Senado de la República

COORDINACIÓN DE COMUNICACIÓN SOCIAL

Versión estenográfica del Panel "La visión de los Embajadores de México en Europa", en el marco del Foro “México en el Mundo: Diagnóstico y Perspectivas de las Relaciones Internacionales”, celebrado en el Patio Central de la sede en Xicoténcatl del Senado de la República.

PRESENTADORA: Buenas tardes.

Continuamos con el tema “La visión de los Embajadores de México en Europa”.

Para presentar y moderar esta mesa de trabajo, nuevamente nos acompaña el senador Rabindranath Salazar Solorio, presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores en Europa.

Tiene la palabra, senador.

SENADOR RABINDRANATH SALAZAR SOLORIO: Muy buenas tardes tengan todos ustedes.

Es para mí un verdadero honor, un gran gusto el tener aquí personajes tan destacados de la diplomacia mexicana.

Se encuentra para participar en este foro “La visión de los Embajadores de México en Europa”, nuestra embajadora emérita Patricia Espinosa Cantellano, quien es embajadora de México ante la República Federal de Alemania. Bienvenida, embajadora.

Que además debo mencionar su profesionalismo, su entrega, su amor por el trabajo, que a pesar de que se lastimó, tuvo un pequeño accidente, pero aquí está con nosotros esta tarde para podernos platicar acerca de sus experiencias en este importante país, que es Alemania. Muchísimas gracias por estar aquí.

Nos acompaña también el embajador Alfredo Pérez Bravo, embajador designado de México ante la República portuguesa. El día de ayer, debo aclarar, ingresó el nombramiento para ser ratificado ante el Senado de la República; pero hemos revisado y tiene una amplísima experiencia en un sinnúmero de países donde siempre ha puesto en alto el nombre de nuestro país, lo cual no me cabe duda que será ratificado por el Pleno de este Senado. Bienvenido, embajador.

Se encuentra también con nosotros el embajador Luis Alfonso de Alba, embajador de México ante la República de Austria y representante permanente de México ante Organismos Internacionales de Viena. Bienvenido, embajador.

Está con nosotros el embajador Juan José Gómez Camacho, embajador de México ante la Unión Europea, el reino de Bélgica y el gran ducado de Luxemburgo. Bienvenido, querido embajador y me da mucho gusto que estés aquí con nosotros.

Quiero agradecer, por supuesto también, la presencia de mi amiga y compañera, la senadora Luz María Beristáin, una mujer muy participativa, muy trabajadora de este Senado de la República.

Del embajador Viktor Elbling, el embajador de la República Federal de Alemania en nuestro país. Bienvenido, excelentísimo embajador.

Así como también del embajador Malkhaz Mikeladze, embajador de Georgia ante nuestro país. Bienvenido, embajador.

Saludo con mucho gusto a académicos, personal de la Cancillería, universitarios que nos acompañan el día de hoy de la Universidad del Valle de México; bienvenidos, jóvenes estudiantes de la Universidad del Valle de México, campus San Rafael.

Así como también del FEST Acatlán UNAM y de la Escuela Libre de Derecho.

Sean todos ustedes bienvenidos a este importante evento.

La diplomacia es el instrumento para operar las relaciones internacionales de los Estados. En cuanto a la relación diplomática entre México y la Unión Europea, ésta se remonta a los años 60; en esa época nuestro país intentaba diversificar sus relaciones con el exterior y los países europeos buscaban estrechar sus vínculos con América Latina.

En 1975 México y la comunidad económica europea establecieron un acuerdo, con el objetivo de desarrollar y equilibrar su comercio recíproco; y ampliar su cooperación económica, inspirados por su determinación de consolidar, ahondar y diversificar las relaciones para beneficio mutuo.

En 1996, se comienza a negociar un acuerdo de asociación económica, concertación política y cooperación entre México y la Unión Europea; concluyendo éste en julio de 1997.

México y la Unión Europea firman tres instrumentos el 8 de diciembre de 1997. El acuerdo global, el cual sienta las bases para la negociación del Tratado de Libre Comercio entre México y la Unión Europea; el acuerdo interino, el cual establece los mecanismos y el formato para lograr la liberalización comercial y el acta final.

Sin embargo, a México y a la Unión Europea no nos une sólo un acuerdo; nos une una historia, una cultura y valores compartidos, pero sobre todo nos une la afinidad y la amistad. Amistad que a lo largo de la historia se ve reflejada con sus diplomáticos.

El mayor exponente de esta relación de amistad fue el diplomático mexicano Gilberto Bosques Saldívar. Fue Cónsul General de México en París, posición desde la cual ayudó a más de 40 mil refugiados de distintas nacionalidades y credos, ofreciéndoles residencia y nacionalidad mexicana.

El 4 de julio del año 2003 el gobierno austriaco nombró a una de sus calles en el Distrito 22 de Viena, en la ciudad de Danubio, con el nombre del Paseo Gilberto Bosques. De esta manera, el gobierno de Austria quiso honrar la memoria del ilustre diplomático mexicano, quien ayudó durante la Segunda Guerra Mundial a salvar a muchos austriacos de manos de fascismo.

La importancia de mantener esta relación, recae hoy en día en los embajadores de nuestro país con el viejo continente, quienes están al servicio de la sociedad mexicana y cuya meta es ser un puente de entendimiento que le permita a México beneficiarse de los vínculos y las oportunidades que nos ofrece Europa.

Me gustaría finalizara con una reflexión de Robert Schumann, uno de los Padres de Europa, la cual, considero, se adecua al objetivo de la diplomacia de nuestros tiempos: “Servir a la humanidad es un deber igual que el que nos dicta nuestra fidelidad a la nación. Así es como nos encaminaremos hacia la concepción de un mundo en el que se apreciarán cada vez más la visión y la búsqueda de lo que une a las naciones, de lo que les es común y en el que se conciliará lo que las distingue y las opone”.

Sean todos bienvenidos a este Foro México en el Mundo.

Muchísimas gracias.

Siendo las 4:25 horas del día 18 de febrero del año 2015, vamos a proceder a dar inicio al Panel: La visión de los Embajadores de México en Europa.

En primera instancia, participará la embajadora Emérita Patricia Espinosa Cantellano. Ella actualmente es embajadora de México ante la República Federal de Alemania. Licenciada en Relaciones Internacionales por el Colegio de México.

Es miembro del Servicio Exterior Mexicano desde el 16 de septiembre de 1981 y fue promovida al rango de embajadora en enero del año 2000.

Se ha desempeñado como Embajadora de México en la República de Austria, concurrente ante la República de Eslovaca y en la República de Eslovenia en junio del 2002 a noviembre del año 2006.

Del 2006 al 2012, fungió como Secretaria de Relaciones Exteriores de nuestro país.

Nuevamente bienvenida, y tiene usted el uso de la palabra.

EMBAJADORA EMÉRITA PATRICIA ESPINOSA CANTELLANO: Si me permiten, senador, yo quisiera hacer uso de la palabra desde aquí por razones obvias y, en primer lugar, saludarlo a usted con mucha gratitud, mucho aprecio y un enorme respeto y agradeciéndole la invitación del Presidente de la Mesa Directiva y su invitación para poder estar en esta tarde con ustedes en este panel de discusión con mis entrañables amigos, compañeros del Servicio Exterior que nos acompañan.

Aprovecho también nuevamente para agradecerle a usted y a los demás legisladores y legisladoras por el apoyo que siempre me han dispensado en las tareas que tenemos en común y que tienen como propósito llevar adelante la política exterior de México y defender los intereses de nuestro país.

Yo celebro, por cierto, que esté a punto de iniciar la reunión de la Comisión Mixta Interparlamentaria México-Unión Europea. Es uno, que aunque lo traía en mis notas como un punto para abordar al final, creo que conviene comentarlo desde ahora.

El diálogo interparlamentario es realmente uno de los principales componentes que en el mundo actual tiene y debe de tener la política exterior.

Por eso agradezco el esfuerzo que hacen ustedes al recibir a los legisladores de la Unión Europea y también agradezco la disposición que tienen para entablar diálogos permanentes con sus contrapartes, pues en este caso alemanes, que son quienes me tocan a mí buscar y acercar a la realidad mexicana.

Creo que una diferencia importante de lo que ocurría hace apenas algunos años, es que la agenda de política exterior forma parte hoy, de manera muy estrecha y muy clara, de la agenda diaria, de la agenda cotidiana de nuestro país.

Y eso nos obliga a nosotros, en el servicio exterior, no solamente hacer nuestro trabajo, sino también a buscar una participación y a buscar motivar y sensibilizar a los demás actores políticos sobre la importancia de su interacción con sus pares en los distintos países del mundo.

Así es que muchas gracias.

Este foro además es un foro que tiene una gran importancia porque pone de manifiesto el dialogo que existe y debe seguir existiendo y debe seguirse fortaleciendo entre el Ejecutivo y el Legislativo en materia de política exterior.

Por supuesto en todos los demás temas también, pero eso se da de manera como más natural, más cotidiana, en temas de política exterior se da de manera mucho más limitada.

Yo lo celebro, lo agradezco y ojalá que esto sea una tradición que se inicie y se pueda continuar en los próximos años.

