Senado de la República

COORDINACIÓN DE COMUNICACIÓN SOCIAL

18 de diciembre de 2013

Versión de la intervención en tribuna de la Comisión Permanente del senador Javier Lozano Alarcón, al emitir el posicionamiento del GPPAN posterior a la declaratoria de validez constitucional a la minuta con proyecto de decreto que modifica diversas disposiciones de la Constitución en materia energética


Muy buenos días, compañeras y compañeros legisladores.

Es un honor fijar la posición del Grupo Parlamentario de Acción Nacional en este histórico día, día en el que se declara la validez de la reforma constitucional en materia energética para nuestro país.

Esta reforma no debe ser un dogma ideológico, sino un asunto técnico y económico y así lo estamos emprendiendo.

Aquí se ha abusado del discurso, de la demagogia para tratar de dividirnos entre buenos y malos según la posición que guardemos en la arena pública, según el voto que hayamos emitido.

Y el tema ha desatado pasiones más allá de las razones, esa es la verdad. Se ha dicho en cuanto al fondo mismo del asunto que nuestra soberanía está totalmente asociada a un monopolio, a un monopolio de Estado que es Pemex, que ahí nos va la vida, que ahí se reduce toda la discusión y que ese monopolio es el baluarte de todos los mexicanos, no importa si estamos desaprovechando todos los días los vastos recursos que tenemos, pero que no sabemos ni dónde están.

Estamos muy orgullosos de esa falsa soberanía cuando no estamos aprovechando lo que es de todos los mexicanos. Ah, pero eso sí, en una gran hipocresía, permitimos que Pemex se asocie con Shell en Deal Park en Houston, en una refinería, 50-50, que allá puedan  procesar nuestro propio petróleo y allá vamos y les compramos la gasolina y la importamos, allá se quedan los empleos, allá se quedan los impuestos, pero aquí en México eso sería un pecado mortal. Es una gran incongruencia.

Ese falso concepto de nacionalismo con el que se ha tratado de denostar este proyecto trascendente para México es el que pierde de vista que la verdadera soberanía reside en tomar nuestras propias decisiones, desde la libertad que da precisamente la autosuficiencia.

¿De qué nos sirve tener tantos recursos, tanto petróleo, tantos hidrocarburos, tanto gas, si estamos importando el 34 por ciento del gas licuado, el 65 por ciento de nuestros petroquímicos, el 50 por ciento de nuestra gasolina? Esto es realmente absurdo, y al cabo de algunos años ni el petróleo va a tener el valor que tiene hoy, pero eso sí, mantengamos en sus términos esta letra sagrada del 27 y 28 constitucionales para que las próximas generaciones sigan anhelando un petróleo que no ven, una riqueza que no están disfrutando. Esa es una gran irresponsabilidad.

Miren, los monopolios, todos los monopolios en la economía son malos, sean del sector público o sean del sector privado, todos los monopolios son malos, distorsionan las reglas del mercado y terminan por ser una verdadera tiranía hacia los consumidores. Por eso tenemos que actuar en congruencia, si estamos abriendo a la competencia, a la inversión privada, a la competitividad, a la productividad todos los sectores de nuestra economía, por qué lo hemos de restringir en estas áreas, por qué en el petróleo, hidrocarburos, en el gas, en la energía eléctrica.

Es tan caprichosa y arbitraria la distinción que hacemos en áreas estratégicas, prioritarias en el artículo 28 constitucional como lo es en su momento, o lo fue, dividir la petroquímica entre básica y secundaria, también según San Mateo.

Esto es lo que no se puede hacer, tenemos que actuar en congruencia y en consecuencia y precisamente por eso estamos aquí. Pemex está destinando, aporta 38 centavos de cada peso a la Hacienda Pública. ¿Cómo puede modernizarse y ser empresa a nivel mundial, Pemex, si está destinando tanto dinero que le es propio para otro tipo de fines, cómo, si tendría que estar destinando 100 mil millones de pesos en inversión anual y solamente destina 25 mil millones y pensamos que así va a poder competir a escala internacional?

