Senado de la República

COORDINACIÓN DE COMUNICACIÓN SOCIAL

Versión estenográfica de la discusión sobre la visita del candidato Republicano a la presidencia de Estados Unidos,  Donald Trump a México, en la sesión de hoy del Senado de la República

(Segunda parte y final)

 

SENADOR JUAN GERARDO FLORES RAMÍREZ: Muchas gracias Presidente.

 

Con la venia de la Asamblea.

 

He escuchado este medio día, en esta Tribuna, diversas expresiones que fundamentalmente y sin duda alguna, están motivadas por la emoción, por la fibra emocional.

 

En el Partido Verde también estamos molestos con Donald Trump: Lamentablemente eso no resuelve nada. Yo difiero de quienes insisten en que la invitación a Donald Trump y a Hillary Clinton fue un error; difiero de quienes afirman que el tono de Trump no se modificó como consecuencia de la visita y de su encuentro con el presidente Peña. Difiero de quienes viven en un mundo imaginario y piensan que el Tratado de Libre Comercio de América del Norte es un instrumento inscrito en piedra.

 

Le recuerdo al Partido Acción Nacional que el texto de ese acuerdo contiene una cláusula por la que es posible que una de las partes dé por terminado este tratado.

 

Le recuerdo la postura de Tump, que previo a la visita a México reiteraba una y otra vez que daría por terminado el Tratado de Libre Comercio de América del Norte.

 

En el tema que verdaderamente representaba un riesgo para México, la terminación del TLC, es indudable que Trump modificó su discurso. Quien afirme lo contrario, se engaña a sí mismo y le falta el respeto a los mexicanos.

 

Ahí mismo en Los Pinos, Trump aceptó que lo conveniente es revisar el TLC para evitar que los empleos se vayan a la región de Norteamérica, y me voy a permitir leer dos pequeños párrafos de su intervención en Los Pinos, casi al final de su intervención decía: “El TLCAN es un acuerdo de 22 años que tiene que ser actualizado para reflejar la actualidad. Hay muchas mejoras que se pueden hacer, que harían que tanto México como Estados Unidos sean más fuertes y conserven la industria en nuestro hemisferio. Tenemos una tremenda competencia de China y de todo el mundo; tenemos que conservarlo en nuestro hemisferio”.

 

Quien piense que el texto y los términos del Tratado de Libre Comercio de América del Norte o que en el texto y en sus términos no existen oportunidades de mejora, es porque simplemente desconoce la evolución y el desempeño del comercio internacional en las últimas dos décadas.

 

He escuchado también aquí a quienes han venido a calificar como fallida la visita de Donald Trump. Es verdad, fue una visita fallida para él, coincido con ellos, basta ver los reportes de los medios de los Estados Unidos, que han estado señalando de manera recurrente cómo Donald Trump se vio incongruente entre lo que señalaba o lo que afirmaba en Estados Unidos antes de su visita a México; con el discurso que manejó en la reunión en Los Pinos.

 

Sobre la negativa de Hillary Clinton a venir a México, si Hillary no aceptó es porque la estrecha cercanía de Trump en las encuestas, la hacen pensar dos veces sobre el riesgo que representa para ella y su campaña cometer algún error en México.

 

No hay que olvidar que ya lo cometió alguna vez en redes, al inicio de su campaña, cuando intentó atraer al público de origen hispano con twitts en español y fue severamente cuestionada. Ya ha cometido errores y estoy seguro de que la estrecha cercanía en las encuestas la hacen pensar dos veces en no distraerse de los esfuerzos que tiene ahora por allá.

 

Es muy simple, basta ver una editorial publicada el día de ayer en el New York Times por un connotado economista, considerado como un demócrata, que tiene un abierto apoyo al Partido Demócrata, que es Paul Krugman, que ayer señalaba en una columna en el New York Times, su preocupación de cómo la campaña de Hillary Clinton cada vez se parece más a la de Al Gore, que desencantó al final al pueblo de los Estados Unidos.

 

Se señaló aquí también que la decisión de invitar a Donald Trump fue una estupidez. Disiento totalmente de esa expresión: estupidez hubiera sido quedarse callado, cruzado de brazos y esperar a que el primer día después de una posible elección de Donald Trump, tome la decisión de dar por terminado el Tratado de Libre Comercio.

 

Vamos a defender el país, es verdad. Eso es lo que hizo el Presidente Peña con esta decisión de sostener este diálogo.

 

Sabemos que es una decisión polémica, que es una decisión controvertida, pero estamos seguros que el tiempo le dará la razón.

 

Es cuanto, señor presidente.

 

SENADOR PABLO ESCUDERO MORALES: Gracias, senador Gerardo Flores.

 

A continuación, el senador Zoé Robledo.

 

SENADOR ZOÉ ROBLEDO ABURTO: A diferencia de quien me antecedió en la palabra, los integrantes del Partido de la Revolución Democrática estamos enojados con el presidente Peña Nieto, no con Donald Trump; no, Trump es un loco, es un demente, eso todos lo sabemos y lo pueden venir a decir todos aquí.

 

Yo lo que esperaría, y recordando aquellas frases finales del discurso de Belisario Domínguez cuando decía: “Ojalá encontrara yo a un editor valiente y sin miedo”. Ojalá hoy viniera un priista a pararse a esta tribuna; hoy viniera una priista a pararse a esta tribuna a reconocer que el Presidente se equivocó.

 

Que éste es uno de los más profundos errores del cual aún no alcanzamos a ver las consecuencias que tendrá no solamente para la relación entre dos países, no solamente para la decisión de una elección. Las consecuencias que tendrá en la forma como los mexicanos se sienten representados por su gobierno; en la forma como los mexicanos que están enojados se agravian ante la decisión unipersonal, porque eso fue, una decisión unipersonal que ofendió a la mayoría de este país.

 

Atrévanse y sean leales con México; sean leales incluso con su gobierno, porque si el error no se reconoce seguirá contribuyendo a tener peores consecuencias.

 

Si el error no se menciona, no se dice, no se reconoce hoy, nos puede llevar a tomar otras malas decisiones.

 

Esa es la actitud más leal que podrían tener frente al país.

 

No reconocer el error nos llevará a cometer otros errores. No disculparse con los mexicanos va a incrementar el agravio que sienten hoy frente a su gobierno.

 

El que no se asume responsable es el gobierno.

 

Hoy, hay que recordar las palabras que el titular de la hoy Secretaría de Hacienda y Crédito Público, Comercio, Relaciones Exteriores pronunció, diciendo que había sido la decisión responsable, que había sido la decisión del estadista.

 

¿Entonces por qué hoy tienen a todos en contra?

 

Enojado a su invitado, Trump; enojada a la otra candidata; enojada a la Embajada; enojada a la Canciller; enojados a los mexicanos. Y estoy seguro que muchos de ustedes también están enojados por el error. Pero otra vez será el camino de decir: el Presidente nunca se puede equivocar.

 

El Presidente es un hombre casi perfecto que no puede cometer un solo error porque en el reconocimiento de ese error conlleva a algo de lo que todos hoy en día estamos hablando: la debilidad a menos de dos años que acabe esta administración, de la que este gobierno será cada vez más difícil que empiece a tomar otras decisiones.

 

La tentativa, compañeras y compañeros, es muy peligrosa.

 

Fue un error, reitero, un error unipersonal; una decisión de un solo hombre que provocó ira y que provocó vergüenza. Error que se tomó con soberbia, error que se tomó sobreestimando las propias capacidades del señor Presidente.

 

Error que además revela una profunda falta de entendimiento con lo que están sintiendo los mexicanos. Error que se fortaleció con esa cultura que tanto daño le ha hecho al país, la cultura del: “Sí, señor”, la cultura de: “Ahora que usted diga, señor”.

 

Error que se tomó desde la desesperación también. Error que se tomó desde la debilidad de un mandatario rodeado de escándalos. Error que se tomó, peor aún, desde la soledad.

 

Hoy que ustedes no le digan al presidente Peña Nieto que se equivocó, es un error que los hace cómplices del primer error.

 

Senadora y senadores:

 

El mundo los observa y la patria espera que honren a la nación frente al mundo. No contribuyan a hacer más grande el error. Es un error, reitero, que aún no revela sus costos, los costos que tendrán que ver con que nuestros paisanos tengan un escenario de hostilidad en los próximos dos meses electorales.

 

Error que va a llevar del discurso del odio quizá a acciones de odio y error que va a llevar del discurso de la intolerancia quizá a crímenes de intolerancia.

 

¿Quieren ser cómplices de eso?

 

Reconozcamos el error, es lo único que nos puede salvar en este momento de no seguir a la deriva, como nos está llevando este error, uno más de esta administración.


No insistan en que esto no tendrá consecuencias con la elección. O ¿a poco de verdad creen que el hecho de Hilary Clinton no venga a nuestro país es solamente una estrategia política? No insulten a su propia inteligencia.

