Versión estenográfica de la reunión de trabajo de la Comisión de Recursos Hidráulicos del Senado de la República, en la que compareció el titular de la Comisión Nacional del Agua, Roberto Ramírez de la Parra.
(Primera parte)
SENADOR AARÓN IRÍZAR LÓPEZ: Buenos días, bienvenidos a esta reunión de trabajo de la Comisión de Recursos Hidráulicos. Licenciado Roberto Ramírez de la Parra, titular de la Comisión Nacional del Agua, sea usted bienvenido al Senado de la República.
Saludo a mis compañeros senadores: la senadora Guadalupe Garza Galván; al senador Francisco Búrquez y al senador Humberto Mayans.
Licenciado Roberto Ramírez, es usted muy bienvenido, siéntase en confianza. Está con gente que la aprecia y que le respeta por el trabajo que hace esta importante institución y yo, para hacerme práctico en razón de ahorrar tiempo, le cedo a usted la palabra y adelante.
MAESTRO ROBERTO RAMÍREZ DE LA PARRA: Buenos días, agradezco mucho al presidente de la Comisión de Recursos Hidráulicos, al senador Irízar, que por su conducto me hayan hecho esta invitación para poder venir aquí a visitarlos al Senado de la República.
Para mí es un honor, es un privilegio venir a esta Cámara de Senadores a platicar con ustedes de las cosas más importantes de lo que estamos haciendo en la Comisión Nacional del Agua, lo que estamos trabajando.
Le agradezco a la senadora Garza, al senador Búrquez, al senador Mayans, que me acompañen esta mañana precisamente para platicar de estos temas.
La Comisión Nacional del Agua, antes que nada es una institución, y así ha sido la instrucción del señor presidente de la República, que lo que busca es sumar. Sabemos que tenemos una responsabilidad con la ciudadanía, con la población en un tema sumamente importante, como lo es el tema del agua.
No hay ninguna actividad, no hay ninguna persona que no sienta como un tema primordial para su desarrollo humano, la necesidad del tema del agua. Entonces de ahí que para nosotros sea una gran responsabilidad el que podamos llevar este tema precisamente en beneficio de la población al más alto nivel.
Al final del camino, el que me hayan invitado para mí es muy importante para tratar de transmitir el trabajo que venimos haciendo en el gobierno de la República a través de la Comisión Nacional del Agua.
Yo quisiera empezar con un tema que sucedió hace algunos cuantos días y que me parece que es un tema que movió a México, lo voy a decir de esa manera. Hace algunos días, como ustedes saben, tuvimos la llegada de un ciclón, del huracán “Patricia”, un ciclón que cuando nació lo veíamos como una tormenta tropical que no sabíamos en el momento en que se convirtió en tormenta tropical, la intensidad que iba a tener al final del camino.
Es decir, al principio, en las primeras horas de su formación fueron horas lentas –hay que decirlo así–, cuando fue tormenta tropical; y sin embargo de una mañana a una tarde hubo una intensificación sumamente importante del huracán.
Amanecimos un jueves a las 4 de la mañana, convertida la tormenta tropical en un huracán categoría número 1; y para las 2 de la tarde, que fue el siguiente reporte, el huracán ya era de categoría número 4; y cuando llegó la noche, hacia las 10 de la noche, ya teníamos un huracán número 5, que pintaba todavía para seguirse intensificando y para que la velocidad de sus vientos fueran sumamente intensos y además fue creciendo en su tamaño, conforme el tiempo fue avanzando.
Hay que decir que cuando se empezó a formar tenía muchas nubes dispersas a su alrededor y conforme fue intensificándose fue haciéndose mucho más concéntrico pero al mismo tiempo, mucho más grande. Tenía un ojo, cuando teníamos este huracán categoría 5, de aproximadamente 30 kilómetros de diámetro; este es un ojo muy grande para un huracán y eso es lo que más daño hace al final del camino, un ojo tan grande.
Y conforme fueron pasando las horas y amanecimos al día viernes, resultó que este huracán después de haber anochecido con una velocidad en los vientos de 280 kilómetros por hora, amanecimos con un huracán de 325 kilómetros por hora.
Mi esperanza era que conforme se fuera acercando a la costa, fuera disminuyendo su velocidad, entonces yo esperaba que hacia el mediodía el reporte fuera hacia la disminución y de ninguna otra manera.
Y entonces llegamos al reporte de las 10 de la mañana y el huracán seguía siendo con 325 kilómetros por hora, y además hay que decir que tenía una característica muy importante: normalmente la velocidad de los vientos de un huracán se miden a través de los satélites, es de acuerdo a las características que éste tiene, es como se mide la velocidad que pueden tener los vientos de un huracán.
O a través de que ingrese un avión caza huracanes al ojo del huracán y entonces pueda medir la velocidad real de los vientos de un huracán.
Hay que decir que con la intensificación tan rápido que este huracán tuvo se decidió por parte de los Estados Unidos el empezar a enviar aviones caza huracanes muy seguido. O sea, es decir, una cosa que no se presentaba normalmente.
Normalmente en un huracán hay un vuelo, un caza huracanes, y en este caso en particular el día jueves tuvimos tres vuelos de aviones caza huracanes durante el día precisamente por la intensificación tan rápido del mismo y porque se veía como un huracán sumamente agresivo por el tamaño y por la intensidad de los vientos que traía.
En este caso en particular, además teníamos que esa intensificación no era a través de la medida de un satélite sino a través de la medida de un avión caza huracanes que se metió al ojo del huracán.
Y hay que decir que cuando se metió el último avión caza huracanes hacia la mañana del día viernes y midió estos 325 kilómetros por hora, normalmente los aviones caza huracanes hacen un ocho cuando ingresan al huracán, es decir, pasan por el ojo del huracán, van hacia arriba y vuelven a hacer en diagonal para volver a pasar por el centro del huracán, por el ojo del huracán por segunda vez para volver a medir la intensidad de los vientos.
Hay que decir que el último avión caza huracanes ya no pasó por segunda vez al ojo del huracán. O sea, ya no se atrevió a volver a ingresar derivado de la intensidad de los vientos que llegó a medir dentro del ojo del huracán y prefirió hacerlo en forma paralela sin ingresar al ojo del huracán precisamente por lo riesgoso que podía ser el volver a ingresar al ojo del huracán.