Asumamos esta realidad, Pemex no cuenta hoy día ni con los recursos ni con la tecnología suficientes para darle abasto a toda la demanda interna y además competir a nivel internacional. Esa es la realidad. Ahora, de qué se trata, se trata de fortalecerla y entonces que deje de ser un organismo público descentralizado para ser una empresa productiva del Estado, que es muy diferente, porque un organismo público descentralizado puede estar llamado a perder dinero año con año con tal de que preste un servicio público, y aquí queremos que sean auténticas empresas productivas para lo cual les estamos dando un nuevo modelo de gestión de gobierno corporativo como las mejores empresas del mundo.
 
Y precisamente de lo que se trata es de que Pemex tenga primero sobre los pozos que ya está explotando, que lo siga haciendo, ya sabrá si lo hace solo o en asociación con alguien más, y que sobre los nuevos yacimientos tenga derecho de preferencia para que decida con cuáles se va, pero que tengamos una gama de contratos amplia, certera, equitativa para que otros inversionistas nacionales y extranjeros puedan también participar en estos sectores y que lo hagan con absoluta certidumbre jurídica; de eso se trata, de eso se trata esta reforma y por eso el Partido Acción Nacional la ha apoyado.
 
Y que quede bien claro: ya basta de esa mentira que estamos privatizando o le estamos dando el petróleo a los extranjeros. El petróleo seguirá siendo de la nación mexicana, no hay una sola palabra en el texto constitucional que (inaudible) lo contrario, sí, pero esa palabra, esa mentira que se quiere repetir mil veces, esa mentira que se quiere repetir mil veces es precisamente la que ahora quieren ahora aquí para tratar de debilitar una posición mayoritaria que en democracia es como se toman las decisiones: por mayoría, y las minorías se tienen que allanar a la decisión de esa mayoría.
 
Miren, algo más. De lo que se trata, el reto que tiene esta reforma energética, más allá de la legislación secundaria que necesariamente se tiene que apegar al texto de los artículos 25, 27 y 28 y los transitorios de esta reforma constitucional, es de que haya absoluta certidumbre para todos. Órganos reguladores mucho más fuertes, con mejores instrumentos para poder hacer cumplir la ley.
 
Certidumbre jurídica para los inversionistas porque nadie en su sano juicio va a meter dinero en nuestro país en un sector de tanta, tan intensivo en capital y de tecnología si no tiene reglas claras previsibles en el largo plazo, y para los consumidores que tiene que ser, en última instancia, nuestro gran objetivo para que con mayor competitividad, competencia, inversión, y obviamente más empleos mejor remunerados, tengamos insumos, tengamos combustibles de mejor calidad y a mejores precios, cosa que por cierto no va a ocurrir en lo inmediato, hay que decirlo también con toda seriedad, pero va a ocurrir y tenemos que hacer que así ocurra.
 
El Fondo Mexicano del Petróleo es una de las condiciones que el Partido Acción Nacional puso en la negociación, y lo puso porque precisamente lo que queremos ver es que esa renta petrolera, el producto de esa renta petrolera se vaya a un fondo administrado en un fideicomiso en el Banco de México y que realmente se oriente a lo que necesitan los mexicanos: al ahorro nacional, que se oriente a la investigación, desarrollo tecnológico, ciencia y tecnología, al Fondo de Pensiones Universal y a los productos de infraestructura.
 
Termino, señor presidente.
 
Miren, la reforma energética es un triunfo intelectual del Partido Acción Nacional, es algo que hemos venido postulando por muchos años, es algo que finalmente cristaliza, porque habla de libertad económica, porque habla de libertad de mercado, porque habla de desarrollo sustentable, porque vamos en una transición hacia las energías limpias y renovables.
 
Precisamente por eso impulsamos y apoyamos esta reforma, porque mientras fuimos gobierno no tuvimos el acompañamiento que hoy tiene el gobierno en turno. Mientras nosotros fuimos gobierno pedimos a la oposición el mismo sentido de congruencia que hoy recibe el presidente Peña Nieto, y al presidente Peña Nieto, a su gobierno, le decimos: "Aquí tiene su reforma, aquí está ya la reforma energética y están ya todas las reformas estructurales". Se acabaron los pretextos, exigiremos y vigilaremos que las cosas se hagan y salgan bien y que México crezca y crezca para bien.
 
Y concluyo, señor presidente, ahora sí. El Partido Acción Nacional, con la conciencia tranquila, esperará el juicio de la historia. Se es congruente, se es congruente cuando se hace lo que se piensa y lo que se dice.
 
Por su atención, muchísimas gracias.

 

-0000-