Senadores del Grupo Parlamentario del PRI alertaron que la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef), tiene registro de 78 mil 788 posibles casos de robo de identidad durante el año pasado, ocupando el octavo lugar a nivel mundial en este delito.
Ante esta situación solicitaron a la Comisión Nacional Bancaria y de Valores para que supervise que las implementaciones de sus nuevos controles de seguridad sean aplicadas eficaces y permanentemente por las instituciones bancarias, con el objeto de proteger los derechos y patrimonio de los cuentahabientes.
“Con el propósito de combatir los delitos derivados de la identidad de las personas, la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) ha emitido disposiciones de carácter general aplicables a las instituciones de crédito, en las cuales se establecen nuevos controles de seguridad”, recordaron.
Abundaron que, en la gran mayoría de los casos, las conductas delictivas derivaron en la pérdida de documentos, el robo de carteras y portafolios, y por información tomada directamente de una tarjeta bancaria.
“Datos obtenidos del Buró de Entidades Financieras en 2016, señalan que Banamex registró el mayor número de casos de usurpación de identidad, el 45 por ciento de las reclamaciones procedieron por productos no reconocidos, suplantación de identidad y por retiros de dinero no reconocidos. Mientras que la segunda institución bancaria con un elevado número de quejas por estos delitos financieros fue Santander con 11 mil 721 casos”, indicaron.
El incentivar, señalaron, el uso de nuevas tecnologías es medular para asegurar en mayor medida la protección de los recursos financieros de los cuentahabientes de alguna institución bancaria que forme parte, como lo son el uso de tabletas para manipular el registro de huellas dactilares o los mismos smartphone para tomar alguna fotografía facial o la manipulación del iris de los ojos.
“El proceso que se quiere instaurar consta de un reconocimiento biométrico derivado de lectores de huellas dactilares o tabletas, siendo registradas las 10 huellas que a su vez serán registradas y cotejadas con base en datos del Instituto Nacional Electoral (INE), para después crear una base propia de información sobre la identidad de su cliente”, detallaron.
Consideraron que la CNBV más allá de fijar nuevos mecanismos de protección, deberá mantener constante supervisión de los mismos, puesto que al ser más sofisticados los sistemas manipularán un mayor número de datos personales, que al no ser debidamente empleados podrían causar graves daños a los usuarios por un uso indebido.