* Versión de la intervención de la senadora Mariana Gómez del Campo Gurza, durante el Seminario “Una reforma política de la Ciudad de México, ¿una reforma para los ciudadanos? Derechos, gobierno y servicios”
Bueno, me da mucho gusto estar aquí en este seminario, poder tener a estas personalidades en este presídium.
Compartirles que el día de ayer fue un día histórico para la Ciudad de México, y digo para la Ciudad de México porque a veces pareciera que para algunos compañeros senadores de otros estados de la República pues no fue un día histórico, incluso en muchas de las intervenciones vemos a veces el “antichilanguismo” que hay y muchas de las intervenciones también, y lo digo con mucho respeto, pareciera que se les estuviera quitando una parte, un pedazo de tierra a sus estados o algo similar y eso es pues muy lamentable.
Yo quiero compartirles que lo aprobado el día de ayer ―y que buena puntería, senador Fernando Herrera, la posibilidad de estar aquí―, lo aprobado el día de ayer es muy importante para la Ciudad de México. el que podamos construir una Constitución para el Distrito Federal, el que podamos convertirnos en Congreso local y que cualquiera de las reformas constitucionales que se han aprobado en el Senado de la República, en el Congreso de la Unión puedan también ser aprobadas, ratificadas, avaladas por el Distrito Federal. Me parece un logro muy importante.
Eso nos convertía en automático en ciudadanos de segunda, como si para la Ciudad de México las reformas constitucionales no fuesen importantes, por un lado, y como si, bueno, pues la Ciudad de México en ese sentido podía opinar de manera formal pues prácticamente nada en la Asamblea Legislativa.
He tenido la oportunidad de ser en dos ocasiones diputada local y muchos de esos temas pues no se discutían porque eran temas nacionales y con una profunda incidencia en la Ciudad de México y hoy, bueno, pues las cosas cambian.
Y lo quiero decir así porque lo logrado ayer fue producto del consenso de las diferentes fuerzas políticas, fue producto del consenso después de tantos años de no tener una posible o no pensar en una posible Constitución; ayer se abre esta puerta.
Llevamos 18 años discutiendo en el Distrito Federal de manera paulatina nuestros procesos democráticos, ustedes lo saben, desde pasar de Asamblea de Representantes a Asamblea Legislativa, empezar a elegir a nuestras autoridades y todo eso ha ido avanzando de manera, pues yo sí diría, de manera muy, muy lenta si nos comparamos con los demás estados de la República.
Claro que es una avance lo que se aprobó el día de ayer. Yo solamente espero que la Cámara de Diputados también haga su trabajo, ¿por qué? Porque tiene que aprobarlo en Cámara de Diputados; pues es un proceso largo. Por ser reforma constitucional, después deberá pasar por los congresos locales.
Pero yo sí espero que la Cámara de Diputados pueda estar ayudando a que la Ciudad de México tenga autonomía. Y al contar con su propia Constitución, esto le da autonomía.
Y en la Constitución podrá haber participación de la gente, podrán opinar, porque además la intención al realizar la Constitución, pues no nada más que participen los constituyentes, también va a ser importante que participen los ciudadanos, que se escuche la voz de la gente, que se puedan organizar foros como este, debatir, discutir, nutrir la Constitución de la ciudad.
Y algunos me preguntaban en entrevistas de radio esta mañana, por ejemplo: ¿y bueno, cómo van a combatir la corrupción? Sí sabemos que hay corrupción en la Ciudad de México, pero bueno lo aprobado ayer no va a hacer que nosotros acabemos con la corrupción en el Distrito Federal.
Algunos pensaban --yo creo-- que lo aprobado el día de ayer cambiaría radicalmente todas las malas prácticas que puede haber en el Distrito Federal y en gobiernos de todos los colores, claro que eso no va a pasar. Solamente, a partir del día de ayer tenemos la posibilidad de tener una Constitución y dentro de la Constitución hacer nuestro trabajo para que eso ocurra.
Hacer nuestro trabajo para que las delegaciones tengan las facultades suficientes al convertirse en alcaldías, de ser gobiernos eficientes y eficaces, que los concejales tengan también las facultades necesarias para convertirse en fiscalizadores y que esos espacios no se conviertan en monstruitos democráticos, que la gente diga ¿y para qué sirven los concejales?, ¿y para qué sirve que tengamos alcaldes?, ¿y para qué sirve que el Jefe de Gobierno pueda decidir quién es su secretario de Seguridad Pública y tenga que pasar por el Congreso local? Tenemos que empezar a dar respuesta a muchas de las preguntas que de manera genuina hoy tienen los ciudadanos.
Esto, como les dije, es un avance, es producto del acuerdo político. Cuando se dan acuerdos políticos no hay acuerdo político perfecto. Qué más quisiéramos que tener un acuerdo político perfecto, una reforma política perfecta, que todos nos sintiéramos a gusto, que todos nos sintiéramos muy contentos y satisfechos al 100 por ciento, eso es imposible. Vamos a irlo construyendo y yo estoy convencida de que en el año 2017 por fin vamos a tener Constitución para el Distrito Federal y eso convierte a este Senado de la República pues en una Legislatura histórica, y que le está dando una Constitución al Distrito Federal, para dejar de ser ciudadanos de segunda y que podamos ser ciudadanos de primera.
Muchas gracias.
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