Senado de la República

COORDINACIÓN DE COMUNICACIÓN SOCIAL

Versión Estenográfica de la inauguración del Foro “La Política Exterior de México a Debate”

PRESENTADORA: Buenos días. Sean todos bienvenidos al Foro “La Política Exterior de México a Debate”, convocado por el senador Víctor Hermosillo y Celada.

Para comenzar, permítanme presentarles a los integrantes de nuestro presídium, a los cuales les agradecemos mucho su presencia:

El senador Jorge Luis Preciado Rodríguez, presidente del Instituto Belisario Domínguez.
El senador Víctor Hermosillo y Celada.
El senador Teófilo Torres Corzo, presidente de la Comisión Relaciones Exteriores, Asia-Pacífico.
La senadora Gabriela Cuevas Barrón, presidenta de la Comisión de Relaciones Exteriores.
El senador Luis Fernando Salazar Fernández, vicecoordinador de Política Exterior del Grupo Parlamentario del PAN.
La senadora María del Rocío Pineda Gochi, presidenta de la Comisión de Acompañamiento Legislativo del Convenio Marco de la Alianza del Pacífico.
Y el senador Francisco Búrquez Valenzuela, moderador de este Foro.
Agradecemos la presencia de los senadores que nos acompañan, el senador Fernando Herrera. El senador Arquímedes Oramas Vargas, presidente de la Comisión Frontera Sur.
También agradecemos la presencia de los embajadores de Alemania, Austria, Angola, Argelia, País Vasco, Brasil, Panamá, Bulgaria, Guatemala, Ucrania, Marruecos, República Árabe Saharaui, Costa de Marfil, Egipto, Perú, Chile, Irán y a todos los demás integrantes del cuerpo diplomático acreditado en México. Muchas gracias por su participación.
Y a todos los que nos acompañan con su presencia el día de hoy, muchas gracias.
Para comenzar, le pedimos a nuestro anfitrión, el senador Víctor Hermosillo y Celada, nos hable por favor, si es tan amable, sobre el objetivo de este Foro.
SENADOR VÍCTOR HERMOSILLLO Y CELADA: Muy buenos días a todos.
Agradezco la presencia del senador Jorge Luis Preciado, presidente del Instituto Belisario Domínguez. Saludo a la senadora Gabriela Cuevas Barro, presidenta de la Comisión de Relaciones Exteriores. Al senador Luis Fernando Salazar, vicecoordinador de Política Exterior del PAN. Por supuesto, al senador Teófilo Torres Corzo, presidente de la Comisión de Asia-Pacífico.
A mis colegas senadores que están aquí entre nosotros, qué bueno que vinieron. A todos los embajadores que nos acompañan; yo creo que podemos hacer una junta de las Naciones Unidas, ¿verdad? De veras, agradezco su presencia.
A los académicos, estudiantes que nos acompañan. Y por supuesto, con mucho agradecimiento a los ponentes de este Foro sobre Política Exterior de nuestro país.
Quiero decir con toda claridad, que siento que podemos mejorar nuestra política exterior. No refleja el tamaño ni el potencial de México, ya que aspiramos a ser una de las potencias más importantes del mundo.
Nuestro Producto Interno Bruto es el 11 mundial y estamos en una posición de poder progresar mucho, si tomamos las medidas convenientes.
Hoy, nuestra política exterior tiene que estar a la altura de las circunstancias; consciente de que en este mundo global las naciones compiten por llevar mayor bienestar a cada uno de sus habitantes. Hoy necesitamos una diplomacia con definiciones, compromisos y metas claras.
El objetivo de este Foro es hacer una reflexión sobre lo siguiente: La política exterior no puede ser reducida sólo a migración, seguridad, crimen organizado, administración de Embajadas y viajes al extranjero. Nuestra política exterior debe ser más pragmática, alejada de atavismos históricos y de ideologías fracasadas; una diplomacia que ponga temas sobre la mesa en su área de influencia.
México debe posicionarse como una potencia política, económica y cultural; capitalizar y profundizar la relación con América del Norte, que es el mercado más importante del mundo; generar alianzas estratégicas, aprovechando de nuestra posición geopolítica, que den resultados a nuestros ciudadanos.
