Senado de la República

COORDINACIÓN DE COMUNICACIÓN SOCIAL

Número-53

  • Honrará la memoria de grandes luchadoras sociales cuya labor significó reconocimiento de igualdad y ciudadanía.


La senadora Nancy de la Sierra Arámburo exhortó a la Mesa Directiva de la Cámara de Senadores a que destine un espacio en los muros del Salón de Plenos para que se inscriba con letras doradas la leyenda: “Derecho al Voto de la Mujer, 1953”.

 

El planteamiento lo hizo a nombre de los integrantes del Grupo Parlamentario del PT, mediante un punto de acuerdo.

 

De la Sierra Arámburo argumentó que el derecho al voto de la mujer ha sido un parteaguas en la historia y en la vida democrática de México. Con ello inició el reconocimiento de los derechos políticos de las mujeres mexicanas, al permitirles votar por sus representantes, hecho que también marcó su participación política e hizo viable que fueran votadas para puestos de elección popular. Un derecho que significó reconocimiento de igualdad y ciudadanía, apuntó.

 

Recordó que la histórica iniciativa fue aprobada por el Senado de la República en septiembre de 1953 y, finalmente, el 17 de octubre de ese año, se materializó con la publicación de estos derechos en el Diario Oficial de la Federación. Así, las mexicanas votaron por primera vez en el proceso electoral federal del 3 de julio de 1955, para elegir a los integrantes de la XLIII Legislatura del Congreso de la Unión.

 

A partir de ese momento, celebró, la contribución de las mujeres a la consolidación y fortalecimiento de la democracia mexicana ha sido fundamental. Mucho hay que agradecer a todas aquellas mexicanas como Sor Juana Inés de la Cruz, quien rompió los esquemas de la mujer de su época y se enfrentó a la negativa del acceso a la mujer a la educación superior.

 

Otras, expuso, como Florinda Lazos de León, que participó de manera importante en la Revolución Mexicana en la lucha por la igualdad. Enfermera y Diputada, participó en la organización de grupos campesinos de mujeres y formó parte del Primer Congreso de Obreras y Campesinas de Chiapas, en 1919.

 

También se refirió al caso de Rosario Castellanos, porque una de sus principales aportaciones al feminismo presente la estableció en su tesis doctoral sobre la cultura femenina (UNAM, 1950), donde criticó la filosofía tradicional y la forma en que la cultura marginaba a la mujer y estaba regida por cánones masculinos.

 

De Elvia Carrillo Puerto, la también llamada Monja Roja del Mayab, dijo que fue una de las mujeres lideresas feministas más importantes en México, quien luchó activamente para lograr el sufragio femenino.

 

De la misma forma, recordó la vida de Hermila Galindo, luchadora social, oradora, maestra y periodista; Esperanza Brito de Martí, periodista, feminista y activista; Marta Lamas, destacada antropóloga y feminista; Marcela Lagarde, catedrática de Antropología en la UNAM y una de las grandes feministas latinoamericanas actuales, entre otras.

 

“Esta Legislatura está escribiendo un capítulo más en la historia del constitucionalismo mexicano. Es nuestro deber moral y patriótico reconocer y honrar a quienes nos precedieron en la lucha, porque mucho es lo que debemos agradecerles”, expuso la senadora Nancy de la Sierra.

 

La propuesta fue turnada para estudio y dictamen a la Primera Comisión de trabajo de la Comisión Permanente del Congreso, conformada por las comisiones de Gobernación, Puntos Constitucionales, y de Justicia.