En aquel momento es que nosotros dentro del Servicio Meteorológico Nacional de la Comisión Nacional del Agua decidimos alertar a la Coordinación Nacional de Protección Civil dependiente de la Secretaría de Gobernación, el propio Secretario de Gobernación, y por supuesto al señor Presidente de la República de cómo veíamos un fenómeno que se veía sumamente complicado.
Y además hay que decir que los reportes que se nos enviaron, que es un tema muy importante. La parte meteorológica a nivel mundial es un tema que no se maneja por país; es un tema que se maneja a nivel regional primero y luego se hacen estudios a nivel internacional.
Cuando se tiene un fenómeno de esta naturaleza, los diagnósticos de lo que va sucediendo y los pronósticos de lo que puede suceder no los hace el Servicio Meteorológico Nacional solamente, sino que se van haciendo por el Centro Nacional de Huracanes en los Estados Unidos, que es el centro regional que le corresponde a México desde el punto de vista meteorológico a través de la Organización Meteorológica Mundial.
Pero todos los centros meteorológicos internacionales o inclusive las instituciones académicas que tienen modelos matemáticos para poder correr los pronósticos de un huracán, los corren cuando existe un huracán de esta naturaleza.
Es decir, lo que nosotros damos como un pronóstico es un consenso entre todos los modelos del mundo que corren para México lo que puede suceder.
En este caso en particular, hay que decir que había un consenso de los modelos de todos los modelos a nivel internacional, incluida la Organización Meteorológica Mundial, que determinaba dos cosas muy importantes:
Una, que era un huracán evidentemente de categoría cinco, pero que iba a ingresar al territorio nacional. No había un solo modelo que determinara que no ingresaría al territorio nacional, lo cual eso nos ponía en una alerta mayor al tener un consenso entre todos los modelos de que no había ninguna posibilidad de que el huracán se pudiera desviar. Ese es un punto muy importante.
Y el segundo muy importante, es que cuando anocheció el jueves, el diagnóstico de esta unión de los modelos internacionales era que era extremadamente peligroso. Y cuando amanecimos para el día viernes el pronóstico era extremadamente peligroso y potencialmente catastrófico.
Es decir, amanecimos con un calificativo que nunca habíamos visto en nuestro país que se hiciera a través de los organismos internacionales que determinan los pronósticos para un fenómeno hidrometeorológico, como es un ciclón, y en este caso un huracán, como lo fue Patricia.
Y de ahí que hayamos alertado desde el día jueves en la noche, en la tarde, al Sistema nacional de Protección Civil, al Secretario de Gobernación y por supuesto al señor Presidente de la República, quien convocara a reunión de gabinete la noche de ese mismo jueves, precisamente para poder discutir la situación del Huracán “Patricia” y las medidas que había que tomar.
Y esto lo toco como tema sumamente importante porque la instrucción del señor presidente en ese momento fue pedirle al Sistema nacional de Protección Civil, a través de la Secretaría de Gobernación, que por favor alertara a la población, pero la cuestión más importante es que dio la instrucción a nuestras fuerzas armadas, al secretario de la Defensa Nacional, a la Secretaría de Marina, y también por supuesto a la Policía Federal, para que por favor se trasladaran a las zonas de la costa principalmente, en donde se esperaba que ingresara este huracán y alertar a la población.
Entonces, hay que decir que nuestras fuerzas armadas lo que hicieron fu tocar casa por casa para pedirle a la gente que se resguardara y siguiera las instrucciones de Protección Civil, derivado de la magnitud de este fenómeno.
Y toco todo este tema porque me parece que al final del camino la lección que nos deja un fenómeno de esta naturaleza, es que tenemos que ser preventivos y que es la primera vez en nuestro país en donde tuvimos un protocolo de actuación de todas las autoridades y de todos los niveles del gobierno, pero lo más importante es que tuvimos una reacción de la población, que al ver el alertamiento que se hizo, reaccionó y se resguardó.
Hay que decir que si hoy ante un huracán categoría número 5, que ingresó a nuestro país a 280 kilómetros por hora en os vientos que traía, no tuvimos la pérdida de vidas humanas, es sin lugar a dudas por la actuación de la población.
Hay que decir que antes que nada hay que agradecer a la población el que haya reaccionado y que haya atendido este alertamiento por la parte del Sistema Nacional de Protección Civil, precisamente para resguardarse y poderlo hacer.
Y hay que decir que esta es la lección, porque lo que tenemos que aprender de este huracán y de esto que sucedió, es que tenemos que tener un protocolo de actuación con la población en el sentido de que ellos tienen que saber que ante este tipo de fenómenos hidrometeorológicos tienen que tomar medidas para su protección, tanto de su integridad como en su vida personal.
Entonces, de ahí que sea muy importante que la lección después de este huracán sea precisamente el tema de la prevención y que la población sepa que los alertamientos que se dan son precisamente para cuidar la integridad y la vida de la gente al final del camino.
Estamos muy acostumbrados a que de los temblores tenemos un protocolo de actuación, sabemos dónde salir, cuál es el simulacro, qué hay que hacer, inclusive lo entrenamos año con año, todas las oficinas hacemos lo mismo, ya tenemos una forma de actuar y la población ya tiene una conciencia de lo que tiene que hacer.
Me parece que ahora los fenómenos hidrometeorológicos que estamos teniendo en nuestro país a través del tema del cambio climático, porque hay que decirlo, un fenómeno de esta naturaleza nunca se ha presentado no solamente en nuestro país sino ene l continente americano y no hay estadística que se tenga registro, que haya habido un huracán en el mundo, en la historia, desde que tiene registro –vuelvo a repetir— que haya llegado a una velocidad de 325 kilómetros en sus vientos.
Entonces, eso quiere decir que algo está sucediendo en el planeta, que algo está cambiando para que podamos tener este tipo de fenómenos tan intensos y de ahí que la población tenga que hacer conciencia de que tenemos que reaccionar ante este tipo de situaciones.
Yo, es lo que quisiera empezar a abrir y empezar a platicar con ustedes porque me parece que en el tema de la Comisión Nacional del Agua, el tema más importante es la prevención, es el tema de alertar a la población para cuidar la integridad y la vida de las personas, que esa tiene que ser nuestra función primordial.
Y lo que quiero transmitirles es que en eso estamos trabajando en la Comisión como un tema prioritario.
El segundo tema prioritario que quiero tocar con ustedes es: en nuestro país existe una carencia importante en el tema del suministro de agua potable y en el tema del drenaje.