En lo que se refiere a la relación entre México y Europa, usted ya mencionaba de manera muy acertada los instrumentos que brindan una base muy sólida a los vínculos de México con Europa. En efecto, si bien la relación de México con los países de Europa la podemos rastrear a los inicios mismos de la existencia de nuestro país, como una república independiente, es a partir de la firma de los acuerdos hace 15 años.

El primero, el Acuerdo Global de Asociación Económica, Concertación Política y Cooperación y posteriormente el Acuerdo de Asociación Estratégica que podemos ver un crecimiento constante, permanente en la relación, no solamente económica, sino también en la interacción en el diálogo político y en la cooperación con nuestros socios europeos.

Estoy segura de que Juan José hablará mucho del proceso que estamos llevando a cabo ahora para la actualización de nuestro acuerdo con la Unión Europea, quizá entonces voy a referirme más bien a algunas de las características del acuerdo global, que en realidad me parece relevante, porque establecen una diferencia muy clara frente a otros acuerdos que nuestro país ha suscrito y que lo distinguen por dos razones fundamentales: una es por su lógica y la otra por su alcance.

Algunos académicos así lo explican: el acuerdo global tiene una lógica distinta, por ejemplo, en comparación con el Tratado de Libre Comercio con América del Norte.

El acuerdo global tiene un enfoque de arriba hacia abajo. Es decir, es un acuerdo que busca crear las condiciones institucionales para que los intercambios en todos los ámbitos: económicos, políticos y de cooperación puedan aumentar.

El Tratado de Libre Comercio con América del Norte, por su parte en realidad tuvo más bien un enfoque pragmático de regular los intercambios y la relación intensa que ya se estaba dando entre los países de América del Norte y en este sentido es lo que algunos especialistas llaman, es un acuerdo con un enfoque “bottom up”.

Es decir, con Europa lo que buscamos, y creo que actualmente lo podemos evaluar de manera muy positiva, fue crear las condiciones para desarrollar una relación más sistemática, permanente, constante y además con marcos muy claros, claramente establecidos para todos los actores.

Creo que esa es una realidad el día de hoy y que desde ese punto de vista el acuerdo global ha sido un instrumento amplio, que nos ha permitido avanzar hacia los objetivos que se perseguían.

El acuerdo global con la Unión Europea además tiene tres pilares: el económico, el político y el de cooperación, que son también aspectos que lo distinguen de otros acuerdos, como el caso del Tratado de Libre Comercio con América del Norte.

En el ámbito político, por ejemplo, el acuerdo con la Unión Europea se basa en principios democráticos en el respeto a los derechos humanos, los cuales forman una parte esencial del acuerdo y sirven como base fundamental de las políticas tanto internas como externas de las partes.

En su momento a la negociación de este acuerdo, aceptar este tipo de redacción en un instrumento internacional fue un cambio histórico.

Nuestro país dio en ese sentido un golpe de timón con respecto a temas que tradicionalmente habíamos considerado exclusivamente de la jurisdicción interna.

Realmente las características también del proceso en Europa, que es algo que ocurrirá ahora también con la actualización del acuerdo que implicaba que cada país de la Unión Europea tenía que dar su acuerdo, su anuencia, tenía que aprobar formalmente el acuerdo con México, pues hacía indispensable que hubiera una comunidad explícita y un compromiso explícito en estos ámbitos.

Y yo creo que además esto fue muy de la mano con el proceso que se dio en el ámbito multilateral en Naciones Unidas con respecto a una voluntad creciente de parte de nuestro país, de asumir mayores compromisos en el ámbito de observancia de los derechos humanos y de promoción del Estado de Derecho.

Este pilar político, entonces es una base fundamental para que exista hoy en día una comunicación a nivel político, regular, y que haya una verdadera interacción entre todos los distintos actores en el Parlamento Europeo, en los distintos Congresos, en los distintos grupos políticos de los diversos socios europeos.

El otro aspecto que es distinto al que tenemos con otros países, con otros socios, es el de cooperación.

En el caso de la Unión Europea, incluir como una parte integral de ese acuerdo que en su momento más bien se veía, un poco siguiendo lo que habíamos hecho ya con América del Norte, como un Acuerdo de Libre Comercio, fue introducir un componente de cooperación.

Un componente de cooperación cuya importancia a mi juicio no radica únicamente, o no radica sobre todo en los recursos que se canalizan hacia nuestro país a través de programas de cooperación, sino que radica en el hecho de que independientemente de los recursos financieros, son procesos que promueven un intercambio por parte de distintos actores en nuestras sociedades, tanto de gobierno como actores no gubernamentales; y que promueven un mejor conocimiento de las realidades mutuas y un mayor acercamiento a nivel de nuestras sociedades.

Además, México se ha convertido también en un cooperante polivalente, no solamente donante, no solamente receptor; sino también un cooperante que promueve y que lleva adelante una cooperación triangular muy exitosa con algunos socios. Y este es el caso, por ejemplo, de algunos de nuestros programas de cooperación trilateral con América Central.

En cuanto al pilar económico, el potencial que tenemos no se ha agotado. El interés que México tenía de firmar un Tratado de Libre Comercio con Europa, fue expresado desde 1992, con el propósito que siempre hemos tenido en nuestra política exterior de diversificar nuestros socios, diversificar nuestros aliados en el exterior.

Sin embargo, el interés y la decisión del bloque europeo de la Unión Europea, no se dio sino hasta después de la entrada en vigor del Tratado de Libre Comercio con América del Norte; en donde el comercio entre México y los socios europeos se fue reduciendo hasta un 50 por ciento, en el año 2000.

Al mismo tiempo, debo decir que se veía influido también por el proceso de ampliación de la Unión Europea, que atraía y que acaparaba la atención de los principales actores políticos en la Unión Europea.

En 2013, el panorama es muy distinto. El comercio con Europa representa 63 mil millones de dólares, posicionando a la Unión Europea como nuestro tercer socio comercial; aunque el intercambio económico disminuyó durante la crisis de 2008, 2009, 2010, al día de hoy hemos ya superado los niveles que se tenían antes de la crisis, aunque todavía con una tasa de crecimiento anual menor.

Comparado con las cifras previas a la entrada en vigor del acuerdo global, las importaciones de Europa hacia México han aumentado 226 por ciento y las exportaciones en 261 por ciento.

Si tomamos en cuenta el flujo de Inversión Extranjera Directa acumulado en los últimos 10 años, Estados Unidos ocupa el primer lugar, con un 50 por ciento del total; y la Unión Europea con un 38 por ciento, dirigido principalmente al sector de servicios, especialmente financieros y turismo; y seguido por el sector manufacturero.

Sin embargo, en términos anuales el bloque europeo ocupó el primer lugar en 2010 con el 67 por ciento; y en 2013, con el 57 por ciento. Y esto sí marca un cambio enorme en nuestra vinculación con el exterior y en cómo México es percibido, como un país en donde vale la pena invertir y hay que apostar con México.

Y esto, afortunadamente lo vemos con mucha satisfacción y de manera muy cercana desde la Embajada de México en Alemania, y ustedes habrán registrado en los últimos meses el anuncio y el inicio de inversiones alemanas crecientes en México, de gran trascendencia para algunas regiones del país y para el país en su conjunto.

Todas estas cifras nos permiten ver una relación económica muy fuerte, pero también nos permiten reconocer que todavía hay un enorme potencial. Y un poco con el propósito de lograr aprovechar al máximo este potencial, estamos ahora en un proceso de actualización del acuerdo global que está en curso y al cual no me voy a referir, porque sé que el embajador Gómez Camacho lo hará y lo hará mucho mejor de lo que yo lo puedo decir.

Así es que por ese motivo, quisiera ahora hacer un par de comentarios sobre la posición de Alemania en un momento importante a nivel global, en un proceso en el que estamos presenciando una reconfiguración del sistema internacional.

Yo tengo el privilegio de poder observarlo desde Berlín, un lugar en donde –creo que puedo decir con absoluta tranquilidad– se encuentra el gobierno que está desempeñando un papel decisivo en la manera como esa reconfiguración global, europea primero y después global, se va a dar y que es el gobierno de Alemania.

Alemania se encuentra, en efecto, actualmente en una posición de liderazgo que no necesariamente es resultado de un objetivo específico de política exterior, pero sí una consecuencia de una suma de factores que la han consolidado como el nuevo líder europeo con capacidad suficiente, tanto política como económica, para impulsar decisiones difíciles en la Unión Europea.

Esto no quiere decir que no haya una discusión sobre hacia dónde va la política exterior alemana. De hecho el nuevo canciller alemán, el doctor Frank Walter Steinmeier, ha impulsado un proceso de discusión, una serie de foros, por cierto muy interesantes, abiertos, con participación de actores políticos de distintas fuerzas políticas, pero también de especialistas y de actores externos para hablar sobre distintos aspectos de la política exterior alemana.

En ese sentido, quizá destacar que la rápida recuperación económica de Alemania tras la crisis 2008-2009, se debió en gran medida a que un porcentaje muy importante de la iniciativa privada alemana se sigue manteniendo en grandes y medianas empresas familiares que han pasado de generación en generación sin haber salido a cotizar en la bolsa.