El Senado debe ser un actor más activo en la planeación y ejecución de la política exterior y, como lo dije anteriormente, una política exterior con definiciones, compromisos y metas.
No tengo la menor duda de que los reconocidos ponentes que veremos el día de hoy, y escucharemos, cumplirán con creces estos objetivos.
El debate y las reflexiones que escucharemos el día de hoy, serán el origen de propuestas legislativas; y espero que se tomen en cuenta para su estudio y toma de decisiones.
Por su asistencia, paciencia y participación, muchísimas gracias.
PRESENTADORA: Muchas gracias, senador.
Contamos también con la presencia del Embajador de España, a quien le damos la bienvenida; y al Embajador de Nueva Zelanda.
A continuación, le cedemos la palabra al senador Jorge Luis Preciado Rodríguez, presidente del Instituto Belisario Domínguez del Senado de la República, para que nos haga favor de dirigirnos unas palabras y dar la declaratoria inaugural.
SENADOR JORGE LUIS PRECIADO RODRÍGUEZ: La verdad es que mis asesores insisten en hacer mis discursos cada que vengo a hablar, y cuando leo el discurso ahí en la mesa, no tiene nada que ver con lo que quiero decir. Entonces, voy a hablarles de lo que estoy sintiendo el día de hoy, que es un poquito más fácil que leer palabras que creo que nunca en mi vida había visto, así medias complejas.
Pero les voy a platicar, y agradezco la presencia de todos los estudiantes que nos acompañan el día de hoy; de los señores embajadores, de los medios de comunicación. Les voy a hablar del México de ayer; de exactamente el día de ayer, no de hace muchos años.
Ayer teníamos una discusión muy interesante sobre México en el mundo. Ayer se celebraban los 20 años de entrada en vigor del Tratado de Libre Comercio.
Hace 20 años exactamente, pensábamos que íbamos en una ruta donde íbamos a entrar al primer mundo –si es que esa definición todavía es válida– donde, por primera vez, nos íbamos a integrar a dos de los grandes países, como era Estados Unidos y Canadá en un gran Tratado de Libre Comercio, donde obviamente la industria, el desarrollo, la economía, la seguridad, tendría una definición muy importante y México pasaría de estar considerado en Centroamérica y Sudamérica, hacia la zona norte. Esa era la gran visión que nos habían vendido.
Por supuesto, en el ‘94 yo andaba de mojado en Estados Unidos, así que no se crean que estaba muy al pendiente del tema. Pero resulta que el 1 de enero del ‘94, cuando entraba en vigor el Tratado de Libre Comercio, apareció el otro México: el México de los muertos.
Hubo levantamiento armado en Chiapas, en Las Margaritas, en Ocosingo; asesinan al candidato presidencial Luis Donaldo Colosio –lamentablemente– y meses después, asesinan al que sería el coordinador del PRI en la Cámara de Diputados, José Francisco Ruiz Massieu; curiosamente ex gobernador de Guerrero, y con esa realidad amanecimos en enero de 1994.
Veinte años después, por primera vez pasamos de un hiperpresidencialismo que controlaba todo, controlaba las cámaras, controlaba los congresos locales, las gubernaturas; a un hipopresidencialismo, en el cual el Presidente tenía que negociar todo con las cámaras.
Durante 12 años nosotros, desde el gobierno, intentamos hacer este cambio, intentamos sacar estas reformas, pero no se nos fueron dados por motivos diversos, y no hay que repartir culpas.
Cuando nosotros llegamos a esta Legislatura, hace 24 meses, tuvimos que tomar una determinación: si seguíamos tratando de ser una oposición que paralizara al Congreso y paralizara las reformas y paralizara al país o podríamos ser una oposición que le diera viabilidad al país.
Obviamente no fue fácil, porque internamente ustedes saben que a veces gana más la revancha que la amistad y todo mundo quería cobrar revancha de 12 años que no nos dieron las reformas.