 

El mensaje que está mandando Hilary Clinton no es solamente el de una candidata, es el de un partido político por el que nuestros paisanos han optado de manera mayoritaria en todas las elecciones en el pasado.

 

Es incluso, quizá, la decisión de un gobierno, el gobierno de los Estados Unidos, que había intentado impulsar la reforma migratoria más ambiciosa de la que se tenga historia, que prendía incorporar a los dreamers, a los nuestros, a los más talentosos, a la legalización de sus actividades en aquél país.

 

¿O de verdad creen que es sólo un cálculo político?

 

No todos piensan como ustedes; Hilary no está pensando en cálculos políticos.

 

¿De verdad no ven la relación que existe entre la reunión y el crecimiento electoral que ha tenido Trump en los últimos días?

 

¿De verdad creen que si Trump llega a ser presidente y en el año 2020 para reelegirse tiene que cancelar el TLC y como lo acaban de decir, puede cancelar el TLC, se va a tocar el corazón porque fueron por él al aeropuerto, porque le ofrecieron galletas y café en Los Pinos?

 

¿Porque se pusieron de tapete y le hicieron un mitin en la casa, en la Residencia Oficial de todos los mexicanos? ¿De verdad creen que él piensa así?

 

¿Creen que piensa que todo lo que vino a decir no lo puede decir después en sentido contrario?

 

Nos metieron en un grave lío, el asunto es ver cómo salimos de ahí y el primer paso para salir de ahí es reconocer que fue un error. Lo que estamos discutiendo no es si Trump es un patán, un demente, un loco o un mentiroso.

 

Lo que estamos discutiendo es cómo pasamos a la historia de este hecho tan lamentable.

 

Los políticos cometen errores, es algo muy normal. Lo inaceptable es que no se acepten y en esa no aceptación se lleven a toda la nación entre las patas.

 

Ha pasado antes en el mundo, Gallieri no creía que era un error invadir las Malvinas; Nixon no creía que era un error esconder sus grabaciones y ahí está Watergate; Cameron, acaba de ocurrir, no pensaba que llamar a referéndum o a plebiscito Brexit era un error.


Los políticos se equivocan, lo que nos e vale es que esa equivocación le cueste tan cara al país. Por eso compañeras y compañeros, no intenten salvar el pellejo, no intenten salvar a su partido, porque es lo que creen que tienen que ahcer.

 

Salven la honra del país, salven nuestra dignidad, a dignidad que tuvo Cárdenas cuando desafió a Franco y aceptó en este país que la República España era legítima.


La dignidad que estuvo con Narciso Bassols el día que desafió a Mussolini y reconoció que era un error y era un crimen invadir a Etiopía, a la dignidad que han tenido esta diplomacia mexicana tan lastimada el día de hoy, cuando votó en contra de la salida de Cuba de la OEA.

 

Hemos tenido altas horas diplomáticas; ésta es una de ellas, de lo que ocurre en este Senado y de la posición que tengamos, dependerá nuestro paso a la historia.

 

Recapaciten, compañeros, muchas gracias.

 

SENADOR PABLO ESCUDERO MORALES: Gracias senador Zoé Robledo.

 

Senadora mariana Gómez del Campo, tiene el uso de la palabra.

 

SENADORA MARIANA GÓMEZ DEL CAMPO GURZA: Con su permiso, señor presidente.


Primero quisiera hacer una reflexión porque nos preocupa que si los priistas no ven la diferencia entre McCain y Trump pues estamos fritos.

 

El senador McCain, sí, vino a México en el año 2008 pero al PRI se le olvida que jamás ofendió al pueblo de México.

 

También al PRI se le olvida que no fue recibido como Jefe de Estado con bombo y platillo.

 

Al PRI se le olvida que no hubo una conferencia de prensa conjunta.

 

Al PRI se le olvida que no se puso a disposición el aparato del Estado.

 

Al PRI se le olvida que no hubo agravio alguno a los migrantes.

 

Al PRI se le olvida que no nos dijo criminales ni nos dijo asesinos. Hay que tener memoria.

 

McCain en su momento hablaba de una Reforma migratoria flexible y comprensible.

 

El debate no fue un muro. McCain solicitó la reunión. No era candidato oficial. Era candidato virtual, incluso lo acompañó en su momento el embajador de los Estados Unidos; estuvo ahí con él.

 

Las cortesías diplomáticas las básicas. Hasta visitó la Basílica de Guadalupe.

 

¿Se puede comparar una visita con otra?

 

De verdad compañeros, es increíble cuando la clase política no acepta que se equivocó y es más increíble ver algunos actores del Senado de la República que no están haciendo la tarea.

 

Hacer la tarea significa cuestionar lo que está bien y cuestionar lo que está mal. Y aplaudir también las cosas positivas, por qué no.

 

La invitación y recepción hecha por el Presidente Peña Nieto a Donald Trump es un error histórico, lo han señalado ya algunos intelectuales: es una traición al pueblo de México y una estupidez tremenda, estupidez entendida como la capacidad para causar daño a otros, provocándoselo simultáneamente a sí mismo.

 

¿Qué, nadie le dice nada al Presidente? ¿Quién asesora al Presidente de México? Eso es lo que debemos aquí debatir y por eso el extrañamiento que estamos buscando desde Acción Nacional hacerle directamente a la figura presidencial. No podemos guardar silencio.

 

Fue un brutal despropósito en un momento sumamente crítico en el que Trump se encontraba por debajo de Hillary Clinton en las encuestas sobre las elecciones presidenciales del próximo noviembre.

 

Hoy, esas mismas encuestas confirman que la visita fue una bocanada de aire, una oportunidad que bajo ninguna circunstancia debía haber ocurrido. Hoy, Trump ha repuntado en las preferencias electorales.

 

¿Cómo entender que se abrieran las puertas del país a un personaje que nos ha denigrado?

 

¿Cómo puede ser posible que se le haya recibido como Jefe de Estado a un simple candidato, alterando la operación del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, que no recibe vuelos privados, disponiendo el uso de un helicóptero presidencial, recibiéndolo en la Residencia Oficial de Los Pinos y organizando una conferencia de prensa para darle gusto a Trump con una fotografía que consagra su triunfo?

 

¿Cómo puede ser que el Presidente de México, que debería de ser el primer preocupado por defender nuestros intereses, sea el principal artífice del mayor acto de vejación a los mexicanos en décadas?

 

Ningún otro Jefe de Estado en el mundo le ha brindado un espacio de tal magnitud a Trump y probablemente nadie lo haga en sus cinco sentidos.

 

El presidente Peña Nieto desaprovechó la oportunidad de ser contundente y dejarle claro al señor Trump, que a los mexicanos se nos respeta y que de no hacerlo, no sería bienvenido a nuestro país. Debería haberle exigido una disculpa pública, cosa que no ocurrió; porque nos llamó violadores, nos llamó criminales.

 

Debió dejar en claro también, con datos duros, que nuestros lazos comerciales han sido benéficos para ambos países, por lo que no debemos dar un paso atrás. Lo que tenemos que hacer es fortalecer y modernizar el Tratado de Libre Comercio.

 

Recordarle que ya existe el muro, el cual no ha sido la solución, aclarándole que su propuesta fue un error. A todos nos hubiese encantado que las cosas se hubiesen dado de otra manera.

 

Trump cumplió su misión: se tomó la foto, no cambió en absoluto sus posturas, consolidó su imagen. El saldo de la visita: fue una vergüenza para los mexicanos y tristemente se debilita la investidura presidencial.

 

La invitación a Trump profundiza la crisis que se vive en este gobierno, un gobierno cada vez más alejado de la realidad y cada vez más alejado de la población.

 

Nos ha dejado en ridículo frente al mundo entero y lo peor es que ante todo ello ha habido una renuncia absoluta a escuchar las críticas y actuar en consecuencia.

 

Y con esto concluyo:

 

Como Senado de la República debemos hacer valer el peso que tenemos, la facultad exclusiva sobre el análisis de la política exterior. Debemos tomar definiciones contundentes, no importa si se es el partido en el gobierno; si hubo un error de esta magnitud, el gobierno debe aceptar el error de esta magnitud y no tratar de buscar cómo tapar el sol con un dedo y venir aquí a esta máxima tribuna con argumentos baratos, con argumentos desinformados. Y comprendemos, es muy complicado defender lo indefendible.

 

Es cuanto, presidente.

 

SENADOR PABLO ESCUDERO MORALES: Gracias, senadora Mariana Gómez del Campo Gurza.

 

Senadora Graciela Ortiz González, tiene el uso de la palabra.

 

SENADORA GRACIELA ORTIZ GONZÁLEZ: Gracias, presidente.

 

Compañeras y compañeros senadores:

 

Me parece que estamos el día de hoy en una discusión, en un debate de lo más importante, para la República por supuesto, pero sobre todo para los mexicanos.

 

Los mexicanos estamos indignados, estamos agraviados, estamos ofendidos, no hoy, lo hemos estado durante todos estos meses, por las expresiones xenófobas, racistas, intolerantes, profundamente intolerantes que ha vertido en el marco de la elección presidencial Donald Trump en Estados Unidos.

