mañana, por parte de los señores senadores. Y obviamente también por parte de los señores gobernadores.

Agradezco la invitación para exponer el punto de vista sobre la Ley de Seguridad Interna, desde la perspectiva de la ciudad que me toca dirigir como presidente municipal.

Ciudad Juárez ha sido en muchos sentidos un ícono de ciudad violenta, que ha tomado relevancia no sólo en el ámbito nacional, sino también en el ámbito internacional. Pero también nos dio la oportunidad de salir adelante en el tema, y aunque sabemos que no está resuelto definitivamente; sabemos de la necesidad de adecuar nuestra legislación para estar en condiciones de enfrentar los nuevos retos que se nos presentan.

Esto lo digo porque quienes hemos vivido el embate de la violencia en un grado extremo, como es el caso que nos tocó vivir en Ciudad Juárez, entendemos que nos enfrentamos a un crimen organizado que es progresivo, que evoluciona y que muta, y que frecuentemente establece en nuevos parámetros de operación que retan a la imaginación.

Es necesario que el Estado también evolucione, porque el enemigo que enfrentamos ha trascendido las regulaciones ordinarias, debido a la capacidad de organización y sobre todo de hacerse de infraestructura y equipo, buscando constantemente superar las capacidades del Estado Mexicano.

Durante muchos años la posición geográfica de Ciudad Juárez ha sido un punto estratégico para el trasiego de drogas, sin embargo, al fortalecerse la estructura criminal pasó a convertirse en un importante punto de consumo, con las consecuencias de generación criminal que esto conlleva. Además de que las instituciones de seguridad local no evolucionaron a la misma velocidad que lo hizo el crimen organizado.

Es importante decir que en Juárez la racha de violencia inició en el año 2007, con agresiones a miembros de los cuerpos de seguridad. Debo aclarar que para ese momento la infiltración debió tener décadas de trabajo, de tal manera que llegó a ser institucionalizada. Ése es uno de los grandes problemas que ocasionaron la gran ola de violencia.

Esa infiltración propició que los cuerpos de orden municipal y estatal fueran incapaces de enfrentar a un enemigo que les carcomía las entrañas, y que en muchos sentidos dictaba la política de ataque a los criminales.

Esta situación dio paso a que en marzo del año 2008 iniciara el operativo conjunto Chihuahua, donde el Ejército mexicano y las Fuerzas Federales asumieron de manera interdisciplinaria las funciones que les competían a los cuerpos de seguridad municipales y estatales.

Es importante comentar que para ese punto la sociedad se sentía indefensa y veía en las Fuerzas Militares una esperanza de volver a alcanzar la paz que toda sociedad requiere. El Ejército Mexicano cuenta con el aval de la comunidad como institución.

Los primeros resultados que tuvimos fueron un incremento importante en las puestas a disposición por delitos contra la salud y posesión de armas, esto dio oportunidad a los cuerpos locales de seguridad de retomar el control de su operación y de incorporarse al combate a los criminales.

Aun y cuando podemos estimar que en la experiencia de Juárez la intervención de las fuerzas castrenses ene l combate directo contra el crimen organizado fue importante; también tenemos que decir que trajo consecuencias que deben ser replanteadas y subsanadas. Una de ellas es la falta de preparación de las Fuerzas Militares frente a las tareas de prevención y de proximidad social; mientras que actualmente un policía municipal tiene como uno de sus requisitos la preparatoria, también tiene que tener conocimiento sobre derechos constitucionales, un catálogo de delitos, regulaciones para el debido proceso y procedimientos en actuaciones como primer respondiente.

Para dar certeza a las acciones de los militares ante la sociedad, será imprescindible la transparencia en la resolución de las afectaciones a los derechos humanos.

Otro punto que debe considerarse es que para cumplir con plazos adecuados es necesario que conforme se da la intervención, las corporaciones de seguridad se consoliden y generen estrategias que permitan en el tiempo determinado la recuperación de la habilidad para combatir al crimen, en el caso de Chihuahua, el Centro Estatal de Control de Confianza fue un paso fundamental para le revalorización de las policías locales.

La definición de los plazos de intervención tiene invariablemente que pasar por la evaluación de estrategias necesarias para que los cuerpos locales de policía restablezcan su competencia en la labor de seguridad.

Adicionalmente, es necesario que los cuerpos de seguridad locales tengan también una estrategia para un equipamiento, no sólo con recursos extraordinarios provenientes del Gobierno Federal, sino como una estrategia propia de las localidades, porque los municipios no pueden supeditar el equipamiento policiaco, al dinero proveniente de los fondos federales, para ello es necesario que de sí, dediquen recursos propios a fin de acelerar este proceso. Es el caso que a nosotros nos ha interesado desde que asumimos la Administración, con recursos propios hemos comprado más de 300 patrullas y asumimos solamente con 155 patrullas funcionando para un municipio como el nuestro.

También es importante que, para la tranquilidad social, sean transparentes los mecanismos de rendición de cuentas de los resultados de la intervención, incluyendo a las autoridades locales en el informe.

Otro punto que debe quedar claro en el articulado, es la certeza sobre el período de la intervención, dejando claro el método y forma de evaluar para declarar la finalización. Para ello, será necesario que de manera interdisciplinaria se determinen las bases para su aclaración, a fin de evitar que se vuelvan plazos indeterminados.

De igual manera, debe aclararse que la recopilación de la información debe ajustarse a los lineamientos del Sistema Jurídico Mexicano y establecer de manera precisa que los mecanismos para ese fin se sujeten a los principios de legalidad de un marco regulatorio para el ejercicio de esta facultad.

Debemos tener claro que el crimen organizado es un desestabilizador que genera un clima de intranquilidad en la sociedad, y como parte de la Ley de Seguridad Interna debemos de partir de la base, el estado debe proporcionar seguridad a los gobernados otorgando a las fuerzas del orden las herramientas necesarias para salir adelante en esta tarea.

Desde la responsabilidad que tengo de dirigir una ciudad como Juárez, que ha vivido en carne propia un clima de violencia exacerbado, con todo respeto les digo que lo peor que podemos hacer es asumir que el destino de las estrategias es el uso ilegítimo de la fuerza del Estado.

Ante la sociedad mexicana debemos asumir con toda responsabilidad los tiempos que estamos viviendo y asegurar a los ciudadanos que a través de disposiciones generales y abstractas, es como se generan las leyes y reglamentos evitando los catálogos casuísticos que son, en su mayoría, aventurados e inútiles.

Yo me quiero pronunciar, finalmente, porque se retome, lo planteo con todo respeto a través de las dos Cámaras, el tema del Mando Mixto. También el tema de certificar a nuestras policías, Ciudad Juárez es la única ciudad que tiene certificada a su policía, que la decisión no pueda tomarse de manera unilateral, que intervengamos en esto los gobiernos locales y que sea siempre una coordinación y nunca una subordinación.

Es mi planteamiento que dejo ante esta Cámara con todo respeto.

Gracias por su atención.

SENADORA CRISTINA DÍAZ SALAZAR: Muchas gracias al presidente municipal Héctor Cabada.

Muchísimas gracias.

Tiene la palabra el presidente municipal de Monterrey, Nuevo León, Adrián de la Garza Santos.

PRESIDENTE MUNICIPAL ADRIÁN DE LA GARZA SANTOS: Muchas gracias, muy buenas tardes.

No me voy a extender mucho en la palabra, estuve escuchando a los últimos gobernadores que estuvieron por aquí, escuché con atención también al Presidente Municipal de Ciudad Juárez, Chihuahua; y creo que no está en discusión para los que tenemos a cargo ciudades o estados, la necesidad o no de que esté el Ejército en labores de seguridad pública.

Lo que creo que sí es importante, a mí me tocó participar en materia de seguridad pública, desde principios del año 2000 aproximadamente, y se acrecentó la presencia del Ejército muy fuerte en Nuevo León a partir del 2006, en donde se hace una declaración prácticamente de combate frontal al crimen organizado. Si mal no lo recuerdo lo hizo el propio Presidente de la República cuando estaba tomando protesta, y viene a dar una precisa importante en muchos de los estados, de que se estaba dando la lucha contra la delincuencia organizada.

Nuevo León no fue la excepción, me tocó vivirlo, me tocó vivirlo como Director de la Agencia Estatal de Investigaciones, como Director también de la Agencia del Ministerio Público, como Procurador; y creo que la necesidad que tiene el país de ahora, en estos momentos, porque se habla mucho de reforzar las policías; tenemos muchos años reforzando las policías, tenemos muchos años también trabajando en materia de certificación de los policías.

Hemos tenido avances importantes, sin embargo todavía se requiere la presencia del Ejército en las calles, y aquí es donde viene la intervención en el sentido de que desde entonces, desde el 2006 cuando se da la presencia más fuerte del Ejército, aun y cuando ya estaba en muchas partes del país, nunca se reguló la forma en que iba a estar.

Esto ha traído inseguridad jurídica tanto para los militares como para los propios procesados, incluso ahora que se está ya dando la implementación formalmente del sistema acusatorio a raíz de la reforma constitucional, pone en entredicho muchas veces la formalidad en que se ponen a disposición a los detenidos, que si lo puso el Ejército los jueces no lo toman en consideración, lo tiene que hacer el policía aun y cuando el propio elemento militar fue el que hizo la detención. En fin, ha dado muchos problemas de seguridad jurídica en todos los sentidos.

Creo que esta Ley de Seguridad Interior viene a darle esta certeza, aunque en ese sentido habrá que tomar las consideraciones necesarias a efecto de que la presencia del Ejército en los lugares sea de manera temporal, que se precisen de forma clara las formas en que podrá entrar en función el Ejército de forma temporal, de forma gradual y de forma también territorial.

Dejar muy claro también que la seguridad pública es responsabilidad de las autoridades civiles, que actuaría en un momento dado el Ejército incluso como auxiliar del Ministerio Público, en todo caso cuando el Ministerio Público así lo solicitara, para poderle dar formalidad a su actuación. Y que siempre las investigaciones estarían bajo el orden civil y, sobre todo, del Ministerio Público.

