Senado de la República

COORDINACIÓN DE COMUNICACIÓN SOCIAL

Intervención del senador por el Partido Revolucionario Institucional, Enrique Burgos García, durante la presentación del libro “La elección de carrera en la sociedad del conocimiento. Un enfoque de políticas públicas”, el martes 16 de agosto de 2016.

Expresar nuestro más cumplido agradecimiento al doctor Gerardo Nieto, por darnos la oportunidad al equipo de la Comisión de Puntos Constitucionales, de coadyuvar en la presentación de este libro. Muchísimas gracias doctor.

Agradecerle a la Mesa Directiva del Senado de la República, las facilidades que otorgó para apoyar y para respaldar todo lo que tiene que hacerse previamente a esta presentación.

Y qué bueno que el Canal del Congreso nos acompaña esta tarde, porque eso permitirá que muchas personas seguramente puedan tener referencia de lo que aquí se ha venido expresando, de su significado, de su importancia.

Muy honrado de veras, muy honrado de compartir desde luego con la doctora, muy reconocido y muy agradecido doña María Elena, con cada uno de los asistentes, y en particular con el doctor Serrano Migallón, a quien le tengo mucha gratitud, porque entre cosas fue el presidente de Sínodo cuando tuve la oportunidad de presentar examen para el grado de doctor en la Universidad, así que muchas gracias don Fernando.

Realmente lo que el doctor Nieto ha venido desenvolviendo en una síntesis de estudios, de estudios, de investigación, de derecho comparado, de análisis sociales, políticos, económicos, logra una espléndida síntesis, que no solamente se reducen a un ejercicio puramente académico, sino que está profundamente vinculado con la realidad social.

No es solamente pasado y presente, sino es fundamentalmente futuro lo que está apuntando el doctor Nieto.

Dentro de las expresiones que él mencionaba y subrayaba algunas de ellas muy importantes, en mi opinión, él sostiene que la estructura del México contemporáneo, habla o plantea una especie de requerimiento “poligocasional”, en el que se permita realmente un conocimiento real, diverso, de las oportunidades, no solamente para sobrevivir económicamente, sino para darle rango de competitividad, rango de innovación, y por lo tanto, ser una sociedad que asegure presente y que asegure futuro.

Vincula el doctor Nieto, de una manera muy natural, pero a la vez con una gran cohesión, aspectos relevantes.

Vincula la política, la economía, la sociedad del conocimiento como fundamentos, como pilares de la perspectiva presente y futura del país.

Aquí coincidiría plenamente con la doctora María Elena, en el sentido de que la política podría ser la llave, debe ser la llave de todo esto.

Desafortunadamente hoy no apreciada, sino es que descalificada, probablemente por culpa de los propios políticos los que ejercemos esta actividad, cuando tendría que ser probablemente la vía más importante.

Porque se trata de la conducción no solamente de un segmento de la sociedad, sino de la sociedad en su conjunto, porque la política al final de cuentas es, o arte o ciencia, pero finalmente lo ha sido en todos los tiempos y en toda la época él compromiso fundamental de trazar horizontes, de trazar guías, de definir camino para las sociedades y para los pueblos. Ese es el cometido fundamental de la política.

Y cómo excluir un tema tan esencial como el que plantea el doctor Nieto, justamente en la definición o elección de una carrera, cuando estamos insertos en la sociedad del conocimiento.

Por eso, permítanme tomarlo, doña María Elena, su comentario, esto implica redefinir, restaurar también el ejercicio político, una definición de políticas públicas que retomen y que incorporen lo que con toda puntualidad menciona aquí el doctor Nieto, cómo no ser desplazados en investigación científica y tecnológica.

Cómo no tener que centrarnos en que solamente son los Estados Unidos o algunos países de Europa o de Asia inclusive, Japón o China, los que vayan liderando esta oportunidad, y al propio advertir por qué cambiaron ellos.

Por qué países que hasta hace 20 años o 25 años, vivían en un retraso verdaderamente escalofriante, y en un tiempo propiamente corto, un cuarto de siglo, han logrado cambios fundamentales en su formación, en su educación, son competitivos en el mundo, y lo más importante, alcanzan niveles de bienestar colectivo, que al final de cuentas, es el fin principal del Estado.

El conjunto del Estado mexicano, vinculado a lo que dice el doctor Nieto, de una carrera del conocimiento, este Estado, el Estado contemporáneo, el Estado mexicano o el Estado francés, no tienen más propósito, o al menos uno fundamental, que es el bien de la colectividad.

Por eso, la derivación es importante, necesitamos renovación, depuración, definición en el ejercicio de políticas públicas.

Y algo que dice literalmente el doctor Nieto, lo tomo textual, necesitamos construir ciudadanía y necesitamos construir Estado.

Necesitamos construir ciudadanía para advertir cuáles son realmente los retos que a esta generación le ha impuesto el tiempo, cuáles son realmente las opciones que deben atraer su preocupación y cuáles son aquellos elementos que desvirtúan los avances de la ciencia.

Qué nos deriva del internet, por ejemplo, que en los últimos 10 o 15 años se ha convertido en una herramienta fundamental de investigación, de conocimiento en qué ha derivado también para convertirse en un factor de alta distracción o a veces francamente de confusión.