Sin embargo, el Consejo Nacional nuestro decidió, por mayoría, que fuéramos a sacar estas reformas porque el país las necesitaba, y nos enfrascamos en un gran debate que fue el Pacto por México, donde firmamos 95 acuerdos o un acuerdo de 95 puntos –para decirlo de otra forma–, y en el cual a las cámaras se nos encargó sacar 12 de las grandes reformas que necesitaba nuestro país, para nuevamente entrar a la aldea global, para nuevamente entrar a ser competitivos, para nuevamente entrar a ser y demostrar por qué somos la catorceava economía del planeta.
Y sacamos la reforma en telecomunicaciones; sacamos la reforma en energía; sacamos la reforma en competencia económica; sacamos la reforma financiera; sacamos la reforma educativa; sacamos un nuevo Código Penal único, de procedimientos penales único; sacamos una nueva Ley de Amparo; sacamos una reforma político-electoral que crea no solamente la reelección, que desde 1933 no se lograba, sino que además logramos crear figuras tan importantes como un nuevo Instituto Nacional Electoral, una nueva Fiscalía General de la Nación, que no tiene nada que ver ya con el Ejecutivo y por supuesto está pendiente una Comisión Nacional Anticorrupción.
Todo esto, cuando lo poníamos en papel, parecía que era algo inimaginable. Nos tardamos 24 meses en sacar 12 de las grandes reformas que no se habían hecho en este país durante los últimos 80 años, en 12 meses.
Cuando ya creíamos que otra vez nos estábamos enfilando como un país altamente competitivo, en el entorno internacional, con anuncios tan importantes como el que hizo el Presidente Enrique Peña Nieto en la ONU, de volvernos a integrar al Consejo de Seguridad y poder participar en las misiones de paz a nivel global, nuevamente nos encontramos con el México bronco, con el México difícil, con el México de los muertos.
Veinte años después, paradójicamente, cuando parece que nos estamos enfilando hacia la ruta del éxito económico, del éxito educativo, del éxito social, nuevamente la realidad nos despierta y hay que decirlo con todas sus letras: la masacre de 49 jóvenes estudiantes en el estado de Guerrero nos tiene que poner a reflexionar; pero nos tiene que poner a reflexionar porque, en primer lugar, es doloroso que se pierda el respeto por la vida humana.
Al día de hoy México contabiliza 10 mil 264 homicidios en un año. Esto es en cualquier otro país esto sería imperdonable, habría protestas por todos lados y sin embargo, México, en su gran parte, en su territorio se mantiene estable.
Somos el onceavo país más grande del planeta y estamos estables, pero estamos con un profundo dolor. No se puede admitir que entre una guerra de cárteles del narcotráfico, se tome como rehenes a estudiantes que no tienen nada que ver en el conflicto. Es un tema difícil.
Sé que el Embajador de Irán lo comprende perfectamente porque están pasando por una situación muy similar allá en su país, donde parte de una población pretende crear un nuevo Estado, un nuevo Califato, en donde también el respeto por la vida humana se ha perdido, y se ha perdido de manera sumamente grave.
Yo creo que este Foro debe servir para reflexionar, pero no solamente para reflexionar sobre México. Debe servir para reflexionar en el mundo.
Por eso creo que la presencia de los embajadores es muy importante. Porque debemos reflexionar qué está pasando con nuestro mundo en términos de valores, en términos de respeto de la vida humana, en términos de respeto a la libertad, en términos de respeto a la democracia, en términos de respeto a los seres humanos como humanos, independientemente de la forma que puedan pensar ser o hacer.
Creo que este Foro debe enriquecernos, debe saber qué es lo que realmente estamos haciendo en el planeta, todos, no sólo México. México quiere una relación más amplia con todo el mundo, por supuesto.
Decía Porfirio Díaz –por lo menos a él le señalaban esta frase–: “Pobre México. Tan lejos de Dios y tan cerca de los Estados Unidos”.
Tres mil 209 kilómetros de frontera tenemos con Estados Unidos. Nuestro comercio se mueve en un promedio del 80 por ciento con Estados Unidos, pero con ese 80 por ciento también más nuestros problemas de migración, de tráfico de drogas, de tráfico de armas, de trata de personas.