 

Nos duele y nos lastima la alevosía con la que ha hecho expresiones en contra de un pueblo, que no ha acreditado más a lo largo de su historia, que ser un pueblo de trabajo, que ser un pueblo de esfuerzo, que ser un pueblo de principios. Y que en Estados Unidos ha dado fe, una y otra vez, a través de las historias de millones de compatriotas que allá viven, de su deseo de progresar, de prosperar, de crecer a partir de su esfuerzo, a partir de su aportación.

 

Estados Unidos no sería Estados Unidos si no tuviese la fortaleza y la riqueza que le han aportado millones de seres humanos, mexicanos fundamentalmente, que han emigrado a ese país buscando mejores condiciones de vida.

 

Y podríamos pensar, como aquí se ha dicho, que no hay que hablar de Donald Trump, porque Trump no es el problema, y yo creo que están profundamente equivocados porque hay que revisar la historia.

 

Donald Trump no es un loco que de pronto empezó a verter en un proceso electoral conceptos como los que hemos escuchado. Donald Trump es el eco, el reflejo de una sociedad anglosajona que piensa, late, vive y siente lo que él expresa en todas y cada una de las manifestaciones de su vida.

 

Leamos a ese asesor principal de la CIA, que ustedes deben de conocerlo muy bien, porque creo que aquí en el Senado estamos obligados a conocer la historia de los pueblos para poder trabajar compartiendo y acompañando al Ejecutivo en materia de relaciones exteriores.

 

Leamos a Samuel Huntington, a ese politólogo y profesor de ciencias políticas que es, entre otras cosas, director de un área importante en la Universidad de Harvard.

 

Recordemos la tercera ola, recordemos ese nuevo orden mundial que avizoró cómo Estados Unidos veía el futuro a partir de sí mismos, y cómo en ese libro expresó la necesidad de fortalecer, de acrecentar esa que ellos llamaron: esa identidad estadounidense.

 

El llamado WASP, White Anglo-Saxon Protestant. Bancos, anglosajones y protestante. Y nada que estuviese alejado de ese círculo podría entonces tener las condiciones que buscan para ellos.

 

Aquí se ha venido a decir que Trump es un insulto. Sí lo es, por supuesto que lo es, pero si nos quedamos en la visión corta, si el enemigo o el adversario lo vemos en una persona, nos estaríamos equivocando.

 

Esa es la historia de Estados Unidos y esa es la historia de México, y la hemos enfrentado, afrontado y resistido a todo lo largo de nuestra historia como nación. No es nuevo.

 

Trump no hace más que hacerse eco de lo que piensan los de su clase. Trump está utilizando esos planteamientos y esos posicionamientos de la cultura WASP como estrategia de campaña solamente. Y con ello, desde luego, pretende sojuzgarnos, debilitarnos y arrodillarnos, y eso es lo que debemos de reflexionar.

 

El proceso electoral en Estados Unidos obviamente no ha concluido, pero ciertamente Trump puede ser presidente de la república, de esa república, como lo puede ser la señora Clinton.

 

¿Es uno mejor que el otro para México o es México el que tiene que fortalecerse a partir de estrategias y principios nacionales para poder atender lo que es un reto, el reto que hemos tenido toda la vida?

 

El tema de la posible construcción, si me permite el senador Barbosa, concluyo. El tema de la posible construcción de un muro fronterizo es también una propuesta de campaña del candidato republicano; no es un tema de la agenda bilateral de Estados Unidos.

 

Y permítanme dejar ese espacio para un poco más adelante, porque vale la pena -como aquí se dijo- que tengamos memoria.

 

Nuestra agenda bilateral sin duda alguna es muchísimo más amplia que eso. Es económica, es cultural, es educativa, es política, y esa agenda bilateral tiene que ver con el desarrollo de nuestro país, con el crecimiento de nuestro país con la posibilidad de que México realmente le dé condiciones a los connacionales para que no tengan que estar saliendo al extranjero.

 

No olvidemos aquí, aquí en el Senado de la República, no olvidemos cuántos connacionales estuvieron en fechas muy recientes saliendo de nuestro país porque aquí no encontraban las oportunidades. Que no se nos olvide y que no se nos olvide en qué administraciones eso sucedió.

 

Entendemos cabalmente, lo asimilamos y lo vivimos lo que es la indignación del pueblo mexicano por los insultos de Trump. Lo tenemos en la piel quienes vivimos, quienes compartimos toda nuestra vida en una lucha política, buscando mejores condiciones, sabemos lo que piensa la gente, porque nosotros somos la gente, porque nosotros somos este pueblo que se siente agraviado y ofendido.

 

Somos políticos los que estamos aquí y sabemos perfectamente bien que el sentimiento debe de animar los principios que nos llevan a hacer política, pero también somos políticos que entendemos que hay momentos en los que debe prevalecer una visión de Estado sobre la visión enteramente personal.

 

Entendemos el malestar que ha generado este encuentro, lo compartimos; compartimos el malestar de que exista una figura como Trump, como ha habido otros más en la historia de ese país, que vienen y lastiman y buscan humillar a los mexicanos.

 

Eso no está a discusión. Lo que está a discusión es cómo debe de actuar un país y el jefe del Ejecutivo de un país. Y yo creo que el presidente de la República hoy, ayer, mañana y siempre, debe actuar como un jefe de Estado, como un hombre de gobierno, como un hombre que se sitúe por encima de la circunstancia y vea hacia el futuro.

 

Este no fue un encuentro social, desde luego que no fue un encuentro social y ciertamente no fue fácil; no lo será en los tiempos que siguen y desde luego que nos obliga a todos a hacer una reflexión muchísimo más profunda que la circunstancias y el momento que estamos viviendo.

 

Entendamos que el Estado Mexicano no puede adoptar ni hoy ni nunca una postura intransigente y emocional, mucho menos ante personajes de este tipo y mucho menos ante personajes de este tamaño.


Permítame, señor presidente, fue usted muy tolerante con los demás, concluyo muy rápido.

 

Desde todas las tribunas, en el PRI hemos rechazado los planteamientos, las propuestas de Trump, que amenazan los intereses de México y desde aquí le decimos que México no es su patio trasero para que pueda venir a pensar o a pretender que puede plantar un muro y que nosotros lo vamos a pagar.

 

No sé a qué se refiere cuando piensa que puede intervenir en otro país.

 

Pero nos guste o no, ese es el candidato que los republicanos nombraron, Nos guste o no, serán los norteamericanos los que decidan quién preside esa nación. Hoy es un candidato con el que hay que dialogar como se podría y se buscó hacer con la señora Clinton.

 

No nos toca a los mexicanos calificar a quien deciden los estadounidenses quién los va a presidir.

 

A mí me parece, compañeras y compañeros, que como mexicanos estamos llamados en este justo momento a mostrar unidad, sobre todo unidad frente a quienes buscan desprestigiar a nuestro país.


Esta desunión ¿nos ayuda verdaderamente? ¿Le porta algo a los mexicanos? ¿Este linchamiento que se pretende hacer aquí de verdad apoya, aporta?

 

Aquí se habló de memoria y yo quisiera recordarlo, porque la desmemoria, señoras y señores, no sólo nos hace incurrir en incongruencias, también nos puede hacer casi rayar en el cinismo y yo creo que ese no es el sentido de este Senado.

 

No es la primera vez que un presidente de México invita a dialogar a candidatos a la presidencia de los Estados Unidos, no es la primera vez. En julio de 2008, Felipe Calderón recibió al precandidato republicano John McCain y lástima que no se dijo aquí, pero recordemos para que la desmemoria no haga estragos en nosotros.

 

John McCain igual que Donald Trump, candidato republicano, también propuso la construcción de un muro fronterizo. En septiembre de 2008 Calderón incluso declaró que McCain conocía mejor a México que Barack Obama, por aquello que se dijo de la no intervención.

 

Qué podemos decir de ese excelso presidente panista Vicente Fox, eso “comes y te vas” insultante que le profirió a un jefe de estado cubano.

 

¿Por qué tuvimos tan malas relaciones con Venezuela, con Cuba, con Argentina?

 

¿Por qué perdió México el lugar que tenía en la diplomacia mexicana?

 

Efectivamente, que no se nos olvide. Al PRI, al PRI no se le olvida.

 

El PRD qué le podemos decir. Nos propone un discurso de odio que nada contribuye a proteger a los mexicanos.

 

Por el contrario. Lo que hacemos es radicalizar las posiciones contra México.

 

Veamos qué está pasando en el mundo. Veamos cómo están reaccionando las sociedades contra aquellas sociedades que lograron radicalizar las posiciones en Europa y en Estados Unidos.

 

Eso es lo que queremos para nuestros hermanos, nuestros parientes, nuestros connacionales que están en Estados Unidos.

 

¿Queremos engendrar contra ellos otra ola más de odio? ¿Así resolvemos el problema?

