Senado de la República

Senadoras del PRI, PRD y PAN coincidieron en que para garantizar el ejercicio pleno de los derechos de las mujeres es necesario pasar de la igualdad formal ante la ley a una igualdad sustantiva, de oportunidades y de desarrollo entre ambos géneros.
En la presentación del libro Los Derechos en los Tiempos del Género (mujeres, feminismo y derechos), del doctor Santiago Nieto Castillo, la senadora priista Diva Hadamira Gastélum Bajo, titular de la Comisión para la Igualdad de Género, expresó que nuestra democracia “no puede ser posible” sin una participación real de las mujeres.
Su compañera de bancada, Lucero Saldaña Pérez enfatizó que partir de que el derecho es neutro para garantizar la igualdad de oportunidades “es sesgado” y es indispensable “acostumbrarnos a vernos en unas relaciones de poder más equitativas y menos asimétricas”.
Al presentar la obra, la senadora panista Marcela Torres Peimbert destacó que el camino de las mujeres para acceder a la educación o al trabajo está “plagado de estereotipos” y de un machismo “que siempre trata de minimizar y hasta ridiculizar sus logros profesionales”.
En el ensayo, agregó, se menciona que la lucha de las feministas inició con la construcción de un modelo pensado en igualdad jurídica y que consiguió “grandes espacios” para ellas, como la posibilidad del divorcio o el acceso al trabajo y a la educación.
Sin embargo, resaltó, al no ser regulado con una perspectiva de género y sólo a partir de una falsa homologación de derechos desencadenó ciertas desventajas fácticas para las mujeres. En ese sentido, expuso por ejemplo que en la actualidad una de cada tres familias está encabezada por una mujer sola, de cada 100 hombres que tienen que pagar un pensión alimentaria sólo 20 lo hacen y persisten las disparidades en el acceso a cargos de elección popular.
Por el PRD, la senadora Angélica de la Peña Gómez dijo que el libro da cuenta de una realidad patriarcal y un problema estructural que ha mantenido a las mujeres en la marginalidad política e impedido el ejercicio de sus derechos a ser electas y ser votadas.
La también presidenta de la Comisión de Derechos Humanos señaló que remontar el androcentrismo “cuesta mucho trabajo” porque “las instituciones siguen perpetuando esa imagen de que la mujer es emocional, espiritual, sentimental y muy buena para las cosas de su género”, pero no para los asuntos de la política.
En tanto, el magistrado Santiago Nieto Castillo, autor del texto, dijo que es necesario pasar de una igualdad formal ante la ley a una igualdad sustancial, de oportunidades y de desarrollo, pero para eso se requiere no sólo el reconocimiento de los derechos de las mujeres, sino contar con las suficientes garantías para protegerlos en toda la República.
Destacó que el género femenino se encuentra en “una situación de desigualdad” y que por tanto el derecho tiene que regular esas desigualdades para equilibrar el desarrollo social y “para estar en un Estado más democrático”.
En este sentido, afirmó que con las cuotas de género se pretende revertir una tendencia de sumisión y subordinación social y cultural que han tenido las mujeres en México.
Para mejorar la calidad de la democracia, concluyó, “tenemos que partir de oportunidades claras entre hombres y mujeres” y para ello se tienen que interpretar las leyes con perspectiva de género porque su redacción “puede tener una carga misógina o machista”.
Para Yolanda Elías Calles Cantú, presidenta del Instituto Electoral de Querétaro (IEQ), el futuro de México sólo puede anticiparse en términos positivos en la medida en que esté vinculado al desarrollo de las mujeres y al pleno respeto a sus derechos.
Dijo que en el marco del 60 aniversario del reconocimiento de los derechos político-electorales de la mujer, el IEQ solicitó la colaboración del doctor Nieto Castillo para hacer un recuento de la lucha por la igualdad y los desafíos para garantizar el pleno respeto a sus derechos humanos.
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