Senado de la República

COORDINACIÓN DE COMUNICACIÓN SOCIAL

Versión Estenográfica de la conferencia de prensa convocada por la senadora Angélica de la Peña Gómez, acompañada de miembros de organizaciones de la sociedad civil, para hablar en contra del proyecto de Ley de Seguridad Interior.

MARÍA ELENA MORERA: …en un desplegado el día lunes, que fue firmado por más de 270 organizaciones y por más de 200 personas, entre académicos y líderes sociales, en donde decimos lo siguiente:

A las senadoras y senadores de la República, a la opinión pública:

El 30 de noviembre, la Cámara de Diputados aprobó el proyecto de Ley de Seguridad Interior, a fin de legalizar la intervención de las Fuerzas Armadas en el ámbito de seguridad pública. Dicha ley parte del hecho de que actualmente no existen las capacidades policiales para hacer frente a la grave situación de inseguridad por la que atraviesa el país.

Sin embargo, esta propuesta contiene peligrosas ambigüedades y otorga atribuciones que deben corresponder exclusivamente a las instituciones civiles. Además de eso, que de por sí ya es grave, normalizar la intervención de las Fuerzas Armadas en labores policiales contribuirá a perpetuar la situación que se busca subsanar.

Es por ello que en lugar de legislar para perpetuar y arraigar el despliegue operativo de las Fuerzas Armadas, proponemos un plan para su retiro paulatino, al tiempo que se emprende el fortalecimiento de las policías de todos los niveles de gobierno y su adiestramiento, bajo los principios de legalidad y de proporcionalidad.

Además, se debe cumplir con las recomendaciones de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, y de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos.

Llamamos al Senado de la República a no aprobarla y en cambio, abrir el diálogo nacional a favor de las instituciones de seguridad pública y justicia; civiles, profesionales y sujetas a la rendición de cuentas.

Muchas gracias.

SENADORA ANGÉLICA DE LA PEÑA GÓMEZ: Muchas gracias.

Por favor, Rocío Culebro, si eres tan gentil.

ROCÍO CULEBRO: Muchas gracias, muy buenos días.

Realmente estamos aquí parte de lo que sería la sociedad civil. Porque la otra parte está allá afuera, porque lamentablemente tanto los diputados como los senadores no nos han querido escuchar durante todo este lapso, en que se han discutido las diferentes iniciativas de ley.

Hoy, hacemos un llamado enérgico a todos los integrantes de la Cámara de Senadores. Son ellos los que tienen una gran responsabilidad, son ellos los que pueden parar esta iniciativa de ley, que por decirlo, y ustedes lo saben, es inconstitucional.

Por favor, les pedimos a los senadores que lean, que escuchen lo que ha dicho la Comisión Interamericana de Derechos Humanos; la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos en México; lo que ha dicho la Comisión Nacional de Derechos Humanos; así como los diversos pronunciamientos por parte de parlamentarios europeos como de organizaciones internacionales.

No se habla por hablar, tenemos sustento. Es necesario reiterar que la aprobación de una Ley de Seguridad Interior no es la solución de los problemas de la seguridad en México; la Ley de Seguridad Interior no es una ley que busca proteger a las personas ni proteger a la población civil ni a los bienes ni a los negocios de nadie; no es una ley que resuelve el problema de la seguridad pública en México.

Como ya lo ha expresado María Elena Morera, necesitamos fortalecer el sistema de las policías en todos los niveles. Necesitamos que se incentive, que realmente estas policías civiles, que son las que por ley y como lo establece la Constitución, tienen el mandato para cuidar a la ciudadanía: no son los militares.

Por favor, señores senadores, escúchenos. Tenemos propuestas, tenemos ejemplos para decir por qué los militares no deben estar en las calles.

También tenemos evidencia de que algunos militares, algunos elementos de la Marina han cometido violaciones a los derechos humanos.

Por favor, escúchenos, de verdad. No habrá manera después de regresar esta historia.

Ustedes son los responsables, en ustedes recae lo que pase de aquí en adelante.

SENADORA ANGÉLICA DE LA PEÑA GÓMEZ: Por favor, le pido a Teresa Carmona que también nos dé su punto de vista. Ella como víctima, además.

TERESA CARMONA: Pertenezco al Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad.