 

Yo me quedo, para concluir señor Presidente, con la reflexión de un gran político, un político que en el momento más álgido de la Segunda Guerra Mundial, Sir Winston Churchill, nos dijo: “Si comenzamos una discusión entre el pasado y el presente, descubriremos que hemos perdido el futuro”.

 

Y aquí yo quisiera invitarlos a que pensemos en el futuro, a que veamos hacia adelante.

 

Aquí, aquí en esta Tribuna, los priistas hemos sido insultados una y otra vez por las diferentes fuerzas políticas que están integradas en este Senado en estos años y aun así, aun así buscamos privilegiar el diálogo.

 

Aquí, aquí se nos dijo hasta traidores a la Patria. Para mí, para todos los que militamos en este Partido, es el mayor agravio que se nos pueda inferir para quienes hemos dedicado nuestra vida al servicio público, para quienes creemos que dentro de los principios republicanos que nos animan debe estar siempre la razón de nuestra existencia.

 

Y aun así seguimos privilegiando el diálogo. Y porque lo privilegiamos el gobierno en su conjunto, hablando de su integración orgánica, tiene una inmensa mayoría de personas que proceden del PAN y que siguen en el gobierno.

 

Y porque lo privilegiamos, logramos sacar adelante las reformas que tanto le importaban al país.

 

Eso es ver hacia adelante, eso es ver hacia el futuro, eso es pensar en México, eso es pensar en el México que queremos.

 

Lo demás, lo demás es buscar anticipar lo que todavía no llega. El 2018 todavía, señoras y señores senadores, todavía no está aquí.

 

Por su atención muchas gracias.

 

SENADOR PABLO ESCUDERO MORALES: Gracias senadora Graciela Ortiz González.

 

Antes de dar cumplimiento al resolutivo tercero del acuerdo del debate pactado que fue votado en esta asamblea, me han pedido para hechos los siguientes senadores, inmediatamente después consultaré a la Asamblea, si la Asamblea lo autoriza, seguiremos con el listado.

 

Tengo registrados al senador Víctor Hermosillo, al senador Luis Humberto Fernández, a la senadora Pilar Ortega, al senador Fidel Demédicis, al senador Marco Antonio Blásquez, y al senador José Olvera, hasta por 5 minutos.

 

Senadora Angélica de la Peña está registrada y consultaremos de inmediato a la Asamblea. Les pido su comprensión.

 

Senador Víctor Hermosillo.

 

SENADOR VÍCTOR HERMOSILLO CELADA: Con permiso de la directiva:

 

Yo creo que Trump es un político en campaña y la mayoría de los políticos en campaña somos muy demagogos.

 

Lo que queremos es saber cómo congraciamos votos, en muchas ocasiones haciendo propuestas imposibles.

 

Yo pienso que Trump es un gran demagogo y pienso que no va a ganar. Lo que quiero yo es ver hacia enfrente, como dijo Graciela, y hacia enfrente hay varias cosas que se pueden hacer.

 

En primer lugar hay que revisar nuestra política exterior, ya hace tiempo que hay síntomas de que hay que hacerlo. Este es el momento, en las crisis; para eso precisamente tenemos que estudiar bien las cosas, sobre todo nuestra relación con Estados Unidos.

 

Señores, la mayoría de los que están en Estados Unidos ya no son nuestros compatriotas, son ciudadanos americanos. Escogieron ya irse a otro país, porque desgraciadamente en el nuestro no encontraron las oportunidades, que no les dimos nosotros como gobierno, como sociedad.

 

Ahora, en la política exterior lo que tenemos que hacer es que esos ciudadanos americanos, que fueron nuestros compatriotas, voten y voten precisamente contra este demagogo que los ha insultado, que los ha puesto en un lugar que no merecen. La mayoría de nuestros compatriotas que ya son ciudadanos americanos, no votan: ojalá con esto despierten y voten contra esta persona. Eso es muy importante y habrá que ver la manera de cómo nosotros influir a que lo hagan; hay muchas maneras de hacerlo, ni siquiera las voy a comentar.

 

Por otro lado, qué bueno que ahora ya despertamos sobre el Tratado de Libre Comercio. Yo aquí he oído varias veces situaciones en contra del Tratado de Libre Comercio.

 

Señores, el Tratado de Libre Comercio, es muy importante para nuestro país; pero también es muy importante para Estados Unidos. El Tratado de Libre Comercio es una situación que le ha hecho bien a ellos y nos ha hecho bien a nosotros. Si ustedes no lo creen, pues vayan al Bajío, vayan a la frontera y vean cómo se ve que se está creando nuevo trabajo, ¿y saben una cosa?

 

La pobreza sólo se combate eficientemente con trabajo, no con dádivas ni con regalos. Nuestro país tiene que ver la manera de cómo provocar más trabajo y esa es una situación que tenemos muy importante con el Tratado de Libre Comercio y con buscar una integración más de nuestros productos, precisamente a las cosas que se exportan.

 

Pero por otro lado también hay que ver al Senado, porque el Senado ha estado dormido en la situación internacional. Entonces, nosotros tenemos un papel muy importante que hacer; como Senado en la política internacional, es parte de nuestras obligaciones.

 

Por eso el Partido Acción Nacional le ha pedido, nuestro grupo parlamentario, al señor presidente que venga y dialogue con nosotros. Si fue a dialogar con el comentarista Marín, no creo que tenga ningún inconveniente en venir a dialogar con los senadores del PAN.

 

Por otro lado, queremos saber qué pasó realmente en esa visita, porque hay demasiadas versiones: unos dicen una cosa, otros dicen otra; entonces nosotros lo que queremos es saber realmente qué pasó en esa situación.

 

Por otro lado, pienso que también le vamos a decir, en un punto de acuerdo, que es prudente que el Ejecutivo tome en cuenta precisamente a lo que piensa la Secretaría de Relaciones Exteriores; porque para eso está la Secretaría de Relaciones Exteriores, también para orientar al Ejecutivo en qué se debe hacer en estas circunstancias.

 

Otra cosa es: queremos también nosotros, en este punto de acuerdo, saber el programa de la Secretaría de Relaciones Exteriores sobre esta situación que pasó. Yo ya he visto que están poniendo una serie de comentarios, etcétera, en la prensa, precisamente tratando de enmendar esto; situaciones que hace mucho tiempo deberíamos de hacerlas.

 

Pero nuestra política sobre Estados Unidos se ha vuelto monotemática, nada más defender, muchas veces absurdamente, situaciones de los mexicanos en Estados Unidos que ya ni siquiera son mexicanos, les digo, son norteamericanos.

 

Nosotros debemos de pensar en los 5 millones de ilegales que están en Estados Unidos, cómo les podemos ayudar. Los otros que están ya norteamericanos, ellos ya tienen sus derechos y pueden defenderse.

 

Y por último, y esto es muy importante, el Senado en este punto de acuerdo, el Senado de la República le pide al Ejecutivo un consejo de política exterior que esté integrado por representantes del Ejecutivo, la Secretaría de Relaciones Exteriores y el Senado de la República.

 

Nosotros tenemos que ver la manera de que el Senado de la República tenga injerencia en la política exterior, es parte de nuestras obligaciones.

 

Yo pienso que de estos problemas que tenemos, ya no voy a hablar de qué pasó, ya se habló demasiado, demasiadas situaciones, pero yo les digo que esto es lo que debemos de ver hacia el frente. Ver la manera de sacar de estos problemas situaciones que nos ayuden.

 

Muchas gracias.

 

SENADOR PABLO ESCUDERO MORALES: Gracias, senador Hermosillo.

 

Muchas gracias por respetar el tiempo.

 

Senador Luis Humberto Fernández.

 

SENADOR LUIS HUMBERTO FERNÁNDEZ FUENTES: Buenas tardes. Con su venia, su señoría.

 

Me atrevo a pedir la palabra para hechos, porque hay algunas opiniones que creo que requieren precisión y aclaración.

 

Se ha hablado de visión de Estado, se ha hablado de diálogo, del significado que tiene debatir esto, pero al final del día el tema es que estamos hablando de un error, un error grave y costoso.

 

Y nuestra opinión no está basada en la emoción. Sí, todos creo que compartimos la molestia como todos los mexicanos, pero también en la razón. Permítanme argumentarlo de manera muy rápida, tres cosas y una pequeña fábula:

 

La primera, es que fue una muy mala idea de origen, que hace pensar que entrometerse en un proceso interno de una nación soberana era algo pertinente.

 

Se ha hablado de los principios. Les recuerdo que los principios de política exterior de México es reconocer estados, no gobiernos. Ya se flexibilizó y ahora reconocemos gobiernos pero ahora también el Presidente atiende candidatos como interlocutores válidos.

 

Ahora qué bueno, y se me hizo muy pertinente recordar a Churchill, porque cuando Churchill vivió una situación muy parecida, porque en un acto de ingenuidad y torpeza Chamberlain fue a buscar a Hitler en una negociación muy parecida a buscar el diálogo, frente a los gritos de Churchill de decir: “Te van a engañar, no tiene sentido ir a ese diálogo”.