Hay que analizar la posición de México en el mundo.
Sirva este Foro de Política Exterior para intercambiar opiniones, para saber qué realmente es lo que está pasando en esta aldea global.
Es importante tener a especialistas que nos platiquen. Tener a jóvenes ávidos de participar, pero también ávidos de escuchar cuál es la realidad de nuestro país en este momento.
Los foros, y hay que decirlo –y lo digo en mi propia persona–, a veces son aburridos. Dicen que uno conoce a los amigos en la cárcel, en el hospital y en los foros. Entonces quiero pensar que don Víctor Hermosillo tiene muchos amigos.
Pero sirven para algo muy importante, y les voy a decir qué es:
Muchas de esas reformas nosotros las hemos hecho aquí, en el Senado. Y cuando digo aquí literalmente es que físicamente estamos aquí.
Y cuando estamos aquí de pronto comenzamos a perder la visión global. Empezamos a perder, como decían los griegos: “nos entra la Ubris”, que es la pérdida del contacto con la realidad.
Y a veces la realidad que está pasando allá afuera no se refleja en las leyes que estamos haciendo ni en los tratados que estamos firmando.
Por eso es importante intercambiar opiniones, escuchar voces frescas, escuchar voces nuevas, escuchar a quienes tienen la experiencia de estar por todo el mundo y poder representar a sus países, y ver la visión de México desde otra perspectiva.
Estos foros realmente enriquecen a los legisladores porque nos permiten hacer mejores leyes, nos permiten dar mejores opiniones, y nos permiten inclusive aceptar que nos hemos equivocado en algunas de las decisiones que hemos tomado.
Yo creo, y con esto concluyo, que dicen que a los legisladores nos pagan por hablar y luego hablamos sin que nos paguen, en lo siguiente:
La OCDE hace una evaluación de la legislación cada dos años.
Aquí en México se evalúa a los legisladores por números: el número de veces que sube un legislador a Tribuna, el número de veces que un legislador propone un Punto de Acuerdo, el número de veces que presentamos una Iniciativa, o el número de veces que acudimos o no acudimos al Senado.
Y entonces el que más acude es el que más trabaja, y el que más Puntos de Acuerdo es el que más trabaja, y el que más Iniciativas propone es el que más trabaja, y entonces nos convertimos en una numeralia donde hay una competencia entre legisladores, a ver quién sube más a Tribuna, o quién presenta más Puntos de Acuerdo.
¿Y qué sucede? Que nada más el año pasado presentamos mil Puntos de Acuerdo. ¿Y para qué sirvieron esos mil Puntos de Acuerdo?: Para nada.
La evaluación que hace la OCDE es muy sencilla: Después de dos años que se aprueba una ley, evalúan si esa ley realmente sirvió para lo que se dijo que iba a ser.
Pongo un ejemplo: la reforma laboral que aprobamos en septiembre del año 2012, para nosotros era la clave para generar nuevos empleos, atraer inversión, facilitar la contratación de nuevas personas. Dos años después podríamos evaluarla, si realmente lo que pensábamos en ese momento y el debate que vimos en ese momento y el voto que dimos en ese momento, realmente sirvió para lo que nosotros estábamos planteando. Podríamos evaluarlo.
Creo que este Foro, a 20 años del Tratado de Libre Comercio, nos puede servir para evaluar la política exterior de México y saber si realmente los pasos que hemos venido dando todos estos años, los tratados que hemos venido firmando realmente están sirviendo para lo que nosotros creímos que servirían.
Por eso festejo que el senador Víctor Hermosillo haya convocado a este Foro. Agradecerle que me haya invitado a dar unas extensivas palabras; pero decirles que realmente estamos muy interesados en conocer su opinión, en conocer su punto de vista y en saber que podemos hacer las cosas mucho mejor.
Muchísimas gracias.
Le pediría a todos los presentes, si se pueden poner de pie, por favor.
Siendo las 10:14 horas del día 8 de octubre, declaro formalmente inaugurados los trabajos del Foro sobre Política Exterior al que fuimos convocados.
Felicidades y mucho éxito.

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