Estoy otra vez aquí en la sede del Senado, anteriormente estuvimos empujando la Ley General de Víctimas, no pasó fast track; fue un trabajo arduo y doloroso, fue, vino, se impugnó.

Hoy difícilmente sirven algunas víctimas, seguimos trabajando. Hemos apoyado la Ley General de Desaparición Forzada y por Particulares, tampoco pasó fast track.

Yo le pido a las personas legisladoras, que se tomen el tiempo de mirarnos, que se tomen el tiempo de escucharnos, que se debata, que se estudie. Necesitamos una ley que tenga al ciudadano en el centro.

A unos días del vigésimo aniversario de la masacre de Acteal, recuerdo las palabras de Antonio Vázquez, de la sociedad civil de las abejas de Acteal: “porque las armas, las armas no traen vida”.

Muchas gracias.

SENADORA ANGÉLICA DE LA PEÑA GÓMEZ: Muchas gracias a Tere.

Le pido a Denise Dresser, por favor, que tome el micrófono.

DENISE DRESSER: Gracias, buenos días. Soy miembro del colectivo Seguridad sin Guerra.

Estamos aquí para alertar que a escondidas, a oscuras, de manera velada y veloz, un manojo de senadores del PRI, del Partido Verde y los llamados rebeldes del PAN, preparan el equivalente a un autogolpe militar.

Con propuestas negociadas y avaladas por los altos mandos de las Fuerzas Armadas, un grupo de legisladores allana el camino para algo que México nunca quiso: dividió. Una Ley de Seguridad Interior que pretende inaugurar un escenario inédito, peligroso, el predominio del poder militar por encima del poder civil.

El general Salvador Cienfuegos, con más fuerza para hacer y lograr que se aprueben leyes, que los propios legisladores. Las Fuerzas Armadas exigiendo y el Senado acatando.

Ante la violencia desbordada, demasiados piensan que no hay más remedio que continuar por la ruta armada, y están dispuestos a violar la Constitución, ignorar la evidencia, desechar los tratados internacionales y violar derechos fundamentales para darle a las Fuerzas Armadas lo que quieren y evadir así la responsabilidad civil, tanto del Gobierno Federal como de los gobiernos estatales.

No importa que una década de guerra fútil contra las drogas haya producido sólo más muertos, más crimen, más sangre en el suelo. No importa que múltiples estudios académicos publicados por los expertos más renombrados de este país, algunos presentes aquí, no importa que esos estudios subrayan la causalidad entre la salida del Ejército a las calles y el incremento en la violencia.

No importa el incremento en los índices de letalidad que contabilizan la brutal desproporción entre muertes civiles y muertes militares en cada confrontación. No importa que el Presidente y el PRI hayan tan sólo emulado la estrategia de Felipe Calderón, con los mismos malos resultados.

No importa que hoy hay más de 50 mil militares desplegados en supuestas tareas de reducción de la violencia y esta no cede.

En la elaboración y la votación que se piensa dar en los próximos días, de la Ley de Seguridad Interior, sólo importa una cosa: hacer lo que las Fuerzas Armadas han pedido y lo que el Gobierno quiere, porque se avecinan tiempos electorales, y todos, partidos y candidatos, quieren a los soldados de su lado.

El Ejército propone y el Congreso dispone. A la orden, a la orden para aprobar una ley que ampliaría el concepto de uso legítimo de la fuerza, permitiéndole a las Fuerzas Armadas repeler de forma agresiva formas de resistencia social no agresivas, o intervenir en conflictos postelectorales.

Honduras, el preludio de México. A la orden para fortalecer el poder militar sin control adecuado por parte del Poder Legislativo, sin contrapesos. A la orden para violar la Constitución, donde claramente se establece que las instituciones de seguridad pública serán de carácter civil.

A la orden para ignorar todo lo que han dicho en días recientes la Comisión Nacional de Derechos Humanos, la Comisión Interamericana, tratados internacionales que colocan límites a la intervención militar en tareas de seguridad pública.

Y una población atemorizada aplaude el reforzamiento militar, por miedo, por frustración, por saber que en estados como Tamaulipas es preferible la presencia del Ejército, que sobrevivir en tierra de nadie.

Mano firme, reclaman; mano dura, exigen, cuando ahí están los resultados. Octubre, el mes más violento en los últimos diez años.

Más de lo mismo, que sólo desemboca en peor de lo mismo.