 

Chamberlain no hizo caso, fue, firmó un tratado de paz y al mes los tanques alemanes estaban entrando a Polonia.

 

Así vinieron a dialogar para después irse a presentar una plataforma en Arizona.

 

¿Por qué era mala idea? ¿Pues qué suponían que la población les iba a aplaudir? ¿Que Trump iba a cambiar de opinión cuando los pensadores más importantes del mundo le han planteado argumentos?

 

¿Cuál era el escenario? ¿Cómo iban a salir airosos?

 

Kissinger escribió que la diplomacia se basa en dos cosas: En la fuerza y en la autoridad moral.

 

Aquí hubo sólo vulnerabilidad y perdimos autoridad. Era una idea absurda de principio a fin.

 

Segunda cosa: la operación. Una operación desaseada.

 

Se ha dicho que el Presidente fue valiente, pues no lo vimos, no en actitud y no en contenido.

 

Se le dio al señor Trump un trato y una atención no digna de alguien que agravia y ofende a México. Una conferencia de prensa tibia, sin carácter, sin claridad; únicamente el escenario para un apretón de manos que fue el símbolo de una humillación. Si no, vean el video.

 

Se atribuyó la falta de claridad al desorden. Perdónenme, pero el Estado mayor no se le puede decir que organice eventos desordenados; el desorden estuvo en la falta de claridad de ideas.

 

Nunca se dijo lo que era importante, una posición de un México como nación digna y soberana. Ya no hablemos de lo de pagar el muro ni nada más.

 

El resultado es atroz, el saldo es alto y malo con altos costos para México. Una comedia de enredos de que yo dije y no dije, que al fin y al cabo el Presidente se acabó enredando.

 

Los medios internacionales, prácticamente todos señalaron que hubo un ganador, tristemente fue Trump.

 

Después de la reunión, Trump salió sólo para refrendar con más vehemencia y fuerza sus dichos, incentivados seguramente por la debilidad que vio en la reunión. Y al final del día Trump no cambió de opinión.

 

Se dijo que era para tranquilizar a los mercados, nadie podría creer eso. Se ofendió a los que no ven tan mal a México y desmotivó a los activistas; generó una crisis diplomática al ignorar los canales adecuados, se agravió a los mexicanos y se prestó al ridículo internacional.

 

Compañeras y compañeros:

 

No hay prestigio en la insensatez. Peña le fue funcional a Trump, no a México y el mundo no lo perdonará.

 

¿Qué se adelante defendiendo lo indefendible, lo absurdo? ¿No sería mejor reconocer el error y a partir de ahí construir una ruta?

 

Y por último, para no abusar de su tiempo, permítanme concluir con una fábula.

 

Un día, en los predios del rancho de La Hormiga, caminaban la soberbia, la mercadotecnia y la insensatez y decidieron que era buena idea disfrazarse de estadista.

 

Hicieron todos sus esfuerzos, se maquillaron, llamaron a un invitado, quisieron vestirse de estadistas, pero ¿qué creen? Nadie reconoció en ellos el estadista.


La moraleja es “cuando quieran disfrazar a la soberbia, a la mercadotecnia y a la insensatez de estadistas, no lo hagan, sólo lograrán el ridículo y un gran daño.

 

Este Senado debe tener una respuesta institucional, clara, contundente y trascendente y sí, coincidimos, pedimos la unidad, pero la unidad en la dignidad nacional.


Es cuanto.

 

SENADOR PABLO ESCUDERO MORALES: Gracias senador Luis Humberto Fernández Fuentes.

 

Senadora Pilar Ortega, hasta por cinco minutos.

 

SENADORA PILAR ORTEGA: Señoras y señores legisladores, como integrante y secretaria de la Comisión de Relaciones Exteriores América del Norte de este Senado de la República, no puedo dejar de expresar mi indignación por los acontecimientos ocurridos la semana pasada, en donde sin mediar explicación alguna, el presidente de la República invita al candidato al gobierno de los Estados Unidos, Donald Trump, quien frecuentemente, recurrentemente ha basado su campaña en los insultos, en las denostaciones, en las humillaciones al pueblo mexicano.

 

Y por ello no podemos dejar pasar la oportunidad para expresar lo grave que resulta para nuestro país este agravio.

 

Exactamente hace una semana nuestro país se enteró, a través de las redes sociales, de la posibilidad de esta invitación y para sorpresa de todos, el gobierno mexicano, en días anteriores, no había informado absolutamente nada y mucho menos dado a conocer o a entender que en algún futuro existiría esta posibilidad.

 

No fue sino hasta minutos después del sorpresivo anuncio que la presidencia lo confirmaba a través de su cuenta de twitter. En cuestión de minutos los mexicanos pasamos de la sorpresa, del asombro, a la indignación.

 

Como ya lo han señalado muchos de los compañeros que me antecedieron en la palabra, se ha tratado de justificar de muchas maneras este acontecimiento, esta invitación. Sin embargo, de ninguna manera, en ninguna forma resulta justificable.

 

Y esto no solamente deja entrever la enorme incapacidad de quien encabeza el gobierno federal para ver la coyuntura que se vive en el proceso electoral del país vecino.


Lo que más agrede, lo que más ofende es el personaje al que se invita a México en una reunión que  parecería de jefes de Estado y que este personaje, a través de demagogia, de xenofobia y de una serie de actitudes radicales, pero sobre todo ofensivas a nuestro país, ha venido fincando su campaña.

 

A quien a lo largo de todo un año ha manifestado y asegurado en innumerables ocasiones que los mexicanos son criminales y violadores, ante las promesas de deportación de 16 millones de indocumentados, ante la recurrente fanfarronería con que se refiere a México, asegurando la construcción de un muro.

 

Y ante esto la posición de nuestro gobierno no solamente es, no es la que debió haber sido a favor de rechazar cualquiera de estas manifestaciones, sino que por el contrario invita a este personaje a la casa del Poder Ejecutivo, previa invitación.


Pero además de todo ello, es importante destacar que bajo las condiciones que el propio invitado puso para llegar a esta reunión, a esta invitación, es decir, una visita en un formato a modo del propio invitado, con una reunión privada y posteriormente una conferencia de prensa.

 

No se previeron las consecuencias, o tal vez sí se previeron lo que resultaría todavía más grave y horas después supimos también que en Arizona, después de esta visita, después de estas afirmaciones, el candidato republicado en Estados Unidos ofreció un discurso, un discurso en donde quedó claro los resultados de esta visita porque la posición no cambió en nada, siguió siendo humillante, incendiario, siguió siendo ofensivo hacia los mexicanos, afirmo de nuevo que deportará a todos los indocumentados que crucen en su camino, obstaculizará de cualquier Reforma Migratoria y construirá un muro fronterizo con dinero mexicano.

 

Ante esta burla no hay defensa posible para el Presidente ni su equipo y por ello nosotros en Acción Nacional estamos poniendo en la mesa varios puntos entre los que destacan un extrañamiento, un fuerte extrañamiento al Titular del Poder Ejecutivo por estas acciones que han puesto en evidencia la incapacidad de articular una política en materia internacional pero también el exigir una disculpa pública a todos los mexicanos por estas acciones.

 

México y su Presidente han dejado en tela de juicio la capacidad para articular una política exterior eficaz, pero sobre todo y lo que más ofende es que permite que en territorio nacional y en la sede del Poder Ejecutivo, quien conforme al Artículo Constitucional tiene la obligación de ejercer la política exterior bajo principios de igualdad jurídica de las partes, de autodeterminación de los pueblos y de respeto, ha faltado a todos estos principios y no hay ninguna acción que marque un precedente similar en la historia de nuestro país.

 

Es por ello que exigimos que por lo menos estas dos acciones se lleven a cabo y se implementen desde el Senado de la República.

 

Es cuánto presidente.

 

SENADOR PRESIDENTE PABLO ESCUDERO MORALES: Gracias senadora Pilar Ortega Martínez.

 

Senador Fidel Demédicis.

 

SENADOR FIDEL DEMÉDICIS HIDALGO: Entiendo su irritación compañero senador Mayans.

 

El pueblo de México está irritado, está encabritado por las actitudes no de Donald Trump, sino por las actitudes del Presidente de este país.

 

Hemos escuchado con atención los planteamientos que han hecho aquí los que han venido a defender la posición del ciudadano Presidente de la República.

 

Una de nuestras compañeras decía: “Hay que recordar la historia”. Y yo coincido: hay que recordar la historia.

 

Quiero que me digan aquí qué Presidente de Estados Unidos ha demostrado en la práctica ser amigo de México.

 

Ellos han sido contundentes en sus planteamientos: Estados Unidos no tiene amigos, solamente tiene intereses.