Son empresas familiares que siguen siendo manejadas como empresas familiares y en muchos de los casos son empresas líderes a nivel mundial y eso les ha dado una posibilidad de desarrollar, a pesar de ser empresas familiares, pequeñas y medianas, claro, comparadas con las empresas pequeñas y medianas mexicanas, son generalmente, no siempre, pero generalmente son empresas más grandes, con más fortaleza tanto en la parte tecnológica como en la parte financiera, pero de todas maneras siguen siendo un esquema de negocios singular que les permite desarrollar una visión de largo plazo, una visión en donde estamos hablando de empresas que no están pensando en una inversión que tiene que estar redituando dentro de dos o tres años, sino que realmente desarrollan una visión de largo plazo y que eso es lo que al final del día les ha dado ese lugar de liderazgo a nivel mundial en muchos de los ámbitos en los que se desarrollan.

Y esto es lo que le ha permitido a la economía alemana consolidarse como el motor económico de Europa. Consolidarse como el país cuyas decisiones tienen un peso fundamental para el futuro de Europa.

En el ámbito político, también Alemana ha empezado a desarrollar un papel fundamental.

Quizá el ejemplo más claro reciente es el manejo de la crisis de Ucrania, en donde Alemania, y aquí hablamos de la Canciller Federal Ángela Merkel, pero también del Ministro de Relaciones Exteriores Frank Walter Steinmeier, se han consolidado como los interlocutores que tienen la capacidad para hablar con todas las partes involucradas en los distintos lados del conflicto, que tienen la posibilidad de desarrollar un diálogo directo.

Yo creo que un factor fundamental para eso ha sido el hecho de que Alemania en esta situación tan difícil, tan complicada y, sin duda, derivado de la experiencia que como país han tenido de haber salido y haber superado guerras de gran envergadura que provocaron un enorme sufrimiento a su población.

Alemania es el país que ha privilegiado en todo momento el diálogo, la comunicación y la cooperación, como las vías para buscar soluciones a estas situaciones críticas.

Hemos escuchado seguramente ustedes lo han registrado también, enormes debates se dan al interior de Alemania también, por cierto, a nivel de los foros multilaterales sobre si a algunos, qué tanto peso debe darse a medidas como sanciones, por ejemplo, para lograr salir de la crisis y ahí creo que el rasgo distintivo de la política que ha llevado adelante el gobierno de Alemania, ha sido la búsqueda de privilegiar el diálogo como el instrumento por excelencia para encontrar soluciones.

Y en ese sentido pienso que tiene una enorme coincidencia con la manera como México siempre ha buscado desarrollar una política exterior en distintos momentos y como ha buscado también ayudar en situaciones de conflicto, pero siempre privilegiando el diálogo y la cooperación.

Un ejemplo de eso muy claro es si recordamos el proceso de Centroamérica, la pacificación de Centroamérica, el papel de México como facilitador del diálogo y del entendimiento entre los distintos actores que estaban participando.

No quiero sugerir con todo esto que otros polos de poder en Europa hayan dejado de tener alguna relevancia en el devenir europeo y mundial, pero simplemente y creo que comprenderán ustedes que me toque a mí hablar aquí más que nada del papel de Alemania.

En la coyuntura actual, otro tema que quizás vale la pena comentar, es el de la situación que está enfrentando la Unión Europea frente a la crisis económica en Grecia, en donde nuevamente Alemania también está desempeñando un papel fundamental.

Es difícil prever cómo vaya a evolucionar este tema. La discusión ha dividido a muchas sociedades, a muchos públicos y también yo diría que a los especialistas.

Hay quienes señalan, por ejemplo, que es indispensable que no se siente un precedente en el que un país que no cumple con las medidas que además libremente aceptó para poder corregir ciertos desequilibrios económicos, un país que no cumple, puedan seguir teniendo, de parte de los socios europeos, una posición de flexibilidad, hay otra corriente de opinión que dice que ha sido esa falta de flexibilidad lo que en realidad ha llevado a posiciones más extremas.

Probablemente el camino a seguir se encuentra un poquito entre los dos extremos. Creo que buscar compromisos con respecto a la voluntad de cumplimiento de las obligaciones que libremente se adquirieron, y por otro lado también permitir que se generen las condiciones adecuadas para que ese cumplimiento se pueda dar.

Creo que con esto, senador, agradeciendo la paciencia y el interés que me hayan escuchado, aquí quedo a sus órdenes.

SENADOR RABINDRANATH SALAZAR SOLORIO: Muchísimas gracias a nuestra Embajadora Emérita Patricia Espinosa por su amable participación.

Sin duda, una de las representaciones más importantes en el Continente Europeo, en Alemania, y socio estratégico con el que se están tocando temas sin duda de la mayor relevancia.

Uno de ellos hace poco tiempo lo discutíamos con el Embajador aquí en nuestro país, el tema educativo, la educación dual, que es algo que ha sido muy exitoso en estos países y que también ya en varias instituciones educativas de nuestro país está arrancando para que los jóvenes puedan ir vinculando el tema de la experiencia en el trabajo con la Academia y eso les vaya generando al mismo tiempo los estudios y la experiencia.

Felicidades y de verdad mucho gusto de tenerte aquí, mi querida Patricia.

Vamos ahora a dar el uso de la palabra al Embajador Luis Alfonso de Alba.

Actualmente funge como Embajador de México ante Austria y es representante permanente de México ante los organismos internacionales con sede en Viena.

Cursó la licenciatura en relaciones internacionales en el Institut D’Studis Relations Internacionales en París, Francia.

Es diplomático de carrera, habiendo ingresado al servicio exterior mexicano en1983.

Y en el exterior ha fungido como representante permanente de México ante las Naciones Unidas en Nueva York, así como también ha sido representante permanente de México ante la Oficina de las Naciones Unidas y otros organismos internacionales con sede en Ginebra, Suiza.

Tiene el uso de la palabra Embajador.

EMBAJADOR LUIS ALFONSO DE ALBA: Muchas gracias senador.

Permítame también empezar agradeciendo al Senado de la República y a usted en lo personal esta invitación.

Considero que este foro, donde tuve también la oportunidad de participar el día de ayer, representa un hecho verdaderamente histórico en términos del espacio que el Senado le brinda a la política exterior y a la difusión de las políticas del gobierno en materia de política exterior para beneficio de la población en general, y de manera muy especial de jóvenes que he visto muchos participando en este evento.

Y por eso mis primeras palabras para enfatizar ese reconocimiento por la iniciativa que han tenido ustedes.

Para hablarles un poco la situación en la zona en la que tengo el privilegio de representar a México, específicamente en Austria, con concurrencias en Eslovaquia y en Eslovenia, y quizá alguna nota final sobre la parte multilateral que también se desarrolla en el seno de los organismos de Naciones Unidas y otros organismos internacionales que están en Viena, yo quisiera primero que nada empezar recordando algunos de los vínculos históricos.

Usted, senador, empezó ya recordando el respeto que le tienen a Gilberto Bosques por el papel extraordinario que jugó, facilitando el traslado de numerosos refugiados, en este caso austriacos, a México y que han formado una comunidad en nuestro país, que ha indudablemente enriquecido nuestro proceso cultural y nuestro proceso de desarrollo.

Creo que ese es un vínculo que está poco explorado, que estamos precisamente trabajando en este momento con algunas asociaciones en Viena y que próximamente yo creo que podríamos –espero que con el apoyo de Senado- hacer un reconocimiento más amplio a esa labor de Gilberto Bosques y específicamente de las aportaciones de la comunidad austriaca.

Hay otro personaje, también muy querido en México, en Austria, y es Isidro Fabela.

Isidro Fabela ha recibido numerosos reconocimientos; tiene también una calle con su nombre y sobre todo generó un espacio, una plaza, que se conoce como La Plaza de México en Viena, reconociendo –repito– su labor, particularmente en el momento de la anexión nazi y su rechazo explícito en el marco de la sociedad de las naciones.

Esta etapa histórica en donde México tuvo un pronunciamiento firme, basado en principios de derecho internacional y desde luego principios de nuestra política exterior, hoy bien enmarcados en la Constitución, le han valido a México yo creo que en Austria, y la embajadora Espinosa, que fue también embajadora en Austria hace unos años y quien dejó un excelente legado, podrá coincidir conmigo; le abren un espacio político y de amistad muy entrañable.

Hay otros episodios históricos que no son tan afortunados, pero que también tendrán que ser revalorados y en otros casos procesados. Me referiría, en primer lugar, al papel que jugó Maximiliano en México y que creo que en alguna medida se ha juzgado, yo diría que por lo menos con alguna dureza y que habría que distinguir, y es una de las cosas que hemos tratado de hacer últimamente, habría que distinguir lo que fue la invasión francesa y la pretensión de imponer un imperio en México, con la personalidad de Maximiliano, con los aportes que pudo, que seguramente hizo y podrían ser reconocidos.

Y procesar, como muchas otras etapas de nuestra historia, con una visión yo diría mucho más moderna, más abierta, correspondiente con la evolución democrática de nuestro país, esos episodios.