Más de lo mismo que condena a México a seguir utilizando la misma estrategia, pero con la esperanza irracional de producir resultados distintos.

Cuando la respuesta y este Colectivo lleva meses proveyendo respuestas alternativas, la respuesta es otra. No se haya en un golpe de Estado sino en la rehabilitación del Estado.

No se trata de comprar más tanques, sino de finalmente formar más policías.

No se trata de sacar al Ejército de las calles mañana, en lugares donde su presencia es requerida, sino retirarlo de manera escalonada, paulatina, mientras se fortalecen las instituciones civiles.

No se trata de normalizar lo anormal, sino de crear las condiciones para que las Fuerzas Armadas salgan de los terrenos de la seguridad pública.

Pero esas condiciones sólo existirán si los senadores que van a votar en los próximos días, comienzan a actuar como estadistas y dejan de trabajar como golpistas.

Muchas gracias.

SENADORA ANGÉLICA DE LA PEÑA GÓMEZ: Por favor, le pido a Víctor Hugo Olmedo que tome el micrófono.

VÍCTOR HUGO OLMEDO: México es un país que ya está cansado de la inseguridad y, con ese cometido en mente, está dispuesto a ceder un poco más de su libertad.

Ustedes han escuchado a varios ciudadanos que están a favor de esta ley sin haberla incluso leído, sin conocerla a profundidad, pero es la necesidad urgente de que el Estado cumpla con su cometido, que es brindarnos seguridad a los ciudadanos, que en ese ánimo muchos de los ciudadanos están apoyando esta iniciativa.

Sin embargo, aquellos que se han tomado el tiempo para escuchar cuáles son las razones para no aprobarlas tal como están, se están manifestando abiertamente y alzando la voy para decir que no vamos a permitir una militarización del país, que no vamos a permitir que se violen los derechos humanos para nuestros hijos y para nosotros mismos.

Esta situación va más allá de aquellas cuestiones que pudieran en algún momento, que se han estado enmarcando en temas electorales, va mucho más allá, porque estamos cediendo parte de nuestra integridad, parte de nuestra seguridad a una ley que no establece criterios claros, donde no se presentan definiciones, empezando por el mismo nombre de la ley, seguridad interior, no está definido.

Hoy, la invitación es que la sociedad tome acción, ingresen desde los distintos estados donde se encuentren a la plataforma de change.org/seguridad interior, y que ahí inviten a cada uno de sus familiares, amigos, conocidos y por supuesto a cada uno de ustedes a que participen y hagan escuchar su voz.

Sí, llevamos más de 120 mil firmas. Esto se ha logrado en cinco días. Es un esfuerzo importante que se está realizando desde la colectividad.

Es una lucha que vamos a dar en común, que no vamos a cejar, porque no vamos a permitir un Estado intervencionista donde no se respeten las garantías constitucionales.

La invitación es que se hagan escuchar; la invitación es a que el Estado se dé cuenta verdaderamente que no hacer caso a la sociedad civil va a ser mucho más costoso que escucharla.

Muchas gracias.

SENADORA ANGÉLICA DE LA PEÑA GÓMEZ: Le voy a pedir a Alberto Athié que nos dirija un mensaje.

ALBERTO ATHIÉ: Agradezco y felicito a todas las senadoras y senadores que están abiertamente en contra de esta iniciativa, no por solamente sus principios de partido personales, sin por su visión de Estado. Esto es lo que está en juego.

Quiero decirles, y está cerca de mí la señora Marielena Morera, que estuvimos con el entonces presidente Felipe Calderón ya hace más de diez años, para decirle, como organizaciones de la sociedad civil, que no existía una política de Estado en nuestro país en materia de seguridad. Que su declaración de guerra contra el narcotráfico y el crimen organizado era una iniciativa personal.

Las razones por las cuales él decidió sacar al Ejército, obviamente tendrá que explicarlas un día, pero no se fundamentaban en estudios, en diagnósticos, y mucho menos en la ley.

Esta falta de política de Estado con esta iniciativa, no sólo no se concreta, se contraviene brutalmente contra la reforma constitucional del 2011, los tratados internacionales, las agencias internacionales que han estado insistiendo una y otra vez que no es el camino adecuado, y nosotros como organizaciones y personas de la sociedad civil llevamos años, meses, días acompañando a víctimas de esta absurda guerra, de esta ridícula y totalmente fracasada iniciativa de sacar al Ejército a las calles, no porque el Ejército sea una institución negativa en sí misma, sino porque no es su misión y su deber el estar en las calles ofreciendo a la fuerza servicios de seguridad pública.