 

Este Donald Trump ha sido sincero y les asusta su sinceridad. Él ya dijo: “si yo llego a la presidencia de la República, los voy a tratar sin apariencias porque no se merecen que los trate con apariencias, a un país en donde sus gobernantes no han sabido estar a la altura de la dignidad que tiene su pueblo”.

 

Mientras el pueblo es digno, el gobernante es servil. Entonces, ¿cómo voy a tratar bien a un pueblo en donde los que lo representan agachan la cabeza frente al gobierno de Estados Unidos?

 

Hay que recordar la historia, la Doctrina Monroe: América para los americanos. Pero era muy claro, no estábamos hablando de compartir, no estaban hablando los gringos de tener con nosotros un intercambio en donde de iguales a iguales fuéramos tratados y América prosperara de manera igualitaria. No, no estaban hablando de eso: estaban hablando de que los recursos de América iban a servir para engrandecer a Estados Unidos. De eso estaban hablando.

 

La historia de México con Estados Unidos ha sido una historia de apariencias, compañeros y compañeras. Algunos frente a las cámaras nos hablan bonito, pero en la práctica nos saquean todo lo que pueden: se llevan todo lo de nosotros, con la complacencia del gobierno respectivo, no sólo del actual.

 

Revisemos la actitud de Calderón, revisemos la actitud de Fox, revisemos la actitud de Zedillo, revisemos la actitud de Salinas, revisemos la actitud del que quieran. Y uno solo no ha sabido estar a la altura de la dignidad de este pueblo que, efectivamente, es un pueblo trabajador; por esto este país no se ha caído, por eso, porque tenemos un pueblo trabajador y los que gobernamos, no hemos sabido estar a la altura de nuestro pueblo.

 

Ha planteado aquí que los mexicanos estamos indignados y cómo no vamos a estar indignados si nos trató de violadores y de delincuentes. Nos ha dicho que somos estafadores del gobierno de Estados Unidos y que por eso no pueden ser nuestros amigos, porque los estamos ahogando económicamente y ha dicho Donald Trump: “no quiero nada con México, más que construir un muro impenetrable que deje de estafar a Estados Unidos”.

 

Y cómo no vamos a estar indignados, parece que el único que no se indigna es el que lo invitó a que viniera a México. Desde la primera declaración en contra del pueblo de México, el gobierno de la República debió de haber mandado sendas cartas pidiéndole, exigiéndole a ese hombre que se disculpara, pidiéndole que le pidiera perdón al pueblo de México por las descalificaciones de que nos estaba haciendo objeto.

 

Eso se llama intromisión, eso se llama negar lo que dice el Benemérito de las Américas: Entre los individuos como entre las naciones, el respeto al derecho ajeno es la paz. Y él no nos ha respetado y no ha habido una actitud digna de este gobierno para señalarle a Trump que nos merecemos respeto.

 

Lo que ha habido es una actitud de complacencia para que venga a México, dicen algunos compañeros, a establecer un diálogo fraterno; a ver si lo convencemos de que ya no nos diga que somos violadores, de que ya no nos diga que somos asesinos, de que ya no nos diga que somos estafadores. Lo va a seguir diciendo, lo va a seguir diciendo porque sabe que el que tiene sartén por el mango es él. No lo tiene Peña Nieto.

 

Compañeras, compañeros: Es importante que el Senado de la República reaccione, como le están haciendo algunos de sus senadores de manera digna frente a una agresión cobarde que nos está haciendo un extranjero de un país que históricamente ha violentado nuestros derechos humanos, de nuestros connacionales, y que históricamente han sido vividores de México.

 

Por su atención, muchas gracias.

 

SENADOR PABLO ESCUDERO MORALES: Gracias, senador Demédicis.

 

Esta Mesa Directiva da la más cordial bienvenida a un grupo de estudiantes del Bachillerato, SABES, el Lindero del municipio de Doctor Mora, Guanajuato, invitados por el senador Gerardo Sánchez García. Sean ustedes bienvenidos.

 

Se encuentran de visita también en nuestra sesión presidentes municipales del estado de Veracruz, invitados por el senador Héctor Yunes. Sean ustedes bienvenidos también.

 

El uso de la palabra para el senador Marco Antonio Blásquez.

 

SENADOR MARCO ANTONIO BLÁSQUEZ SALINAS: Muchas gracias, presidente. Lo felicito por su encargo.

 

Soy de la idea que tenemos que ponerle hielo al tema. Tenemos que analizarlo de manera mesurada, de manera correcta, porque si estamos aquí en una especie de porra, linchando a un sujeto que está totalmente fuera de nuestro alcance pero que gana cada vez, gana renta electoral cada vez que nos hace enojar y estamos condenándolo y lo estamos vituperando, pues estamos cometiendo exactamente el mismo error que es el origen del análisis que estamos llevando a cabo.

 

Lo primero que quiero comentar, es que nuestra facultad y atribución como Senado es el análisis de la política exterior que el Poder Ejecutivo Federal realiza.

 

Nos corresponde el análisis de esa política, entonces analizamos de una manera fría, de una manera respetuosa, porque Senado de la República somos.

 

Lo que yo observo en este desafortunado evento para el país, es que en la organización, en la logística de este evento, el Poder Ejecutivo Federal no se aseguró de que las dos confirmaciones llegaran.

 

Esto es, cuando uno realiza un foro, y máxime del nivel del que estamos hablando, y con un personaje tan complicado como el multicitado señor Trump, lo primero que el Poder Ejecutivo debió cerciorarse es que llegaran las confirmaciones de los dos y establecer a ambos candidatos que a la falta de una confirmación no se podría llevar a cabo tal encuentro.

 

El segundo punto que observo a nivel de análisis, es que se dice que fue el Secretario de Hacienda y Crédito Público el que sugirió al Presidente de la República tales encuentros para -decían, sin que esto nos conste- se calmaran los mercados, porque las descalificaciones de algunas empresas especializadas al país podían seguir generando mayores consecuencias, por supuesto, negativas a la economía del país.

 

En estos mismos conocimientos que tenemos, también se sabe que en esta decisión no estuvieron de acuerdo la señora secretaria del exterior y el señor secretario del interior. Y me parece que ahí hay una grave falla del Presidente de la República, porque si es tema de materia exterior, el no contar en la mesa de la decisión o lo que se sabe, contar con el desacuerdo de la señora secretaria, ya era de sí una decisión sumamente extrema.

 

Esta falta de oficio político, esta falta de visión política nos lleva a que el gobierno mexicano haya sido tomado como el tonto útil de esta historia, porque al mismo tiempo, como no hay una coordinación por lo menos visible, apreciable, en la logística, pues no hay quien le diga al presidente que el señor Trump va a usar ese encuentro para un relanzamiento de campaña.


La mayor parte de los mexicanos, un día antes empezamos a ver las noticias y luego nos empezamos a enterar de que después del encuentro en la Residencia Oficial del señor Trump con el presidente de la República, iba, en el mismo avión que llegó, a trasladarse a Arizona. Que es uno de los estados de mayor discriminación, mayormente enemigos de la migración, para ahí hacer un relanzamiento de su campaña.

 

Entonces, en estos análisis encontramos varios puntos que no concuerdan y que tienen que ser aclarados.

 

Otro tema que yo creo definitivamente le falla al presidente y le falla a la mayor parte de los hombres y mujeres del servicio público de este país, es que la discusión de país a país, la discusión sobre este tema que está subiendo a la agenda el señor Trump, no es quién paga el muro.

 

A mí me aterra ver un Twitt del presidente de la República donde dice, ratifica que México no va a pagar el muro y luego el señor Trump le contesta: lo vas a pagar, lo que pasa es que no sabes cómo.

 

El lenguaje político de los mexicanos, del presidente, del Senado de la República, de los que estamos en esta toma de decisiones, que tenemos esta capacidad de opinión y de acción, es tal muro no se construye.

 

Cómo es posible que tengamos esa aceptación de que no vamos a pagar el muro y aceptar de hecho que el muro se construya, sólo que nosotros no lo vamos a pagar.

 

No, señoras y señores, el discurso político de este país es el muro nos e construye, bajo ninguna circunstancia. ¿Por qué? Porque es un atentado a la relación de ambos países; porque es, consecuentemente, la división de dos esfuerzos que se están simbolizando y se están llevando a cabo a través de diferentes acuerdos y a través de diferentes acciones.

 

¿Qué es lo que sugiero a nivel de análisis?

 

Primero, dejemos en paz a ese hombre, dejémoslo en paz, que sea el gobierno de los Estados Unidos, que sean los ciudadanos estadounidenses los que le den su merecido, a través del voto.


Porque yo les aseguro, no es tema de nosotros estar tirándole lodo a ese hombre, déjenlo en paz; que sean los estadounidenses los que lo castiguen con la acción del voto.

 

Yo les aseguro que si ese multicitado señor Trump llegase a ganar, la sabia decisión del pueblo estadounidense le va a colocar un congreso de oposición que le va a atajar todas sus pervertidas decisiones.