Y esa carencia está considerada por el Coneval como uno de los puntos que se toman en cuenta para poder considerar que la gente es pobre o está en pobreza extrema.
De ahí que nosotros en la Comisión Nacional del Agua hayamos también fijado como una prioridad el combate a la pobreza en el tema del agua.
Hay que decir que la población que hoy no tiene agua en nuestro país, se encuentran las comunidades más alejadas, en los lugares más distantes y más difíciles de llegar y el que podamos trasladar o transportar el agua hacia esos lugares se convierte en un tema sumamente complejo, no solamente por un costo de la infraestructura que llevaría, o que correspondería llevar a esas comunidades el agua, sino el segundo punto importante es que después de que se construya esta infraestructura que pongamos, que la podríamos hacer, la operación de la misma precisamente por estar en zonas montañosas y en zonas altas, sería un tema sumamente complicado en el costo de su operación y entonces lo haría completamente inviable.
Y entonces nos hemos abocado a trabajar con instituciones como la Universidad Nacional Autónoma de México, el Instituto de Ingeniería de la UNAM; con el Instituto de Tecnología del Agua, precisamente para buscar alternativas de solución y poder llevar agua a esas poblaciones que hoy no la tienen y se encuentran alejadas.
Y lo que hemos buscado es que las alternativas que nos dan, es la captación de agua de lluvia que en aquellas poblaciones en donde nos llueve mucho, hay que decir que nuestro país, es un país desde ese punto de vista, con ciertas ventajas para poder utilizar este tipo de tecnologías, este tipo de esquemas, para poder llevar el agua a las poblaciones más alejadas.
Y entonces la segunda prioridad que hemos fijado en la Comisión Nacional del Agua y que también así lo instruyó el señor Presidente de la República, es el combate a la pobreza, a través de llevar el agua a aquellas poblaciones que hoy no la tienen y que se encuentran más alejadas, y lo vamos a hacer a través de la captación de agua de lluvia con un nuevo programa que le hemos denominado Pro Captar, y que iniciamos a partir del mes de octubre pasado, hace un mes, precisamente para llevar agua a un millón y medio de personas en los próximos dos años, precisamente para poder abastecer a la gente que hoy no tiene un solo litro de agua y que se tiene que trasladar en promedio 6 kilómetros para poder acceder al agua.
Eso es lo que estamos trabajando en la Comisión Nacional del Agua.
Lo que hoy quiero transmitirles es que nuestra prioridad es la población y que lo vemos desde dos puntos de vista prioritarios:
Uno. La prevención.
Y, dos. El acceso al agua por parte de la tente, que son los dos temas más importantes.
Las dos cosas que quiero transmitirles, que nosotros vemos como las más importantes, quiero decirles que la Comisión Nacional del Agua, como lo dije al principio, está para sumar.
Yo agradezco esta invitación al Senado porque el tema de trabajar juntos es un tema sumamente importante.
El tema del agua no es un tema sencillo, no es un tema fácil, y tenemos que trabajar juntos precisamente para que podamos ayudar a la población a poder tener un mejor acceso a este vital líquido.
Entonces yo les agradezco la invitación y estoy a sus órdenes, senador Irízar, para cualquier cuestión que quieran tocar con la Comisión Nacional del Agua, y para eso está aquí el equipo de trabajo.
SENADOR AARÓN IRÍZAR LÓPEZ: Muchas gracias señor Director.
La verdad que sería muy omiso no reconocer el trabajo que hizo la Conagua ante este fenómeno reciente, donde imperó la suma de esfuerzos, la coordinación efectiva y el enorme espíritu de solidaridad de todos los mexicanos y que debe de ser un ejemplo, porque no podemos decir que no se va a presentar otro fenómeno de esta naturaleza.
Lo más seguro es que sí se presenten otros fenómenos de esta naturaleza y que se requiere la misma voluntad, la misma disposición y la misma actitud para poder enfrentarlos y mitigar el menor de los efectos.
Yo le ofrezco honestamente el más alto reconocimiento por la tarea que hicieron.
Vamos a iniciar la fase de preguntas que puedan tener los senadores. Yo quisiera preguntarles quién tiene interés de preguntar:
Tiene la palabra el senador Humberto Mayans.
SENADOR HUMBERTO DOMINGO MAYANS CANABAL: Muchas gracias, señor presidente.
Señor director, maestro Roberto Ramírez de la Parra, bienvenido al Senado. Es un honor tenerlo aquí en la Comisión de Recursos Hidráulicos. Esperemos que esta no sea la primera ocasión, sino muchas más durante los próximos tres años de la presente Legislatura.
Es un tema muy importante y pensamos que nos vamos a estar reuniendo continuamente, ya sea aquí o en sus oficinas, con usted o con sus funcionarios; seguramente tendremos una comunicación amplia, como lo ha señalado el senador Aarón Irízar.
Damos también la bienvenida al maestro Juan Manuel Caballero González, quien es coordinador general del Servicio Meteorológico Nacional, que es cada vez más importante en nuestras vidas cotidianas; así que también estaremos en comunicación con usted. Muy bienvenido al Senado de la República.
Yo tengo dos preocupaciones, señor director, si usted me permite. Una de ellas es la situación del aprovechamiento de los recursos hidráulicos del sur-sureste del país.
Como usted sabe, el señor presidente Peña Nieto, por primera vez un presidente después de muchos años, se ha preocupado por el rescate del sur-sureste y de la frontera sur; y se han instrumentado una serie de programas de infraestructura de todo tipo: carreteras, ferrocarril, el Istmo de Tehuantepec, las zonas económicas especiales, en fin, varios programas que se están llevando a cabo por parte del gobierno federal con la intención de rescatar el sur-sureste, que presenta un desarrollo totalmente rezagado del centro y del norte industrial del país.
Y que corre el riesgo de que el país se parta en dos Méxicos: uno próspero, desarrollado, avanzado, generador de empleos, moderno; y otro totalmente rezagado, empobrecido y con grandes problemas sociales, como lo hemos visto en este sur-sureste. Son nueve estados y ahí está Guerrero, Oaxaca, Chiapas, entre otros.
Pero los recursos energéticos del sur-sureste son muy importantes, ahí están fundamentalmente los recursos energéticos del país: petróleo, petróleo ligero, no solamente en los litorales del Golfo, sino en tierra firme; recursos forestales, gas, agua. Ahí están las reservas fundamentales de agua del país.