Y desde luego está el tema del Penacho, el famoso Penacho del México antiguo o el Penacho de Moctezuma, que siempre ha sido una piedrita en el zapato en esta relación bilateral; que no está cerca de ser resuelta, lamentablemente, pero que sí ha sido objeto de pasos importantes.

También nuevamente yo quisiera reconocer aquí a la embajadora Espinosa, porque ella inicio desde que era embajadora en Austria, pero sobre todo como Canciller, un proceso que permitió la recuperación del Penacho, y eso me parece fundamental. Se hizo un ejercicio muy profesional de restauración y de conservación de esta extraordinaria pieza del México precolombino.

Y esto ya dio entrada a una relación distinta con las autoridades austriacas, porque estamos cooperando por la preservación de un bien cultural, de un valor universal. Habrá que continuar desarrollando las discusiones y el marco que permita en algún momento, que el Penacho se encuentre en México; y eso tomará algún tiempo.

Por lo pronto lo guardaron, es una tristeza. El museo donde está albergado este Penacho está en remodelación y parece que así quedará, en una bodega, por lo menos un par de años; es decir que aquellos que viajen a Viena en los próximos meses, no lo podrán ver.

Esta era una oportunidad extraordinaria para haber acelerado el proceso y que pudiéramos nosotros tenerlo aquí. Lamentablemente no se pudo. Pero estos son, digamos, los toques un poco anecdóticos de esta relación.

Yo quisiera también, si usted me lo permite senador, hablar, siguiendo la presentación de la embajadora y seguramente la complementación que hará el embajador Gómez Camacho sobre la renovación del marco jurídico, la relación de México con la Unión Europea; yo quisiera enfatizar el papel de Europa Central y el papel de Austria en el contexto del desarrollo, no sólo de nuestras relaciones con estos países, sino también con los países de Europa del Este.

Y quisiera iniciar señalando que veo una gran oportunidad para incrementar las relaciones culturales, económicas, comerciales de México con esa zona; que no ha sido –y lo digo con toda franqueza– bien percibido, suficientemente asimilado ni por nosotros ni por ellos.

Tenemos que hacer un trabajo todavía muy intenso. Estamos hablando de economías relativamente pequeñas, pero con gran capacidad de crecimiento, con gran capacidad económica porque los per capitas son muy altos, pero siguen viendo todavía a mercados más tradicionales, e incluso cuando se habla de América Latina, siguen viendo prioritariamente la relación con Brasil.

Yo creo que ahí México tiene que hacer un esfuerzo. Repito, hay un potencial enorme. Se están desarrollando ya un número de proyectos importantes de inversión en México por empresas, no solo austriacas, ahora también empresas de Eslovenia; inversiones de empresas mexicanas tanto en Austria como en Eslovaquia y seguramente esto se va a continuar.

Una nota curiosa es que el nivel de inversión en México en esta zona es mayor al nivel de inversión de ellos en México, porque esto, a través de operaciones muy importantes, particularmente de CEMEX, del Grupo Alfa y, desde luego, América Móvil, ahora con la adquisición y el control de la empresa TELECOM de Austria y que tiene una gran influencia en la región, evidentemente también le da a México otro nivel de relación con ellos, un nivel de mutuo beneficio.

A esto se agrega, sin duda, la capacidad que tiene nuestro país de aportar a sobre todo a una región en la que no ha tenido una presencia muy fuerte y donde también hay oportunidades que se derivan de la, llamémosle la juventud de sus procesos de consolidación como naciones independientes.

Hay que recordar que muchos de estos países de la zona –hablo específicamente en este caso de Eslovenia y, desde luego, Eslovaquia, pero también las ex repúblicas yugoslavas– son países que tienen escasos 20 años de vida independiente que están consolidando sus instituciones, que están poniendo un gran énfasis en el fortalecimiento del Estado de Derecho, la profundización, el desarrollo de valores democráticos, de mecanismos de promoción y protección de derechos humanos que con mucha frecuencia podrían ser asimilados con procesos por los que nuestro país ha pasado ya, sobre todo en los últimos años, cuando hemos entrado en este proceso de apertura, yo diría desde finales de los años 90´s hasta el día de hoy.

Estas oportunidades, si las aprovechamos, se pueden canalizar también, no sólo a nivel bilateral con cada uno de estos países sino también con grupos informales de coordinación que han ido ellos estableciendo. Y me refiero de manera particular al Grupo Vicegrád que aglutina desde Polonia, la República Checa, Hungría y Eslovaquia, un esfuerzo de coordinación al interior de la propia Unión Europea que abre un espacio propio.

Es un grupo que de alguna manera surge como un esfuerzo de coordinación para tener una posición de negociación más sólida frente al resto de los países europeos de la unión, los países más grandes, pero que con el tiempo ha venido desarrollándose y ha promovido acciones de cooperación en la región o en la subregión, y que yo creo que le permiten a México pensar en una asociación y, gracias a mecanismos como este, del grupo Vicegrád, y en especial un fondo de cooperación que han establecido, tener mucho mayor presencia en la zona.

Los proyectos que promueven son proyectos de fortalecimiento del Estado de Derecho, fortalecimiento de procesos electorales, fortalecimiento de mecanismos de protección de derechos humanos. Y ya hay países fuera de la región que han estado trabajando con ellos, inclusive países en desarrollo como Corea, y yo creo que México tiene un espacio importante.

Quisiera también, si me lo permiten, como había adelantado al principio, referirme a las coincidencias que tenemos con estos países en el marco multilateral y de manera particular a los temas que se ocupa el conjunto de instituciones que tienen su sede en Viena.

En primer lugar, señalar que con Austria se ha venido desarrollando una cooperación diría singular, sin duda, en el contexto europeo. No veo en este momento un país de la Unión Europea con el que podamos tener una mayor cercanía, mayor afinidad, mayor comunidad de proyectos y de iniciativas, por ejemplo, en el área de desarme.

El trabajo que Austria ha hecho, junto con México, para revivir la Conferencia de Desarme, para revivir la discusión sobre la necesidad de avanzar en la agenda de desarme nuclear, a través de iniciativas también como la de las conferencias sobre el impacto humanitario de las armas nucleares, una de las cuales se desarrolló aquí, en Nayarit, y la siguiente, el año pasado, en Viena, son ejemplos de una cooperación extraordinaria.

Tanto Austria como nosotros, con apoyo de algunos otros países europeos, lamentablemente no muchos, estamos empujando esa agenda de desarme, esa agenda para lograr lo más pronto posible la eliminación total de las armas nucleares, que abandonemos las teorías de disuasión y de revalorización de estas armas, que son evidentemente armas de destrucción masivas, tan crueles o más como las armas químicas o las armas biológicas y que lamentablemente en muchos países europeos todavía siguen sintiéndose orgullos de poseerlas y eventualmente orgullosos de poderlas usar como disuasión o como arma disuasiva.

También hemos tenido un acercamiento con Austria, muy particular, en los temas de promoción de derechos humanos. Desde la realización de la Conferencia Mundial de Derechos Humanos que fue justamente en Viena en el año de 1993, si no me equivoco, y en épocas mucho más recientes, con esfuerzos que hemos emprendido de manera conjunta en Naciones Unidas.

Señalaría de manera particular en el tema de protección de las personas con discapacidad, donde Austria jugó un papel muy importante, en Viena se habían desarrollado los primeros instrumentos no vinculantes, las directrices que guiaban el comportamiento, la legislación a nivel nacional para proteger estos derechos, y nosotros, junto con Austria, propusimos en su momento formalizar esto a través de una convención, llevarlo a nivel vinculante.

Los temas de promoción del Estado de derecho, que también Austria ha enarbolado, nos unen mucho.

Señalaría, quizá para concluir, no excederme en el uso del tiempo, que también hay un potencial muy grande, sobre todo en lo que tiene que ver con energía. Austria se está convirtiendo en un centro internacional en la materia, no sólo porque es la sede del organismo internacional de energía atómica, sino porque también ahí se ha ubicado la sede de un esfuerzo novedoso del Secretario General de las Naciones Unidas, que se conoce como “Energía para Todos”, que es un esfuerzo por desarrollar, en primer lugar, fuentes alternativas de generación de energía que sean compatibles con los objetivos de reducción de emisiones, de esfuerzos a favor del cambio climático.

Pero que también, además de esto, tienen el propósito de llevar la energía a todos, es decir, de hacerla accesible a las zonas más remotas, a las zonas más pobres del planeta y que además es un esfuerzo –y con esto concluyo- que tiene una singularidad que creo que vale la pena que estudiemos con mayor detalle y que es el hecho de que no se trata esta vez de un órgano más de las Naciones Unidas, de participación gubernamental exclusivamente, sino de un esfuerzo tripartita, o más que tripartita porque involucra de manera directa al sector privado y a la sociedad civil en general, para su conducción, para su desarrollo.

Con estas palabras y desde luego mi disposición para contestar cualquier pregunta, me pongo a sus órdenes.

Muchas gracias senador.

SENADOR RABINDRANATH SALAZAR SOLORIO: Muchísimas gracias al Embajador Luis Alfonso de Alba por su participación.

Sobre este último comentario que hace acerca del tema energético, creo que estamos en el mejor momento de poder explorar y poder tomar en cuenta experiencias positivas en otras regiones del mundo y sobre todo en Europa.

