* Versión estenográfica del senador Fernando Mayans Canabal, del Grupo Parlamentario del PRD, con el teniente coronel, Julián Leyzaola en conferencia de prensa para hablar sobre su carrera en materia de seguridad pública.
Fernando Mayans Canabal (FMC): Les agradezco el interés y la tensión, obviamente no podíamos pasar desapercibido con la presencia de teniente coronel, Julián Leyzaola con toda la experiencia que tiene y en temas de seguridad en donde los Estados Unidos, tanto la DEA como el FBI, le han dado este reconocimiento como “el hombre más valiente de México”, tan es así que en la lucha contra el narco y la delincuencia organizada ha recibido 7 atentados y vale la pena que ustedes pudieran conversar y platicar con el teniente coronel, Julián Leyzaola, le dejo los micrófonos y estamos aquí a las órdenes.
Julián Leyzaola (JL): Mí travesía por la seguridad pública me ha tocado lidiar con dos problemas principales, a veces resulta más, más fácil pelear contra los delincuentes que están en la calle, que contra los propios estructuras de gobierno.
Creo yo, que para poder hacer que las cosas sucedan para lograr la tranquilidad y recuperar una ciudad o recuperar un estado o tal vez todo el país, se tienen que alinear tres condiciones: debe haber voluntad política, debe de haber recursos y de haber personas técnicas con el conocimiento para aplicarlo. Si no se alinea al cualquiera de estas condicionantes, no se puede hacer, creo que el país está adoleciendo.
A nivel Federal creo que existe una falta de voluntad política; hay recursos y muchos, hay gente que sabe cómo combatir, pero falta esa voluntad política, esto se traslada los estados y desde luego, a los municipios.
Me tocó a mí en lo que fue Tijuana combatir con dos grupos carteles que estaban ahí, con “el cártel de Sinaloa” y con “el cartel de los Arellano Félix”, pero afortunadamente se alinearon estas condicionantes y pudimos combatir, sin ninguna línea, sin ninguna limitación, pudimos compartir plenamente a los grupos delincuenciales y quedó claro que cuando se tiene voluntad, no hay poder que pueda contra el poder del Estado.
En 3 años echamos fuera a “los Arellano” y echamos fuera a “los Chapos de Tijuana” en 3 años, en Ciudad Juárez habían fracasado ya otras instituciones federales. Ciudad Juárez ya parecía desahuciada ya nadie creía que se podía recuperar y en dos años y medio, también echamos fuera y estaba “el Cártel de Juárez” y también estaba “el Cártel de Sinaloa”; había los feminicidios, había cerca de 400 muertos por mes y bajo el robo de vehículos con violencia, los homicidios de 400, lo dejamos en 17 por mes, porque se acabó el tiempo, claro que pudimos haber hecho un poco más, pero desafortunadamente los periodos gubernamentales terminan y la siguiente administración a pesar de que se le presentaron los resultados y el plan, y el programa que se aplicó dijo: no me interesa, yo traigo mi propio plan y bueno ahí está.
Entonces, insisto cuando se tienen la voluntad política cuando se tienen los recursos y cuando se tiene alguien que conoce las cosas se pueden hacer y sucede, hay costos sociales, si los hay, porque para echar fuera a delincuentes de este nivel es como arrancar un cáncer y un cáncer duele, duele cuando se raspa para quitar los tumores cancerígenos.
Igual duele a una sociedad sacar a estos grupos, porque se penetran en la sociedad con esos narcocorridos, con esas series de televisión donde la ideología social se ve penetrada y empiezan a ver a los narcos como si fueran héroes, como si fueran personas que no les entran las balas, que no hay nada que se puede hacer contra ellos y eso duele arrancarlo.
Yo, les puedo decir que en Ciudad Juárez en el 60%, 70% de las familias de Juárez había alguien, por lo menos uno que se dedicaban a actividades ilícitas, por lo menos uno en cada familia. Por eso cuando los echamos fuera había muchas protestas, porque les quitamos el medio de sustento, pero se tiene que hacer es algo que tiene que suceder, no debemos permitir que la economía de criminal, la economía del narco sustituya a la economía honesta que debemos todos de practicar.
