* Conferencia de prensa conjunta de las senadoras por el Partido Revolucionario Institucional, Ana Lilia Herrera y Blanca Alcalá, a los representantes de los medios de comunicación, el martes 25 de noviembre de 2014.
-SEN. ANA LILIA HERRERA.- Muy buenas tardes compañeras y compañeros.
Queremos dejar claro como Grupo Parlamentario del Partido Revolucionario Institucional, como me parece lo hemos acreditado en estos años, nuestro interés porque la tribuna del Senado sirva para debatir los grandes temas de interés nacional.
Sirva, por qué no, para exigir justicia. Sirva para hacer las denuncias que correspondan, y nosotros estamos siempre abiertos no sólo al debate, sino a la construcción de acuerdos.
Lo que no podemos permitir en el Grupo Parlamentario del PRI, es que la más alta tribuna de este país, se utilice para denostar a las personas; para denostar a las instituciones, e incluso, nos parece que en este caso se lastimó la autoridad del presidente de la Mesa Directiva.
Esos fueron los motivos por los cuales decidimos ausentarnos unos minutos del recinto legislativo, como todos ustedes fueron testigos. Estamos siempre abiertos al debate, y quiero que me permitan fijar algunos lineamientos de la postura que tenemos en torno al tema que se discutió en la última parte de la sesión, y que por supuesto que estábamos listos para el debate, seguimos estando listos para el debate, y no sólo para la discusión, para exigir que se investigue cualquier tema que merme la confianza de las instituciones.
De acuerdo con la Ley Federal de Responsabilidades de los Servidores Públicos, quienes desempeñamos un cargo público, estamos obligados a presentar declaraciones sobre nuestra situación patrimonial, así lo establece el Artículo 36.
Aclarar que la publicidad de estas declaraciones es una decisión que corresponde, que compete a cada uno de los servidores públicos, en términos del mismo artículo 40 de esta ley, por lo que reconocemos la voluntad tanto del Presidente de la República, como de su esposa, la señora Angélica Rivera, de transparentar su patrimonio y de ponerlo a consideración del escrutinio público.
De acuerdo con la ley, y esto es muy importante mencionarlo, el Presidente de la República no está obligado a declarar los bienes de su esposa, si ésta última los adquirió con recursos propios.
El Artículo 44 es muy claro al señalarlo, cito: “se computarán entre los bienes que adquieran los servidores públicos o con respecto de los cuales se conduzcan como dueños los que reciban o dispongan su cónyuge, concubina o concubinario y sus dependientes económicos directos, salvo que se acredite que estos los obtuvieron por sí mismos y por motivos ajenos al servidor”. Lo cual ha sido plenamente acreditado por la señora Angélica Rivera.
La señora Angélica Rivera, aún sin ser sujeta de esta ley, porque no es servidora pública, ha dado, lo valoramos, una explicación puntual sobre la adquisición de la casa sobre la que tanto se ha discutido en estos días.
La Primera Dama de este país puso a discusión del público en su portal, toda la información relativa al inmueble, además de su declaración fiscal del ejercicio 2010, todo ello sin estar obligada legalmente a ello.
En medio de un ambiente de suspicacias, donde debemos reconocer que la política ha dado reprochables motivos y esto no distingue a partidos políticos, reprochables motivos para que hoy la sociedad tenga desconfianza del patrimonio de un político.
En medio también, hay que reconocerlo y admitirlo, de un proceso electoral, hay quienes bajo esta vieja consigna de calumnia que algo queda, salen a decir falsedades y quiero decir que debemos reconocer que la señora Angélica Peña con este acto de hacer público todo lo concerniente a la compra-venta de esta casa, al hacer manifiesta su voluntad de vender esta propiedad que todavía por cierto no le pertenece por completo, está hablando de su capacidad, de su solvencia moral.
Pero creo que eso no nos bastaría a ningunos. La señora Angélica Rivera ha hecho pública su declaración anual, donde, por cierto, en la administración pasada, en 2010, pagó impuestos por más de 39 millones de pesos, y tuvo ingresos por más de 130 millones de pesos que fueron declarados puntualmente ante la autoridad hacendaria.
Esta propiedad entonces es producto del trabajo y de la evidente capacidad económica de la señora Angélica Rivera, y quien es, por cierto, una persona también pública, una artista exitosa por todos conocida.
Es claro pues que los recursos, sus propios recursos fue los que utilizó para tener esta decisión de comprar este inmueble.
Por si fuera poco y para despejar cualquier duda, el Presidente Enrique Peña, publicó el pasado 19 de noviembre su declaración patrimonial completa, y en el Grupo Parlamentario del PRI, queremos dejar nuevamente claro nuestro compromiso con la transparencia, con el acceso a la información pública gubernamental.
Con esta convicción y con el resto de las fuerzas políticas, lo reconocemos también, hemos impulsado una reforma histórica en materia de transparencia y entendemos desde luego la sensibilidad, los cuestionamientos.
Lo que no entendemos es que haya quien quiera lucrar políticamente con dimes y dirtes que carecen de sustento alguno.
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