Solamente señor director, usted lo sabe bien, lo comento para recordarlo a la mesa, la Cuenca Grijalva-Usumacinta representa la séptima reserva mundial de agua, la séptima reserva mundial de agua. Por el puerto de frontera en Tabasco se desalojan, escurren de la Cuenca Grijalva-Usumacinta, con todos sus afluentes, 135 mil millones de metros cúbicos de agua dulce que se tiran al mar y que no aprovechamos.
Y un país como el nuestro, que presenta grandes problemas en el centro y en el norte de desertificación, no puede darse el lujo de no plantearse con toda seriedad y responsabilidad, el uso efectivo de esa gran riqueza que significa todo el oro y toda el agua del mundo, y todo el oro del mundo, por la importancia que tiene el agua, en donde vemos que hay otras regiones del globo donde incluso se pueden presentar guerras por el control del agua.
Entonces, este es uno de los recursos fundamentales, después del petróleo energético, con el cual cuenta el sur-sureste; y no lo estamos atendiendo, señor director, y corresponde precisamente a la Conagua plantearse el gran desafío de utilizar esta enorme riqueza que tiene el país en el sur-sureste, del agua dulce de esta Cuenca tan importante.
Hay otras también, como la del Papaloapan, en Veracruz, o del Río Coatzacoalcos; pero esta es la más importante y la fundamental.
Entonces, incluso es tal el nivel de riqueza que podríamos dotar de agua a otras regiones del país, si llevamos petróleo a la frontera norte, podríamos llevar agua al centro y al norte del país, como ya se ha planteado por varios técnicos y científicos en el país, en fin.
Pero el tema es que no lo estamos usando. Si usted revisa las informaciones, no las estamos usando para uso eficiente y sano del agua para consumo humano; no lo estamos usando para riego.
De los 85 distritos, si mis datos son correctos, que hay en el país de riego, hay un total de 3.26 millones de hectáreas que contemplan estos 86 distritos.
En el sur-sureste solamente tenemos seis distritos con 52 mil hectáreas, y en Tabasco tenemos de 500 mil hectáreas, por ejemplo, que es mi estado, dedicadas a la agricultura, el 11 por ciento tienen riego. Y de ese 11 por ciento fueron construidas hace 30 años o 40 años cuando se construyeron las grandes presas y funciona el 4 o el cinco por ciento de esa infraestructura hidroagrícola.
Cuando pensamos rescatar el sur-sureste y cuando pensamos en construir estas grandes infraestructuras, porque no hay desarrollo económico si no hay infraestructura física moderna y competitiva, además de educación y desarrollo científico y tecnológico e innovación.
Uno de los temas para desarrollar el sur-sureste es tomar en cuenta esta riqueza y construir los sistemas de riego que tanto requiere el sur-sureste para tener una agricultura y un campo fuerte, fortalecido, moderno, que sirva para producir los alimentos que tanto está demandando el país.
No nos lo hemos planteado, señor Director. Es importantísimo que consideremos dentro del plan integral que el señor Presidente está impulsando en el sur-sureste, el rescate de esta gran riqueza, el manejo correcto y adecuado del agua para producir riqueza.
Este es uno de los temas centrales, lo hemos planteado en otros foros, pero corresponde a la Conagua precisamente su manejo.
Además de que están sufriendo graves niveles de contaminación estas cuencas, y que requeriría seguramente una coordinación con la Secretaría de Medio Ambiente para preservar esta riqueza; pero eso ya sería otro tema.
Mi pregunta es: ¿Hay algún planteamiento en este sentido de rescate para ello?
¿Tiene la Conagua planteado algún programa específico para este manejo de estas cuencas tan importantes?
Y segunda pregunta, señor –termino muy pronto porque sé que hay un gran interés en participar de los señores senadores–. El cambio climático al que usted aludió ahora con su descripción de este último huracán.
El cambio climático es una realidad. Comentábamos previamente al inicio formal de la sesión del riesgo que tiene también el estado de Veracruz, pero fundamentalmente Tabasco, porque es una planicie con regiones por debajo del nivel del mar.
Con el incremento del nivel del mar producido por los deshielos de los polos y el calentamiento no solamente se ha afectado, como usted sabe, por grandes huracanes, 2007, 2008, 2009, 2010 grandes inundaciones; solamente la de 2007 afectó el 62 por ciento del territorio tabasqueño.
Las precipitaciones de 2007 fueron el doble de las históricas; el doble de 1999 que había sido el registro más importante. Llovió casi dos mil milímetros en tres días, inundando el 62 por ciento del territorio y con datos de Cepal y Cenapred, que fueron los que evaluaron los daños, en ese año solamente hubo daños en infraestructura escolar, en hospitales, en fin, carreteras, puentes, de 35 mil millones.
Si sumamos los daños de los cuatro años de inundaciones, llegan a más de 50 mil millones de pesos de daños en infraestructura solamente en Tabasco.
El 35 por ciento del territorio, según hemos platicado y comentábamos con usted y con el senador Aarón Irízar, con datos de la Universidad de Harvard en Estados Unidos, está amenazado por el crecimiento del mar del territorio de la planicie tabasqueña.
Todo lo que se haga en Tabasco en términos de infraestructura carretera, de desarrollar urbanos, de nuevos fraccionamientos, nuevos centros de población, tendrá que contemplar esta situación de aquí en adelante.
No se puede construir nada, nada, si no contemplamos esta problemática.
Es más, tenemos que plantear un problema, y usted habla de prevención, junto con el gobierno del estado. Yo estoy seguro que el gobernador Núñez estaría dispuesto a una reunión de fondo, él conoce el tema, el problema. Se ha platicado y pronto, a través del senador Aarón Irízar tendremos una reunión con él, porque esto es un foco rojo.
Es un foco rojo para el país, es un foco rojo para la región, porque estas amenazas que están calculadas, según la Universidad de Harvard, nos decía el senador Aarón Irízar, a 20 años. Es decir, para el día de mañana.
Y si no tomamos medidas de fondo realmente preventivas y que nos ahorren dinero además de estar haciendo una serie de obras de infraestructura, que es según tirar el dinero para lo que va a venir, yo creo que es responsabilidad del gobierno federal y del gobierno del estado enfrentar este gran reto.
También desde ahí le preguntaría si hay alguna prevención, alguna medida, alguna política que ya esté instrumentando para estas zonas bajas del país, para estas costas que están siendo amenazadas de manera real por el cambio climático que, como usted dice, ya es una realidad, ya eso no está a discusión.