No es su misión, y por eso está en un gravísimo riesgo.

Por eso, ante un gobierno que ha fracasado como partido, y por eso ofrece un candidato de nobel partido, que ha fracasado en su política de seguridad y por eso entrega su deber ciudadano y civil al Ejército, le invito a los senadores y senadoras de este país hoy a no votar, para no llevar al país a un callejón todavía más oscuro y más sangriento.

Pedimos por favor, que voten en contra y que nos unamos a la Constitución Mexicana y a los tratados internacionales.

Muchas gracias.

SENADORA ANGÉLICA DE LA PEÑA GÓMEZ: Muchas gracias.

Le pido al senador Mario Delgado que por favor me alcance.

Como yo les decía al principio, el Senado está cerrado, como saben, y tenemos dificultades para que entren inclusive senadoras y senadores.

Mario, acompáñame por favor acá. Sí, ya hablaron todos, ahora digo unas palabras y te paso el micrófono.

Miren, hoy recibimos una comunicación del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos.

Ayer leímos el oficio del representante en México de la oficina del Alto Comisionado. No fue suficientemente escuchado, el asunto está ya en Ginebra y el Alto Comisionado ha dirigido una comunicación a México, y particularmente al Senado de la República.

Voy a, de manera muy breve, leer la parte sustantiva de su oficio, dice:

“La legislación propuesta en México que prevé la participación de las Fuerzas Armadas en tareas de cumplimiento de la ley, es un proyecto muy preocupante”, declaró Zeid Ra'ad Al Hussein, que es el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos.

Él dice textual: “Reconozco plenamente que México se enfrenta a un enorme problema en materia de seguridad, habida cuenta de la violencia y el temor que causan poderosas bandas de delincuencia organizada.

Más de una década después de que las Fuerzas Armadas fueran desplegadas en la llamada “guerra contra las drogas”, la violencia no ha disminuido, y tanto agentes estatales como no estatales siguen perpetrando abusos y violaciones de derechos humanos, incluido torturas, ejecuciones extrajudiciales y desapariciones forzadas.

El proyecto de ley sobre seguridad interior, aprobado por la Cámara de Diputados el pasado 30 de noviembre, y que se remitió hoy al Senado de la República para su debate y adopción, recordó el Alto Comisionado, que durante su visita a México en el 2015, las autoridades le dijeron que el despliegue inicial de las Fuerzas Armadas había sido inevitable, debido a la debilidad de algunos cuerpos policiales, y aseguraron que estaban comprometidas a sustituir gradualmente a los efectivos militares movilizados por fuerzas de policía robustas y mejor preparadas, tanto en el plano federal como en el plano estatal”.

El proyecto de ley actual, no menciona en detalle la necesidad de fortalecer los cuerpos policiales, ni contiene una estrategia de salida gradual para poner fin al uso de las Fuerzas Armadas en tareas de policía, sigue diciendo el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, que la aprobación de un nuevo marco legal para regular las operaciones de las Fuerzas Armadas en labores de seguridad ciudadana, no es la respuesta adecuada.

El actual proyecto legislativo, es decir, esto que nos vino de la Cámara de Diputados, podría debilitar los alicientes que tienen las autoridades civiles para asumir plenamente sus funciones como agentes encargados de hacer cumplir la ley, señaló el Alto comisionado.

El proyecto de ley aprobado por la Cámara de Diputados contiene varios elementos inquietantes, entre otros, el hecho de que en determinadas circunstancias las autoridades civiles podrían colocarse bajo el mando de las Fuerzas Armadas.

La autorización para asignar a las Fuerzas Armadas, la ejecución de tareas policiales no va acompañada de los controles y la supervisión apropiados.

Además, la legislación carece de las garantías adecuadas con arreglo a las normas internacionales de derechos humanos contra el uso ilegítimo, arbitrario o excesivo de la fuerza.

El Alto Comisionado señaló que en las recomendaciones que formuló al gobierno mexicano tras su visita, había hecho hincapié en la necesidad de promover una estrategia que fomentara la seguridad ciudadana, velara porque las policías de seguridad se aplicasen con apego a las normas internacionales de derechos humanos, investigaran las presuntas violaciones y garantizaran la rendición de cuentas por las vulneraciones cometidas.