Y, bueno, a final de cuentas decir nada más, hacer la aclaración porque creo que en algunos casos se ha considerado como si esto, como si la ley, si entrara en vigor la Ley de Seguridad Interior, lo están tomando como si se hablara de un estado de excepción. Creo yo que al contrario, es la forma de regular la entrada del Ejército sin entrar en materia de estado de excepción.

Muchas gracias.

SENADORA CRISTINA DÍAZ SALAZAR: Muchas gracias al presidente Adrián de la Garza.

Tiene ahora la palabra la señora Isabel Miranda de Wallace, quien dirige la organización Alto al Secuestro.

ISABEL MIRANDA DE WALLACE: Buenas tardes. Muchas gracias por la invitación.

Saludo muy respetuosamente a todos los senadores y a todos mis compañeros de la sociedad civil.

Antes de decir lo que tengo preparado, de verdad yo quisiera pedir desde el fondo de mi corazón que lo que se decida en el Senado, sea para el bien de nuestro país.

Yo creo que más allá de que alguien tenga la razón o no la tenga, de las posiciones políticas o desde las trincheras en que cada uno nos encontramos; todos debemos de ver por el bien de nuestro país, de México, que es el único país que tenemos los mexicanos.

Podemos ir y viajar y pasearnos, pero siempre nuestra casa será México. Ojalá que ese espíritu sea el que nos lleve a discutir esta ley y, sobre todo, a ustedes, los senadores, que es a los que les corresponde a tomar la mejor decisión.

A mí me gustaría empezar por preguntar o poner sobre la mesa, ¿en qué sí estamos de acuerdo?

En que todos los operadores civiles o militares deben respetar integralmente los derechos humanos, en que no debe militarizarse la seguridad pública, en que debe de haber mejores policías y ministerios públicos, indudablemente con salarios más elevados y mejor formación.

Que la intervención de las Fuerzas Armadas debe ser complementaria y subsidiaria, y por razones de excepcionalidad como las que actualmente vivimos. Esto ya está en la Constitución y en las leyes que de ella derivan. El problema no está, entonces, en las leyes, sino en las prácticas, en las buenas o malas prácticas.

La pregunta sería, ¿a quién le conviene que no haya un marco regulatorio para toda las Fuerzas Armadas, que está en situación de excepcionalidad y complementariedad dentro de la seguridad interior?

¿Qué hay detrás del interés de continuar en este vacío legal? Eso es lo que me pregunto.

Y para ello me permití traer tres láminas, que me parece nos van a ayudar muchísimo a todos, y tiene que ver con el último informe de la OEA, y todos los Estados que forman parte de ella. Aquí la tienen ustedes.

Ahí están, ¿quiénes son los que dentro de la OEA, los gobiernos, los países, utilizan a las Fuerzas Armadas en temas de seguridad interior? Esto no es lo que diga Isabel, no es lo que diga una ONG, es lo que dice la OEA, es su último informe.

Y ahí, si quieren pasar la siguiente, por favor.

Como pueden ver, el 79% de los países utilizan las Fuerzas Armadas porque, bueno, como sabemos no todos tienen Fuerzas Armadas; pero el 79% de los países que están en la OEA utilizan las Fuerzas Armadas en el tema de seguridad interior.

Creo que eso nos debe de dar una luz, que no somos la excepción, México, para la utilización de las Fuerzas Armadas.

Hace muchos años, el rol de los héroes era diferente. Hoy son tan cotidianos los actos de heroísmo que llevan a cabo muchos policías, marinos, soldados y ciudadanos, que ya no los agradecemos y no los valoramos, están ahí para atender a la población en casos de desastre, para defender nuestras vidas y a nuestro país.

Permítanme recordarles, que desde el 1º de diciembre del 2012 al 10 de diciembre de 2017, han muerto en cumplimiento de su deber únicamente, digo que únicamente en lo que son policías, no tengo el dato de todas las fuerzas armadas, 329 soldados; militares desaparecidos, 65 militares, de los cuales 19 fueron encontrados torturados.

Eso es lo que hay también del otro lado de la moneda.

Hoy vivimos una crisis, pero no únicamente de seguridad, es mucho más profunda. Hay quienes le apuestan por debilitar a nuestras instituciones, por darles capacidad al Estado.

Hay quienes van al exterior a pedir, incluso, comisiones de la verdad, como si nuestras instituciones no fueran capaces de darle viabilidad a cualquier conflicto que tengamos los mexicanos.

Hay quienes ponen los derechos de los delincuentes o de los imputados por encima de todos los de los ciudadanos, incluso, de los del país, argumentando los derechos humanos, como si únicamente ellos los tuvieran o fueran más importantes que los de la sociedad entera.

Hay quienes, incluso, se niegan a reconocer los derechos humanos de los policías y de las fuerzas armadas.

Todos nos indignamos, indudablemente, cuando vemos a un soldado o a un policía teniendo una conducta inapropiada, pero muchos son indiferentes a las torturas que sufren las víctimas del delito, o más aún, a las violaciones en contra de un miembro en roles de seguridad, y peor aún, tiene más credibilidad, muchas veces las palabras de un imputado que la propia palabra de una autoridad. Esto es inadmisible, así no se construyen instituciones fuertes.

Les pueden disparar sin que ello constituya el delito, como es el de tentativa de homicidio. Hoy tenemos a gente que le ha disparado a nuestras Fuerzas Armadas, a los policías, lo acabamos de ver en Morelos; y a pesar de que hay fuego cruzado durante dos horas, nadie se puso a disposición por el tema de tentativa de homicidio.

¿O qué piensan, que cuando los delincuentes les disparan a los policías o soldados es para saludarlos? ¡No, senadores! Es con el fin de aniquilarlos.

Estos grupos, incluso, desarrollan metodologías no solamente en México, sino en el extranjero, de confrontación violenta para dañar a todo: pero principalmente a los que tienen el deber de darnos seguridad y que no son otro que nuestra propia gente.

Estas metodologías están perfectamente diseñadas y se han aplicado en protestas sociales, como en Estados Unidos y América Latina; tienen una unidad de comando y son utilizadas como estrategia política por ciertos grupos de interés que se financian en el Wall Street.

Por ello, nos pronunciamos a que no se realice algún cambio fundamental para que en el tema de protesta, indudablemente, se respete el derecho de la protesta. Estamos a favor de que la gente se pueda manifestar, pero lo que no estamos a favor es en que el Estado no pueda actuar en contra de las manifestaciones violentas, como las que hemos visto, en las que queman a policías, en la que llegan y queman casas, en las que llegan y queman incluso de Palacio Nacional.

Hemos visto cómo los policías de la Ciudad de México y a los de la policía federal, de verdad, les avientan petardos con fuego y no pasa absolutamente nada.

Es falso lo que afirman sin pruebas de que ahí donde ha trabajado el Ejército ha subido la violencia, los homicidios y los secuestros. No se puede analizar de manera facilona los datos de Chihuahua, Durango, Guerrero y Tamaulipas, sin relacionarlos y vincularlos con los experimentos que hemos denunciado en estos estados vinculados con la equivocada implementación del nuevo Sistema de Justicia Penal; en el que los policías fueron los últimos en ser disque capacitados, muchos ni siquiera han recibido una capacitación.

A quien primero se capacitó, indudablemente, fue al Poder Judicial. No estamos hablando de que si el sistema en sí esté mal diseñado; estamos hablando de que no tenemos policías que puedan aportar pruebas fehacientes o que no estén contaminadas para que puedan ser valoradas por un juez.

No se puede distinguir entre los homicidios que se deben a la guerra, a la llamada guerra del narcotráfico, que en Chihuahua produjo la policía, y el hipergarantismo de estas organizaciones que se resisten a ver la realidad.

Permítanme expresarles, senadoras y senadores, que una cosa es el ideal y otra cosa es la realidad; y hoy nos enfrentamos ante una realidad grave en nuestro país, en la que el crimen organizado y el narcotráfico se ha apoderado de parte de nuestro territorio, en el que se ha cooptado a muchas de nuestras policías y hasta presidentes municipales, lo cual impide la gobernanza.

En algunos casos por corrupción, y en otros por miedo, aplicando la Ley de Plata o Plomo. Así que mientras esta situación esté latente, es imposible retirar las Fuerzas Armadas de algunas partes de nuestro territorio.

Yo no me quiero imaginar cómo sería Tamaulipas sin el Ejército, en donde no pueden transitar en las carreteras si no es a través de estas caravanas cuidadas por el Ejército, la Marina o la Policía Federal.

Estamos de acuerdo en que la ley es perfectible, indudablemente, pero hay muchas leyes, como fue la Ley de Víctimas, por ejemplo, que continúa sin estar terminada y que ha sufrido varias modificaciones.

Eso es lo mismo que debemos de hacer con esta ley, debemos de tener, una vez que ustedes lo aprueben, un marco regulatorio, no un vacío legal; y después, conforme un tiempo, poder hacer los ajustes que requieran ya en la práctica. Me parece que eso sería muy sano, como se ha venido haciendo con otras leyes.

Lo que sí es importante dejar plasmado en el ordenamiento correspondiente, es el que se construyan policías suficientes y capaces para poder atender los temas que les competen, y no tener el desastre de policías civil que hoy tenemos.

No dejemos a discreción de los gobernadores este tema. Por décadas hemos tenido la experiencia de que no les interesa, sólo levantan la mano y piden la ayuda y se les manda al Ejército.

Hagan las leyes y normas necesarias destinando, sobre todo, recursos económicos para que verdaderamente se construya una política pública transversal en la que se ataque de raíz el problema de desigualdad, en la que haya dinero para la prevención del delito, en la que existan policías, repito, preparados, suficientes ministerios públicos capaces y jueces honestos.

Hay que destinar recursos económicos y no sólo tinta. Hagamos los ajustes que requiere el nuevo Sistema de Justicia Penal para que quien quebrante la ley no quede impune por tecnicismos, pese a haber cometido delitos.