Entonces, tenemos que irnos no solamente a la prevención de los eventos que se presentan, como los huracanes o los ciclones, año con año, sino de tomar medidas mucho más de fondo, como esta que le estoy planteando.
Por sus respuestas, señor director, muchas gracias.
SENADOR AARÓN IRÍZAR LÓPEZ: Muchas gracias.
Le vamos a ceder la voz al senador Francisco Búrquez y en este ciclo de dos preguntas, le pediremos al señor director que dé las respuestas a los distintos planteamientos.
Adelante senador.
SENADOR FRANCISCO BÚRQUEZ: Gracias.
Director, quisiera preguntarle ¿cómo ve y cómo viene el presupuesto referente a Conagua? Sabemos que este presupuesto se está discutiendo en la Cámara de Diputados, pero por la índole de nuestra comisión también tenemos un gran interés y podemos hacer conciencia, sabemos que hay una reducción del 20 por ciento en la inversión, sabemos que hay ajustes, bajaron los ingresos del petróleo.
Pero sabemos que hay inversiones muy importantes en el tema de agua, del cual nosotros quisiéramos saber cuál es la situación que se percibe, que se espera en este presupuesto para poder nosotros también poner nuestro granito de arena.
Ya lo decía el senador Mayans y a mí como presidente de la Comisión de Desarrollo Urbano nos preocupa sobremanera saber que hay al menos 20 grandes zonas urbanas en las costas de México que son sumamente vulnerables, que es mucho más barato, como lo decía el senador, prevenir independientemente de los daños en vidas y en propiedades, pues el costo, como lo vimos en Acapulco, de prevenir contra el costo de corregir ya después que pasa la tormenta, pues infinitamente menor.
En ese sentido sabemos que hay que lidiar con problemas del pasado, asentamientos irregulares, irresponsables, que se permitieron en zonas de riesgo y pues ante esa situación y ante muchas otras prioridades que tiene el país en el tema del agua, nos interesa mucho poder colaborar para que dentro de las prioridades en las discusiones que se están dando en la Cámara de Diputados, el tema del agua pudiera estar en una prioridad alta.
Y yo quisiera concretamente saber cómo ve las perspectivas de inversión pata el presupuesto de CONAGUA, respecto a los años anteriores.
SENADOR AARÓN IRÍZAR LÓPEZ: Tiene la palabra, señor director.
MAESTRO ROBERTO RAMÍREZ DE LA PARRA: Senador Mayans, primero.
Cuando empezó este sexenio una de las grandes preguntas que nos hicimos y que todo mundo discutía, si tenemos tanta agua en el sureste, ¿por qué no le damos al centro o al norte?
Entonces una de las cosas cuando llegamos a la Comisión Nacional del Agua es, ¿hay algún estudio que nos diga si esto es primero viable o no, si esto es posible o no? Y lo había.
Entonces, decidimos hacer un estudio para poder determinar si técnicamente primero era viable esta alternativa o no y el estudio salió positivo, efectivamente sí es posible técnicamente llevar agua del sureste al norte.
Nada más que para poder llevar agua que realmente nos ayude para poder abastecer la parte centro y la parte norte del nuestro país, de la parte sureste, tendremos que hacer una infraestructura primero de un tubo de mucho diámetro o varios tubos que realmente nos ayudaran a poder transportar el agua de un lugar al otro en lo que realmente pueda ayudar.
Y el costo entonces es lo que hace inviable. O sea, ya no es un tema técnico, sino es un tema de costeabilidad, o sea, poder traer el agua al centro o al norte del país significaría que el metro cúbico de agua que le tendremos que dar a la población sería impagable.
Se convierte en un esquema que es muy difícil de poder llevar a cabo, no sólo por la obra de infraestructura inicial de lo que cuesta el tubo; a lo mejor ese es un tema que puede uno contemplar dentro de sus inversiones y llevarlo a cabo; el tema es el bombeo.
Nosotros somos un país que nuestra orografía no nos ayuda mucho para este tipo de cuestiones de infraestructura, tenemos muchísimas montañas.
Entonces hay que subir y bajar, subir y bajar y eso se tiene que bombear y eso tiene un costo sumamente alto.
Entonces el costo, que si bien es cierto es muy alto el poder construir la infraestructura, no es el punto tan relevante como la operación diaria de lo que significaría transportar el agua del sureste al centro o al norte del país.
Lo que nosotros tenemos que hacer es un poquito lo que hemos tratado de hacer en estos últimos dos años, que es administrar mejor el agua.
Yo le puedo decir que este ciclo agrícola que acaba de terminar en septiembre, que inició en octubre del año pasado, muy probablemente es el mejor ciclo agrícola de los últimos 18 años en nuestro país.
El ciclo agrícola que comenzó ahora en el mes de octubre esperamos que sea por lo menos igual al que acaba de concluir.
Sí ha llovido bien, hay que decirlo, tenemos agua suficiente, eso es cierto. Pero lo más importantes es hay que saberla administrar. Cuando hay la abundancia es cuando hay que ser un mejor administrador.
Entonces de ahí que nosotros lo que estamos haciendo es planear de la siguiente manera:
Primer decidimos que si tenemos agua tenemos que prever cuando no la haya.
Entonces por lo menos tenemos que tener el agua suficiente para los próximos dos años, en todo el país, para poder suministrar agua a la población. Esa es la primera medida que hicimos y la forma.
¿Y qué estamos considerando?: Que no va a llover una sola gota de agua.
O sea, nuestro esquema es: hoy tengo agua para abastecer a la población los siguientes dos años, pero la estoy administrando como si no fuera a tener una sola gota de agua durante ese periodo.
Que me alcance por lo menos para eso sin que llueva absolutamente nada, que sabemos que eso es imposible. Pero aun así lo estamos contemplando de esa manera. Eso lo empezamos a hacer desde hace dos años.
Y a partir de este ciclo agrícola que acaba de comenzar, nos sentamos con la Secretaría de Agricultura, con los principales distritos de riego de este país, porque también hay que decirlo, lo que necesitamos es la participación de los usuarios, con la Asociación Nacional de Usuarios de Riego, que tiene la mayor parte de agremiados en la parte de agricultura, la parte del campo.
Y planeamos el siguiente ciclo agrícola y previmos el agua para los siguientes dos ciclos agrícolas.
