Senado de la República

COORDINACIÓN DE COMUNICACIÓN SOCIAL

 

  • Se requiere un  nuevo modelo de asignaciones y un sistema de competencia honesta y transparente.

El caso Odebrecht es una prueba más de la simbiosis perversa y dañina para el país entre constructores, campañas políticas y el grupo gobernante, la cual que constituye la espina dorsal de la corrupción, sostuvo el senador Luis Humberto Fernández Fuentes.

Sin embargo, reconoció que sí hay una solución al alcance: primero, romper este círculo vicioso entre constructores y partidos políticos, que se logrará a través de un gobierno honesto y sin compromisos económicos.

“Segundo, un nuevo modelo de asignaciones que permita dar mayor transparencia y generar un libre mercado de obra pública sin distorsiones por la corrupción o intereses políticos y, tercero, un marco jurídico adecuado que alimente este modelo de competencia libre, honesta y transparente en materia de construcción de infraestructura”, expresó.

El legislador del PT-Morena advirtió que hoy es difícil distinguir los intereses del gobierno de los intereses comerciales de las constructoras y el Presidente de la República tiene la posibilidad de salvar su prestigio, honra y legado si decidiera aplicar la justicia, desafortunadamente le apuesta al silencio.

“La realidad es que los mayores costos de opinión pública y prestigio para el Presidente siempre han venido de escándalos de corrupción donde hay un elemento común: las grandes constructoras”, añadió.

Luis Humberto Fernández lamentó que el fin de sexenio no significará ningún cambio en esta triste circunstancia, pues los señores de obras y dineros ya están realineando sus apuestas para mantener esta nociva hegemonía.

“De no hacerse algo a tiempo, implicará que las empresas constructoras continúen aportando grandes cantidades de dinero en la próxima elección constitucional, para apoyar a los candidatos y así mantener sus privilegios en la asignación de obras”, advirtió.