Pero más aún, no pongamos la carga política y social en contra de nuestras Fuerzas Armadas, no se lo merecen. El Ejército y la Marina están dentro de las dos instituciones mejor calificadas por encima de otras muchas instituciones.

Es falso que violen derechos humanos sólo por el simple hecho de promulgar una ley. Ni nuestra Constitución, ni los tratados internacionales distinguen entre la actuación de las Fuerzas Armadas y las policías en materia de derechos humanos, es decir, todos estamos obligados a respetar los derechos humanos.

Son las mismas reglas para la detención de personas cuando han cometido delitos para la presentación inmediata frente al ministerio público, para la declaración y el testimonio en el juicio oral. Es decir, a la milicia o a las Fuerzas Armadas no se les aplican leyes diferentes, todos tienen que respetar los derechos humanos.

También existen las mismas reglas para el uso de la fuerza, en ambos sistemas está prohibida la tortura y la intimidación o la incomunicación.

Por virtud de nuestro sistema de derechos humanos, los militares que cometan una falta serán juzgados por tribunales civiles; quienes afirman lo contrario, se equivocan de siglo, pues en el presente siglo no existe otra realidad jurídica.

Por otro lado, la Suprema Corte de Justicia ya ha dicho en varias sentencias, que tratándose del tema de seguridad los derechos humanos deben de tener una interpretación integral, ha dictado sentencias en las que si las fuerzas militares no cumplieron con los requisitos de legalidad en las detenciones, no se cumplen con la formalidad esencial de procedimiento y el debido proceso.

No es una sentencia solamente en la que en una acción de inconstitucionalidad, señalo que el Secretario de la Defensa y de Marina podrían participar en el Consejo de Seguridad Pública, como afirman los detractores de la ley, como ustedes saben ellos participan incluso en el Consejo Nacional de Seguridad.

Son decenas, si no es que centenas de sentencias del Poder Judicial Federal, que confirman la tesis fundamental de que no hay diferencia entre la actuación de militares y policías y que como consecuencia, confirma la actuación excepcional de las Fuerzas Armadas en materia de seguridad interior.

Es mentira que se pretenda militarizar el país. Señores, hace mucho que las Fuerzas Armadas ejercen diferentes tareas, como aquí lo acaba de decir precisamente el senador Gil, de muchos tipos, así es que hemos convivido con las Fuerzas Armadas.

Pero déjenme decirles que México no está fuera de la realidad ni de la norma en el ámbito internacional. Tanto en América Latina como en Europa, las Fuerzas Armadas hacen funciones de seguridad, igual que las Fuerzas Armadas en México, en condiciones de complementariedad, excepcionalidad y por métodos legales similares, a la propuesta de esta Ley de Seguridad Interior como lo acabo de demostrar.

Aprovecho para exigir como ciudadana, a este H. Senado, la aprobación de la minuta de ley del uso de la fuerza que existe en esta Cámara desde mayo de 2009, no es posible que no haya sido aprobada la ley de uso de la fuerza.

La ley es importante porque pone un marco regulatorio a la actuación de todos los operadores que requieren usar la fuerza de manera legítima, de forma racional y proporcional, y cuando exista la necesidad mediante un plan de uso de la fuerza en las manifestaciones violentas, que permite garantizar los derechos de todos.

Es falso el debate de que se violen derechos humanos per se, en la ley.

Me permito citar al señor Elizondo Meyer, dice en un artículo que escribió: “….si vive en una zona insegura del país, y tiene la suerte de que no lo extorsionen en la puerta de su casa, es probablemente gracias a la presencia de las Fuerzas Armadas.

Es fácil prometer regresar al cuartel, pero imposible hacerlo sin tener policías eficientes y honestas.

Sin guerra contra el crimen organizado, tendríamos gobierno del crimen organizado…”. De ese tamaño estaríamos.

Nadie ha dicho que la Ley de Seguridad Interior va a acabar con la delincuencia, eso es una mentira, no es varita mágica la ley, es sólo el marco jurídico que requieren las Fuerzas Armadas para actuar de manera que se determine con precisión la facultad constitucional que tiene el Presidente de la República para disponer de las Fuerzas Armadas para la seguridad interior de la nación, determinar los procedimientos y requisitos para generar garantías para todos.

Por supuesto que estamos a favor de que se elimine este vacío y se determine un marco jurídico precisamente para que en los juicios estén legitimizadas las Fuerzas Armadas cuando hagan este tipo de labores.

Gracias.

SENADORA CRISTINA DÍAZ SALAZAR: Gracias a la señora Isabel Miranda de Wallace.

Tiene la palabra el maestro Juan Ibarrola.

MAESTRO JUAN IBARROLA: Muy buenas tardes a todos, por respeto al tiempo de todos los que están aquí, procuraré ser lo más breve y directo posible.

Lamento mucho que el discurso englobe única y exclusivamente a las Fuerzas Armadas. Y lo lamento porque en realidad no son las Fuerzas Armadas las que han pedido tener este tipo de responsabilidades, más que de tareas, las tareas las tienen, y las tareas las van a seguir haciendo.

Valdría mucho la pena analizar la idea, aceptar la idea, perdón, de que este país está militarizado; pero está militarizado no porque las Fuerzas Armadas hayan querido que se militarizara, porque, bien lo han comentado aquí de ambos frentes, es decir, los senadores y los gobernadores, en el sentido de que las tareas de seguridad pública las hacen las Fuerzas Armadas. Pero también hacen tareas de apoyo a la población en caso de desastre, también hacen tareas en función de educación, cruzada contra el hambre, reforestación.

Y creo que valdría la pena ya comenzar a quitarle lo negativo a que el militarismo, que creo que sí, se vuelve anacrónico el término que quizá algunos retos traen de los años 70 y 80.

El militarismo en México es diferente, porque si preguntamos dónde, ¿quiénes están ayudando a los desplazados en Chiapas?, son los soldados, no son las ONG, no es el gobierno local, no son organismos internacionales, son los soldados los que están ayudando a esa gente.

Sin embargo, en materia de lo que es la seguridad interior, lo que se ha olvidado aquí es precisamente la responsabilidad que otros actores deben de tener en función de esa seguridad interior, que lo que busca, y es lo que no he escuchado el día de hoy aquí, es la fortaleza institucional, la fortaleza de las instituciones municipales y estatales, que creo que ese es uno de los beneficios que traerá esta ley, es decir, en qué momento ya tienen que fortalecerse.

No existe un solo gobernador, alcalde ni senador que esté en este momento en funciones, que haya tomado su función sin que las Fuerzas Armadas no estuvieran a un lado para apoyarlos. Ninguno.

Entonces, quizá los señores gobernadores y los señores y las señoras senadoras deberían de tomar en cuenta esto, o se convierte en una forma de gobernar y de legislar. Es decir, teniendo a las Fuerzas Armadas de un lado o es preferible darles a las Fuerzas Armadas un marco jurídico para que dejen de hacer eso de lo que tanto algunos grupos estén insistiendo que no se haga; es decir, militarización, es decir un poder absoluto a los militares, lo digo con respeto, los militares tienen poder, pero no los mexicanos, los militares de todo el mundo, para eso es, para eso son las Fuerzas Armadas, para que sea una institución de poder, de poder del Estado, gobierne quien gobierne.

Creo también importante decirlo, y con esto concluyo, que no es un tema de temporalidad, es decir, no porque esté terminando un gobierno se intente hacer una ley interior. Ustedes lo conocen mejor que yo, cuántos años se lleva con este tema, cuántos años se lleva también con las Fuerzas Armadas en las calles, las Fuerzas Armadas no van a regresar a los cuarteles, porque desde hace muchos años, no desde hace 12, sino como de, como bien lo decía el senador Gil, desde los años 40 no están dentro de los cuarteles, ojalá entonces que no regresen.

Concluyo con la sorpresa también de que yo no veo a los estudiantes de Tamaulipas, como tampoco veo a los médicos de Chihuahua, esos que no pueden dar consulta. Tampoco veo a los mineros en Zacatecas o tampoco veo a los pobladores de Lázaro Cárdenas, Michoacán; como tampoco veo a los pescadores de Veracruz o a los industriales de la carne en La Laguna y de la leche, manifestándose en contra de esta ley; y eso en verdad me sorprende porque si se les pregunta a ellos, no quieren que las Fuerzas Armadas se retiren de las calles.

Muchas gracias.

SENADORA CRISTINA DÍAZ SALAZAR: Muchas gracias al maestro Ibarrola.

Tiene la palabra la presidenta municipal de Tetela del Volcán, Puebla, Ana Bertha Haro Sánchez.

¿Es de Morelos, perdón?

PRESIDENTA MUNICIPAL ANA BERTHA HARO SÁNCHEZ: Morelos.

SENADORA CRISTINA DÍAZ SALAZAR: Morelos, discúlpeme.

PRESIDENTA MUNICIPAL ANA BERTHA HARO SÁNCHEZ: Muy buenas tardes. Con el permiso de todos los presentes.

Quiero agradecer la invitación que hiciera la senadora Ana Lilia Herrera Anzaldo, presidenta de esta Junta de Coordinación Política del Senado de la República, es para mí un honor poder estar aquí para dar mi punto de vista, y, sobre todo, considero que este foro que se ha abierto para escucharnos a todos, en este caso una servidora como alcaldesa del municipio de Tetela del Volcán, Morelos, es precisamente con la finalidad de poder captar todo este enriquecimiento de ideas que cada uno ha estado manifestando y poder tomar la mejor decisión, antes de emitir precisamente ya de manera definitiva lo que viene siendo esta Ley de Seguridad Interna.

Uno como alcalde pasamos a ser el más cercano a la población, somos el gobierno de mayor cercanía.

Quiero manifestar, hemos visto el esfuerzo que ha hecho el gobierno del estado en Morelos con el tema del mando único; sin embargo, lo vemos como alcaldes a veces se queda ahí como una limitante, una limitante porque sí se requiere tener también una coordinación municipal, sí la vamos teniendo, pero es un riesgo, considero, el que no se fortalezca la seguridad en cada nivel de gobierno.

