A fin de contribuir a mejorar la calidad de vida de las personas con problemas de salud mental y sus familiares, dado que esta enfermedad es una de las tres principales causas de muerte entre la población de entre 15 y 35 años, el senador Félix González Canto presentó una iniciativa que reforma la Ley de Asistencia Social.
El legislador del PRI explicó que, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, 450 millones de personas sufren de un trastorno mental o de la conducta y que el costo de los problemas de salud mental en países desarrollados se estima entre el 3% y el 4% del Producto Nacional Bruto.
“Alrededor de un millón de personas se suicidan cada año; cuatro de las seis causas principales de los años vividos con discapacidad resultan de trastornos neuropsiquiátricos (depresión, trastornos generados por el uso de alcohol, esquizofrenia y trastorno bipolar); una de cada cuatro familias tiene por lo menos un miembro afectado por un trastorno mental”, alertó.
El legislador por el estado de Quintana Roo detalló que su propuesta pretende reformar la Ley de Asistencia Social, para establecer expresamente que las personas que padecen algún trastorno mental tienen derecho a la asistencia social, ya que ellos y sus familias requieren de servicios especializados para su protección y plena integración al bienestar.
Esta reforma, dijo, busca que a través de la asistencia social se coadyuve a que las personas con trastornos mentales o del comportamiento desarrollen habilidades básicas necesarias para vivir tan autónomamente como sea posible dentro de la comunidad, utilizando de la mejor forma posible sus capacidades, también se propone incorporar la orientación psicoeducativa para familiares y cuidadores de personas con problemas de salud mental.
“La orientación psicoeducativa permitirá que los cuidadores adquieran información sobre los trastornos mentales y del comportamiento, de forma que sean capaces de comprenderlos, conozcan los prejuicios de la enfermedad, les permita reconocer los síntomas en caso de recaídas, favorece la formación de redes de apoyo y permite que los cuidadores reduzcan el sentimiento de incapacidad, favoreciendo la descarga emocional, física y social”, señaló.
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