Como manifestó mi oficina en México, dice el Alto Comisionado, en la carta que envió al Senado, la ambigüedad del proyecto de ley es muy inquietante y se corre el riesgo de que sus normas puedan aplicarse de forma amplia y arbitraria.

Estoy convencido, dice el Alto Comisionado, de que, en vez de proseguir con el trámite de aprobación de esta ley, debería llevarse a cabo un debate abierto e inclusivo sobre los problemas de seguridad ciudadana en el país y sus posibles soluciones, con la participación activa de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, de especialistas y de integrantes miembros de la sociedad civil mexicana, afirmó el Alto Comisionado.

El Alto Comisionado reiteró que la oficina en México está dispuesta a proporcionar asistencia técnica para fortalecer las capacidades de las autoridades civiles, a fin de que puedan abordar los grandes y graves desafíos a los que el país se enfrenta en materia de seguridad.

Es decir, lo que está haciendo el gobierno y su partido y aliados es un contrasentido, es el mundo al revés. Pero qué necesidad, es un asunto de gran trascendencia nacional, que no entendemos incluso cómo puede estar aprobando una ley y enviarnos esa minuta, ese decreto, al Senado, para su revisión, con tantas faltas a la Constitución.

Es ese texto, un texto inconstitucional que violenta varios artículos de la Constitución. Le voy a pedir al senador Mario Delgado, por favor, que nos dé su mensaje.

SENADOR MARIO DELGADO CARRILLO: Gracias, buenos días.

Bueno, sobre todo agradecer a las organizaciones que hoy nos acompañan al esfuerzo que han hecho durante meses, de agruparse, de hacer una propuesta, de estar presionando en los medios de comunicación y en todos lados, para que se sepa lo que pretende hacer el gobierno y sus aliados.


Resulta muy preocupante que incluso el Alto Comisionado de las Naciones Unidas ha señalado la perversidad de esta ley y resulta preocupante que al gobierno le urja hacer esto, antes del año electoral y dando facultades en tema de represión a la sociedad civil, en actividades de manifestación y demás.


Pero lo que es insostenible es que justo cuando acaba de terminar el mes con mayores homicidios en los últimos 20 años, cuando este va a ser el año más violento en los últimos 20, esa fórmula, esa estrategia se quiera perpetuar ahora a través de una ley.

Si en estos años que ha sido ilegal la presencia del Ejército en las calles haciendo labores de seguridad pública, no se han formado policías, si esto se vuelve legal, nunca se van a formar policías y no va a haber manera de regresar el Ejército a los cuarteles.

Y no podríamos tampoco esperar resultados diferentes en materia de seguridad pública, si vemos que cada año empeoran. Esto seguirá así, en una espiral interminable.

¿Cuál es la razón, cuál es la urgencia del gobierno, por qué no quieren esperar más, por qué no abren un debate, por qué no escuchan a la sociedad civil?

Gracias por estar aquí, vamos a hacer todo nuestro esfuerzo para que esto se pare en el Senado. Sin embargo, ustedes saben los equilibrios que hay en las fuerzas políticas y quiénes los están apoyando.

Tenemos que parar esta guerra. Nuestro país no se lo merece y tampoco el Ejército Mexicano.


Muchas gracias.

SENADORA ANGÉLICA DE LA PEÑA GÓMEZ: Gracias senador.

¿Hay alguna pregunta? Por favor, si son tan amables.

REPORTERA: Gracias, buenas tardes a todos. Preguntarle concretamente al senador Delgado, a la doctora y a María Elena Morera, ¿qué opinan de las declaraciones de Andrés Manuel López Obrador de dar amnistía al narcotráfico?

SENADOR, MIGUEL DELGADO CARRILLO: Mira, hoy estamos discutiendo esta ley…

REPORTERA: Pero es el tema de seguridad...

SENADOR MIGUEL DELGADO CARRILLO: Estamos ante la disyuntiva de militarizar al país o no y estamos en contra de que eso suceda.

SENADORA ANGÉLICA DE LA PEÑA GÓMEZ: Yo les pido que nos circunscribamos a esta conferencia de prensa, sobre todo tomando en consideración, sí sé que hay preocupaciones, yo creo que se pueden ver al rato, aquí mismo, pero creo que es importante ahorita ponderar la participación de las organizaciones que entraron con muchas dificultades al Senado y que están aquí representadas en un tema, insisto, de trascendencia nacional, que hoy les preocupa.

