* Versión de las palabras de la senadora Cristina Díaz Salazar, en la reunión del Consejo Técnico para las Alternativas de Regulación de la Mariguana, realizada en el Salón Protocolo de la Mesa Directiva, el día de hoy.
 Creo que la composición pluripartidista dentro del Congreso hace necesaria la búsqueda de los consensos para la construcción de acuerdos. Y no es fácil, sobre todo cuando estriba en la complejidad y riqueza de los trabajos -sin lugar a dudas por la relevancia y complejidad del tema-, repercuten directamente en gobernabilidad democrática, así como en seguridad nacional, justicia y seguridad pública en nuestro país. Sin duda, en materia de salud, temas que corresponden a nuestra comisión, las primeras que he mencionado y esta última como integrante de la Comisión de Salud.
 En nuestro país hemos realizado modificaciones –que ustedes conocen- al marco legal, principalmente al Código Penal Federal, para eliminar la criminalización del uso de algunas sustancias prohibidas.
 La reforma conocida como la Ley de Narcomenudeo, gracias a la cual se reformó la Ley General de Salud, el Código Penal Federal y el Código Federal de Procedimientos Penales, para establecer un tope máximo de portación de narcóticos para consumo personal y para promover una mayor coordinación entre los tres niveles de gobierno, así como precisar la corresponsabilidad del Gobierno federal con los gobiernos locales en materia de prevención, sanción e investigación del combate al narcomenudeo.
 También señalo que a partir de esta reforma se establecieron las cantidades lícitas de portación de los usuarios y en estos meses recientes el debate en torno a la legalización y regulación del cannabis, que ha reaccionado contundentemente, queriendo decir que el enfoque meramente punitivo está disminuyendo en la sociedad mexicana.
 Lo digo por lo siguiente: hay encuestas que se han realizado o sondeos de opinión por casas encuestadoras muy conocidas, como es Consulta Mitofsky, en donde el 74.5 de los encuestados está a favor de la despenalización de la misma; la que levantó Parametría, que señala que el 81 por ciento de los encuestados está favor de que se permita el uso medicinal; o la llevada a cabo por el Partido Revolucionario Institucional, en donde más del 80 por ciento de los encuestados están a favor de la legalización de la misma, para uso médico y recreativo.
 A nivel global se viene generando un debate desde hace muchos años sobre el tema, como muchos de ustedes han mencionado, y que en unos meses más, a principios de año, la ONU estará en la mesa, con los temas de droga donde se incluye la cannabis, y esto lo estaremos siguiendo seguramente muchos de los interesados con el mayor interés posible, porque esto significa un cambio a nivel mundial, pero sin duda tomando en cuenta la globalización, esta interrelación que tenemos en la sociedad.
 Es importante decir que sobre ese tema hay dos versiones simultáneas: uno, es la prudencia que amerita el análisis de nuestra legislación y por el otro lado la urgencia de adaptarla a esta circunstancia social y política que se viene generando con gran celeridad.
 Es por ello que los integrantes del Congreso tenemos especial interés en ese tema, con diversos puntos de vista, pero por eso estamos aquí sentados ante la convocatoria del presidente del Senado, Roberto Gil.
 Es muy importante haber escuchado la participación de todos ustedes, pero creo que toma una relevancia importante, sobre todo en materia medicinal, porque vamos a encontrar también evidencia científica, como evidencia empírica. Y también, como cualquier sustancia y como cualquier medicamento de los derivados de cannabis, tienen implicaciones sobre el organismo.
 Muchos de ustedes –médicos aquí- lo han expresado. Es urgente iniciar los protocolos de investigación. Desde luego, apruebo que muy pronto la Cofepris, que dirige el maestro Mikel Arriola, esté dando la autorización para que un grupo de médicos y científicos que han solicitado ya el inicio de estos protocolos, sea para iniciar de manera científica la aplicación de la cannabis para uso medicinal.
 Estoy aquí por dos motivos: uno, por ser presidente de la Comisión de Gobernación, por lo que señalé; pero, también, hablando por urgencia médica de muchos pacientes que esperan –y de sus familias-, que saben bien que no será la solución a su enfermedad, pero sí un paliativo para vivir con dignidad lo que les resta de vida.
 Entonces, es muy importante atendamos esta urgencia médica de más de cinco mil casos que está pidiendo. Para ellos sería muy difícil irse con una solución o con buscar la alternativa judicial, sino que están apelando a la conciencia de los legisladores para que estos medicamentos puedan ser importados atendiendo a dos cambios de artículos, el 237 y el 245 de la Ley General de Salud; y en materia de la Ley de Importación a dos artículos también, con el propósito de que la Cofepris, al igual que los opiáceos y al final sobre una reglamentación muy importante que se hizo este año, para tener un control muy importante de estos últimos, el mismo sería aplicable para este tipo de medicamentos.
 Sociedades con un gran avance científico, como es Alemania, Reino Unidos, y está por último la FDA en Estados Unidos, que está ya en su tercer nivel, el análisis para estos protocolos, sería muy importante que nosotros pudiéramos atender esta urgencia.
 Nos va a llevar un buen tiempo llegar a las conclusiones de un debate importante nacional y estar atentos al debate que va a poner la ONU, por eso apelo al criterio de los senadores para atender esta urgencia médica, porque es la esperanza de muchos pacientes.
 Muchas gracias.
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