O sea, por primera vez, la Comisión Nacional del Agua y la Secretaría de Agricultura se sentaron y dijeron: “cuánta agua tenemos. Con esa agua, qué vamos a sembrar”.
Entendiendo qué vamos a sembrar, de qué nos conviene desde el punto de vista de rentabilidad; uno sí, pero también desde el punto de vista de suficiencia alimentaria para nuestro país.
Tenemos que empezar a trabajar ahorita que tenemos agua, en un tema de suficiencia alimentaria para nuestro país, tenemos que producir lo que necesitamos.
Porque hay que decirlo: uno de los grandes temas, cuando se sentó el Subsecretario de Agricultura conmigo, hace unos meses, me decía: “es que nosotros, por ejemplo, en el tema del maíz, tuvimos una sobreproducción en el ciclo agrícola pasado y tuvimos que subsidiar a los agricultores por esa sobre producción de maíz”.
No nos puede pasar en el siguiente ciclo agrícola. Yo no puedo obligar a un agricultor a que siembre determinada cosa en su tierra.
Al final de cuentas es su tierra y él puede elegir y sembrar en su tierra lo que él considere que es más rentable para él.
Pero nosotros tenemos que tomar ciertas medidas que nos ayuden a que se siembre lo que realmente necesitamos y lo que realmente nos dé rentabilidad.
Y esto tiene que ser a través, primero, del Permiso Único de Siembra, que otorga la Secretaría de Agricultura, que por primera vez lo estamos haciendo juntos.
Y, segundo, a través de los subsidios que otorgamos, tanto la Secretaría de Agricultura, como la Comisión Nacional del Agua, en la parte de tecnificación de riego, por ejemplo, en el caso de nosotros.
Yo te propongo qué es lo que hay que sembrar en el territorio que te toca sembrar.
Quieres que yo le entre a la tecnificación. Quieres que yo le entre al subsidio de la semilla. Quieres que yo le entre a la serie de subsidios que otorga la Secretaría de Agricultura, ¿sí?, hay que sembrar esto. ¿No quieres? No hay subsidios.
Tenemos que ayudarle a nuestro país a la suficiencia alimentaria y a poder administrar de una mejor manera el agua.
Entonces es un poquito lo que estamos tratando de hacer para salir adelante y poder abastecer a la población de agua, y administrar el agua por lo menos.
Y el reto hacia el año que entra no tienen que ser dos años, sino tres, tenemos que empezar a aumentar los periodos precisamente para que sepamos qué vamos a hacer y cómo lo vamos a manejar.
Una de las cosas que estamos haciendo es la modernización del Servicio Meteorológico Nacional. Tenemos que mejorar nuestra infraestructura en la parte del Servicio Meteorológico Nacional, con el único objetivo de tener un mejor pronóstico y en esa medida poder saber cuánto nos va a llover y poder planear de una mejor manera cómo administramos el agua.
Entonces, uno de los retos que tenemos en este momento, que estamos llevando a cabo, es precisamente la modernización del Servicio Meteorológico Nacional, que yo le llamo la creación de un nuevo centro de inteligencia del clima. O sea, ya tenemos que tener una infraestructura de inteligencia atrás, por decirlo así, que nos ayude a planear de una mejor manera y eso lo tenemos que hacer a través del pronóstico del clima.
Y no es el pronóstico del día de mañana o de los siguientes diez días, es el pronóstico de los siguientes meses, tenemos que ir un poco más hacia adelante y tenemos que ir viendo cómo se van comportando los patrones del clima.
Hoy tenemos claramente el fenómeno del niño, que al rato lo va a tocar el capitán caballero. Entonces ya sabemos cómo se comporta normalmente un fenómeno del niño, porque históricamente han existido varios, no es que sea la primera vez; tenemos que empezar a ver todo ese tipo de situaciones y planear precisamente qué es lo que va sucediendo mes con mes, precisamente para administrar de una mejor manera el agua.
Y toqué el tema del campo en particular, porque el 76 por ciento del agua que se consume en nuestro país, va al campo. Me parece que ahí es donde está el tema más importante.
Sin lugar a dudas, la parte del sureste ha sido una de las prioridades del gobierno del presidente Peña y en el tema del agua no ha sido la excepción.
Quiero que sepa que ha llovido igual que las inundaciones que había en Tabasco ¿eh?, y hoy Tabasco no se ha inundado, y no se ha inundado por dos razones: una, porque se ha empezado a construir la infraestructura necesaria para poder llevar las aguas de una mejor manera, para poderlas conducir de una mejor manera.
Y dos, que me parece la más importante de todas, es que el sistema presario de la parte sureste del país es principalmente un sistema de hidroeléctricas, de generación de energía, como usted lo comentaba hace un momento, senador.
Entonces, la prioridad de la Comisión Federal de Electricidad siempre había sido la generación de energía. Si la presa se llena o no se llena, para ellos no es un tema; ellos necesitan generar cierta cantidad de energía y entonces lo que les preocupa es cuánto tiene que tener por lo menos las presas para poder generar energía.
Oye, si sobrepasamos eso y no tenemos capacidad para poder almacenar agua, la cantidad de agua que llueve en el sureste, ese no es un tema para ellos o no era un tema para ellos. Entonces, una de las cosas que planteamos cuando empezó esta Administración fue precisamente ese, sentarnos con la Comisión Federal de Electricidad y decirle: “nos tenemos que poner de acuerdo. Tú no puedes ir por tu lado y nosotros por el nuestro, porque lo que estamos haciendo es afectando a la población”; y nuestra prioridad tiene que ser la población.
Tenemos un comité técnico de operación de obras hidráulicas, que sesiona todos los martes, todos los martes. Y además lo que hicimos fue incluir no solamente a la Comisión Federal de Electricidad, sino a entes externos técnicos que nos ayuden a tomar mejores decisiones, como la Universidad Nacional Autónoma de México o el Instituto Politécnico Nacional.
Entonces, todos los martes tenemos representantes, evidentemente la Comisión Nacional del Agua, de la Comisión Federal de Electricidad; pero también de la UNAM y también del Instituto Politécnico Nacional, técnicos que nos ayudan a tomar decisiones de cómo tenemos que administrar nuestras presas en este país; principalmente en la parte sureste.