Países como Alemania, como Austria, como España, Inglaterra, tienen experiencias vastas sobre el manejo de energías limpias.

Y en el Senado de la República estamos por iniciar la discusión precisamente después de que se ha aprobado la Reforma Energética, donde hablamos del petróleo, del gas, del fracking y de muchas situaciones.

Pero ahora vamos a empezar una discusión muy interesante sobre energías alternativas.

México, teniendo todo el potencial de energía eólica, energía solar, energía geotérmica, energía hidráulica, y no lo hemos capitalizado.

Somos una potencia en energías alternativas y sin duda las experiencias que podemos comprobar y podemos tomar de otros países sin duda van a ser muy valiosas para nuestro país.

Muchas gracias.

Y vamos ahora a dar el uso de la palabra al Embajador Alfredo Pérez Bravo.

Muy bien. Vamos a darle el uso de la palabra al Embajador Juan José Gómez Camacho.

Él es licenciado en derecho por la Universidad Iberoamericana en México y titular de la maestría en derecho internacional por la Universidad de Georgetown, en Washington, D. C.

Es Embajador de Carrera; miembro del servicio exterior mexicano desde 1988.

Entre los años 2006 y 2009 fue Embajador de México ante la República de Singapur, con concurrencia ante la Unión de Myanmar y el Sultanato de Brunei, en Darussalam.

Fue representante permanente de México ante las Naciones Unidas de agosto de 2009 a diciembre de 2013.

Actualmente se desempeña como Embajador de México ante la Unión Europea, el Reino de Bélgica y el Gran Ducado de Luxemburgo.

Debo aclarar que me han pasado notas con parte del currículum porque verdaderamente es muy extenso.

Si leyera yo el currículum de cada uno de nuestros panelistas nos llevaríamos todo el foro.

Gente, sin duda, con la mayor experiencia.

Adelante Embajador. Tiene el uso de la palabra

EMBAJADOR JUAN JOSÉ GÓMEZ CAMACHO: Senador: primero déjeme sumarme a mis queridos amigos en el agradecimiento y reconocimiento al Senado de la República y a la Comisión para Europa por habernos invitado, haberme invitado a participar esta tarde con ustedes.

Es algo que, como ellos, celebro enormemente, no solamente porque tenemos la oportunidad de compartir y explicar las relaciones de México con Europa sino además también, senador, porque esto refleja algo muy importante en nuestro país, que es la democratización de la política exterior.

El hecho de que hoy el Senado de la República, en el Senado de la República se debata de manera constante, intensa, importante la política exterior, que en México se debata la política exterior de manera pública, es algo que nosotros los diplomáticos lo celebramos enormemente.

Es un reflejo de un estado avanzado de la democracia de México y francamente lo celebramos, y para mí es un enorme placer poder estar esta tarde con ustedes, entre otras, por esa razón.

México-Unión Europea. Entiendo, senador, que esta mañana o esta tarde se discutió antes ya con amplitud porqué nos importa a nosotros nuestra relación con la Unión Europea. Quizá entonces déjeme invertir la pregunta y empezar explicando un poco por qué le importa México a la Unión Europea; por qué somos importantes para la Unión Europea y después entro, rápidamente, a conversar un poco sobre en dónde estamos, esta actualización y renegociación de nuestra relación con esta institución.

Quizá debería decir primero que nada, que la Unión Europea es no una, es el ejemplo de integración regional más sofisticada, más avanzada y más fascinante que existe en el mundo. No creo que sea replicable y además los niveles de prosperidad y paz que este proceso de integración ha alcanzado, son extraordinariamente destacables; y eso hace que por cierto para nosotros, el Gobierno mexicano, el Estado mexicano naturalmente es una relación de primerísimo nivel.

¿Por qué somos importantes para la Unión Europea?

Somos importantes por muchas razones, y comienzo con la primera, después explico otras y diría, para terminar, que la combinación poderosa de varias de estas razones hace que México sea de una gran relevancia para la Unión Europea.

La primera es que México y la Unión Europea compartimos raíces, compartimos orígenes, compartimos cultura, México es incuestionablemente, con nuestras características propias, pero incuestionablemente occidental; compartimos valores, compartimos principios; y eso es algo que no solamente no se soslaya, sino al contrario, para efectos de la Unión Europea, desde la perspectiva de la Unión Europea, es de una relevancia muy, muy importante.

Y siguiendo esta línea de pensamiento, la relación que la Unión Europea ve con nuestro país, es una relación entre democracias, y eso también –como digo– tiene un valor muy señalado que tampoco se puede soslayar.

Pocos países de la envergadura, del tamaño y de las características que tiene México, tienen o comparten o experimentan esta afinidad de visiones, de principios, de convicciones, culturales e históricas, con la Unión Europea.

En esta misma línea de razones y sin ningún intento de ser modesto como mexicano, una razón importante para la Unión Europea es simple y sencillamente que México es un país enorme. Somos un país gigantesco desde cualquier punto de vista; somos un país, una nación claramente emergente; una nación que el día de hoy tiene una gran relevancia a nivel internacional, pero sobre todo que el día de mañana la tendrá más.

Si ustedes comparan cifras, nos comparamos con la Unión Europea en distintos ángulos, algunas de las cifras resultan francamente impresionantes. Hago a un lado las obvias, las obvias son: el tamaño de nuestra población, somos un país de 120 millones de habitantes, digamos, 35 millones más que el país miembro de la Unión Europea más grande en población, que es Alemania.

Si medimos territorio, por ejemplo, el territorio mexicano es un poco superior a un poco más de la mitad del territorio total de la Unión Europea.

Esos dos son obvios y son conocidos, pero vayamos a los números económicos o las cifras económicas. Si vemos el Producto Interno Bruto de México, por ejemplo, midamos estrictamente como PIB o bien sobre la base de la paridad de compra; el tamaño de la economía mexicana es superior más o menos, entre 23, 24 miembros de la Unión Europea.

Es decir, 23 o 24 miembros de la Unión Europea, y con algunos número hasta 25, son más pequeños que México.

Otra razón importante por la cual nos ven como nos ven, es porque nuestro país tiene además, senador, como lo hemos usted y yo conversado antes en otras ocasiones, somos un país con una singularidad muy importante que es esta idea de las pertenencias múltiples.

Somos un país latinoamericano que está en América del Norte; somos un país en desarrollo emergente, pero que hemos alcanzado niveles muy importantes que también somos OCDE, somos un país que tiene una cara hacia el Atlántico, pero que también tenemos una cara hacia el Pacífico.

Somos un país que, para efectos nuevamente de la Unión Europea, formamos arte o representamos –déjenme ponerlo así–cuatro niveles distintos: el primero es el nuestro país, México como país, lo que representa, nuestro tamaño, nuestro crecimiento, nuestro potencial, nuestra población, las reformas, el gran dinamismo que se experimenta en México.

Pero también somos un país con un liderazgo y una influencia natural en América Latina. Se puede discutir mucho qué tanto, cómo, hacia dónde, no importa, es natural nuestro peso en nuestra región; es natural la influencia que tiene México y es visto y seguido de manera muy cercana por la Unión Europea también.

No entro en los detalles de la Alianza del Pacífico y algunos otros ejercicios, simplemente lo dejo como país, México, de una influencia importante natural en la región de América Latina. Al mismo tiempo somos un país norteamericano.

Y no solamente somos un país geográficamente norteamericano, somos un país económicamente norteamericano, y el altísimo nivel –y eso no hay que perderlo de vista– el altísimo nivel de integración económica de México con América del Norte, es un factor que nuevamente en la Unión Europea es seguido de manera muy relevante.

Entre otras razones, porque para la Unión Europea una de sus relaciones más estratégicas a la que están apostando un gran capital político, es a la llamada relación trasatlántica. La relación trasatlántica no es exclusivamente Estados Unidos; la relación trasatlántica es América del Norte y América del Norte no es Estados Unidos exclusivamente ni es Estados Unidos y Canadá, es Estados Unidos, Canadá y México.

Y aquí no soy yo embajador de México poniendo palabras en boca ajena, sino es lo que la propia Unión Europea, mis colegas en la Unión Europea en las instituciones nos comparten de cómo ven, cuál es su visión en esta relación.

Nuevamente, la trascendencia que tiene México –y recapitulo rápidamente– es México en lo individual, un país enorme, una nación emergente, sobre todo con un futuro muy importante.

Segundo, el país de una enorme influencia en América Latina.

Tercero, un país que forma parte de América del Norte, integrado económicamente en América del Norte, en donde hay una relación genuinamente estratégica y crucial de la Unión Europea con esta región.

Y cuarto –eso tampoco hay que perderlo de vista, y no lo decimos con suficiente claridad o con la suficiente frecuencia– y es esta idea del México cada vez más global; el México cada vez más sistémico; el México cada vez más influyente en regiones, llamémosles “no tradicionales”. Y, en este sentido, MICTA, del que seguramente ya se ha conversado en este foro, está empezando a tomar un lugar importante.

MICTA, como ustedes saben, es esta nueva conformación política, agrupación política de naciones muy importantes: México, Indonesia, Corea, Turquía y Australia. Y, por ejemplo, la semana pasada fui informado –cosa que me dio mucho gusto– que dentro de la Comisión Europea y del Servicio de Acción Externa se acaba de crear o designar a un funcionario específicamente con el propósito de dar seguimiento a MICTA.

