Conferencia magistral del diputado Gustavo Gabriel Di Marzo, en el marco del IV Encuentro Parlamentario del XXI Encuentro del Foro de Sao Paulo, que se lleva a cabo en la sede del Senado de la República.
PRESENTADOR: Es momento de ceder la palabra al diputado Gustavo Gabriel Di Marzo, de Argentina.
El diputado Gustavo Gabriel Di Marzo es licenciado en la Facultad de Ciencias Exactas de la Universidad Nacional de la Plata y docente investigador de dicha casa de estudios.
Realizó una maestría en Integración Latinoamericana.
En 1982 conformó el Movimiento de Intransigencia y Movilización Peruanista. En 1983 impulsó la Comisión Organizadora del Centro de Estudiantes de Ciencias Exactas, COCC; y la Comisión Organizadora de la Federación Universitaria de la Plata, COFULP.
Actualmente forma parte del Movimiento Evita, desde sus inicios, en el año 2006.
Diputado Gustavo Gabriel Di Marzo, tiene usted el uso de la palabra.
DIPUTADO GUSTAVO GABRIEL DI MARZO: Buenos días.
Primero felicitar a los organizadores.
Agradecer la invitación de poder compartir y aprender entre todos.
Especialmente a los compañeros del Partido de la Revolución Democrática, al compañero del Partido del Trabajo.
Y a este Honorable Senado por recibirnos y abrir sus puertas para poder encontrarnos en este marco de debate tan necesario desde el lugar de la diplomacia de los pueblos, entendiéndonos como representantes de los más humildes, de los trabajadores, y que somos quienes traemos su voz a estos lugares para aprender y para construir una verdad que nos guíe a un mundo con justicia social y sustentable.
Y estos espacios son tan importantes desde el lugar de poder compartir estas miradas tan valientes, como dice la compañera Gabriela, poder decir y contar nuestras experiencias, nuestros éxitos y nuestros fracasos, porque tenemos un destino común, un único destino común, que es la victoria de nuestros pueblos por sobre las corporaciones.
Para mí es importante poder recordar cómo llegamos hasta aquí, por lo menos en este último periodo, que hoy se cumplen estos 25 años del Foro de Sao Paulo.
La década de 90, el auge del neoliberalismo, el saqueo, la destrucción del capital acumulado de los trabajadores en muchos de nuestros países, las empresas del Estado, de ese saqueo la resistencia de nuestros pueblos, la pelea contra el neoliberalismo, los miles y miles de compañeras y compañeros muertos.
Algunos peleando desde la guerrilla y otros pueblos peleando en un sistema –entre comillas- “democrático; era una democracia de saqueo.
Y esa pelea, esa resistencia parió estos gobiernos populares. Somos parte de ese proceso histórico de la pelea de nuestro pueblo, de la organización de nuestro pueblo.
Y hemos llegado hasta aquí para expresar esa voz de los millones que no tienen voz.
En Argentina hay un punto de inflexión que se dio para toda Latinoamérica y el Caribe, creo como un punto de partida con el cual hoy todavía estamos pudiendo construir ese futuro, que fue el 5 de noviembre del 2005 en Mar del Plata: IV Cumbre de las Américas.
Había sido pensada en Quebec y pensaban que en el 2005 y en Argentina iba a haber un gobierno neoliberal.
Por eso se construyó desde ese lugar la idea de consolidar en ese 2005 el ALCA.
Tenían diseñado desde el imperio una Latinoamérica de rodillas y se encontraron en ese 2005 con Néstor Kirchner, con Lula, con Chávez, no lo habían previsto, no habían previsto la resistencia de nuestros pueblos, que parieron esos líderes, que parieron esos patriotas y que hicieron posible decirle no al ALCA, y que se derrumbara toda la planificación que tenía el imperio para esta región.
Y así empezamos a caminar, compañeros, para tratar de expresar, responderle a nuestros pueblos, toda esa pelea hizo miles y miles de compañeros que habían sufrido y muerto en esos procesos de saqueo.
Y pudimos construir una sur, pudimos construir CELAC y de hecho tenemos que convivir en muchos de nuestros países todavía con constituciones que han sido paridas en esa época de saqueo.
Y así, en el caso de nuestro país, de Argentina, con Néstor y con Cristina, haber puesto una base fundamental que tenía que ver en este proceso histórico con la política de memoria, verdad y justicia, donde no sólo jugamos a los ejecutores el brazo militar de las corporaciones y la oligarquía de las dictaduras, sino que hemos empezado a jugar a las responsabilidades económicas y civiles que se enriquecieron y que fueron quienes aplicaron esos modelos económicos.
Eso permite mirar hacia adelante y como región debemos tener que mirar esa política de memoria, verdad y justicia para que nuestros pueblos también tengan conciencia de qué significa ese neoliberalismo y qué significaron esos planes neoliberales en esa política de saqueo.
Hoy, se debaten distintos paradigmas compañeros para ser sinceros.
Después de esa gran derrota que sufrió el campo popular en el mundo, estamos buscando un nuevo paradigma.
Y este paradigma se debate en hablar de crisis, del capitalismo para algunos y para otros quizá entender y comprender que más que una crisis, una nueva fase de acumulación de ese capitalismo depredador y voraz.
Y de acuerdo a poder discutir esta tesis seguramente podremos pararnos de algún lugar para entender que los latinoamericanos tenemos que tener soluciones latinoamericanas.
Pero para eso hemos, de alguna manera, poder definir dónde estamos parados y de dónde miramos hoy este mundo hegemonizado por ese capitalismo financiero.