Si la desfogo, si no la desfogo y todo, con base en un pronóstico del clima. Lo primero que se hace en la reunión es el Servicio Meteorológico Nacional y dice: “el pronóstico para la siguiente semana es el siguiente: va a llover tanto, en tales zonas de la República Mexicana, tanto de promedio”; y después se dice: “vamos a discutir presa por presa, qué almacenamiento tenemos, cuánto va a llover y entonces cuánto le ingresaría a esas cuencas”, precisamente para poder saber cuánta agua necesitamos almacenar; y de esa forma ir tomando las decisiones precisamente para que no volamos a tener un percance de esa naturaleza.
No estamos exentos de que suceda, porque la naturaleza no tiene palabra, hay que decirlo, pero si usted se ha dado cuenta, lo que hemos tratado de hacer es mitigar de la mayor manera el que esto no nos vuelva a pasar.
Es lo que estamos tratando de buscar día a día en conjunto con la Comisión Federal de Electricidad, en conjunto con este Comité Técnico que es multidisciplinario para tomar las mejores decisiones técnicas. No se toman otro tipo de decisiones más que esas, ¿no?
Y hay que decir que la Comisión Federal de Electricidad se ha sumado muy bien a este tema. Ellos ellos eral de Electricidad se ha sumado muy bien a este tema. ones tentendieron muy bien que sí, que la generación de energía es una prioridad, pero que la mayor prioridad está en la seguridad de las personas.
Sí estamos trabajando en la modernización de los sistemas de riego del sureste.
Voy a tocar un tema, y aquí el senador Irízar que me conoce y los que han tenido la oportunidad de platicar conmigo me parece que se han dado cuenta, yo digo las cosas como son. La verdad es que eso no hay que ocultarlo.
Una de mis grandes sorpresas a partir de que el señor Presidente me dio al responsabilidad de ser Director General de la Comisión Nacional del Agua fue el tema de la realización del presupuesto. Sobre todo considerando que venía un presupuesto base cero.
Uno piensa que el presupuesto se convierte en un tema de recorte, de que viene menos dinero, y la realidad para la Comisión Nacional del Agua es que el presupuesto en la realidad lo que me aportó a mí es el poder saber en qué estoy gastando y cuál es el costo beneficio de lo que estoy haciendo.
Quiero decirle que los subsidios que otorgaba la Comisión Nacional del Agua eran de carácter inercial, se lo digo como es.
¿Por qué le asignas –se lo voy a decir en orden alfabético– 10 pesos a Aguascalientes? ¿En qué los va a gastar? O sea, dime, esos 10 pesos desglósamelos. ¿En qué obra de infraestructura? ¿Qué vamos a hacer con ese dinero? Una.
Dos. Okey, ya me dijiste que vamos a hacer eso. ¿A cuánta población vamos a beneficiar haciendo eso? O sea, ¿cuál es la repercusión de ese gasto hacia los que están del otro lado, que son a los que tenemos que beneficiar, por los que tenemos que trabajar?
Cuando empecé a discutir este tema con mis áreas me empezaron a decir: No, bueno, es que es lo que le presupuestamos el año pasado. “Sí lo tienes, pero dime en qué lo vas a gastar”. “Sí, sí se lo estás poniendo, ¿qué vamos a hacer con él?”.
“Mira, vamos a esperar a que venga el gobierno del estado, nos presente sus anexos de los programas federalizados y a ver qué nos propone”. “Oye, pero ya vienen en el presupuesto los 10 pesos; ya están ahí los 10 pesos. ¿En qué los vamos a gastar?”.
Lo que empezamos a hacer a partir de ahora es empezar a presupuestar desde el primer día de hacia qué vamos a dirigir cada peso. Una.
Dos. ¿A quién vamos a beneficiar? O sea, si hacemos eso, ¿hacia dónde vamos a ir? ¿Qué le vamos a dar a la población con eso?
Y punto número tres y más importante. Todos los programas aterrizados que tiene la Comisión Nacional del Agua requieren una contraparte, y esa contraparte que se requiere la tienen con el Estado o el municipio y no todos la tienen.
Yo no puedo hacer nada, porque así están establecidas las reglas de los programas de la Comisión Nacional de Agua.
Muchas veces nosotros llegamos a agosto y muchos de los estados nos dicen que no se pueden gastar la totalidad del recurso que tienen asignado precisamente porque no tienen contraparte.
Lo que tenemos que empezar a hacer es a fijar prioridades contemplando también ese tipo de situaciones, pero también qué es lo que debemos de hacer con ese dinero que al final de cuentas nos regrese de cuál es la mayor prioridad para nuestro país.
Y entonces lo que empezamos a hacer también es cambiar las reglas de operación para buscar beneficiar a la población al final del camino y establecer que en aquellos lugares donde haya pobreza extrema no haya contraparte.
Si esos lugares no tienen agua, no puedo esperar a que la ponga alguien que no tiene dinero, porque entonces nunca le voy a dar agua a esa población.
Empezamos a planear y a cambiar las reglas para que en todas esas poblaciones en donde hay pobreza y no hay recursos haya 100-0 por parte de los programas federalizados de la Comisión Nacional del Agua por parte del Gobierno de la República, y precisamente a planear de una mejor manera el gasto del recurso.
Lo que estamos haciendo es precisamente eso. Dentro de los distritos de riego, por ejemplo, lo que estamos haciendo ahora en la parte del sureste es el de Jesús Diego en Chiapas, por ejemplo, es un distrito completamente nuevo que estamos tecnificando.
Y otra de las cosas que acordamos con la Secretaría de Agricultura es: a nosotros nos toca hacer lo que nosotros le llamamos “las obras de cabeza”, los canales grandes, digámoslo así, es lo que nos toca a nosotros.
Y la parte de la parcela, lo que va adentro del distrito de riego, le corresponde a la Secretaría de Agricultura. Ellos hacen lo suyo y nosotros lo nuestro.
Entonces, lo que estamos haciendo a partir de ahorita es qué vamos a modernizar juntos, para que acabemos el distrito de riego completito, desde las obras de cabeza, pero también en las parcelas y entonces podamos tener un distrito de riesgo sumamente eficiente en todos los aspectos.
Porque si lo tengo muy bien en los canales y al momento que llego a la parte de la parcela se pierde el agua, se desperdicia el agua, pues de nada me serviría hacer grandes canales,
Entonces, lo que estamos haciendo es trabajando también juntos para poder decidir y entrarle juntos a los distritos de riego que hay necesidad de tecnificar, para que se tecnifiquen completitos, obras de cabeza y también la parte de la parcela.