Y empezar desde la base es muy bueno, desde los municipios e ir sumando, si fortalecemos a la seguridad municipal que es la más cercana, y con base en eso también la seguridad estatal, la seguridad federal y nos coordinamos de manera correcta, considero que es la mejor solución. De lo contrario quedamos muy lejos de una decisión que se pueda tomar a un nivel que inclusive a veces por alguna diferencia política pudiéramos estar en riesgo los gobiernos más lejanos.

Entonces, en lo particular tengo ejemplos de lo que viene siendo esta situación, por ejemplo, del mando único, y en lo particular el municipio de Tetela del Volcán del estado de Morelos ha sido uno de los municipios más seguros, ha habido una participación de la misma ciudadanía que simplemente con radios de comunicación nos coordinamos con seguridad pública nos coordinamos, que también es fortalecer precisamente a los ciudadanos para que los ciudadanos seamos los primeros que nos cuidemos entre nosotros, entre cada uno, y existe esta coordinación de ciudadanía, policía municipal, estatal y federal, y que todos vayamos sumando con una adecuada coordinación.

En el tema de lo que viene siendo el Ejército, Tetela del Volcán es un lugar boscoso, estamos muy cerca del volcán, hemos tenido mucho el apoyo, y mi reconocimiento para el Ejército mexicano, nos ha apoyado en el tema del cuidado que tiene que ver con los árboles, evitar la tala, ahora en el desastre por el sismo nos ha estado acompañando con el Plan DN3, un reconocimiento desde luego, pero considero que sí también hay que dejar muy claro la función también en qué momento es prudente que pueda entrar.

Yo coincido que en este caso las fuerzas del Ejército deben de participar a petición en puntos exclusivos que se requiera, no precisamente que sea de manera constante, a menos que también así se pida y se requiera de manera constante, pero si no es a motivación expresa no sería precisamente la solución.

Y efectivamente el poder realizar un marco jurídico adecuado, sucedió recientemente cuando subieron a hacer un trabajo en el bosque de ir precisamente a vigilar, evitar la tala clandestina, y cuando quisieron actuar, detener a las personas que encontraron, uno de ellos me decían: “es que no podemos actuar porque no tenemos la cuestión de la ley bien normada”.

Entonces, sí inhiben, el Ejército inhibe, pero en esos casos no pudo actuar como quisiera por no tener bien esta cuestión normativa.

La Ley de Seguridad Interior, como se viene manifestando, así como está, considero que sería un retroceso, habría que tomar lo bueno y complementarla a fin de que no se vea vulnerado lo que es la soberanía y, sobre todo, el tema que tiene que ver con el que pueda causar algún temor o incertidumbre a los ciudadanos.

Se generan dos cuestiones y quizá eso es lo que se tiene que ir viendo directamente con cada municipio o en cada localidad, habrá quien requiera al Ejército, por eso les da seguridad de acuerdo a las condiciones que están viviendo, y habrá quien diga no requerimos el Ejército porque da temor en la situación.

Concluyendo.

Considero que se debe de fortalecer más bien la seguridad pública en los tres niveles de gobierno, coordinar bien estas tres fuerzas de gobierno, contar con el marco normativo de la legalidad para la correcta actuación de las Fuerzas Armadas, y solicitar el apoyo de ellos de manera expresa.

Por el bien de nuestro país, actuando con responsabilidad, vale la pena dedicar tiempo a analizar cómo se está haciendo hoy aquí, como estamos todos analizando esta Ley de Seguridad Interior, vale la pena antes de emitirla y que se realicen los ajustes pertinentes para salvaguardar la seguridad y soberanía de nuestra nación.

Y desde luego antes de entrar en vigor, esta Ley de Seguridad Interior, además de fortalecer las instituciones de seguridad desde el ámbito municipal, también considerar los recursos que se tienen previstos para la implementación de dicha ley, y, sin duda, si cuando nos vamos al fondo de todo esto, que tiene que ver con la seguridad de la nación, nos remontamos desde luego a que tenemos que trabajar muy fuerte en el tema de la educación desde nuestras localidades, ahí está la base y en las familias, todo delincuente, persona bien o mal sale de las familias, entonces, debemos de trabajar en leyes que ayuden a hacer ese fomento, ese fortalecimiento desde el ámbito familiar para que en varios años, porque es un trabajo de mucho tiempo, ir fortaleciendo en nuestro país a fin de garantizar esta seguridad y soberanía.

Esto es parte de mi punto de vista, les agradezco la atención.

Gracias.

SENADORA CRISTINA DÍAZ SALAZAR: Muchas gracias a la presidenta municipal, Ana Bertha Haro Sánchez.

Tiene ahora la palabra, de México SOS, su director, Orlando Camacho.

ORLANDO CAMACHO: Muy buenas tardes. Gracias, Senadores, por recibirnos e invitarnos a comentar algunos de los puntos que me parece que son importantes en esta Ley de Seguridad Interior.

Lo primero que quisiera comentar es, esta idea de generar una Ley de Seguridad Interior no es nueva, ya tiene muchos años, simplemente en el sexenio pasado, en las oficinas propias de México SOS, ahí tuvimos algunas reuniones con Senadores en ese momento, con gente del Ejército, con gente de Marina, con gente de la Secretaría de Gobernación, en donde tratábamos de ver cómo podíamos darle un marco a esto, ¿por qué? Porque ya estaba pasando, entonces, esto no es una discusión nueva, es una discusión que viene desde hace tiempo y que ha ido adquiriendo yo creo que más fuerza precisamente porque cada día tenemos a las Fuerzas Armadas más presentes en todo el país.

Es decir, en el momento en que se emita esta ley no quiere decir que al día siguiente las Fuerzas Armadas saldrán a los diferentes estados, municipios, a hacer labores; no, ya están, empezamos con seis, hoy tenemos 28, 27 estados que ya tienen presencia de nuestras Fuerzas Armadas, y, por supuesto, un número importante también de policías federales, entonces, no es nuevo.

Y hay que partir desde México SOS, desde ese tiempo nos interesa mucho esta ley porque estamos viendo una realidad, no es un supuesto, esta ya es una realidad, y para nosotros la realidad tiene tres componentes principales.

El primero es, como se ha comentado por todo mundo, vivimos en una situación complicada, muy complicada de delincuencia, de violencia, de desagravio, de pisoteo, ya a veces nada más es saber no quién deja de nadar en el lodo, sino quién sabe nadar mejor en el lodo, y nos vamos librando de esa situación, y se nos olvida que hay otro tipo de ámbitos, pero ya estamos viviendo en esa situación muy complicada, hace rato escuché a algunos de los Senadores decir que bueno, cuando llegamos a una situación extraordinaria, entonces habría que tomar esto, pues yo no sé si esto no es extraordinario, qué es extraordinario, a lo mejor no han paseado por el país para darnos cuenta de lo que están sufriendo y está viviendo la gente, la sociedad, la ciudadanía, los niños, las escuelas, las familias, si no nos hemos dado cuenta de ello, pues entonces yo les invitaría a que nos diéramos una vuela para que viéramos lo que es extraordinario y digo extraordinario porque no es lo que quisiéramos vivir, lo ordinario es lo que quisiéramos vivir en plenitud, en paz, cuando nuestros hijos van y regresan, cuando nuestras hijas salen a divertirse y pueden regresar, cuando tenemos que hacer reuniones en casa, porque entonces ya no se puede pasar a otra forma de hacer las cosas.

Hoy estamos viviendo ya en una situación complicada, es la primera.

La segunda realidad es que tenemos instituciones locales débiles, algún estado y tampoco generalizo, hay estados que han hecho un esfuerzo importante y han metido recursos, coordinación, se han preparado internacionalmente, han reclutado de forma distinta y hay ejemplos que han fortalecido a sus policías, lo han hecho, pero no son todos y son los menos, y cuando hay un cambio de gobierno, a veces esa parte que se hizo bien se nos empieza a caer, esa es la segunda realidad.

Sí tenemos instituciones locales débiles que no han podido sustentar y enfrentar una ola de delincuencia de la que hablaba.

Y la tercera realidad es que las fuerzas armadas ya están, ahí están y están no solamente haciendo a lo mejor labores que no les corresponden, porque tampoco quieren estar ahí, si ustedes platican con los almirantes, con los vicealmirantes, con los generales, con la gente a cargo, y ellos les dicen: “Nosotros no queremos estar aquí eh”. Nos estamos metiendo en una bola de problemas porque a nuestros marinos y a nuestros soldados ya los llamó la PGR, porque hicieron algo que a lo mejor no debieron hacer y se brincaron un debido proceso y son las cosas que tenemos que ir corrigiendo, porque no son primeros respondientes.

Entonces el almirante te dice, pero cómo le hago si ya encontré dos depósitos de combustible y de gasolina en dos casas y no puedo entrar y nada más la estoy medio custodiando, pero no puedo, pero no llega, pero tampoco el local entra porque no le corresponde, pero sí al otro, pero tampoco le entra porque no ha llegado y ya me lo acaban de cambiar, ¿qué hago? Se fueron.

Pero esa es la realidad de todos los días, entonces ya están ahí cumpliendo algunas funciones y funciones muchas que no les corresponden y que no quisieran cumplirlas, pero además con otra.

Están ahí cada día en una relación más positiva con la sociedad, que si destacamos una presencia, la presencia militar en nuestros lugares es que ha habido una apertura por parte de ellos y también por parte de la ciudadanía para recibirlos, o ya no es tan cerrado ese núcleo, hoy se abre, yo les doy ejemplos muy puntuales, nosotros tenemos las mesas de seguridad de justicia, las mesas se sientan generales, se sientan militares, se sientan almirantes, se sientan policías federales, además de las demás instituciones, ya se nos fue el Presidente de Ciudad Juárez.

Pero gran parte para sacar adelante la situación de Ciudad Juárez, tuvo que ver con una mesa de seguridad y justicia de Ciudad Juárez donde estaban sentadas todas las autoridades coordinadas, todas, porque había un objetivo mayor.