 

Ese país sabe votar, no lo tengamos como un pueblo iluso, saben perfectamente cómo desarrollar sus votos y cómo crear y generar los equilibrios de poder en su sistema.

 

Quisiera para terminar, señor presidente, dos cosas: lo primero, decirle al presidente de la República que hay una lección que nos da el maestro Cervantes en aquella pródiga obra del Quijote de la Mancha; decía que a un toro nunca se le debe poner uno por delante; a una mula nunca se le debe poner por detrás y a un canalla nunca se le debe poner por ningún lado.

 

Y ese fue el error de este sistema, que se creyeron más vivos que el señor éste y le resulta en un gran fracaso.

 

Mi propuesta: tiene que comparecer la señora Secretaria del ramo.

 

Nos tiene que informar qué ocurrió, cómo ocurrió y por qué ocurrió.

 

Cuando nosotros tengamos de voz de ella, de voz de las personas que toman las decisiones de política exterior, nosotros con la información que hemos captado y por supuesto con la información que ella nos presente entonces podremos tomar decisiones.

 

Les agradezco mucho el favor de su atención.

 

Gracias señor Presidente.

 

SENADOR PRESIDENTE PABLO ESCUDERO MORALES: Gracias. Muchas gracias senador Marco Antonio Blásquez.

 

Y tenemos registrada la última oradora, la senadora Angélica de la Peña Gómez.

 

SENADORA ANGÉLICA DE LA PEÑA GÓMEZ: Muchas gracias Presidente.

 

Señoras y señores:

 

Yo creo que no hay discusión respecto a la definición de quién es Donald Trump.

 

No hay debate respecto a qué tipo de sociedades norteamericanas está representando.

 

No hay discusión respecto a la historia que tenemos con Estados Unidos, que ha tenido altibajos, qué sé yo.

 

Me parece que la discusión que estamos dando aquí no está alrededor de Trump, sino por qué el Presidente de México le invitó.

 

Por qué el Presidente de México, que representa al país, no toma las medidas pertinentes de información de impacto, claro, también de la historia; claro, también del tipo de persona que es Donald Trump y las posibles consecuencias que puede traer tomar la decisión de invitar a este señor y tratarlo como Jefe de Estado como aquí se ha dicho.

 

Y qué es lo que decíamos hace 8 días en una conferencia que tuvimos distintos senadores, senadoras del PRD, el senador Encinas, el senador Mario Delgado, el senador Isidro Pedraza y entonces decíamos: “esta visita, la repercusión que va a tener es que se va a utilizar para quien hoy está abajo en las encuestas respecto a Hillary Clinton y lo va a utilizar para subir”.

 

Y bueno, pues la noticia ya la tenemos enfrente. La encuesta telefónica que realiza CNN a 9 semanas de la elección, le da 45 por ciento a Donald Trump en preferencias, y a Hillary Clinton le da el 43 por ciento.

 

Es decir, en el esquema de Donald Trump para venir a México y aceptar la invitación de nuestro Presidente de nuestro país y que claro que nos importa mucho en el Senado de la República lo que acontezca porque resulta ser que esa es una materia del Senado de la República la política exterior y aquí deberíamos estar tratando el tema de manera abierta responsable y sin partidismos.

 

Yo también estoy de acuerdo que los partidismos no son muy buenos sino hagámoslo como mexicanas y como mexicanos pero además como senadoras y senadores porque es nuestra responsabilidad, formamos parte de una de las dos cámaras del Congreso de la Unión que tiene mandatada la facultad precisamente de la política exterior.

 

Es decir, es nuestra materia; es decir, necesitamos nosotros asumir nuestra responsabilidad y pedirle al Presidente de la República una reconsideración de una equivocación y nosotros estamos obligados a eso, a pedirle al Presidente de la República que ciertamente reconozca que fue una equivocación de gran envergadura. Hoy nos lo está diciendo así la encuesta de la CNN.

 

Entonces me parece que cuando se menciona que el Presidente cayó en la trampa pues sí, cayó en la trampa. No nos importa aquí hablar de Donald Trump ni hablar de la crisis que tenemos en materia de derechos humanos y de cómo viven, sobreviven los y las mexicanas en Estados Unidos, sobre todo quienes están en una situación irregular, no.

 

El problema es pedirle cuentas al presidente de la República por haber tomado una decisión realmente trascendentalmente equivocada. Ese es el tema, no otro, no venir aquí a hablarnos de las relaciones de México y hablar de la personalidad de Donald Trump.

 

Ya sabemos quién es ese señor, ya sabemos que anda en campaña, ya sabemos qué es lo que está planteando, ya sabíamos, debimos haber sabido y alguien debió haberlo dicho, sobre todo quienes son de su partido, haberle dicho al presidente que era un error invitar a ese señor porque claramente lo iba a utilizar para su campaña, como así fue.

 

Entonces, creo que necesitamos, el Senado de la República, asumir, de veras compañeras y compañeros, asumir nuestra responsabilidad y asumir nuestro mandato planteado en la Constitución respecto de cuál es la potestad del Senado. Y es muy lamentable que aplicándose los partidismos, aquí no se permita acordar como deberíamos hacerlo, de manera independiente, de manera autónoma, como poder de la Unión deberíamos nosotros hoy estar decidiendo un extrañamiento al Jefe del Ejecutivo Federal respecto a una decisión que va a tener, que ya está teniendo trascendencias verdaderamente terribles.

 

La primera: ya nos dividió y ya nos confrontó y ya tenemos un presidente, por desgracia, por desgracia y lamento mucho decirlo, muy debilitado. Y eso no nos conviene a nadie, de ningún partido, pero sobre todo no nos conviene a las y los mexicanos; sobre todo quienes están allá batallando todos los días, siendo perseguidos por las autoridades migratorias.

 

Y tampoco nos conviene como país, frente a la globalidad internacional. Tenemos un presidente, por desgracia, muy debilitado por una decisión equivocada. Eso hay que decirlo y reconocerlo de manera puntual.

 

Gracias por su atención.

 

SENADOR PABLO ESCUDERO MORALES: Gracias, senadora Angélica de la Peña.

 

Le pido a la Asamblea un minuto de su atención:

 

Voy a solicitar a la Secretaría que consulte a la Asamblea en votación económica, si está suficientemente discutido el tema; no sin antes informarles que tengo registrados todavía al senador Raúl Gracia, al senador Mario Delgado y al senador Gerardo Flores, para que hagan de su consideración lo que crean conveniente.

 

Por favor, senador Isidro.

 

SENADOR ISIDRO PEDRAZA CHÁVEZ: La senadora Angélica de la Peña hizo alusión a mi persona, entonces yo pido la palabra.

 

Sí, sí lo hizo.

 

SENADOR PABLO ESCUDERO MORALES: Déjenme escuchar al senador Mario Delgado.

 

SENADOR MARIO DELGADO CARRILLO: Para la misma razón, presidente, solicitarle el uso de la palabra, ya sea por la vía que usted amablemente está planteando o por las alusiones personales que hizo la senadora Angélica de la Peña.

 

SENADOR PABLO ESCUDERO MORALES: Me parece, estimados senadores, que la conducción de un debate pactado que fue aprobado por la Asamblea, se llevó a cabo con gran tolerancia, se permitió el uso de la palabra en un tiempo que no estaba pactado. Me parece que transcurrió muy bien el debate en esos términos.

 

Sin duda, igual que ustedes yo conozco bien el Reglamento, estoy obligado a darles el uso de la palabra, pero ustedes saben que ese no sería el uso correcto del Reglamento.

 

Lo dejo en ustedes. Si ustedes quieren hacer uso del Reglamento en esos términos, les doy el uso de la palabra.

 

No sé a quién aludieron primero.

 

Si ustedes quieren, en esos términos, tienen el uso de la palabra.

 

Si me indican a quién aludieron primero, si al senador Mario Delgado o al senador Isidro.

 

SENADOR JUAN GERARDO FLORES RAMÍREZ: Pediría, en estos casos, yo tengo duda de que hayan sido aludidos, que se revise la versión estenográfica para ver en qué momento fueron aludidos de manera personal.

 

SENADOR PABLO ESCUDERO MORALES: Senador, sí, yo escuché claramente que fueron. No es el contexto del reglamento del Senado de la República, pero fueron aludidos.

 

Yo estoy obligado a hacer cumplimiento del reglamento. Les notifiqué a los senadores, les hice una reflexión y estoy obligado a darles el uso de la palabra.

 

Si ellos desean hacer uso del reglamento en esos términos, bueno, yo no se los puedo impedir.

 

Senador Mario Delgado.

 

SENADOR MARIO DELGADO CARRILLO: En esa tolerancia, pues que se siga con el debate, se aprueben algunos turnos que se han planteado aquí, no sé qué diga la asamblea.

 

Muchas gracias, presidente, por su disponibilidad.

 

Yo lo plantee desde el miércoles pasado, por eso mi interés en participar el día de hoy.