Pero sí estamos trabajando en la parte sureste en esa situación y lo que estamos haciendo es analizando caso por caso en este momento, de cómo asignamos el recurso hacia el mayor beneficio, que es lo que tenemos que buscar de la población. Ese es el objetivo en este momento en el cual estamos trabajando.
El tema del cambio climático.
Nosotros estamos convencidos de que el principal efecto del cambio climático está en el agua. O sea, ¿dónde podemos ver reflejado si el cambio climático está o no está sucediendo?
Y nosotros estamos convencidos que el principal ejemplo de donde se puede percibir que algo está sucediendo, es en el tema del agua. Yo le voy a dar algunos ejemplos de los últimos seis meses, de cosas completamente anormales, que no sucedían en nuestro país, no me voy a meter a ningún otro lado, de cosas que nos han sucedido en el tema del agua en nuestro país.
Tuvimos un huracán que ingresó, bueno, un ciclón, una tormenta tropical que ingresó a Baja California Sur en el mes de junio. Nunca antes en la historia de nuestro país habíamos tenido un ciclón, primero, que ingresara a territorio nacional en el mes de junio, que no es normal, si llegan a ingresar pero es una cosa que no es normal, pero a Baja California Sura nunca.
Entonces, por primera vez tuvimos un fenómeno meteorológico en Baja California Sur en el mes de junio, cosa que es completamente anormal.
Tuvimos a principios de septiembre los dos días lluviosos juntos desde que se tiene registro de mayor lluvia en la historia de nuestro país en la ciudad de México. Nunca había llovido tanto en la ciudad de México como dos días a principios de septiembre juntos, nunca había sucedido, no desde que se tiene registro.
Y luego tuvimos, se pronosticaron en la parte del Atlántico siete ciclones y tuvimos que cambiar el pronóstico a 8, porque se nos apareció un ciclón un mes antes, en abril, un mes antes de empezar la temporada.
Completamente anormal que tengamos un ciclón un mes antes; una semana todavía, unos días, pero un mes antes que se presente un ciclón, completamente fuera de temporada, no es normal.
Y luego tuvimos un ciclón como “Patricia”, que llegó a 325 kilómetros por hora. Nunca se había tenido registro en la historia del mundo un huracán que tuviera la intensidad de vientos de 325 kilómetros por hora.
Algo tiene que estar pasando que se están presentando fenómenos o situaciones que cada vez acrecentan más los extremos de las situaciones que estamos viviendo. Tuvimos en mazo más lluvias que en toda la historia este año.
Entonces, eso quiere decir que algo está cambiando los patrones y que tenemos que empezar a tomar decisiones.
El señor presidente hace un año acudió a la Organización de las Naciones Unidas y puso en la mesa la propuesta de crear un panel intergubernamental de agua, así como hay uno del cambio climático, uno del agua y la razón es muy sencilla: los países tenemos que empezar a tomar decisiones para mitigar los efectos del cambio climático en el tema del agua.
Tenemos que empezar a trabajar hacia el interior para que eso suceda y nosotros estamos convencidos de que la mejor manera es a través de expertos internacionales que empiecen a medir y a dar recomendaciones a los países como nosotros, que empiezan a sentirse los efectos del cambio climático y entonces empezar a estudiar qué es lo que puede suceder para que empecemos a tomar decisiones de qué debemos de hacer precisamente en el tema de cambio climático en materia de agua.
En los próximos días, para la próxima COP 21 que se celebra hacia finales del mes de noviembre, tenemos el proyecto, y así lo estamos trabajando con la Organización de las Naciones Unidas y con el Banco Mundial, de que se pueda crear este panel intergubernamental de agua que se propuso hace un año en la Organización de las Naciones Unidas y de hecho va a haber un consejo de presidentes, que van a empezar a presentar las medidas que van a tomar como país, entre ellos México.
Y hay que decir que se está proponiendo que además México sea el líder de este Panel Intergubernamental, que el señor Presidente Peña sea el líder de este Panel Intergubernamental, precisamente de cuáles son las primeras medidas que empezamos a tomar ya como países.
Y el Banco Mundial está dispuesto a aportar los recursos necesarios precisamente para los estudios que sean oportunos realizar, para empezar a revisar cuáles pueden ser los efectos del cambio climático en materia de agua y cuáles deben ser las recomendaciones que deben de empezar a tomar los países para poder mitigar estos efectos, principalmente en países como México, en donde se está viendo reflejado de forma muy importante el tema del cambio climático en la parte de agua.
Y en esa reunión que se está planeando, como les decía, hacia finales del mes de noviembre de este mes, en la COP 21 va a estar presente, como les decía, un Consejo de Presidentes, pero también el Secretario General de las Naciones Unidas y el Presidente del Banco Mundial, precisamente para impulsar este tema que sin lugar a dudas, nos tiene que avocar como país y como países en el mundo a ver cuáles van a ser realmente los efectos que se pueden sentir y qué es lo que tendríamos que hacer para poderlo mitigar.
Yo quiero decirle que una de las cosas que empezamos a trabajar, porque aparte ver las recomendaciones, porque me senté con el Banco Mundial y decía: “tú qué crees que debemos de empezar a hacer en México; qué medidas debemos empezar a tomar”.
Me dijo: “tú tienes que empezar a dirigir tus programas federalizados, no solamente en la parte de infraestructura para llegar a cobertura total en los servicios de abastecimiento de agua potable. Tienes que empezar a trabajar y mitigar los efectos del cambio climático”.
Entonces tienen que empezar a dirigir recursos de tus programas federalizados, también al tema de la mitigación del cambio climático.
Entonces una de las cosas que estamos empezando también a presupuestar es el realizar, por ejemplo, presas que nosotros le llamamos “rompe picos”, o de “control de avenidas”, precisamente que no sirven para abastecer a la población de agua, pero sí para poder controlar el agua en nuestro país, y que es lo que tenemos que empezar a trabajar precisamente para poder invertir en cuestiones que nos ayuden a mitigar estos efectos del cambio climático, o en la modernización de nuestras presas, o en la elevación, a lo mejor inclusive de algunas presas, que nos tiene que llevar precisamente a eso.
Espero con esto haberle respondido su pregunta, senador. Y si no, con todo gusto estoy a sus órdenes.
Senador Búrquez:
****** (SIGUE SEGUNDA PARTE) ******