Pues, hay mucho que hablar pudiéramos estar aquí todo el día, pero yo creo que con estos comentarios yo los dejo.
Y algo muy importante cuando habla de costos sociales me refiero también a los oficiales del ejército, a los oficiales de la policía que cayeron en Tijuana, 43 oficiales cayeron combatiendo el crimen organizado en Juárez cayeron cerca de 17, pero nadie los recuerda, nadie sabe sus nombres dicen: otro oficial caído, otro oficial que murió y sí es noticia pero la noticia genera únicamente el morbo, pero no hay nadie que diga vamos hacerle, -como dice el senador Mayans-, vamos a hacer un muro, un monumento que recuerde a las a las personas que están entregando su vida, porque yo lo digo, ¿qué diferencia hay entre los héroes que nos dieron patria y estos agentes o estos soldados que están entregando también lo más preciado
que tienen que es su propia vida?, ¿cuál es la diferencia entre ellos y los otros?, yo creo que no existe diferencia pero a los otros los honramos estos también merecen eso.
Gracias.
Pregunta (P): Justamente con lo que hablaba usted hace un momento de que quitar el cáncer duele y que puede tener expresiones de resistencia, por parte de algunos grupos de la sociedad. Le quiero preguntar, entorno a usted hay una polémica por las dos recomendaciones que hay de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos una identificada con 7/ 2011 y los otros 12/2015, por presuntas violaciones a los Derechos Humanos ¿estás acusaciones se enmarcan desde su óptica en estas reacciones de resistencia que acusan a dos militares?, dos también en torno a esto, ¿usted considera que los militares todavía falta cultura para el respeto de los derechos humanos? y tres, ¿cree usted que esta resistencia de la sociedad a reconocer la ayuda de militares, de marinos, de policías, de ministeriales también tenga que ver con un prejuicio que surge de una época en la que la violación de los derechos humanos será mayor que la efectividad de estos cuerpos?
Muchísimas gracias.
JL: Primero, las recomendaciones que yo tengo de derechos humanos. Yo quisiera que primero se revisara quienes fueron los que me acusaron, una de ellas de un grupo de policías que estando en servicio los policías asaltaron a un personaje, a un visitante a la ciudad, el presidente de la comisión mundial de karate o taekwondo llegó hacer un torneo a Tijuana y en la noche de ese día. Salió a la avenida Revolución, que es muy característica de Tijuana, fue a pasearse por la avenida Revolución en un taxi llegó en un taxi. Esos oficiales cuando vieron que este señor venía bien vestido, detuvieron el taxi, lo metieron a un callejón, bajaron al señor, lo encañonaron, lo tiraron al piso, le quitaron su cartera le quitaron todavía traía moneda extranjera creo eran yen`s, le quitaron todo lo que traía dólares todo y lo dejaron desplumado y se fueron. El señor puso una querella, puso una denuncia penal.
Al otro día, me llegó la información, revisamos los vídeos y estas patrullas eran dos unidades se ve donde orillan al taxi y lo meten a un callejón donde no hay cámaras. De ahí salen y ya el señor se sale pone la denuncia y el señor se va de Tijuana asustado, como para jamás volver. Cuando ya llega la querella, yo detengo a los oficiales, cuando estamos los reúno a los 4 estamos enfrente de ellos, está el director y yo y les digo que van a ser detenidos y presentados a la procuraduría. Cuando pasa esto los cuatro tratan de salirse de la oficina para no ser detenido eran policías en activo los tuvimos que someter, claro que sí, en el caso, yo mismo tuve que intervenir, yo también recibí golpes de ellos, yo también traía escoriaciones en
la cara en el cuello tengo mi examen médico de que también fui yo objeto de golpes es una es una confrontación, o sea ni modo, así sucedió.
Sucede que cuando ya lo presentamos a ellos, los llevamos a la Procuraduría estos se quejan de que fueron agredidos por nosotros, pero se presentó el examen médico y también el examen médico mío, y del director de policía, pero el de Derechos Humanos pues no tomó en cuenta los de nosotros nada más el de ellos pues sí, bueno lo presente a la Procuraduría se calificó como legal la detención pero no prosiguió el proceso porque el señor este el denunciante se fue del país y no llegó a ratificar su denuncia y quedó ese vacío legal y estos señores salieron y presentaron su denuncia en derechos humanos y se me siguió esa querella y es la que tengo ahorita, una de ellas.