Cómo nos vinculamos a las redes para que sin detrimento de su importancia, de su avance, no solamente democrático, porque todo mundo tiene acceso a él, sino para darle sentido y para darle un sesgo importante que realmente permita revalorar o darle nuevos impulsos a nuestra sociedad.

Una, el escritor francés Jacques Attali, decía que cada milenio o cada cambio de milenio, traía consigo aparejados nuevos retos, algunos de ellos de gran calado y de gran profundidad, y creo que lo que estamos viendo es exactamente lo que Jacques Attali había definido.

Más o menos, más o menos desde 1985, es decir, los últimos años del Siglo XX, y los 15, 16, de este siglo, 30 años en su conjunto, han logrado grandes transformaciones.

Algunas de carácter político, desde la caída del Muro de Berlín, la desintegración de la Unión Soviética, la existencia de un mundo unipolar, la cabeza de Estados Unidos, el surgimiento y el impulso de sesgos capitalistas, no por ser capitalistas, sino por la necesidad de que aseguren un compromiso mayormente social.

Lo he platicado mucho con el licenciado Canseco, que es un amigo que me hace favor de acompañarme en algunas tareas, el capital, el capital también tiene compromiso social con la economía y con la educación.

Tiene que ser no solamente una visión puramente economicista, puramente de ganancia, puramente de utilidad, tiene que haber un compromiso social del capital, particularmente de aquellos países que han alcanzado niveles altos de prosperidad.

Como está escribiendo sobre el Presidente Kennedy, apenas antier comentábamos que, y es un ejemplo claro, hace 50 años más o menos el Presidente Kennedy murió asesinado, pero se sigue hablando de él, se le sigue recordando, se le toma como un referente importante, porque entre otras cosas, tuvo un rasgo fundamental de carácter social y educativo.

Habló de jalar a los países subdesarrollados o los que tenían posibilidad de desarrollo, y establecía para América, pero particularmente para Centroamérica, lo que se llamó la “alpro”, la alianza para el progreso, que no eran regalos, ni dádivas, eran financiamientos para estudio, para investigación, para transformación de las sociedades.

Creo que eso es todo lo que tiene que retomarse, es lo que hay que reconstruir; pero, para nosotros los mexicanos reconstruir ciudadanía, reconstruir Estado, elevar niveles de debate -como lo decía don Fernando, hace un momento, antes de iniciar estas conversaciones-, elevar la calidad del análisis, permutar la descalificación, el señalamiento frecuentemente agresivo, pero carente de propuesta, para poderlo transformar por una propuesta, no importa la diferencia, al final de cuentas las democracias se hacen en la diferencia; y la educación y la carrera o las carreras, permitirán eso, la propuesta, la transformación, la innovación, el progreso y otra vez, una y otra vez, creación de ciudadanía y creación de Estado.

Goethe decía que la lucha entre lo que culmina, la lucha entre lo que caduca, la lucha entre lo que está concluyendo y la lucha con la innovación, la lucha con la transformación, la lucha con lo que se está generando; esa lucha entre lo que concluye y lo que se tiene que innovar, sin perder raíces y sin perder principios y valores, decía, esa lucha ha sido siempre la misma, en cada transformación, de época o de milenio, se ha reiterado una y otra vez.

Esa referencia, la de Goethe, la de lo que concluye y lo que tiene que innovarse, ha sido siempre la misma.

Esta lucha, a la que se refiere el doctor Nieto, esa lucha es la que libramos como sociedad mexicana en este momento.

Ahí están las preguntas en la calle, ahí está la pregunta ¿qué ocurre con los educadores, qué demandan los educadores, en dónde encontramos el punto de conciliación y en dónde encontramos los puntos que desvirtúan el tema fundamental de la educación, como tema primario, como punto de partida?

Ahí están las preguntas y acá tendrán que generarse las respuestas, ¿qué hacerlo y cómo hacerlo? ¿Cómo transformar sin diluir? ¿Cómo generar construyendo? Esa es la pregunta que a todos nos corresponde, cada quien en su espacio, cada quien en su ámbito de responsabilidad.

Quienes asumimos responsabilidad política, asumiéndola con plenitud, con transparencia, con afirmación; y quienes tienen otra responsabilidad por igual, asumiéndola a plenitud, México es un país con enormes posibilidades.

La nación mexicana es una nación de altísima dignidad, de altísimos merecimientos. Y esta generación, la de jóvenes, como muchos de los que están aquí, tienen la oportunidad.

Yo he visto en este Senado, he visto cómo jóvenes, mujeres y hombres, algunos que están trabajando como asistentes, como secretarias, están haciendo carrera, están haciendo estudios porque hacen convenios con universidades -con la nacional o con otras instituciones- y alcanzan otros niveles merced a su esfuerzo, merced a su expectativa, merced a su esperanza de ser vehículos de transformación.

Por eso decía, la sociedad mexicana es una gran sociedad.

Enhorabuena, y de veras recomiendo porque será una herramienta formidable -no simplemente para concluir un punto de vista, un comentario-, recomiendo auténticamente la lectura de este libro.

Nos abrirá expectativas, nos permitirá análisis, nos permitirá reflexiones que son de nuestro tiempo, ya no solamente para nosotros, sino esencialmente para los que vendrán mañana.

 

Muchas gracias.