De acuerdo con don Juan, con lo que dice, cuando se bajó en la zona sur de Tamaulipas, el tema de la extorsión y el cobro de piso disminuyó considerablemente, tuvo que ver con una coordinación perfectamente bien hecha entre la sociedad, entre la Policía Federal y entre la Marina, esos fueron los tres, pero lo mismo pasó con otras instancias y con otros problemas.

Y entonces, cuando sale esta Ley de Seguridad Interior, me parece que no está violentando algunas de las cosas que se han dicho más bien creo que sobre una realidad que ya existe, está tratando de regular, de normar ciertas conductas que hoy también quedan muy ambiguas, y que son las que hay que ir corrigiendo.

Por ejemplo, hoy queda a discreción de un gobernador hablarle al Presidente o al Secretario de Gobernación por el teléfono rojo y decirle mándame militares o mándame marinos o mándame Policía Federal, ya verán si se los manda o no se los manda, pero ahí están.

Hoy hay más militares afuera en las calles, más soldados del Ejército, que el total que compone el número de la Policía Federal, y esas son llamadas del teléfono rojo, tal vez, para decir, mándanos, porque nos urge, porque lo necesitamos.

Hoy la ley nos dice: “Trata de regular eso, si es perfectible, pues hay que perfeccionarlo” .Pero ella nos dice que debe de haber una declaratoria, hoy nos dice que tiene que pasar por un proceso, hoy nos dice que eso tiene un período vigente, y hoy nos dice que el que no cumpla eso y además tiene que haber un plan de cómo va a fortalecer las instituciones, eso hoy no existe, la realidad está, pero eso no existe, entonces lo está normalizando.

Hoy existen 90 días para emitir una declaratoria, cuando ya están las fuerzas armadas, cosa que hoy no está así, hoy ya hay 90 días, si ya están las fuerzas armadas, el gobernador tiene que ponerse las pilas.

Hoy hay ya una obligación o cierta obligación para poder pagar lo que le corresponde al gobierno del estado pagar sobre las fuerzas armadas, cosa que hoy durante muchos años muchas de las fuerzas no han recibido ni en recursos y ellos terminan pagando la gasolina, las patrullas siguen poniendo al personal, la comida y no sólo de los suyos, sino de los policías que les están metiendo y hay estados concretas, o sea, siguen haciendo labores sin que nadie les regule nada y nadie le exija la otra parte que le corresponde y fueron los acuerdos en los que acordaron.

Creo que una cuestión es esta Ley de Seguridad Interior, y otra cosa es todo ese fortalecimiento de la Institución Policial que, por supuesto, tenemos que entrarle, tenemos que entrarle con mucha fuerza a ese fortalecimiento de nuestras intuiciones, pero no debe ser una si no se da la otra.

La realidad y la problemática es una para regular y normar, y el objetivo de esta ley es esa, cómo regularizamos y normalizamos esto, pero eso no quiere quitar el dedo del renglón para esforzarnos todos con la misma pasión que estamos defendiendo o apoyando o criticando esta ley, para que exista la otra parte, no brincamos igual cuando el presupuesto se fue a cero en los temas de prevención.

Eso es delicadísimo, usted lo acaba de comentar.

Hoy tenemos que regular, no sabemos cuántas empresas, en diferentes estados están poniendo de su dinero y a su personal para ayudar a los estados a reclutar con campañas que ellos conocen cómo hacerlo para policías, que además el 80% en promedio, se los van a tirar por los controles de confianza que eso totalmente tenemos que corregir, pero ya el 80% va para abajo, de entrada.

Entonces cómo le pedimos que fortalezca las instituciones policiales si tampoco les estamos dando razón.

Pero ese es un tema que tenemos que tratar al ladito si quieren, pero eso no puede mermar la otra, son cosas que deben ir caminando de la mano.

Y diría que hoy necesitamos ser más claros cuando nos dicen, en cuestiones de militarizar al país, yo también entiendo qué es eso de militarizar al país, cuando ya tenemos 27 estados.

Y me cuesta trabajo entender también, dónde estamos violentando los derechos humanos, porque si un soldado o un marino violenta derechos humanos o comete un delito, pues se va a la cárcel, se le juzgue por eso.

Ese es el tema de fondo y es donde, porque es muy fácil ahorita que hablemos en temas generales, vayámonos a los temas específicos y concretos y veamos la coordinación que se está teniendo entre varias autoridades locales con el Ejército, lo que usted comentaba, ahí también, me cuesta un poco de trabajo entender dónde, porque esto es retrógrada, esta ley no la entiendo, por qué usted comenta que era retrógrada, así lo dijo y no lo entiendo, al contrario lo que estamos haciendo es tratar de normalizar algo que ya está, entonces más bien perfeccionando lo que tenemos que perfeccionar.

Yo terminaría diciendo que cuidemos con seriedad la ambigüedad de los conceptos y si la ley presenta alguna ambigüedad de algunos conceptos, corrijámoslo, ahí está el Senado, para eso está el Senado y para eso está el Congreso, corrijamos los puntos que hay que corregir. Pero el concepto general es que ya es una realidad y hoy tenemos que proteger eso.

De la misma manera que hoy dicen, bueno, está usurpando a lo mejor algunas responsabilidades que le correspondería a alguna policía local, que no la tenemos, porque las tenemos débiles, y que tenemos que ver qué están haciendo y que hasta ahora sí ya nos dimos cuenta, y no hace 10 años, pues también tendríamos que estar pensando con mucha seriedad en cómo sacamos una ley en contra de la delincuencia organizada, una ley nacional también, para ir viendo cómo están las atribuciones entre los estados y la Federación, porque hoy ahí también hay una cuestión de incompatibilidad, pero de otra realidad, la realidad es que los estados hoy se están metiendo en temas de delincuencia organizada, porque la Federación no está pudiendo en forma completa. Normalicemos y regularicemos eso también, son realidades.

Hay una Ley Nacional de Ejecución Penal, que en 45 años no se había llevado a cabo, ya salió afortunadamente, la sociedad civil estuvo muy metida. Hoy nos normaliza otra problemática que también está parada, que es el tema de nuestros penales.

Y a lo mejor no lo saben, pero hay sociedad civil que ha construido cuarteles en estados, porque dicen, necesitamos que estén en Nuevo León, como la Laguna, como Coahuila, o sea, cuarteles, hoy les están donando terrenos a la Marina en otro estado, para que entonces digan, por favor necesitamos que estén aquí porque nuestras instituciones no están jalando, y con ustedes nos sentimos hasta ahora protegidos.

La sociedad civil también se da cuenta de ello, no quiere decir, si militarizarnos, ya estamos entonces militarizados, trabajando, tratando de sacar adelante esto que estamos queriendo sacar adelante.

Terminaría simplemente diciendo que los enemigos de México no son los marinos, no son los militares, no es la Policía Federal, no son nuestras policías locales, no es la sociedad civil. Los enemigos son los “otros”, los narcos, los malandros, los de las armas, los delincuentes, los secuestradores. Ésos son los enemigos de México, ésos son. Unámonos todos los demás que estamos de este lado, y entonces organicemos, normalicemos lo que cada uno tiene que hacer, corrijamos lo que tengamos que corregir, pero actuemos como un grupo, un equipo, un país en contra de quienes realmente así son, los malandros y los que están haciéndole daño a nuestros hijos y a nuestras familias.

Conociendo al país completo desde donde estamos, porque estamos en todo el país, les puedo decir que el tener unas Fuerzas Armadas hoy que estén presentes funcionando, haciendo labores incluso que no les corresponden, y otras que sí, ha sido una enorme gratificación para la gente que vive ahí, normemos lo que tengamos que normalizar, pero sobre ello, los enemigos de México son otros.

Muchas gracias.

SENADORA CRISTINA DÍAZ SALAZAR: Muchas gracias al señor Orlando Camacho.

Tiene la palabra don Jorge Amado, Director de Seguridad Ciudadana en Nezahualcóyotl, del Estado de México.

SEÑOR JORGE AMADO: Muchas gracias. Buenas tardes.

El tiempo que hablamos particularmente para aportar lo que la experiencia de cada quien y de cada institución le arroja sobre esta temática.

Yo pienso que el tema es si esta ley es la ley que la seguridad de los ciudadanos y del país necesita ahora para responder a una necesidad muy particular que ha sido expresada por los militares, en el sentido de legalizar su participación en esta problemática nacional.

Y yo me pregunto si ésta es la única forma legislativa de resolver ese problema, o si hay alternativas, algunas incluso ya elaboradas y aprobadas por el propio Senado, pero congeladas allá en la Cámara de Diputados.

A mí me parece que la reglamentación del 29 constitucional sí es una tarea, y es una tarea que está en proceso de ser resuelta, si ése es el objetivo. Pero leyendo el texto de la minuta, o más bien de la iniciativa y de la minuta, uno encuentra que hay propósitos varios, además de ése tal vez, y que ése no se resuelve bien, porque hay juicios muy claros que hablan de la inconstitucionalidad del conjunto de los conceptos, y algunos de manera muy particular. Pero ésa no es, digamos, la calidad con la que aquí vengo. Yo vengo a hablar brevemente sobre una experiencia.

Es posible que en un municipio que tiene un poco más de un millón de habitantes, se organice la seguridad ciudadana sin desgastar, ni a las Fuerzas Federales, ni a las Fuerzas Militares, con un modelo que garantice que la ciudadanía pierda miedo y que las autoridades policiales entren en contacto muy próximo y de esa manera empoderen a los ciudadanos, se legitimen las autoridades y se desempoderen y por lo tanto se aíslen y debiliten los delincuentes. No les hablo de paraíso terrenal, obviamente tenemos inseguridad, obviamente tenemos delitos, estamos en una batalla constante en esa dirección, pero los resultados son mejores ahí, que en las delegaciones vecinas y que en los municipios vecinos. Y entonces nosotros podemos llegar a algunas conclusiones importantes.

Nosotros hemos llegado a la conclusión de que más fuerza no necesariamente significa más seguridad. Que la seguridad, sobre todo en el nivel local, en el nivel ciudadano está muy vinculado con la proximidad social, porque la proximidad social facilita la captación de información que luego cuando se sistematiza es muy útil como inteligencia, no sólo para la corporación local, sino para aportarla a las otras corporaciones.

