Senado de la República

COORDINACIÓN DE COMUNICACIÓN SOCIAL


Intervención del Senador Zoé Robledo A., del Grupo Parlamentario del PRD, para referirse al punto de acuerdo que exhorta a la Secretaría de Relaciones Exteriores para que se contacte a las autoridades competentes en Estados Unidos de América, a fin de agilizar las solicitudes de asilo político de Carlos Gutiérrez y de las demás personas que están en su misma situación.
Zoé Robledo A. (ZRA): Con el permiso de la Presidencia.
Compañeros legisladores.
Creo que este tema que se está discutiendo, vaya, no tiene ninguna forma de aproximarse a él sin conmoverse, sin pensar en la tragedia que viven miles de mexicanos.
Pero también da pie a darnos cuenta de la falta de información que existe sobre  casos como el de Carlos. Quiero mencionar que sin duda hacemos un reconocimiento pleno a “Pedaleando por la Justicia” y al Movimiento de Mexicanos en el Exilio.
Pero me llama mucho la atención que la Senadora Calderón haya dicho al inicio de su intervención que quizá nadie de nosotros, aquí presentes, escapan a tener algún familiar o amigo desplazado.
Y sin duda tienen toda la razón, pero confunde a los asilados, confunde a los refugiados y confunde a los desplazados, por una razón muy simple: ni en el Gobierno anterior y hasta el momento en este gobierno hay un reconocimiento al fenómeno del desplazamiento interno de nuestro país.
Esta es una categoría por completo diferente a la situación que vive Carlos que, por suyo es totalmente atendible por esta Comisión Permanente. Pero su caso es distinto, es el de un asilado político al que hay que defender y hay que proteger, y en eso estamos de acuerdo, pero no es un desplazado por una simple razón.
La categoría de desplazamiento interno a nivel internacional existe, hay una relatoría especial que preside Avellani en las Naciones Unidas dentro de ACNUR para la atención de los desplazados internos.
¿Cuál es la única diferencia entre un asilado, un desplazado o un refugiado? Que el desplazado no abandonó su territorio nacional, no cruzó una frontera internacional, y hay por lo menos un cuarto de millón de mexicanos en situación de desplazamiento.
Mexicanos que producto de esta insensata guerra contra el crimen organizado han tenido que abandonar su lugar de residencia por temor a sufrir represalias por el hecho de vivir donde viven.
Son personas que tuvieron que abandonar su casa, su ciudad, a sus amigos, a sus familiares a sus pertenencias porque el Estado Mexicano no pudo cumplir con su principal tarea, la de proteger la vida de sus ciudadanos. Esos son los desplazados.
¿Cuántos hay en México? Pues no lo sabemos porque no lo reconocemos. Yo lo he dicho en muchas ocasiones, son los grandes invisibles del gobierno de Felipe Calderón.
Simplemente se decidió pensar que no había desplazados en el país y hoy por eso es que no tenemos una cifra y por eso luego los confundimos con los asilados. Pero el tema de los desplazados también debe de ser motivo de legislación.
Hoy en el Senado de la República hay una iniciativa de Ley General para la Atención al Desplazamiento Interno, es una iniciativa que en palabras de Helen Clark, la número dos del programa de las Naciones Unidas, ya que preside el programa de Naciones Unidas para el Desarrollo, ha dicho y señalado que para la atención al fenómeno del desplazamiento en todo el mundo no hay mejor forma que legislar y darles una categoría y un estatus jurídico a esta, a estas personas para que se les atienda y podamos encontrar, a partir de las leyes, soluciones duraderas a su situación.
Soluciones que pueden ir desde el retorno seguro a sus lugares de origen o el establecimiento en una nueva localidad porque de plano el retorno es imposible.
El tema lo conocemos muy bien en Chiapas, porque en Chiapas hay un fenómeno de desplazamiento por motivos de intolerancia religiosa, por motivos agrarios, el fenómeno del Movimiento Zapatista generó otra categoría de desplazamiento, pero no son producto de la delincuencia.
El desplazamiento se ha concentrado en el norte del país y ahora empiezan a haber desplazados por supuesto, en Michoacán, en Guerrero y en otras partes de nuestro país que están azotadas por el crimen organizado.
Pero yo no tenía pensado hacer uso de la tribuna. Me llamó la atención el tema, por supuesto, porque conozco el asunto y movimiento en el que forma parte Carlos, pero si quiero decir que me preocupa que legisladores tan cercanos a la administración pasada no distingan un fenómeno tan grave como el de desplazados, el del asilo y el refugio.
El país, nuestro país, ha sido un país virtuoso en recibir refugiados, y lo sabemos y por eso vamos a apoyar este punto de acuerdo; porque creemos en el virtuosismo de ser un país receptor de refugiados.
Recibimos el refugio español, recibimos el refugio en los años ochenta de cerca de 20 mil centroamericanos que huían de la guerra civil que había en sus países.
Pero el desplazamiento interno eses un asunto de los mexicanos y que debe de ser atendido por los gobiernos de nuestro país.
Por supuesto que el reconocimiento, nuevamente, a Carlos, al movimiento de Mexicanos en el Exilio, a Pedaleando por la Justicia, pero también el reconocimiento a que en el país se quiera no ver que existen desplazados a los que se debe de atender con todo.
Es cuanto.