Senado de la República

COORDINACIÓN DE COMUNICACIÓN SOCIAL

* Versión de la intervención del senador Jorge Luis Preciado Rodríguez, durante el foro la iniciativa de reforma del artículo 10 y la discusión de una nueva Ley Federal de Armas de Fuego y Explosivos

Quiero antes de inaugurar, decirles un poco cómo surgió esta intención, y agradecerle al senador Barbosa, con quien me une una gran amistad, pero además él preside uno de los institutos de investigaciones más importantes del Senado, donde tenemos cerca de 80 investigadores, todos con doctorado. Y donde obviamente en el instituto seguramente haremos un trabajo a profundidad.

Hoy por hoy, el único estudio serio, de profundidad que se conoce en la materia sobre el tema de posesión, portación y transportación de armas, lo tiene la Universidad Nacional Autónoma de México, Jurídicas, que de hecho aquí lo traigo y que por supuesto lo haremos llegar –si nos dejaron sus datos- a cada uno de los invitados.

Quiero agradecer también obviamente a Marcela Figueroa, de Causa Común; a Francisco Rivas, del Observatorio Nacional Ciudadano, bienvenidos; a mi amigo Sergio Mayer, que en esta no estamos coincidiendo, pero siempre es importante interponer nuestros puntos de vista.

Por supuesto, a Jaime Sánchez Susarrey, gracias Jaime; a Luciano Segura, de México Armado; a mi amigo Erick del Castillo, que ha hecho una defensa a ultranza respecto al tema de la posesión de arma; a Santiago Barroso y, por supuesto, a Raymundo Marcos, que nos acompañan de las distintas organizaciones.

Miren, ¿cómo surgió este tema? Bueno, a mis amigos diputados, que nos une una buena amistad de hace ya mucho rato; senadora, gracias.

John Lott, gracias por aceptar venir a intercambiar un punto de vista muy polémico, porque obviamente al ser uno de los investigadores más prestigiados tanto en la Universidad de Chicago, la UCLA, Yale, Michigan, buscamos alguien que fuera experto en la materia para plantear cómo lo ven desde Estados Unidos y cuál es la experiencia internacional en el tema de la posesión y portación de arma.

Y, obviamente, tienen nueve libros sobre el tema, muchos de ellos traducidos al chino, al ruso, al japonés, ninguno al español, así que vamos a tratar de traducir alguno de ellos, ojalá en el instituto pudiéramos hacer un esfuerzo, en el Belisario, de traducir alguno de sus libros.

Esta iniciativa nace de la siguiente manera. Miren. Yo soy de un rancho que se llama Coquimatlán, es un pueblo allá perdido en el estado de Colima. Y Coquimatlán es uno de los lugares más tranquilos que pueda haber en el planeta; hasta hace algunos años todavía andabamos a caballo o en bicicleta, no había tránsitos en la ciudad.

Y bueno, Colima era uno de los estados donde teníamos el índice de delincuencia y de homicidios muy similar al que tiene Estados Unidos: 4.3 homicidios por cada 100 mil habitantes; en algún momento llegamos a tener un solo homicidio por cada 100 mil habitantes, es decir, era un estado de absoluta paz, mi estado.

Los robos a casa habitación era algo así como extraño, un cristalazo era algo así como un pecado capital; el que alguien se metiera a un Oxxo, a un kiosko a robar era algo impensable, y asalto de bancos eso no se daba.

Hace aproximadamente ocho meses pasó algo en mi estado que de pronto nos convertimos en tercer lugar en desaparecidos y primer lugar en homicidios en el país. Pasamos de cuatro homicidios por cada 100 mil habitantes a 61 homicidios por cada 100 mil habitantes.

Y obviamente ya no les hablo de los robos a casa habitación, ni les hablo de los robos a negocio, ni el tema de secuestros.

Y entonces la sociedad de Colima, los empresarios, sobre todo, muchos gasolineros que sus negocios habían sido asaltados, me dijeron oye Jorge Luis hemos intentado tener un arma en nuestros negocios, pero nos dicen que es inconstitucional, porque el domicilio para poseer esa arma es en el lugar que vivimos.

Pero sí valdría la pena explorar la posibilidad tanto de posesión en los negocios, como de portación, porque si la traes en tu carro, al no ser tu domicilio el carro, pues ya te acusan de portación de arma.

Entonces iniciamos una investigación sobre el artículo décimo constitucional y vimos que claramente el décimo constitucional desde 1857, que don Benito Juárez recoge literalmente la segunda enmienda norteamericana de 1789, transcribe la posibilidad de que el ciudadano mexicano pueda poseer, así lo dice la Constitución, para su legítima defensa un arma en su domicilio y que además, con ciertos requisitos que va a exigir la Secretaría de la Defensa Nacional, algunos la puedan portar físicamente en su auto o en su persona.

Cuando profundizamos en el tema nos dimos cuenta que esto era prácticamente imposible para muchos de los ciudadanos o para la mayoría de los ciudadanos.

Mientras que algunos con una buena relación en la Secretaría de la Defensa la pudieran conseguir con relativa facilidad, otros ciudadanos que tenían o tienen el recurso económico suficiente y pueden acreditar que pueden ser sujetos de la delincuencia, también la pueden conseguir con cierta facilidad y algunos compañeros políticos, que tienen un poder político también la pudieran conseguir con relativa facilidad.

Pero qué pasaba con el resto de la gente, el resto de los ciudadanos, pues pasa lo que pasa casi en todos los países de Latinoamérica: haces tú solicitud, le tienes que acreditar a la Secretaría de la Defensa Nacional la necesidad de tener esa arma.