Entonces, si ustedes ven estos cuatro niveles que representa México, pueden entender por qué la Unión Europea hace ya varios años designó a México como socio estratégico.

Y la etiqueta de socio estratégico no es solamente una etiqueta, significa, en el lenguaje y en la política interna de las instituciones europeas, que México es una de las 10 relaciones externas más importantes que tiene la Unión Europea como grupo.

Tienen a la fecha hoy solamente 10 socios estratégicos, México es uno de ellos y los otros 9 son exactamente los que ustedes se imaginan: Estados Unidos, Rusia, Canadá, India, China, etcétera.

Entonces, si ustedes siguen todo este razonamiento, esta racionalidad, se dan cuenta o nos damos cuenta que efectivamente México ocupa un lugar muy importante en los ánimos, en la reflexión y en el diseño de política exterior de la Unión Europea.

Siguiente tema, que es justamente en el cual estamos embarcados ahora, que es la modernización de nuestra relación estratégica y de este acuerdo global.

¿Qué significa eso?

La relación de México con la Unión Europea, por todas las razones que se han escuchado en este panel, por mis colegas, la embajadora Espinosa, el embajador de Alba y esta mañana por el subsecretario de Icaza y el doctor Zabludovsky, es una relación tan no solamente de una gran intensidad y de una gran cercanía, sino es una relación que por lo mismo es altamente institucionalizada.

Tiene una arquitectura importante, compleja, que está diseñada no solamente a mantener esta relación en estricto sentido política-diplomático, sino algo mucho más importante.

Si ustedes ven las relaciones exteriores de México, no quiero decir menos importantes, pero de menor envergadura que de la Unión Europea, podrán ustedes ver que las relaciones se dan y se reflejan, se expresan, a través de canales oficiales; cancillería con cancillería, gobierno con gobierno, porque así es la diplomacia.

Con la Unión Europea el nivel de intensidad, de afinidad, de cercanía, es tal, que es una relación que se expresa a través de una gran cantidad de vasos comunicantes sociales.

Esta es una relación que tiene derechohabientes, si me permiten usar el término, muy importantes y ¿quiénes son estos derechohabientes? Las sociedades de los dos lados, son los empresarios, son académicos, son intelectuales, son científicos, son artistas, son creadores, son innovadores, mexicanos y europeos, que todos los días mantienen una relación de una gran intensidad y muy estrecha.

Entonces, el reto de la política exterior, el reto de la Unión Europea y del gobierno mexicano no es construir la relación, es seguir aceitando, seguir creando canales ágiles que permitan que esa relación entre derechohabientes, pueda ser más ágil y mucho más benéfica de lo que ha sido hasta ahora.

Es, insisto, una relación con múltiples vasos comunicantes reales.

Entonces, de esta manera, hace dos años los entonces presidentes Van Rompuy y Barroso, del Consejo y de la Comisión, le propusieron al presidente de la República, al licenciado Enrique Peña Nieto, entrar en una fase de modernización de esta relación.

¿Por qué? Además de todas las razones que acabo de explicar, porque la Unión Europea, desde el año 2000 que es en realidad cuando entran en vigor estos acuerdos incluyendo el comercial, ha cambiado mucho.

En ese entonces era la Comunidad Económica Europea y tenía 14 miembros. Hoy es la Unión Europea con muchas mayores facultades y son 28 miembros. Entonces las circunstancias del lado europeo han cambiado.

Pero además del lado mexicano han cambiado mucho más. El país que México era en 2000 no es el que es hoy en el 2015.

Hoy somos un país, como digo nuevamente, con una economía muy grande, muy importante, que estamos creciendo con una influencia y presencia global cada vez más importante y cada vez más sistémica.

Entonces siguiendo esta propuesta de la Unión Europea de comenzar esta modernización, acordamos ambas partes dos grandes sombrillas:

Para qué queremos modernizar la relación, cuáles son los principios que vamos a promover, cuál es el gran objetivo de esta modernización.

Y bilateralmente acordamos dos principios que son centrales y que reflejan esta importancia de lo que quiero explicar.

El primero es la prosperidad común. Es esta idea de que tanto la Unión Europea como México nos necesitamos mutuamente para seguir construyendo prosperidad, tanto en la Unión Europea como en México.

Ambos entendemos muy bien que la prosperidad no se genera en el vacío, que la prosperidad, la creación de prosperidad ya no es suma cero como era antes, en donde la prosperidad de uno se hacía sobre la base de la falta de prosperidad del otro.

En la conformación de las relaciones internacionales, hoy de la globalización de la economía, y de la globalización en general de todo, solamente se puede generar prosperidad cuando generamos prosperidad para todos.

Y ese principio, es un principio que va a comenzar a regir, que va a ser un gran principio inspirador de esta negociación México-Unión Europea.

Todo lo que vamos a hacer, en todos los carriles que tiene esta relación, estarán encaminados a fortalecer, a (falla de origen)… es otro objetivo central y cada vez más central en la política exterior de México, que es la idea, la noción de la responsabilidad global.

El Presidente de la República, el licenciado Peña Nieto, como ustedes saben, al inicio de su administración, cuando planteó los 5 ejes de la política de su Gobierno, el quinto es uno muy importante, que es esta idea, este gran objetivo de la responsabilidad global de México, es el reconocimiento de que México no solamente es grande, no solamente somos muy influyentes a nivel global y que somos cada vez más influyentes, sino que esa influencia debe ser ejercida con responsabilidad y que debe ser una influencia que promueva las mejores causas internacionales:

Que promueva la paz, que promueva la democracia, que promueva los derechos humanos, que promueva el desarrollo, que promueva el crecimiento, que promueva la prosperidad.

Pocas relaciones, pocas asociaciones de México, como la de la Unión Europea, tienen la capacidad de ayudar a México a hacer realidad esta idea de la responsabilidad global.

Y en sentido inverso: pocas relaciones de la Unión Europea, tienen la capacidad de contribuir a su propia idea, que es la nuestra, de su responsabilidad global como la de México, o como la relación con México.

¿Por qué? Porque los dos compartimos el principio, pero además los dos tenemos capacidades diferenciadas.

Tenemos influencias en distintas partes. Tenemos experiencias en distintas partes que se retroalimentan de una manera excepcional.

El Embajador De Alba les puede decir; la Embajadora Espinosa, por ejemplo, en el ámbito multilateral la forma tan cercana y natural con la que trabajamos México y la Unión Europea, porque no solamente compartimos valores, principios, visiones de política exterior, de cómo entendemos la globalización del mundo y las relaciones multilaterales; sino porque además tenemos capacidad de fortalecer mutuamente nuestras –como digo– capacidades.

De esta manera se desprende, senador, esta gran negociación que nos hemos embarcado con la Unión Europea. Como decía la ex canciller Espinosa, este gran acuerdo México-Unión Europea tiene tres pilares, tiene tres carriles:

Uno es el de diálogo político, el otro es el de cooperación y el tercero es comercial. En el caso del de diálogo político, el sentido de este pilar es el diálogo constante, sectorial entre autoridades europeas y autoridades mexicanas en un número muy importante de temas diferentes: pueden ser temas sociales, pueden ser asuntos políticos, pueden ser asuntos económicos, asuntos de desarrollo; tenemos diálogos sectoriales que operan con un gran dinamismo entre las dos partes y en donde Secretarías de Estado mexicanas, no sé, Desarrollo Social, SEDATU o la Secretaría de Hacienda, la Secretaría de Educación Pública, CONACULT; conversan de manera sistemática con sus contrapartes europeas, con la idea de fortalecer el intercambio de experiencias, con la idea de fortalecer las capacidades que unos y otros tenemos en esos ámbitos.

La idea de la modernización, en este capítulo en particular, es no solamente generar diálogos muchísimo más eficaces, mucho más ágiles; sino que además sean sobre temáticas mucho más modernas, por ejemplo vamos a incorporar seguramente el tema energético, vamos a incorporar la agenda digital, telecomunicaciones; y que además todos estos diálogos se traduzcan en resultados mucho más tangibles y mucho más concretos para ambos.

El carril de la cooperación es uno muy, muy interesante, también ya lo mencionaba la ex canciller Espinosa, es uno en el que básicamente lo que estamos buscando, lo que queremos ambos es tener un esquema de cooperación mucho más sofisticado.

Un esquema de cooperación que esté mucho más enfocado a sectores mucho más sofisticados, a nichos mucho más complejos en donde no solamente México, sino también la Unión Europea tenemos capacidad de contribuir. Es decir, hay la percepción que en la cooperación México-Unión Europea hay una relación vertical en donde la Unión Europea nos da dinero para que nosotros aprendamos o hagamos cosas.

Quiero decirles que la relación de cooperación con la Unión Europea es una relación horizontal, en donde ambos financiamos, por euro que pone la Unión Europea, hay un euro mexicano; y no solamente es para beneficiar y desarrollar capacidades en México, sino también para beneficiar y desarrollar capacidades en la Unión Europea.

