- La iniciativa presidencial ha sido enriquecida y cambiada en más de un 90 por ciento, afirma
La senadora panista Adriana Dávila Fernández aseguró que el aprobar la Ley General de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes es aportar al futuro generacional y sentar las bases para reconstruir el tejido social, con la garantía de los derechos consagrados.
También, dijo, con ello la autoridad promoverá la cultura de la legalidad y se enseñará que el ejercicio, respeto, protección y promoción de los derechos a las niñas, niños y adolescentes son parte de las políticas públicas.
“Debemos trabajar para evitar la condena a la esclavitud estructural que genera la pobreza, para brindar oportunidades a la niñez y adolescencia; tenemos que garantizar sus derechos”, afirmó la legisladora por Tlaxcala al emitir el posicionamiento del GPPAN en tribuna.
En Acción Nacional vamos por la aprobación de esta ley y celebramos que en la propuesta que hoy se presenta se hayan hecho cambios sustanciales al documento recibido, aseveró Dávila Fernández.
La iniciativa preferente, continuó, ha sido enriquecida y cambiada en más de un 90 por ciento y hoy recoge muchas de las propuestas que en diversas iniciativas mis compañeras y compañeros senadores presentaron en otras legislaturas y en la presente.
Garantizar derechos, agregó la legisladora, son dos palabras sencillas que encierran un gran concepto social y demandan responsabilidad pública para el ejercicio, respeto, protección y promoción de los derechos humanos, acorde a lo establecido por nuestra Constitución y los tratados internacionales de los que México forma parte.
La Presidenta de la Comisión contra la Trata de Personas añadió que para que este sector dela sociedad tenga un libre y sano desarrollo de la personalidad, se debe garantizar sus derechos, sin importar si es de área urbana, rural o de zona indígena y sin distinciones ni sesgos de ningún tipo, o con alguna discapacidad.
“Ningún menor merece estar en desventaja por el hecho de nacer en población indígena. La garantía debe ser universal, con un enfoque integral, transversal y sustentable”, indicó.
Muchos temas importantes se tocan en esta propuesta legislativa que hoy se somete a consideración del Pleno, uno de ellos es el libre desarrollo de la personalidad, dijo la legisladora. Nuestro deber, continuó, es abarcar la mayor parte de aspectos que tienen que ver con el sano y libre desarrollo de los niños, y dejarlos de manera explícita en la iniciativa de ley que hoy nos ocupa.
Prioritaria es la alimentación para el desarrollo físico de los menores, necesario es que la niñez mexicana tenga acceso a nutrientes, proteínas, calorías, así como líquidos hidratantes que, a futuro, no pongan en riesgo su salud, señaló.
“Las niñas, niños y adolescentes necesitan de un espacio digno, limpio y seguro para vivir, con servicios básicos, vestido, calzado, además, para avanzar socialmente, se requiere acceso a educación de calidad; escuelas con servicios básicos, pizarrones, borradores, bancas, sillas, libros de texto, cuadernos, lápices, colores”, consideró.
Dávila Fernández afirmó que se requieren maestros comprometidos con la enseñanza para que quienes integran este sector social, aprendan a amar y respetar a su país y a su gente, independientemente de su lengua, pensamiento, costumbres, religión o cultura; en un ambiente de igualdad, con tolerancia, sin discriminación ni violencia.
Se necesitan, prosiguió, servicios de salud que atiendan una emergencia, una consulta o una enfermedad con diagnóstico, tratamiento y medicinas, además de un control y seguimiento puntual.
Asimismo, consideró esencial garantizar el derecho a la vida y la salud de niñas, niños y adolescentes, con servicios de salud gratuitos a favor de quienes padecen enfermedades como el cáncer o la insuficiencia renal crónica.
La ley, dijo, prevé proveer de condiciones de seguridad y accesibilidad a los menores con capacidades diferentes; promover que se garantice una atención psicológica preventiva, el fomento de la lactancia materna y la prevención y control del sobrepeso y obesidad infantil; infundirles el conocimiento y el uso responsable de las herramientas digitales, como medio para mejorar su desarrollo personal, familiar, social y cultural, regulando el contenido al que tendrán acceso en medios digitales y en garantía de la privacidad de sus datos; el derecho a las actividades recreativas y culturales debe ser una realidad, así como el acceso a la tecnología sin peligro alguno de ser acechados por criminales.
Cada niña, niño y adolescente que esté en el territorio nacional merece tener la oportunidad de desarrollar capacidades y talentos, formarse integralmente para que, en un futuro no lejano, tenga la posibilidad de contribuir al desarrollo de su país, concluyó.
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