¿Alguna otra pregunta?

REPORTERO: Hola, buenas tardes. Yo quería hacer un comentario, bueno, una pregunta, apenas hoy va a empezar a discutirse en el Senado la iniciativa, pero vimos que ayer algunas declaraciones bastante preocupantes, tanto del Secretario de la Defensa, como del Secretario de la marina, que ya critican abiertamente una postura de uno de los precandidatos a la presidencia del país y quería preguntarles su opinión en este sentido y también en torno a las declaraciones de César Camacho Quiroz, uno de los impulsores de esta ley por parte del PRI en la Cámara de Diputados, quien reconoció hace unos días que la aprobación de esta ley no iba a cavar con los problemas de la inseguridad en el país.

Entonces, un comentario al respecto.

SENADORA ANGÉLICA DE LA PEÑA GÓMEZ: La primera pregunta que ahcer tiene que ver con, tenemos entendido que el día de mañana la Comisión de Justicia va a convocar a las comisiones para que se estudie, se revise, como lo establece el protocolo parlamentario, esta minuta que viene de la Cámara de Diputados por parte de las comisiones y se resuelva lo que se tenga que resolver.

Lo que están haciendo las organizaciones hoy es venir a pedir a estas comisiones y a quienes integran estas comisiones, independientemente del partido del que forman parte, que hagan una valoración pertinente de la inoperancia, de la ineficacia, de la grave responsabilidad que pueden asumir si se aprueba esta minuta que viene de la Cámara de Diputados.

Es lo que vienen a decir las organizaciones y además me parece que es importante ver qué es lo que pasa mañana en las comisiones y ojalá haya oídos abiertos a lo que hoy se está planteando aquí.

Le pido a María Elena que abunde un poco más como parte de las organizaciones.

MARÍA ELENA MOREIRA: Sí, mira, respecto a lo que dice el diputado Camacho, yo estoy de acuerdo con él, esto no va a resolver, pero no sólo eso, nos va a llevar más profundo al túnel del que queremos salir.

Porque precisamente el problema que tenemos en México es una grave crisis de inseguridad y de violencia, como ya se mencionó en nuestra conferencia.

Para poder salir de ella tenemos que ahcer muchas cosas, pero una de las primeras que tenemos que hacer es formar a nuestras policías, porque sin nuestras policías, sin policías preparadas y respetadas, nunca vamos a tener seguridad.

Y si bien las fuerzas armadas necesitan una regulación jurídica, nadie lo niega, pero no esta regulación donde es sumamente vaga, donde los deja a ellos también en riesgo y nos pone en mucho riesgo a los ciudadanos.

Lo que nosotros proponemos es un paquete de leyes en el que venga el marco jurídico para las fuerzas armadas, que puedan salir de manera paulatina mientras se forma las policías, pero con una ley que expresamente tenga castigos e incentivos, para quien no forme a sus policías, para los gobernadores que están sentados en la hamaca, en lugar de estar formando a sus policías y que tenga incentivos positivos para quien sí los forme.

Necesitamos un modelo homologado de policía en todo el país, esto no quiere decir una sola policía, esto quiere decir un modelo homologado para todas las policías.

Necesitamos fiscalías capaces y fiscalías autónomas. Entonces, ¿por qué tanta prisa de aprobar solamente esta ley, cuando lo que necesitamos es un paquete legislativo que verdaderamente nos permita salir del problema de violencia y de inseguridad que hoy vive el país.

SENADORA ANGÉLICA DE LA PEÑA GÓMEZ: ¿Otra pregunta?

No, nos preguntan si hay injerencia de las Fuerzas Armadas…

Ah sí, pero no vamos a hacer comentarios a otro tema que no sea, no vamos a ahcer comentarios sobre López Obrador.

REPORTERO: Muy buenos días a todos.

Senadora De la Peña, yo quisiera pedirle un comentario desde la perspectiva de derechos humanos sobre esta ley, y por qué su voto sería en contra alrededor de este marco legal.

Y también preguntarle cuál sería el margen de maniobra que tendría la oposición en la Cámara de Senadores, para que no ocurra lo que ocurrió en la Cámara de Diputados, donde la mayoría priista aprobó esta legislación.