Entonces, la labor de seguridad ciudadana es una fuente importante de cooperación y de colaboración con otras áreas. Y quiero ilustrar lo que estoy diciendo.

En este momento para tratar de contener un incremento exagerado de la incidencia delictiva, no sólo en delitos digamos, robos violentos, sino también en homicidios y otros muy graves, en los principales municipios del Estado de México, tenemos 15 bases de operaciones mixtas combinadas Marina y SEDENA, en Naucalpan, 15 bases de operaciones mixtas en Tlalnepantla, y 15 bases de operaciones mixtas en Ecatepec. Y ¿saben qué? los resultados son magros.

Y más o menos cuando están, baja un poquito, pero en cuanto se van, regresan. Es decir, no son la solución. Y nosotros tenemos un esquema de colaboración con las Fuerzas Armadas muy diferente, y con las Fuerzas Federales. Cuando necesitamos un apoyo puntual lo pedimos, nos lo dan y resolvemos problemas que nosotros no podemos resolver.

Por ejemplo, tengo aquí la memoria de un secuestrador que vio de Reynosa, se instauró en una colonia del municipio. El hombre se sentía la máxima potencia, secuestraba. Una vez nuestros policías lo encontraron en flagrancia, lo detuvieron, lo pusieron a disposición del ministerio público con todas las evidencias, eso sucedió el jueves, el lunes ya estaba libre. Porque el ministerio público se las arregló para que cambiaran la declaración, los policías, etcétera.

¿Cuál es la conclusión nuestra? Necesitamos pedir un apoyo superior, y nosotros, yo personalmente fui a hablar con los órganos de inteligencia de la Marina y pedí su intervención, y la Marina discretamente, si mandar un pelotón de marinos, con el personal de inteligencia que ellos tienen, hizo la investigación correspondiente, puso el caso en la SEIDO, y el señor está preso, y varias casas de seguridad de lado de Iztacalco y de lado de Nezahualcóyotl fueron ubicadas y nos erradicaron ese problema, y en ese aspecto se redujo la incidencia.

Y les podría contar muchos casos, y al revés, mucha de la información que nosotros captamos todos los días, a veces, mediante remisiones de infractores y a veces de delincuentes, la proporcionamos a la Policía Federal, la proporcionamos al Ejército, cuando nos la pide, o la Marina también, y no hay desgaste, ni económico, ni de legitimidad por la intervención de las autoridades federales, lo que hay es un resultado bastante constructivo en todos los sentidos de la palabra, presupuestalmente el gobierno no ha tenido que invertir gran cosa.

Y debo decirles que en Nezahualcóyotl no solamente hemos venido reduciendo la incidencia con la medición que ustedes quieren, y quieran de manera muy notable, en los años del 13 al 15 fue del 64 %, ahora no puede ser tanto porque así son las leyes de la incidencia, pero estamos avanzando. Y la percepción de la ciudadanía nos ha favorecido, en la última encuesta del INEGI de al ENSU, sacamos la mejor calificación de las 4 zonas de la Ciudad de México, de Ecatepec y de la ciudad de Toluca nosotros.

Y nos colocaron, a la hora de la pregunta de la efectividad de la policía municipal, como la quinta a nivel nacional y lo mismo a la hora de “¿confía usted en su policía como la quinta a nivel nacional?”.

Yo digo, es un modelito sencillo, no es magia de nadie, pero si lo aplicamos en muchas partes seguramente estaríamos en condiciones de tener resultados diferentes, y no es que volvamos a los militares a sus cuarteles, es que no los utilicemos en una estrategia que después de diez años podemos decir que ha fracasado, necesitamos una nueva estrategia, y esa nueva estrategia significa fortalecer capacidades, no sólo locales, federales y estatales.

Las aduanas, en manos del crimen organizado en Tamaulipas, no son falta de capacidades institucionales locales, son falta de capacidades institucionales federales, son modelos.

En Reinosa cualquier ciudadano que vaya va a ser seguido desde el momento que baja del avión hasta cuando se va al hotel y cuando sale del hotel también porque tienen un sistema de halconazgo muy eficiente, pero por más Halcones que tengan la mayoría de los ciudadanos están atemorizados, nunca se van a manifestar, nunca los van a ver en la calle manifestándose porque parte de la estrategia del crimen organizado es atemorizar y aterrorizar a los ciudadanos, entonces necesitamos una nueva estrategia.

Mi crítica principal a este proyecto de ley es que de alguna manera institucionaliza y le da permanencia a lo que no es la solución, tiene pisos y una estrategia que está demostrado que no funciona… y el Senado, con las capacidades que tiene, se toma el tiempo que sea necesario para la ley, para hacer la ley que el país y que las Fuerzas Armadas necesitan.

Ese es mi planteamiento.

Muchas gracias.

SENADORA CRISTINA DÍAZ SALAZAR: Muchas gracias a don José Jorge Amador.

Tiene la palabra el doctor Samuel González Ruiz.

DOCTOR SAMUEL GONZÁLEZ RUIZ: Muchas gracias por la invitación, senadora.

Senadoras, senadores, gracias.

Creo que es bien importante esta reflexión, y después de haber oído a quien conozco desde hace mucho tiempo, al ingeniero Amador Amador, y de conocer de cómo traba él en Nezahualcóyotl, yo creo que todos estamos convencidos que modelos como ese es lo que hay que desarrollar en todo el país, como también el de Ciudad Juárez que acabamos de ver.

El problema no está en los modelos que acaba de desarrollar el ingeniero Amador, ni el de Ciudad Juárez, ni en todos los otros modelos que han sido exitosos, el problema está precisamente en los otros lugares donde eso no ha sucedido y hay que reflexionar el por qué.

O sea, con toda claridad les decimos: “mejorar a las policías municipales y estatales no es un problema de leyes”.

Los señores candidatos a la Presidente de la República, que en los próximos meses darán sus proyectos de gobierno, tendrán los mismos elementos para discutir sus proyectos de seguridad porque ya está todo en la ley, nadie puede inventar nada más porque ya lo pusimos desde hace veinte años en evoluciones que están en la ley, esto no es un problema de leyes, sino de prácticas.

Perdónenme que se los diga, pero es como si me dicen, ¿qué se requiere para hacer un pastel? Pues se requiere la harina, se requiere el azúcar, los huevos, la levadura y la leche, pues ahora mézclala, mézclala y vas a ver si te sale el pastel o no.

Cuando gentes que no saben hacer pasteles se ponen a decir cómo hacer los pasteles, pues el resultado es, por ejemplo, algunos estudios del Cide, sobre militarización que no tiene ni pies, ni cabeza, para decirlo con toda claridad, ¿verdad? se ponen a decir que los militares cuando han llegado han subido los delitos, cuando es exactamente un fenómeno que no se puede analizar así.

Ponte a hacer el pastel, el señor ingeniero Amador Amador sabe hacer pasteles porque lo ha hecho durante quince años en la Policía en Nezahualcóyotl, él si sabe hacer pasteles, sabe cómo se manejan a los policías, sabe cómo se da la interrelación entre los policías municipales y los policías federales y los militares y puede dar los resultados que reconocemos en Nezahualcóyotl, el problema es por qué en otras partes del país no se ha hecho eso.

La respuesta es muy sencilla porque a los policías no les pagan lo que les deben de pagar, porque no tienen carrera, porque la Cámara de Diputados, que es la que debe de dar los recursos, no se los ha dado; porque hemos discutido y tirado el dinero en muchos elementos que te implican, desde luego, la capacitación que ha sido deficitaria para los policías y los ministerios públicos de todo el país.

¿Por qué, no nos engañemos, el problema de la inseguridad en el país tiene que ver con la equivocación a la hora de implementar el modelo procesal acusatorio? Y es clarísimo cuando se analizan los datos de Chihuahua, Durango, Zacatecas y Nuevo León, de como cuando llegó el Sistema Procesal Acusatorio los mismos que pretenden que no existan personas metidas en la cárcel, aunque esté determinado en la Convención Americana de Derechos Humanos las reglas para que una persona pueda estar ahí en las condiciones, en las causas y condiciones que señala la Constitución en relación con el diseño de la Constitución, pues no lo permiten.

Todos tenemos derecho a la libertad y la seguridad, lo he dicho muchas veces, y la Constitución dice cómo.

Si yo estuviera cometiendo delitos de secuestro y los amenazara a ustedes con un secuestro, ustedes tienen derecho a ser protegidos en los términos que está señalados en la Constitución.

Ahora bien, esos errores de implementación se están reflejando hoy en esta crisis que vivimos, es decir, cosechamos, estamos cosechando en todo el aumento a la delincuencia y a los delitos que están sucediendo en varias partes del país, los errores en el proceso de implementación de la reforma judicial y, desde luego, que están haciendo crisis.

Dicho esto creo yo que es muy importante reflexionar lo siguiente.

Señoras senadoras; señores senadores:

Creo que alguna parte de la discusión confunde los momentos históricos.

En el año 2006, cuando salieron a anunciar esta guerra contra el narcotráfico, no estaban las condiciones institucionales, ni legales para poder, digamos, sostener el establecimiento de un sistema de derechos humanos en el país.

Nosotros, con nuestro equipo de trabajo, producimos un libro, que se llama “La fuerza de la razón y la razón de la fuerza”, que desarrollamos a partir del caso Atenco.

El libro fue publicado en 2009 y llega a una conclusión, que es total y absoluta. No hay diferencias en las legislaciones internacionales, en el tratamiento en materia de derechos humanos de militares y de policías, ahí están todas las sentencias.

La fuerza, la manera de detener las reglas para procesar son exactamente las mismas, no hay ninguna diferencia si son militares o son policías, y eso, ese libro tiene un elemento muy importante, por eso coadyuvamos con algunos diputados a hacer el proyecto de Ley de Uso de la Fuerza para la Federación, que fue aprobado por la Cámara de Diputados en el año 2009, y que no se ha trabajado.

Hay un espacio muy grave en materia de Ley de Uso de la Fuerza en este país, no se ha terminado de trabajar.