Si nos paramos dentro de él y queremos ser consumidores, o nos planteamos empezar a desacoplarnos y empezar a mirarnos desde nosotros y ser ciudadanos.
Y ahí es donde tenemos que construir mayores alianzas, si el único destino que tenemos como pueblos es la unidad.
Lo ha planteado el comandante Fidel allá por la década de los 80 lo empezó a plantear, o la crisis de la deuda externa de aquella época, si nuestro único destino como pueblos es la unidad y la integración.
Por qué no ponemos en valor esa unidad e integración en términos de empezar a plantear soluciones de nuestros problemas desde nuestros pueblos.
Y hoy nuestros pueblos tienen centralmente a partir de este capitalismo que lo que va dejando son millones y millones de compañeros en la miseria más absoluta.
Hoy en este avance tremendo en términos de cambio tecnológico, asistimos entre muy poco tiempo a donde uno de los problemas centrales a resolver va a ser el tema del trabajo, con derechos.
Este capitalismo va a dejar a millones y millones de compañeros más fuera.
Entonces es uno de los problemas centrales que vamos a tener que abordar como partido y organizaciones de izquierda progresistas. Porque si veos ahí, como decíamos desde ese inicio de aquí pelean nuestros pueblos al neoliberalismo que parieron esos liderazgos y que hoy se han consolidado y que han avanzado. Pero el tiempo juega en contra nuestra. Entonces tenemos que empezar a construir alianzas mayores.
Hoy el Papa Francisco está planteando el problema de que este capitalismo voraz lleva al choque civilizatorio, como se decía aquí. Está planteando el tema del trabajo, el tema de la tierra, el tema del techo, la política de las tres “t”.
Y nosotros debemos ser intelectualmente humildes y entender y comprender que si la unidad es lo único que nos puede salvar a nuestros pueblos, es ahí donde tenemos que construir mayor unidad, en función de estos objetivos que son lo que nuestros pueblos nos están exigiendo hoy: trabajo con derechos, tierra para los campesinos o reforma agraria y tierra urbana para millones de compañeros que viven hacinados en los conurbanos.
Esos son los problemas a resolver y los tenemos que resolver con nuestra mirada.
Este es el Continente de la esperanza, sin ninguna duda, porque ese 5 de noviembre de 2005, en Mar del Plata, en Argentina, cuando se le dijo que no al ALCA, abrió esta brecha o esta ventana a la historia que nos permitió consolidar estos espacios de gobiernos progresistas, de gobiernos de izquierda y de fuerzas populares que vienen avanzando mucho más.
Ahora, nosotros tenemos que ser genuinos representantes de esos millones que no tienen voz. Si nosotros no estamos legislando pensando, uniéndonos en función de estos tres temas centrales de lo que viene, que es el trabajo con derechos, que es una reforma agraria, tierra para los campesinos, tierra para los sectores urbanos; si no estamos legislando y pensando y compartiendo y aprendiendo entre todos, es muy probable que podamos haber sido un viento en un momento de la historia.
Porque si no resolvimos los problemas de nuestros compañeros, si no resolvimos el problema de los más humildes y de los trabajadores, lo más probable es que la derecha que, como bien se dijo acá, varios expositores, han montado todo un sistema para que dentro del juego de la democracia liberal, puedan construir una cara bonita, puedan construir consignas vacías y puedan disputarnos desde la subjetividad de las corporaciones multimediáticas, la conciencia de las masas.
Y no recuerdo quién lo planteaba al principio, con esta idea de que la política, para qué nos vamos a meter en política si eso no resuelve nuestros problemas y si encima se enriquecen a costa nuestra.
Esa subjetividad se construye o desde el Estado o se construye desde los medios de comunicación de las corporaciones. Y es una tarea en paralelo, construir subjetividad desde el Estado, tiene que ver con construir una subjetividad latinoamericana; y para eso necesitamos herramientas que nos encuentren discutiendo desde este lugar, donde podamos plantear desafíos, errores, pero construir sí, una organización única latinoamericana de movimientos populares, de partidos políticos de izquierda, estén en el gobierno o estén en la oposición, donde podamos construir una inteligencia común en función de tres consignas o cuatro consignas y objetivos básicos a seguir:
Que tiene que ver con esto de no darle lugar a la derecha a que pueda volver al saqueo, porque cada elección que perdamos o cada paso que no demos para adelante, implica saqueo para nuestros pueblos, compañeros; implica dolor, implica millones de compañeros en la pobreza y en la miseria.
Y en ese plano, creo que debemos avanzar en áreas importantes que son herramientas estratégicas, que podemos compartir inclusive experiencias y potenciarlas, que tienen que ver por ejemplo con la educación.
Por qué no tener una currícula y una propuesta educativa donde el eje central sea la integración, donde el eje central sea el poder difundir todo este tipo de encuentros que venimos haciendo de UNASUR, de CELAC en el tema de la tecnología.
De poder construir también una idea común en términos de darle solución a nuestros problemas desde nuestra mirada, de nuestras universidades, desde nuestros científicos. Pero pensando para nuestros problemas, no para el centro hegemónico de la ciencia y lo que hace reproducir ciencia y tecnología para la opresión.
Así es, compañeros, apoyar la propuesta de la creación de una red de parlamentarios, desde este lugar, amplia, de consenso, de trabajo, donde podamos encontrarnos y poder compartir todas las experiencias que cada uno produce y poder proponer los objetivos y poder planificar esos objetivos en el corto y mediano plazo, si entendemos que el único destino que tenemos es la unidad y la integración.
Muchas gracias.
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