SENADOR ANGÉLICA DE LA PEÑA GÓMEZ: Muy breve. En primer lugar, como aquí se ha dicho, no es una ley que resuelva el grave problema de inseguridad.

No es una ley que atienda lo que tiene que ser la seguridad pública en los Tres Órdenes de Gobierno. Me parece que eso ya está visto. Hoy están las fuerzas armadas en las calles, cumpliendo funciones de policía y efectivamente, este año ha sido el más cruento.

Quiere decir que aún con las fuerzas armadas, hoy, en asuntos de seguridad pública, se demuestra que no están funcionando las cosas.

Entonces es repetir un fenómeno que ya tenemos, sabiendo que está fracasando.

Segundo. Lo que nos envió la Cámara de Diputados, es totalmente violatorio a la Constitución.

Como Senado de la República no podemos estar aprobando una Minuta que no tiene la rigurosidad del fundamento constitucional, y peor, cuando además sus preceptos son inconstitucionales.

No solamente se violenta el Artículo Primero Constitucional en materia de derechos humanos, sino también el Artículo 16, el 18, el 21, el 29, el 89; el 73. Es decir, hay muchos artículos que son violentados en esta Minuta que tenemos de la Cámara de Diputados.

Tiene, además, y con esto termino, un enfoque totalmente raro. Es como si estuviéramos frente a una segunda versión de la Ley de Seguridad Nacional, pero peor.

Yo quiero recordar, perdón que lo diga, pero yo no quiero que esto se vea partidariamente, pero la historia, es la historia, pero el PRD votó en contra de la Ley de Seguridad Nacional en su tiempo.

Hoy, esta Ley es una segunda versión de Ley de Seguridad Nacional, peor, porque, además, inventa un concepto de seguridad interior, en donde encontramos tres elementos: seguridad nacional, estado de excepción, compete al 29, que es una materia que no tiene nada que ver con seguridad pública, y además intenta resolver la seguridad pública. Y todo eso, se le llama seguridad interior.

Por lo tanto, también, tiene un problema de concepción jurídica, que no tiene fundamento para atender el problema de inseguridad, que se supone es el objeto que motivó esta Minuta.

REPORTERO: Sobre el margen de maniobra que hay para que no pase lo que en la Cámara de Diputados.

REPRESENTANTE DE LA SOCIEDAD CIVIL: A ver, el margen de maniobra para impedir la aprobación de esta Ley en el Senado, es muy pequeño.

¿Y por qué es muy pequeño? Porque existe un bloque conformado por los senadores del PRI, que se disciplinarán; conformado por los senadores del Partido Verde, que actúan bajo consigna, a conveniencia, y por el voto de los senadores autodenominados rebeldes del PAN.

Con esos votos, esta Ley sería aprobada, independientemente de que la oposición formara un Frente unido.

Lo que habrá de hacer entre hoy y el día que se vote, es elevar los costos políticos para todos los senadores que estén dispuestos a votar en favor de una Ley, inconstitucional, violatoria, de tratados internacionales, que pone en riesgo, incluso, el prestigio de las fuerzas armadas y las coloca en una situación de mayor riesgo.

En la página de Seguridad sin Guerra, existe una forma de enviar correos electrónicos, a todos los senadores que votarán probablemente el miércoles o el jueves.

Este es un órgano de representación popular, no se manda solo, tendría que estar escuchando a los ciudadanos que están manifestando su oposición, a través de las únicas rutas limitadas que tienen, en las calles, en este Recinto, este Recinto cerrado, este Recinto donde no se ha permitido al resto del Colectivo entrar.

Entonces ante ese margen de acción, pequeño, ojalá la oposición social, la oposición ciudadana, la oposición internacional, sea lo suficientemente grande como para hacer recapacitar a los diputados, a los senadores del PAN, los rebeldes del PAN, los senadores del Partido Verde y los senadores del PRI, que están a punto de aprobar una Ley que le hace daño a este país.

REPRESENTANTE DE LA SOCIEDAD CIVIL: ¿Le puedo robar el micrófono un segundito?

Nada más como una acotación adicional, lo que se planteó inicialmente, sí, una vez más, recalcar que, yo creo que hablo por todos los que representamos a la sociedad civil el día de hoy, esto va más allá de los partidos, porque no se nos puede olvidar una cosa, ¿eh?, muy en serio.