¿Y cómo podemos darle certeza a las personas y a los policías, y a los militares que usan la fuerza si no tenemos esas reglas?

Bien, entonces en materia de derechos humanos no hay ninguna diferencia entre la actuación de policías y la actuación de militares.

Vamos ahora al problema de competencias. Cuando a mí me hablan: es que no se entiende y voy a criticar a mi amigo Pedro Salazar, del Instituto de Investigaciones Jurídicas, el director, que publique un artículo, no se entiende qué es la seguridad privada, la seguridad pública, la seguridad interior, la seguridad exterior y la seguridad nacional, dice él que no se entiende.

Para mí es perfectamente claro y he escrito el libro sobre el tema, el primero se llamó “Seguridad pública en México, problemas, perspectivas y propuestas”, es un asunto de grado, así de simple, es un asunto de grado.

Voy a ser muy sintético. ¿Verdad?

Si alguien, yo, empiezo a escandalizar, claro, sin ser Senador, porque si no, no me pueden sacar. ¿Verdad? los regañaría, desde luego, la Presidenta de la Junta de Coordinación Política, pero si yo empiezo a escandalizar aquí, va a venir el señor, que es la parte de vigilancia interna ¿Verdad? y me va a sacar de la sala.

¿Qué es eso? Seguridad privada de las instituciones o de las empresas. ¿Verdad?

Si yo empiezo a escandalizar con gente, a las cuatro de la mañana, con otros tres amigos, se va a tratar de una falta administrativa, problema de policía municipal, de bando de policía y buen gobierno ¿Verdad?

Si nosotros, en lugar de escandalizar, nos ponemos a dañar edificios, entramos en el problema del código penal del estado. ¿Verdad?

Si esos mismos, nos organizamos y nos dedicamos a hacer secuestros, entramos en el problema de la Ley de Secuestros, y ahí empezamos con materia federal.

Si tenemos armas y empezamos a disparar, pues entramos de lleno en el campo federal, porque la otra es una Ley de Secuestros ¿Verdad? que tiene un ámbito local, y un ámbito federal.

Si nosotros cuatro y otro más nos dedicamos a la delincuencia organizada, pues, estás en un problema donde empiezas a estar en el asunto de la Ley de Seguridad Nacional, en sus dos aspectos: la seguridad externa del país, es decir, un ataque de una potencia extranjera frente a México, y la seguridad interior, el mantenimiento de la Constitución, de las instituciones, del orden público.

Díganme o explíquenme ¿Qué es lo que no se entiende de lo que acabo de decir? Que está perfectamente implícito en la Constitución. ¿Verdad?

¿Por qué se afirma, por parte de algunos estudiosos, que no se entiende?

Es un asunto de escalamiento ¿Verdad? y donde deben tener competencias.

La Constitución es clarísima en el 21. ¿Verdad?

“La Seguridad Pública compete a los municipios, a los estados y a la federación”.

Y en cada una de esas tres fases, tiene competencia la policía municipal, la policía estatal y la policía federal.

El Presidente de la República, de acuerdo al artículo 89, fracción VI ¿Verdad? tiene la facultad de disponer de la totalidad de las fuerzas armadas para apoyar a la seguridad interior del país ¿Verdad?

Y ¿Qué quiere decir eso? Que puede, dentro del ámbito de su competencia, determinar la coadyuvancia ¿Con quién? Con las autoridades federales. ¡Clarísimo, constitucional! ¿Verdad?

Ahora, la Constitución también tiene reglas y tiene reglas de transferencia precisas. Cuando el Presidente está en una localidad o en un lugar, el mando total de las policías, de las fuerzas que sean ¿Verdad? está en el Presidente por disposición constitucional.

Y el Gobernador también tiene, de acuerdo al 115 de la Constitución, capacidades para tomar las fuerzas locales de policía en ciertas condiciones. Tiene ya reglas de transferencia, y desde luego, el Jefe de Gobierno en otras condiciones, según el 122 de la Constitución.

Díganme ¿Dónde está la confusión?

Díganme ¿Cómo es posible que esas reglas puedan ser inconstitucionales por una Ley de Seguridad Pública, que lo que va a reglamentar es precisamente eso en la materia federal?

No, no hay ningún problema de constitucionalidad. El que lo diga ¿Verdad? está engañando, porque la parte de inconstitucionalidad que dicen se refiere a la competencia ¿Verdad? y esa competencia es una competencia perfectamente constitucional, porque está señalado en los artículos de la Constitución, que comenté ¿Verdad?

Entonces, la regulación, y esto, perdónenme que les diga ¿Verdad? pero creo que hay una confusión gigantesca ¿Verdad?

Todos estamos de acuerdo en que se deben mejorar las policías municipales y las policías estatales y las policías federales.

No creo que exista alguien que diga: “Que no debe mejorarse” ¿Verdad?

Ya están las leyes ahí puestas, mejórese ¿Verdad?

Aquí estamos hablando de una cosa distinta, no de ¿Cuál es el modelo de seguridad, que ya está perfectamente determinado en la Constitución?

Sino de ¿Cuál es la manera en que el Presidente de la República puede ejercer esa fracción que está en el artículo 89 de la Constitución, y de eso estamos hablando?

Por eso no tiene razón el que se discuta de otras cosas ¿Verdad?

Y perdón que lo diga con toda franqueza ¿Verdad? a mí me parece que de lo que se trata aquí es que no se legisle para regular ese artículo, es de lo que se trata; no se trata de regularlo correctamente o incorrectamente, se trata de impedir que se legisle, y perdonen que se los diga ¿Verdad?

Esos que lo dicen, están como un siglo atrás. Si a mí me hubieras dicho el siglo pasado ¿Si se podía regular esto? Te diría que no. Pero ustedes están trabajando en materia de derechos humanos.

México se ha incorporado al Sistema de Derechos Humanos.

Hoy tenemos la participación de la Corte Interamericana de Derechos Humanos en todo el esquema de derechos humanos, y por lo tanto me parece ésta, perdónenme que se los diga, una discusión que se equivocó de siglo.

Muchas gracias.

SENADORA CRISTINA DÍAZ SALAZAR: Muchas gracias a Samuel García.

Tiene la palabra el Presidente Municipal, Francisco Cienfuegos, de Guadalupe, Nuevo León, además es Presidente Adjunto de la FENAM, y viene también en representación de la Federación Nacional de Municipios Libres por México.

PRESIDENTE MUNICIPAL FRANCISCO CIENFUEGOS MARTÍNEZ: Muchas gracias, senadora.

Muchas gracias a la senadora Ana Lilia, también por considerarnos, invitarnos a estas mesas de trabajo, a estas reuniones de trabajo.

A mis compañeros alcaldes, que hoy han participado también aquí y, por supuesto, al resto de los Senadores, asociaciones civiles y expertos en la materia.

Voy a hablar un poco del antecedente y de lo que a nosotros nos toca vivir como alcaldes.

Yo comparto mucho de lo que aquí han dicho. Orlando Camacho, creo que es regular lo que ya está. O sea, hoy en día en las calles existe la participación del ejército, de las fuerzas armadas.

Lo que comentaba hace un momento Samuel González: “No hay dinero”.

Simple y sencillamente si tú quieres comparar la policía municipal, yo tengo una corporación en Ciudad Guadalupe, que rondamos un poco más de 900 mil habitantes, y son un poco más de mil elementos operativos, no tenemos la capacidad que tendría ninguna corporación de las fuerzas armadas. Hacer frente con lo que nosotros tenemos, pues sería, no estas equiparando la fuerza que ellos tienen.

Sin embargo, para poder garantizar en muchos de los aspectos, como decía José Jorge Amador, necesitas de esas fuerzas para poder garantizar hoy en día, y esa es la realidad, la seguridad de nuestras ciudades.

Si lo queremos ver de otra manera, sería simple y sencillamente hablar no con la verdad.

En Ciudad Guadalupe, en el año del 2010, aproximadamente, 2009-2010, hubo un mes y medio, más o menos, que no hubo ni un solo policía en la calle. Un día llegó el ejército y se puso en cautiverio y a disposición del ministerio público al 100 % de los elementos operativos de la corporación. ¿Por qué? Porque estaba inmiscuido el crimen organizado en Nuevo León.

Fue, entonces, cuando se creó la institución policial “Fuerza Civil”.

A Adrián, mi compañero Alcalde, le tocó ser Procurador del estado en aquel entonces, e imagínense, tomaron toda una ciudad, el ejército, sin tener las facultades o la reglamentación necesaria.

Y yo estoy de acuerdo en el valor que se le esté dando al tener esta Ley de Seguridad Interior. Creo que el fin óptimo, el procedimiento legal para que las fuerzas federales y las fuerzas armadas intervengan en el apoyo de las instituciones locales y que la facultad constitucional, para tenerla, esté realmente facultada, y que se pueda garantizar el actuar de ellos.

En Guadalupe hay una policía, hay un batallón de una policía militar, hoy, y próximamente va a haber dos, y hacen una gran labor, nada más que tiene que estar al lado un policía municipal, porque lo que lleguen a hacer, no tienen ellos la facultad, no van a ir al ministerio público a decir: “La detención fue así, de esta manera”, no, la tiene que hacer, esa parte jurídica, la tiene que hacer la policía local. Entonces, hay ahí un área de oportunidad grandísima.

Estoy de acuerdo, lo que comentaba María Isabel, toda ley es perfectible, yo fui presidente de la comisión de justicia y seguridad pública, y presidente del congreso en el estado de Nuevo León.

Y le implementación del sistema penal acusatorio que tiene un sinfín de recovecos, tienes que avanzar como país, como estado, tienes que avanzar, no te puedes detener, habrá, que, en la práctica tomar nota, y toda reforma tiene una contrarreforma, pero no por eso, para poner a todos de acuerdo, discúlpenme, y yo lo viví como Diputado, eso es prácticamente podríamos decir imposible, pero no por eso, no por eso, en su mayoría, hay que avanzar.