La otra, es de una persona que le decían “Don balas”. “Don balas” es uno que tenía el traslado de droga de Nayarit, Sinaloa, Sonora y Baja California, y las llevaba hasta San Francisco y los Ángeles en una ocasión mataron dos oficiales de policía ahí en Tijuana, en una plaza que se llama Plaza Monarca y en la persecución estos señores se fueron a esconder a un taller, pero no se dieron cuenta que había un helicóptero que los iba siguiendo. Llegamos al taller el señor esté, que le decían “Don Balas” estaba dentro del vehículo con un arma, se le indicó en varias ocasiones que soltara su arma nunca la soltó, tuvimos que ejercer fuerza para poder desarmarlo, fue presentado igual a la autoridad con su examen médico y todo, el señor presento una querella ante derechos humanos, porque dijo que fue tratado con exceso de fuerza, fue presentada y esa es otra de las querellas que tengo.
Creo que me eh defendido de las dos instancias y en las dos eh salido avante, no tengo ahorita nada en ese sentido que legalmente tenga o alguna inhabilitación o incapacidad para ejercer algún cargo.
En lo del Ejército y Marina, yo creo que el presidente Calderón utilizó la fuerza militar, porque no había confianza en las instituciones y lo único que en ese momento se podía echar mano para iniciar un combate contra estos grupos delictivos era el Ejército, y la Armada de México y la Fuerza Aérea desde luego. Desafortunadamente el ejército su capacitación o adiestramiento es distinto a los policías, el soldado recibe órdenes y cuando califica a sus contrincantes como enemigos, cuando dicen este es tu enemigo el militar al enemigo lo califica de manera distinta a como lo ve un oficial de policía.
Por eso creo yo el ejército o las fuerzas militares, no están diseñadas para estar en la calle eso no es bueno, no es bueno.
Desafortunadamente todavía no existe ya vamos para 12 años de combate y todavía las instancias que se deben dedicar al combate a este tipo de organizaciones, aún no son instancias confiables, me refiero a la Procuraduría General de la República, me refiero a los policías ministeriales estatales que todavía no podemos decir que representan una fortaleza para combatir con este grupo; no inhiben la actividad delictiva, no se diga de los centros penitenciarios, que más que centros de rehabilitación o de reinserción social sirven como nichos de los delincuentes donde, aparte de que ni siquiera es un encierro ellos siguen operando desde ahí, ahora con la protección de la propia autoridad sí, eso es definitivo, yo creo que no, debe de ser un poco más más fuerte, más directa la actividad de los centros penitenciarios.
Yo fui director de un centro penitenciario y yo le puedo decir que un centro penitenciario debe ser disciplinado, debe ser estricto la actividad dentro de un centro, pero bueno yo no soy psicólogo para decir que estén mal los programas de reinserción, ellos saben lo que hacen.
El problema es que cuando hay una violencia contra personas, la víctima pasa automáticamente a segundo, tercero, cuarto lugar y el delincuente se erige como el protagonista y la reparación del daño, y todo lo demás queda totalmente en el olvido y hablamos de la reinserción, y vamos a rehabilitar a estos delincuentes, no es cierto nunca se van a rehabilitar.
Para mí, bueno creo que existe la investigación científica donde dice que hay dos tipos de delincuentes: el primo delincuente, el delincuente ocasional y el delincuente persistente, por ejemplo ustedes creen que “el chapo” si llega a salir de la cárcel se va dedicar a cosas lícitas, definitivamente no lo va a hacer, porque ya su mentalidad y la estructura que tiene él ya está condicionado a seguir en la actividad ilícita. No sucede lo mismo con alguien que ocasionalmente comete un delito ese sale y ese puede ser rehabilitado, pero el crimen organizado seguramente que no puede ser rehabilitado y deben de tener un trato diferente diferenciado dentro de las mismos centros de reclusión, eso es lo que considero yo, no sé si faltó alguna pregunta, me fui largo disculpe.
Muchas gracias.
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