Y tercero –y con esto termino, senador– es el carril comercial. En el año 2000 entró en vigor el Tratado de Libre Comercio México-Unión Europea –como decía también la embajadora Espinosa–, es un tratado que tuvo sobre todo en su primera fase, un éxito extraordinario y que multiplicó el comercio entre ambos, de una manera muy sobresaliente.

Al mismo tiempo, es un vehículo superado, es un tratado que en su momento fue un tratado de vanguardia, fue un tratado de última generación; hoy es un vehículo superado. Es un tratado que en realidad solamente abarca o liberalizó bienes y en algún sentido servicios, pero nada más.

Las consecuencias de eso fueron, por un lado –como decíamos–, un gran crecimiento de la relación comercial, económica y de inversión México-Unión Europea; pero al mismo tiempo hay que decirlo, durante los últimos ocho años, este desarrollo se ha ido quedando lento.

¿Perdón?

Tiempo.

Bueno, espero que podamos terminar este tratado en los siguientes, el mandato para negociar de la Unión Europea, en los siguientes seis meses y empezar la negociación seis, siete meses formal.

Gracias, senador, y perdón que me haya extendido en el uso del tiempo.

SENADOR RABINDRANATH SALAZAR SOLORIO: No, al contrario embajador, muchísimas gracias a nuestro embajador Gómez Camacho por su participación.

Vamos a dar ahora el uso de la palabra al Embajador Alfredo Pérez Bravo, quien actualmente se desempeña como Asesor Especial del Secretario de Relaciones Exteriores.

El Embajador Pérez Bravo es miembro del Servicio Exterior Mexicano desde 1980. Es Licenciado en Relaciones Internacionales por la Universidad Nacional Autónoma de México.

Previamente fungió como Director General de Protocolo. Ha sido también Embajador de México ante la Federación Rusa, Embajador de México en Malasia, Embajador de México en Panamá y, con toda certeza, en próximos días Embajador de nuestro país en Portugal.

Adelante, tiene el uso de la palabra, por favor.

EMBAJADOR ALFREDO PÉREZ BRAVO: Muchas gracias. Muy buenas tardes.

Quisiera, en primer lugar, agradecer al senador Salazar Solorio por la amabilidad de su conducción, por haber hecho el tema de Europa un tema importante en este Seminario.

Quisiera también decirles que este año cumplo 40 años en la Secretaría de Relaciones Exteriores. No sé si son buenas o malas noticias, yo creo que son buenas.

No son tan buenas porque quiere decir que uno ya se está haciendo viejito, pero lo comento porque en ese periodo de cuatro décadas nunca se había dado un seminario como este por parte del Senado.

Yo quiero felicitar, lo hemos hecho todos, pero déjenme decirlo, con esos 40 años atrás, que estamos muy contentos. Pensamos, senador, que este es un ejercicio extraordinario que permite a la política exterior de México, que permite a los equipos del Senado y de Cancillería ponerse al día y además compartir conocimientos y experiencias con un público tan distinguido como el que tenemos, no sólo hoy en la tarde sino yo he estado en la mayoría de las reuniones desde el lunes y ha sido verdaderamente extraordinario.

Además entiendo que hay otras salas que están igualmente completas, sobre todo por gente joven que nos acompaña en estos días.

Quiero, por lo tanto, agradecer al señor senador Miguel Barbosa por todo el apoyo que ha brindado a esta iniciativa y a todos los senadores que han hecho posible esta participación.

Quiero destacar, y también mi agradecimiento, a la senadora Beristáin, con quien hemos tenido la suerte de hacer algunas giras presidenciales y beneficiarnos de sus comentarios sobre el aspecto internacional.

Creo que también es muy importante y muy útil que embajadores extranjeros acreditados en México nos acompañen, y quiero decirles que la relación México-Alemania no podría estar mejor representada, primero, por México en Alemania, que es Patricia.

Le digo Patricia porque cuando yo la conocí ella tenía como 15 años de edad y yo ya tenía como 40, y además una gran canciller que yo quiero mucho. Y Víctor, el embajador de Alemana aquí, que es un extraordinario embajador.

Y ya que este ejercicio de los aplausos nos ayuda a despertarnos un poco –bueno, yo sé que no se durmieron durante, sobre todo la presentación del ex canciller– pero yo sí quisiera pedirles, con el permiso del senador, que diéramos un fuerte aplauso al equipo del Senado que ha organizado todo este Seminario.

Miren, lo pido porque yo fui jefe de protocolo dos años, tres meses, dos semanas, tres horas, cinco minutos, y créanme que la organización de estos eventos es muy complicada y muchas veces no se da uno cuenta de todo lo que viven; a lo mejor están durmiendo tres-cuatro horas por estar atendiendo todo.

Yo propongo un aplauso para el equipo del Senado y también para el Área de Coordinación Política de la Cancillería.

Quiero decirles también que es una alegría, voy a agotar mis 15 minutos en agradecimientos, pero bueno, ojalá me regalen unos dos más por este paquete de agradecimientos, pero decirles que estar con estos tres multilateralistas mexicanos es verdaderamente un lujo.

Cuando entre a la Cancillería, Luis Echeverría era el presidente de México y Alfonso García Robles era el canciller mexicano y desde ese momento me quedó claro que la parte fuerte de la política exterior de México es la parte multilateral.

Tenemos grandes multilateralistas y aquí tenemos tres de ellos. Yo también he trabajado en lo multilateral, pero ellos no me han aceptado todavía, pero algún día lo lograré.

Hice tres presentaciones, pero la verdad es que conforme iban hablando los ponentes se iban agotando mis presentaciones y al final tomé una decisión, autorizada por el senador, de mejor hablarles de una experiencia personal como embajador.

Europa de alguna manera ha estado en mi camino. Mi primer puesto como diplomático fue Estocolmo, donde viví cuatro inviernos, ahí nació mi primer hijo, pero yo todavía no era embajador.

Ya como embajador tuve la suerte de ser embajador en Rusia, que es un gran país, de 2007 a 2012 y quisiera concentrarme un poco en qué hicimos en Rusia, hace tres años deje esa posición y también estoy seguro que muchos de los que están aquí, en este auditorio, en los otros salones, serán futuros diplomáticos.

Y cuando uno entra al servicio exterior lo menos que le dicen a uno es que cuando uno va a vivir al exterior se pasan sufrimientos, algunos serios. Uno de ellos es no hablar el idioma.

Cuando llegué a Suecia, por ejemplo, y a Rusia, no hablaba el idioma. Ahora hablo sueco, bueno, ya se me está olvidando, y algo de ruso, pero ese es el primer desafío que tiene un diplomático, moverse en el idioma.

Patricia es natural en el alemán, estudio en el Colegio Alemán y por eso me parece que desde que ella llegó el primer día, la primera vez de embajadora a Alemania, pudo tener un cien por ciento de eficiencia y de resultados.

Por eso los idiomas son muy importantes. Víctor, el embajador de Alemania, habla perfecto español. Estamos investigando si en realidad es alemán, pero habla muy bien español y el idioma es muy importante.

Otros elementos que veces no los pensamos, por ejemplo el frío ruso, yo les diría, bueno, pasé casi seis inviernos en Rusia, disfruté mucho el país, pero tiene un grado de dificultad: vivir seis meses bajo cero es algo que aquí uno sale, en la ciudad de México, en cualquier lugar en México y uno no piensa en la temperatura, uno dice llévate un suéter o una chambrita, pero en realidad no está uno viendo el termómetro.

En Moscú, antes de salir a la calle, hay que ver si es menos 10 ó menos 25 ó menos 30, si es sobre cero, pues ya sale uno en short, pero ese es el punto.

Cuando yo llegué a Rusia, y hablando ya de la relación bilateral, yo llegué a principios de septiembre del 2007. Es una fecha muy importante para todas las embajadas porque estamos en plena preparación de la fiesta nacional.

Entonces yo reuní a los funcionarios diplomáticos de la Embajada de México en Rusia y les pregunté cómo iban los preparativos. Ellos me empezaron a decir: “bueno, vamos a tener como 400 invitados”.

Les dije: quisiera ver la lista y cuando vi la lista de invitados me percaté que el más joven de ellos tenía 80 años y que no había en esa lista un solo empresario ruso.

Y la respuesta de algún colega, fue: “lo que pasa es que el sector privado apenas está madurando en este país; está en transición, etcétera, etcétera”.

Entonces el primer diagnóstico de la relación es que no se movía pero respiraba. Entonces había que ayudarla a moverse.

Algunos datos de cómo estaba la relación:

Tardábamos 45 días en dar una Visa a ciudadanos rusos. Imagínense.

Si algún ruso –me voy a un extremo-, un ciudadano que vivía en Vladivostok, que está a 9 horas 45 minutos de vuelo directo, de Vladivostok a Moscú, tenía que venir a la Embajada a hacer el trámite de Visa, regresarse a Vladivostok y esperar 45 días para ver si se la habíamos autorizado o no.

Si se la habíamos autorizado tenía que regresar a Moscú. Era verdaderamente absurdo.

Viajaban a México menos de mil turistas al año, por obvias razones. Si sacar una Visa tardaba 45 días, quién quería venir a México.