 

Justo en el momento en que estaban ocurriendo los hechos, señalé que el Senado de la República tenía que diferenciarse de esa decisión que había tomado unilateralmente el Presidente de la República sin imaginar todavía la enorme reacción que iba a provocar en todos los mexicanos esa invitación, ese vergonzoso hecho.

 

El miércoles pasado ha sido uno de los días más negros y aciagos de nuestro país. Nuestra nación entera terminó ese día, esa jornada con un sentimiento de enojo, de vergüenza y frustración.

 

¿Por qué nos hace esto el Presidente de la República?

 

¿A quién se le ocurrió?

 

¿Qué ganó México?

 

Preguntas y respuestas que alimentan el hartazgo nacional. No hay enemigo más grande en el mundo para el futuro de nuestro país y de nuestra relación con Estados Unidos que Donald Trump.

 

Nadie ha ofendido de manera tan grave y directa a los mexicanos como este personaje, profundamente misógino, racista, ególatra, ignorante, en fin, un personaje que promueve el odio.

 

Hace tiempo, en una entrevista que le hicieron a Arianna Huffington, decía que independientemente de la estridencia de Trump y sus propuestas, lo verdaderamente grave para Estados Unidos y para el mundo era que una persona con la madurez emocional de un niño de seis años tuviera en sus manos el control del arsenal nuclear suficiente para destruir varias veces el planeta.

 

Mark Singer, uno de sus biógrafos, describe a Trump como un hombre que cuenta con el lujo máximo, una existencia sin el perturbador rumor de un alma.

 

Lo que es absolutamente sorprendente es que el presidente mexicano pensó que podía tocarle el alma, que podía hacerle cambiar la valoración que tenía sobre los mexicanos.

 

Quiero dejar el análisis de las causas y razones por las cuales el presidente haya invitado al país a Trump con consecuencias de dimensiones históricas para ver cuál es el potencial de estas consecuencias.

 

Primero. Se vuelve funcional a la campaña de Trump, porque Trump viene el día, la hora y en las condiciones que le convienen a su campaña.

 

Segundo. El presidente Peña pretende disculpar a Trump diciendo que las ofensas son malentendidos. Es decir, el mensaje de los mexicanos en el exterior es que Trump no ofende, que tenía un mal concepto, un malentendido de los mexicanos.

 

Y tercero. Avala de manera indirecta el muro, lo cual es el instrumento de campaña más poderoso que tiene Trump hasta el momento en su campaña.

 

Segundo. Dinamitó la relación con Estados Unidos. Si gana el señor Trump lo va a volver a atropellar al Presidente de la República, porque ya no le tiene ningún respeto; y si gana Hilary Clinton, Peña se ubicó del lado de sus enemigos.

 

México queda vulnerable y en riesgo frente a la relación con el país más poderoso del mundo.


Tercero, acepta el muro implícitamente al ubicar el debate como si fuera financiero, quién lo va a pagar, cuando lo inaceptable es el muro, porque es el discurso que divide y separa a nuestros pueblos.

 

Cuatro, acepta sin más la renegociación del Tratado de Libre Comercio, a un personaje que no representa al gobierno ni al pueblo americano.

 

Y peor aún, a un personaje que ha declarado que el Tratado de libre Comercio sólo ha favorecido a México y que le ha robado los empleos a los estadounidenses. Acepta sin chistar esa renegociación.

 

¿Y cuál es lo más grave? Que Hilary también en su campaña propone abrir el tratado, de tal manera que si es un Trump que va a tropellar al presidente o una Hilary agraviada.

 

En esas condiciones nos pone a renegociar el Tratado de Libre Comercio, cuando dependemos, esta economía depende de la economía americana.

 

Todos sabemos de la relación tan estrecha que existe entre la producción industrial de México y la producción industrial de los Estados Unidos, pone en grave riesgo la economía nacional, porque nos pone a negociar desde una posición totalmente derrotista.

 

Y por último y con esto termino, presidente, gracias por su tolerancia, tira por tierra el prestigio de México, tan largamente construido en materia de política exterior en el mundo.

 

¿Qué vamos a hacer? ¿Cómo minimizar estos riesgos?


Pensemos una cosa y en nuestra responsabilidad: ¿qué es más costoso, que siga el Presidente de la República en estas condiciones, con estos riesgos y esta vulnerabilidad a la que ha dejado a la economía y a la soberanía nacional?

 

O que nosotros asumamos nuestra responsabilidad de representar al pueblo y pedirle al presidente que ya se vaya, que ya renuncie. Cuando Nixon renunció fue porque su partido se lo pidió, le dijo que pensara en el país y su partido y eso se los digo a ustedes, senadores priístas, asuman la responsabilidad con la nación, asuman la representación política que tienen y pídanle al presidente que ya renuncie, que ya se vaya y deje de exponer a México ante el mundo.

 

Muchas gracias.

 

SENADOR PABLO ESCUDERO MORALES: Gracias.

 

Senador Pedraza.

SENADOR ISIDRO PEDRAZA CHÁVEZ: Gracias compañeros.

 

Finalmente este debate pactado no había intención de participar en él, porque no tiene una finalidad, un propósito, más que hacer catarsis.

 

Yo, como mexicano, en primer lugar fijo mi posición y al hemos fijado muy clara, en términos de rechazar las imputaciones que ha hecho el candidato republicano.

 

Pero en este Senado habría que sacarle ventaja a esta discusión y habría que buscar la manera de que trabajáramos ahora nosotros frente a lo que se barrunta sobre nuestro país, un tratado de derechos humanos con los Estados Unidos.

 

Si hoy solamente como candidato declara y no se muerde la lengua para ponernos epítetos, habría que trabajar nosotros para que pudiéramos entonces prever la actitud agresiva y discriminatoria que utiliza con los mexicanos.

 

Por eso, si la intención de verdad de lo que se ha manifestado en esta Tribuna es defendernos, defender la dignidad de los mexicanos, habría que actuar nosotros para empezar a trabajar en un tratado de derechos humanos que permita que logremos también resolver temas que están en la agenda México-Estados Unidos y que no se han abordado y que tiene que ver con los derechos de los mexicanos para poderse legalizar y legalizar su estancia en los Estados Unidos.

 

Este Presidente tiene una actitud premeditada, valorada que ha sido el éxito de su crecimiento electoral.

 

Por eso nosotros debemos tomar medidas como mexicanos, como Senado de la República, como el área que tiene que ver en ese tema para poder establecer –ay cabrón, ¿dos minutos?-, para poder establecer nosotros la condición de defensa de los mexicanos, no solamente en la Tribuna compañeros, no solamente aquí hay que desgarrarse las vestiduras, hay que hacerlo en la práctica y poder trabajar cómo elaboramos documentos que obliguen al gobierno norteamericano, incluso antes de que termine la administración de Barack Obama porque ha sido el Presidente que no nos ha agredido con la lengua, nos ha agredido en la práctica y ha expulsado el mayor número de mexicanos de ese territorio y de latinos.

 

Por eso compañeros habría que establecer un documento y una serie de documentos que enderezcan la acción para defender los derechos humanos de los mexicanos en Estados Unidos.

 

Gracias por su tiempo.

 

SENADOR PABLO ESCUDERO MORALES: Gracias senador Pedraza.

 

Senador Raúl Gracia. Sonido en el escaño del senador Gracia, por favor.

 

SENADOR RAÚL GRACIA GUZMÁN: Presidente:

 

Según entendí la lectura de los oradores apuntados una vez que había dado conclusión el trámite éramos 4, de los cuales 2 ya tuvieron oportunidad de pasar en base a la argucia parlamentaria de la alusión personal.

 

Yo creo que no sería mucho pedir que los otros dos senadores que no utilizamos dicha estrategia por llamarla de alguna manera, pudiéramos ser autorizados por usted y por el Pleno a usar la voz de la Tribuna.

 

SENADOR PRESIDENTE PABLO ESCUDERO MORALES: Gracias senador.

 

Me parece que su consideración la ha escuchado el Pleno, yo no podría violar el reglamento, el Pleno ha escuchado su solicitud y le pediría a la Secretaría consulte a la Asamblea en votación económica si el asunto se encuentra suficientemente discutido.

 

LA SECRETARÍA: Por instrucciones de la Presidencia, consulto a la Asamblea, en votación económica, si considera que el Dictamen se encuentra suficientemente discutido.

 

Quienes estén por la afirmativa les pido de favor que levanten su mano.

 

Quienes estén por la negativa favor de levantar su mano.

 

Suficientemente discutido, señor Presidente.

 

SENADOR PRESIDENTE PABLO ESCUDERO MORALES: Gracias Secretaria.

 

Una vez concluido el debate, daremos turno a la proposición que suscribe el senador Miguel Barbosa Huerta, del Grupo Parlamentario del Partido de la Revolución Democrática, con punto de acuerdo por el que el Senado de la República evalúa, se pronuncia y asume una posición respecto a la visita de Donald Trump a nuestro país.

 

El turno es la Junta de Coordinación Política.

 

Mándese el turno para allá.

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