En la Cámara de Diputados, todos los partidos tienen responsabilidad, ya sea por acción o por omisión, porque hubo algunos que votaron a favor, pero también hubo aquellos que se abstuvieron o que se ausentaron.

Vale mucho la pena recordarlo hoy, y también hacer hincapié que en el Senado vamos a estar muy atentos de aquellos que no cumplan con su responsabilidad legislativa, no importa el nombre del Partido.

Esta es una lucha por los derechos humanos de todos los mexicanos. Eso sí me gustaría dejarlo bien acotado.

Les agradezco nuevamente que me permitieran intervenir.

REPORTERA: Buenos días. Preguntarles:

Decían que tenían una serie de120 mil firmas. Las traen ahorita, piensan entregarlas en el Pleno, a algún legislador, etcétera.

También, ver si están pensando en un paso adelante. También en la Cámara de Diputados, vimos que hubo una serie de movimientos, activistas protestando, sin embargo, se aprobó.

Si se aprueba, qué es lo que ustedes están previendo, como acciones, para llevar a cabo.

REPRESENTANTE DE LA SOCIEDAD CIVIL: Yo te contesto en cuanto a las firmas, porque inició, como te decía, desde la sociedad civil.

Estas firmas ahorita rebasan las 120 mil; se han juntado en cinco días. Eso hace referencia a la preocupación por parte de todos los ciudadanos, en tomar una parte activa.

Estas firmas las vamos a entregar a la Coordinación de la Junta Política del Senado, para que lo tomen en consideración, se van a entregar en formato digital, para evitar el desperdicio de papel y vamos a, como bien comentaba Denise, vamos a promover unas acciones de inconstitucionalidad, en caso de que esto prospere.

Las firmas como tal, se entregan en formato electrónico a los involucrados.

SENADORA ANGÉLICA DE LA PEÑA GÓMEZ: Me dicen que cuando entraron acá, ¿en los controles les quitaron las firmas?

RESPUESTAS DIVERSAS: Sí.

SENADORA ANGÉLICA DE LA PEÑA GÓMEZ: ¿Sí?

A ver, me parece que, insisto, yo llamo la atención al senador Cordero, de manera pública, parta que dé instrucciones, a quien tenga que darlas, empezando por la autoridad, que es el Oficial Mayor, el Secretario Administrativo, el señor Figueroa, que está por aquí, atrás, observándonos, que dé instrucciones de que las firmas que traían, impresas, no tienen ningún veneno, cianuro en las hojas para que los envenene.

Digo, me parece que es absurdo que no se garantice la entrada, como lo hicieron, de manera ordenada, registrándose por los controles, como establece la Norma de Seguridad; aquí están todas y todos.

Por favor, entréguennoslas, independientemente de que éstas siguen signándose en la Página, y se actualizará la entrega unas horas después, y que hoy se puede entregar de manera electrónica.

Yo llamo la atención a que se entreguen, se les regresen a las organizaciones, las hojas que les quitaron con las firmas, cuando pasaron el registro.

Me parece verdaderamente grave que ese tipo de cuestiones pasen aquí. Aquí estamos dos senadores, una senadora y un senador, de 128, y cada uno de nosotros tenemos, estamos investidos de una autoridad que nos da estar aquí, la autoridad que nos dan los votos ciudadanos, y esto tenemos que hacer porque los representamos.

De tal manera que necesitamos que se atienda y deje de ser un discurso amorfo, demagógico, de que el Parlamento en México, es un Parlamento abierto, no lo es, nos consta.

Así que yo le pido a la autoridad del Senado de la República, dé instrucciones, a quien tenga que darlas, es decir, el senador Cordero, que es el presidente de la Mesa Directiva, dé instrucciones para que nos regresen las firmas, y también dé instrucciones de que se abra este Recinto.

Y por lo demás, les anunciamos que una Comisión está pidiendo una cita con la Junta de Coordinación Política, para que sean recibidos de manera formal a esta Comisión, porque como ustedes pueden observar, éste es un asunto de gran trascendencia nacional y tienen que ser escuchadas las organizaciones que vienen hoy aquí representadas.

Si no hay ninguna otra pregunta, les agradecemos a los medios de comunicación, como siempre, su cobertura, su disposición de estar aquí desde temprano y, por supuesto, muchas gracias por toda la atención que le presten a esta conferencia las organizaciones.

Que tengan buen día.

 

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