No vendíamos frutas, no vendíamos legumbres, menos carne. No vendíamos ni una gota de tequila, y en un país que les gusta beber. Lo digo con todo respeto. Tampoco recibíamos muchas delegaciones; más bien eras pocas las delegaciones que recibíamos.

Qué fue lo que hicimos: algo que yo siempre he recomendado, sobre todo en este tipo de relaciones que tiene México con países donde se está iniciando, o de alguna manera está en vías de maduración la relación, es participar en ferias comerciales.

Parece mentira pero es una actividad muy importante. En Moscú, en Rusia, la feria de Alimentos y Bebidas más importante es PRODEXPO, y esto ocurre cada febrero de cada año.

Hablamos con la Secretaría de Agricultura y con alguna duda nos empezaron a apoyar para llevar un grupo de empresarios a esa feria.

En esa feria, en 2008, que fue mi primera feria, logramos que fueran 6 empresarios mexicanos del tequila.

Y además increíble, un febrero muy frío que teníamos menos 27 grados, o 27 bajo cero y algunos de los empresarios llegaron pues con un sweater. En fin, tuvimos que apoyarlos porque esas temperaturas son verdaderamente peligrosas.

Bueno, no les hago el cuento largo pero en cuatro días de estar en la feria, además no hablaban el idioma, no tenían por qué hablarlo, pero bueno, no lo hablaban, con el frío, etcétera, los dos primeros días no se paraba ni una mosca en el stand de México.

Bueno, al quinto día habíamos firmado acuerdos de venta de tequila por un millón de dólares; un millón de dólares en 2008.

En febrero de 2009, tuvimos 15 empresarios. Ya se animaron porque ya vieron que podía haber algo de negocio, y de los cuales 12 eran tequileros y tres que vendían frutas.

Logramos ventas por 12 millones de dólares.

El 2009 fue un año muy complicado. Recordarán ustedes que fue el año de la crisis financiera internacional. Fue un año en que Rusia creció menos 7 por ciento, creo que fue el mismo crecimiento que tuvo México.

No obstante esta crisis financiera, en PRODEXPO tuvimos 25 empresarios mexicanos tequileros, se agregó mezcal, y uno muy importante para el mercado mexicano en el exterior, que es carne. Logramos contratos por 23 millones de dólares.

Hay que decir que desde 2008 hasta 2009, finales, estuvimos negociando con las autoridades rusas permisos zoosanitarios para poder vender la carne mexicana. Fue hasta finales de 2009 que logramos que nos dieran los permisos las autoridades rusas para venta de carne. Y en PRODEXPO 2010, participaron 60 empresarios mexicanos: estuvo ya SuKarne y otras empresas muy importantes de empresas de carne, y se lograron contratos por 600 millones de dólares, algunos productos, y 120 millones de dólares de carne. Primera vez que van empresarios mexicanos, ponen las muestras de carne y salen con 120 millones de contratos.

En 2011 vendíamos ya 50 millones de tequila en el mercado ruso, y 400 millones de dólares de carne. Quiero decirles que el segundo mercado más importante de la venta de carne en ese momento era Japón y Corea del Sur; el mercado ruso rebasó de manera espectacular la venta de carne en estos países asiáticos.

Paralelamente tuvimos que trabajar en algo que para mí era muy importante: el tema de la visa. Cuando yo llegué a Moscú, cualquier autoridad rusa que me saludaba, me reclamaba “¿por qué tardan 45 días en darnos una vista?”. Era verdaderamente un insulto para ellos y la verdad es que no les faltaba razón, porque cuando un país o un gobierno tarda 45 días en dar una visa, el mensaje es: “creo que no quiero que vengas o tengo algunos problemas”.

Uno de los primeros análisis de porqué tardábamos tanto, es que en la Ciudad de México el permiso o la solicitud que mandaba la Embajada, tomaba casi 40 días. Y esto ocurría porque tenían participar tres autoridades mexicanas para dar cada una su autorización a cada una de las visas rusas: Migración, Gobernación y CISEN.

Yo quiero decirles –y seguramente esto no ofenderá a nadie– que los diplomáticos mexicanos tenemos que negociar con las autoridades extranjeras; pero a veces –y aquí lo saben mis colegas– la negociación más complicada es con algunas autoridades mexicanas.

Convencer a estas tres instituciones que los rusos no eran malos…


¿Ya ven?, no me dieron el bono de mis dos minutos. ¿Sí me lo dieron?

Bueno, la verdad es que ya tenemos que terminar. Yo les iba a hablar también de Portugal y de Panamá y Malasia, pero creo que será en otra ocasión.

Pero déjenme decirles que logramos disminuir los tiempos de visa de 45 días, en 2008, a 15 días; y en 2010 logramos algo fabuloso: una sola base de datos para una visa electrónica. Los rusos entraban a internet y conseguían su visa para México, en un minuto.

¿Qué significó eso?

Que en 2007 viajaban menos de mil turistas a México; en 2009 recibimos 20 mil turistas; en 2010 75 mil; y en 2012 cerca de 100 mil. Esto implicaba una derrama de casi 400 millones de dólares. Es decir, en el año 2012 estábamos ingresando a México casi mil millones de dólares.

Esto se lo expliqué a la Oficialía Mayor de la Secretaría, para que nos aumentaran el sueldo, nos dieran más recursos; pero no los convenció del todo.

Así que para el próximo seminario les comentaré el segundo capítulo de la historia rusa y el primero de Portugal.

Muchas gracias.

SENADOR RABINDRANATH SALAZAR SOLORIO: Muchísimas gracias a nuestro embajador Alfredo Pérez Bravo por su exposición. Estaremos atentos al segundo capítulo y al primero de los otros países.

Sí estamos un poco justos de tiempo. Les comentaba yo hace un momento que en breves momentos estaremos en una reunión con la Comisión Parlamentaria Mixta y estamos preparando también ese evento. Será en un par de horas más y estamos un poco apurados.

Sin embargo, muy importante es que se puedan establecer algunas de las preguntas que han hecho llegar ya con antelación durante la exposición de nuestros panelistas. No sin antes mencionar sobre lo último que exponía muy adecuadamente el Embajador Pérez Bravo y, dicho de manera muy coloquial, se dice:

Se incrementa el comercio, ¿pero en qué? Quienes hemos tenido la oportunidad de poder tener contacto con algunos empresarios, con algunos productores y ver que efectivamente estos acuerdos, este diálogo político, esta cooperación y estos acuerdos comerciales rinden frutos, verdaderamente da gusto.

Yo tuve la oportunidad, por ejemplo, de estar platicando con un grupo que se organizaron y producen aguacate –extraordinario, aquí de nuestro país– y que se vio beneficiado con estos fondos de cooperación con el Fondo de la Unión Europea, donde, como ya lo explicaba muy acertadamente hace un rato nuestro Embajador Gómez Camacho, por cada euro que pone la Unión, un euro lo pone el gobierno federal y de esa manera se concentran estos fondos para poder impulsar ese tipo de proyectos.

He visto cómo se ha visto beneficiada gente que produce aguacate; ahora mismo hay pláticas con mezcaleros, aparte del tequila que se ha mandado a Rusia; mezcal, bueno, varias medidas espirituosas y cuestiones mucho más sofisticadas.

Tuve la oportunidad de poder platicar con jóvenes talentos mexicanos en el exterior, que es una organización que ha venido creciendo de una manera muy importante, con presencia en muchos países europeos. Hay el capítulo alemán, el capítulo inglés, el capítulo español, están en Bélgica; hay una presencia importante de jóvenes que por diversas razones se han ido o han tenido la oportunidad de ir a prepararse al exterior y se han organizado, y están aportando muchos de sus conocimientos y sus experiencias también ahora para poder impulsar a nuestro país desde el exterior.

Y hay gente con grados de especialización increíbles. Hay gente que está trabajando, por ejemplo, en Inglaterra, produciendo satélites en áreas verdaderamente especializadas. Hay gente en área médica, hay gente, bueno, en lo que se puedan ustedes imaginar, aeronáutica, etcétera, y en cuestiones relacionadas por su puesto con el campo.

En fin, sin duda, pues, y como conclusión, esta es una gran relación de amistad, de cultura, de educación comercial, relación que sin duda beneficia de una manera muy fuerte a nuestro país y, por supuesto, al Continente Europeo.

Muchas gracias a nuestros cuatro extraordinarios panelistas que nos acompañaron en este foro. A nombre del Senado de la República, del Presidente Miguel Barbosa Huerta, les damos el más enorme reconocimiento y las más sinceras gracias por su participación.

De igual manera a los estudiantes, a los académicos, a los embajadores, a mis compañeros senadores por estar participando en este importante evento, y que –ya se ha mencionado– sin duda es algo histórico; no se había hecho un ejercicio de esta naturaleza y que tenemos el compromiso de seguir impulsándolo en todas las comisiones.

Es una iniciativa que ha tomado el Presidente del Senado y que, por supuesto, ha sido impulsada, avalada y apoyada por todos los demás senadores que tenemos la alta responsabilidad de participar en las comisiones que tienen que ver con la diplomacia de nuestro país.

Bien, no me queda más que agradecerles y darles un pequeño obsequio a nombre del Senado por su participación, y un aplauso para todos ustedes.

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