Estos puntos que se han tocado y ya no quiero ser repetitivo, sí creo en el fortalecimiento de la policía municipal, soy un convencido de ello; yo considero que debe, ¿cuál es la diferencia de un policía y de un contador público?, ¿cuál es la diferencia de un policía de un ingeniero, de un doctor?

Tiene que haber instituciones educativas que formen policías, y que la carrera policial, una carrera policial no es de 6 meses, discúlpenme, yo creo que tiene que ver un destino correcto de la profesionalización de los policías, y decir, no recibimos la capacitación del instituto de desarrollo de tal, no es cierto, no es así.

Si queremos policías profesionales, tenemos que tener policías con carrera profesional, y en base a eso que su vida la dediquen realmente a la profesión que emana de una institución educativa.

El factor de los derechos humanos, Senadores es muy importante, en esto y la regularización de esto, mejorar los mecanismos de coordinación entre las fuerzas armadas y los cuerpos de seguridad estatal, y por supuesto los municipales, y esto que pueda superar las afectaciones que exista en la Ley de Seguridad Interior.

En nombre y en representación de los municipios que pertenecemos a la CENAM yo aplaudo y que se esté llevando a cabo y que dentro de poco podamos tener una ley de seguridad, apuntar lo que no se está, lo que pueda ser perfectible, y que en un futuro inmediato podamos seguir contribuyendo en esta materia.

Muchas gracias.

SENADORA CRISTINA DÍAZ SALAZAR: Muchísimas gracias al presidente de CEMAN, Francisco Cienfuegos, y además presidente municipal de la ciudad de donde yo vivo, muchas gracias.

Tiene la palabra el maestro Javier Oliva, y con ello concluimos esta segunda reunión de trabajo para pasar a la tercera.

MAESTRO JAVIER OLIVA: Primero quiero agradecer esta muy buena oportunidad para poder dirigirme a ustedes, muchas gracias a las senadoras, a la Presidenta de la Junta de Coordinación, y a la Presidenta de la Comisión de Gobernación.

Yo quisiera también, ya han hablado sobre varios de los puntos y la importancia que tiene esta ley, yo quisiera, en estos minutos tratar de aportar algunos elementos si es posible, ¿en qué mundo estamos viviendo?

Es decir, qué está pasando con las fuerzas armadas en otras partes del mundo, y no pensar que México, aunque el origen del nombre de México, según Gutierre Tibóne, es el ombligo de la luna, pues tampoco nos lo creamos, porque estamos en una condición de la sinergias de las fuerzas de la criminalidad, de la ciberseguridad, hoy para la OTAN el tema número dos de su agenda, de la OTAN, después de lo que es el terrorismo, es la ciberseguridad; después de que ha estado documentada la intervención de hackers rusos para incidir en la opinión del votante catalán, del votante inglés en el Brexit del 23 de julio del 2016 para incidir en la votación alemana, que está en su peor crisis de 1945, en política, no ha podido formar gobierno a la fecha, nunca les había pasado.

Con esto yo quiero llamar la atención respecto en dónde estamos parados, y qué desafíos están enfrentando las fuerzas armadas de México.

La semana pasada se reformó la constitución en Francia, el presidente Macron junto con el partido que creó en las elecciones presidenciales pasadas, trató de darle regularidad a las medidas del estado de excepción, cómo se llama en Francia, en donde, entre otras cosas se permite el patrullaje de las fuerzas armadas, sea en el metro, sea en la Torre Eiffel, sea en el metro de Toulouse o sea en las playas de Brest, ya está legalizado.

No se había aplicado el estado de excepción en Francia desde 1953 cuando comenzó la guerra de independencia de Argelia.

Entonces, estoy hablando de la democracia francesa, una de las tres democracias liberales fundadoras del pluralismo, del liberalismo y de la tolerancia.

Hoy el estado de emergencia en Francia es constitucional.

No estoy diciendo con esto, todos los casos son diferentes, todas las realidades tienen sus excepciones, pero vivimos en el mismo planeta, aunque algunos no lo crean, como bien se apuntaba hace un momento.

También otro caso muy importante es lo que sucede con las fuerzas armadas de Colombia, en el proceso del post conflicto, después de la negociación con las fuerzas armadas revolucionarias de Colombia y con el ELN, el Ejército de Liberación Nacional, hoy las fuerzas armadas de Colombia es muy importante, no porque yo lo diga, porque de suyo es, están revisando su doctrina militar.

Muy rápidamente, quiero ser muy esquemático, de la doctrina militar viene el adiestramiento, del adiestramiento viene el equipamiento orgánico, es decir, qué tipo de armamento, y después vienen las misiones.

Es decir, cambiar la doctrina militar significa cambiar las misiones operativas de las fuerzas armadas.

Tuve la oportunidad de opinar en la doctrina militar colombiana, se llama la Doctrina Damasco, es un país que es importante precisar, católica, tiene su sistema político.

Pero lo que quiero decir con esto es que hoy, por ejemplo, el presidente Santos, por primera vez en la historia de Colombia, escúchenlo bien, fue autorizada la fuerza aérea para bombardear zonas de influencia de grupos de Bacrin, que es el acrónimo, de bandas criminales organizadas.

Por primera vez en la historia la fuerza aérea de Colombia atacó instalaciones del crimen organizado.

Por otro lado, tenemos embarcaciones de la armada alemana, perteneciente a la Organización del Atlántico Norte deteniendo migrantes en las aguas internacionales del Mediterráneo.

A la fecha, la armada alemana no ha desarrollado los protocolos interrogatorios para los migrantes que suben a sus embarcaciones y se los llevan a Europa.

Con esto quiero decir, que las fuerzas armadas en buena parte del mundo, les hablé de la OTAN, les hablé de Colombia, les hablé de Francia, están en un proceso de transformación.

Y, lo digo con toda seriedad, porque yo desde hace muchos años me dedico a estudiar estos temas, las fuerzas de México llevan mucha ventaja para enfrentar esta agenda de seguridad internacional, seguridad regional, y ya Samuel lo explicó de una manera brillante, explicó las dimensiones de la seguridad, de tal manera que me parece, y es muy importante este foro en el Senado de la República, también tuve oportunidad, junto con Juan Ibarrola de participar en los foros convocados por la Cámara de Diputados.

Estamos en un punto de inflexión, ustedes, no sé si recuerden cuando se estaba discutiendo la Ley de Seguridad Nacional, muchos decíamos, y lo seguimos sosteniendo que la Ley de Seguridad Nacional, muchos decíamos, y lo seguimos sosteniendo, que la Ley de Seguridad Nacional es la ley orgánica del CISEN, pero ya tenemos una ley, y se puede discutir, incluso se modificó ese mismo año.

Yo lo que sostengo, es que estamos en un punto de inflexión, si en esta ocasión no se aprueba, es evidente que la agenda político-electoral lo va a impedir, y, si persistimos en esta pendiente de violencia, si persistimos en esta pendiente de indefinición, los riesgos, va a haber casi 15 mil candidatos recorriendo, sin contar los que van a ser candidatos a las estructuras de gobierno municipal, es decir, a los síndicos regidores, es decir, vamos a tener casi 15 mil candidatos por medio 4 aspirantes por cada uno de los 3,400 cargos de elección, de presidente de la república a todas las presidencias municipales, y sí me parece que un estado en algunas partes del país debilitado estructuralmente para hacerle frente a este tipo de problemas, que en muchas partes del mundo el crimen organizado es un tema fundamental, de agenda de fuerzas armadas, de los servicios de inteligencia, de corporaciones policíacas, esto en un último ejemplo.

El ejército húngaro, fue desplegado en la frontera con Croacia para detener la migración forzada o involuntaria que viene de los escenarios bélicos de Siria, Afganistán e Irak.

La condición que le puso al parlamento, Lilia, Senadora, perdón, -es que nos conocemos de hace algún tiempo.

Sí, claro, pero es la Presidenta de la Junta.

Es la condición del juicio de parlamento, a Víctor lo ahorcó, que es el Primer Ministro, despliega en el personal armado, pero sin armamento letal, es decir, armamento policial, cachiporras, pistolas laza redes, inmovilizadores, pero en términos de la doctrina militar, y Juan sabe bien de esto, Juan Ibarrola, si un soldado es desplegado, Senador, sin su armamento letal, no es un soldado, está cumpliendo otras funciones, hay una confusión estructural de la misión del elemento militar, entonces, en las condiciones en las que el país está yo no quisiera exagerar, pero sí me parece que son urgentes y que si nosotros miramos un poco más allá de la coyuntura en la que nos encontramos, acabamos de escuchar muy valiosos testimonios de presidentes municipales y de líderes de organizaciones sociales, me parece que tenemos todos los elementos para poder abordar esta discusión, y cuando faltan unos cuantos días para que termine el período ordinario de sesiones, y les deseo a todos un feliz 2018, pero que lo celebremos con una Ley de Seguridad Interior aprobada, esa es mi propuesta.

Muchas gracias.

Gracias, senadora Cristina Díaz, por la invitación.

SENADORA CRISTINA DÍAZ SALAZAR: Muchas gracias al doctor Javier Oliva.

Con ello concluimos esta segunda reunión y agradecemos a todos ustedes sus participaciones tan valiosas a nombre de los presidentes de las comisiones, Senador Benjamín Robles, Segunda de Estudios Legislativos; el Senador Fernando Torres Graciano de la Defensa Nacional; de parte de la Comisión de Gobernación; y por parte de Marina del Senador Ricardo Barroso, sin duda de quienes también están conmigo en Mesa Directiva, la Senadora Dolores Padierna, el Senador Héctor Larios, la Senadora Angélica de la Peña, el coordinador del grupo parlamentario de la Revolución Democrática, Luis Sánchez; y sin duda quien hoy nos da la hospitalidad de su sala de juntas de la Presidenta de JUCOPO.

Damos paso a la tercera reunión.

Muchísimas gracias a todos ustedes.

Calendario

Abril 2024
Lu Ma Mi Ju Vi Sa Do
1 2 3 4 5 6 7
8 9 10 11 12 13 14
15 16 17 18 19 20 21
22 23 24 25 26 27 28
29 30 1 2 3 4 5