Senado de la República

COORDINACIÓN DE COMUNICACIÓN SOCIAL

  • Advierte que el mandato de Peña Nieto ha representado una regresión hacia el autoritarismo, la concentración y centralización del poder
  • Si el Ejecutivo federal tiene visión federalista, debe apoyar la autonomía de la capital del país y exhortar al PRI a que apruebe la reforma política del DF

El presidente Enrique Peña Nieto tiene muy poco qué decir sobre federalismo, ya que detrás de las reformas estructurales aprobadas durante su mandato hay una renovada concentración del poder presidencial, aseguró Mario Delgado, presidente de la Comisión del Distrito Federal en el Senado de la República.
“Si Peña Nieto quiere mostrarse comprometido con el federalismo, debe solicitar a legisladores de su partido que aprueben a la brevedad la reforma política de la Ciudad de México, lo que implica darle autonomía a la capital” sostuvo.
Delgado Carillo, dijo que el Senado es un lugar para dialogar y debatir con el Ejecutivo: “Ojalá Peña Nieto aproveche su presencia en el Senado para apurar a sus correligionarios a que aprueben la reforma política de la ciudad. De no hacerlo demostrará que su gobierno carece de visión federalista y representa una regresión al autoritarismo, la concentración y centralización del poder”.
El legislador del PRD indicó que un ejemplo de estas tendencias es que la Secretaría de Hacienda distribuye recursos a estados y municipios con criterios políticos; además, el Ejecutivo no corrige los excesos de gobernadores ni la opacidad, pero propone que esa dependencia autorice más deuda pública.
El gobierno federal, añadió, ha concentrado nuevamente el gasto en educación --para recuperar el control político del sindicato-- y en salud; mientras la reforma fiscal liberó recursos para Hacienda, pero no para los estados que tienen grandes desequilibrios, ni para la mayoría de los municipios que están a punto de la quiebra.
“La Gendarmería Nacional, ante la crisis de seguridad, cancela facultades constitucionales de los estados; mientras en Michoacán la Presidencia anuló la figura del gobernador y en su lugar gobierna un enviado del Presidente, como sucedía en el Virreinato” expresó.
Para concluir, el senador perredista insistió en que si el jefe del Ejecutivo desea demostrar un compromiso federalista de verdad debe sostener un diálogo, de frente a la nación, con los senadores y no asistir a un día de campo en el recinto parlamentario. Asimismo, debe dar instrucciones a sus correligionarios para que aprueben la reforma política de la Ciudad de México, que es una deuda pendiente con miles de ciudadanos.

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