Y queda a criterio de la Secretaría si tu necesidad es real o no es real, por lo tanto, si la Secretaría considera que no es real, pues obviamente te la niegan diciéndote algo muy común: “El Estado es el responsable de garantizar tu seguridad”.

Pues yo me traje ese ejemplo de Colima, pero luego platicando con los diputados federales, con los senadores, nos dimos cuenta de que lo que pasaba en Colima está pasando en todo el país. Pero aún más grave, nos dimos cuenta con las cifras del Inegi, en la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción de la Violencia, que 93.7 delitos ya no se están denunciando.

La gente, si le dan un cristalazo, ya ni siquiera quieren ir a perder cinco o seis horas al Ministerio Público, les sale más barato ir a comprar otro cristal y ponérselo. Si alguien lo lesionan en un lugar, les sale más barato ir a Similares y comprarse las vendas y las medicinas y se acabó, que perder cinco o seis horas en el MP.

Y así, sucesivamente. Entonces cuando ya el Estado no te da la garantía de que denunciando un delito éste pueda ser investigado, empieza la gente a sentir cierta frustración.

Cuando la policía no es capaz de prevenir un delito la gente empieza a sentir cierta frustración. Cuando el Ministerio Público ya no investiga ni siquiera 50 por ciento de lo que sí se denuncia, que es sólo seis por ciento, la gente entra en un estado de frustración.

Y cuando se dan cuenta que a pesar de que denunciaron y detuvieron al delincuente, éste sale al otro día pagando una fianza para seguir robando, pues entran en un estado de frustración.    

Entonces, lo que nosotros estamos observando es que la gente cuando ve nuestra iniciativa ve una esperanza, una posibilidad, de por lo menos poderse defender.

En ese camino encontré a muchos compañeros que están a favor – Eduardo, bienvenido- de esta iniciativa, tienen su propia argumentación y encontré a compañeros que obviamente no coinciden con la iniciativa y también tienen su propia argumentación.

Lo que yo planteaba era: por qué no hacemos este foro en el Senado, para que haya una plática, primero, que es lo que consiste este foro, de John Lott para que nos hable de la experiencia norteamericana, y luego abrir a la discusión quienes coinciden con esta posibilidad y quienes no coinciden.

En el entendido de lo siguiente. Lo que yo propuse es solo una reforma al artículo 10 constitucional y al artículo 15 y 16 de la Ley Federal de Armas de Fuego y Explosivos.

Lo que están planteando varios compañeros es una nueva Ley Federal de Armas de Fuego y Explosivos que es mucho más ambiciosa en términos de redacción que lo que yo planteo y es para lo que se están consiguiendo las firmas. Ellos inclusive hablan del tema de subir los calibres en materia de portación y posesión.

Yo les preguntaba cuál es la razón de subir los calibres, a poco no se puede defender uno con lo que actualmente está legislado.

Entonces ellos me dieron estos cartoncitos, esto es lo que actualmente está permitido para la legitima defensa de un ciudadano y esto es un poco lo que maneja la delincuencia.

Entonces, lo que yo les dije, pues yo puedo firmar su iniciativa, pero por supuesto tendríamos que hacer una iniciativa ciudadana en la que la sociedad se involucrará y participará, para que esa iniciativa llegara al Senado y aquí la discutiéramos, y una vez que la iniciativa arranque, pues obviamente invitar a todos los compañeros a discutirla, a dialogarla.

Sé que no coincidimos, pero yo lo que creo es que no nos podemos negar el legítimo derecho a escucharnos. Yo creo que eso es lo valioso.

Hace 44 años que no se discutía este tema, desde 1972, pero así ha habido muchos temas en el Senado.

Hace 80 años no se discutía abrir el sector energético, desde 1940; aproximadamente unos 70 años que no hablábamos de una reforma educativa; hace aproximadamente 60 años que no hablábamos de una reforma laboral; hacía unos 25 años que no hablábamos de transparencia y un Sistema Anticorrupción, o de un Fiscal Anticorrupción, o de un Procurador que no dependiera del Presidente de la República.

Yo creo que estas Legislaturas han venido avanzando en temas que nunca habíamos tocado. ¿Cuándo habíamos discutido el tema de alguna iniciativa seria en materia de permitir la mariguana como uso medicinal? O ampliar el gramaje a 28 gramos, como presentó la iniciativa el Ejecutivo Federal; no teníamos una iniciativa para discutir matrimonios igualitarios.

Yo creo que las Cámaras están avanzando en temas que nunca hemos tocado, y este es un tema que no se había tocado durante muchos años y creo que vale la pena que lo discutamos.

Por eso yo les quiero agradecer a todos ustedes, a los medios de comunicación, a todos nuestros invitados, a quienes vinieron a este foro a que nos demos esa oportunidad.

A los compañeros de Naucalpan, que están muy organizados los vecinos con todo lo que está sucediendo.

Y bueno agradecerles a todos su presencia.

Y sin más preámbulos inauguraríamos este foro, les pediría que se pusieran de pie.

Siendo las 10:50 del día 16 de noviembre del año en curso declaramos formalmente abiertos los trabajos de este foro sobre la iniciativa de reforma del artículo décimo y la discusión de una nueva Ley Federal de Armas de Fuego y Explosivos, que las conclusiones a las que lleguemos sean por el bien del país, por el bien de los ciudadanos.

Muchísimas gracias a todos por estar hoy aquí. 

 

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